sábado, 26 de diciembre de 2015

El túnel Belchen.

Una de las entradas del túnel Belchen.
Entre las ciudades de Eptingen y Hagendorf en Suiza, se encuentra el túnel Belchen; el cual atraviesa el condado de Basel y Solothurn, y mide más de tres kilómetros de largo.
En enero de 1981 comenzaron a tenerse reportes de encuentros con la "Veisse Frau", una anciana vestida de blanco que pedía aventón en una de las entradas del túnel, aunque en ciertas versiones de la historia incluso aparece repentinamente frente a los conductores y habla con ellos. Hay que aclarar que Belchen cuenta con varios fantasmas, y la Veisse Frau no es la primera en aparecer. Ese honor pertenece a un campista masculino que pide aventón y se desvanece al llegar a la mitad del túnel.

La leyenda de la Veisse Frau se origina el 6 de enero de 1981 cuando el tabloide Blick escribió un reportaje sobre los avistamientos de una mujer espectral en el túnel. A los pocos días, varios medios comenzaron a cubrir la noticia y la policía del condado de Basel fue inundada con llamadas de personas que decían haber visto a la aparición.
La racha de reportes aparentemente finalizó a mediados de ese año, tomando fuerza de nuevo en 1983 cuando el Baselbieter Sagen publicó la historia de un encuentro que tuvo lugar pocos días antes. La historia reza que dos mujeres que manejaban por la autopista de camino a Hagendorf vieron a una mujer de edad media vestida con ropas antiguas y caminando torpemente a lo largo del camino. Pensando que se trataba de alguien en problemas, se detuvieron para preguntarle que si se sentía mejor.
La mujer sin embargo, respondió únicamente: "No. Desafortunadamente. No, no estoy para nada bien. Algo realmente terrible va a suceder, algo muy desagradable."
Al hacer esto, la mujer desapareció en el aire ante la mirada perpleja de las jóvenes.

Otros espíritus de las cercanías del túnel fueron reportados por el Baselbieter Sagen, mencionando en particular "La dama del castillo Heidegg", "la doncella montada en la cabra" y "La mujer blanca de Zunzgen". En la región de Laugelfingen aparecen una mujer con un vestido verde y una niña con un chaleco de cuero. En Basel, se vió a un hombre vestido de negro que profetizó un terremoto y un invierno difícil para después desaparecer. 

viernes, 18 de diciembre de 2015

El Hombre Achicharrado.

Al sur del condado de Ventura, en California, existe un sitio llamado Camp Comfort County Park; y a simple vista asemeja ser no más que un parque común y corriente. Pero en él existen leyendas de varios espíritus que deambulan por sus prados y veredas al anochecer.
Las almas en pena del parque son muchas. Se habla de una novia que hace autoestop al lado del camino, su vestido ensangrentado y el rostro cubierto por un velo que no deja ver sus facciones hasta que ya es demasiado tarde: una joven que monta a caballo y cada año repite las circunstancias de su muerte al caer de su montura, un motociclista decapitado por un choque con un camión, y que surca los caminos a gran velocidad; el esqueleto de un vampiro que yace en un ataúd sellado y un perro fantasma.
De interés es el puente a mitad del parque. En él, se habla de dos niños con ropa victoriana que aparecen corriendo y jugando para después saltar hacia el río que corre debajo; la mano de un niño que, como una tarántula espectral, se arrastra por la baranda; y un autobús antiguo ocupado por las almas de doce niños y un conductor que fallecieron al caer al río en la década de 1940.
Pero de estos, el más famoso (y perturbador) es el Hombre Achicharrado.
Al otro extremo del puente, más allá de donde aparecen el autobús, la mano o los niños juguetones; se presenta el espíritu del Hombre Achicharrado, un horripilante ser de piel carbonizada que emerge del bosque y ataca a todos aquellos que cometen el error de bajarse de sus autos al atravesar el puente.
No se sabe si es un fantasma o un monstruo, pero lo cierto es que el Hombre Achicharrado no es un ser humano. Su piel está cubierta por vastas costras ennegrecidas, lleva vendajes harapientos y emite un nauseabundo olor a carne quemada que puede ser percibido a gran distancia.

Pero como con todas las leyendas, siempre hay variaciones respecto al origen de tan pavorosa aparición.
Aunque de manera curiosa, todas tienen su origen en un incendio acaecido en el año de 1948, cerca de donde hoy está el puente del parque.
En la primera versión, un padre y su hijo fueron quemados hasta quedar irreconocibles; falleciendo el padre al cabo de unos minutos. El hijo sobrevivió, pero el dolor y la imagen de su propio cuerpo quemado lo volvieron loco; reduciéndolo a un inhumano feroz y salvaje.
Se dice que cuando llegaron los rescatadores, solo encontraron el cuerpo desollado del padre colgando de la rama de un árbol. El hijo escapó a los profundos bosques y se convirtió en el espectro con el tiempo.
En la segunda historia, una pareja queda atrapada al quemarse su casa. El esposo intenta rescatar a su mujer, que grita "¡Ayúdame!" una y otra vez; pero sus propias quemaduras le impiden hacerlo. En su desesperación, solo puede ver como su esposa es consumida entre las llamas hasta quedar convertida en huesos negros y humeantes. Esto lo enloqueció.
Una tercera sostiene que el Hombre Achicharrado fue un bombero que perdió la cordura al no poder salvar a una familia en ese incendio de 1948.
Finalmente, la última versión toma lugar en 1950. En esta, un conductor que cruzaba el puente chocó al ver a uno de los fantasmas que pueblan el parque; y no pudo escapar cuando su vehículo accidentado empezó a quemarse. Ciego de dolor y torturado por las almas del parque, salió huyendo como pudo hacia el bosque; donde murió y quedó condenado a vagar como el Hombre Achicharrado.

Sin embargo, los policías del condado Ventura narran otro origen más factible y tal vez mucho más doloroso que las primeras cuatro versiones.
En la década de 1960, se decía que cerca del parque vivía un anciano que sufría de un terrible cáncer de piel. La enfermedad, agresiva, le deformó el rostro y un brazo; dejándolo desfigurado y con la apariencia de un muerto viviente con desagradables quemaduras. Esto lo volvió un ermitaño y lo obligó a solo salir por las noches.
Ocasionalmente era visto por jóvenes que viajaban en auto o motocicleta; y que confundían la silueta jorobada y oscura al lado del camino con un alma en pena. Estos encuentros corrieron de boca en boca, y con el tiempo evolucionaron hasta convertirse en la leyenda del Hombre Achicharrado.

La Muerte Blanca.

Durante años ha habido reportes de encuentros con un monstruoso tigre conocido como la Muere Blanca en las regiones más recónditas de Alaska. 
Hace unos años, el programa televisivo "Destination America" realizó un reportaje como parte de la miniserie "Alaska Monsters"; en la cual un habitante del pueblo de Paxston le mostró al equipo una fotografía tomada en una Trailcam. En la imagen aparece un gato de gran tamaño, mucho mayor al del puma, el lince o el bobcat. Posiblemente la Muerte Blanca.
La fotografía de la Trailcam.
La leyenda reza que la Muerte Blanca o Tigre de Alaska, es un despiadado carnívoro que mide casi tres metros de largo, pesa media tonelada y está cubierto por un grueso pelaje blanco. Algunas variaciones dicen que tiene afilados colmillos de sable.
Se le reportó por primera vez hace doscientos años, cuando varias tribus nativas de Alaska comenzaron a avistarlo durante fuertes tormentas invernales que la bestia aprovechaba para poder cazar y robar no solo ganado, si no personas. Se cree que por cada víctima humana, la Muerte Blanca obtiene una raya nueva en su pelaje.
Hasta hoy, camioneros y equipos de trineos jalados por perros dicen encontrarse con el monstruoso gato en noches particularmente frías; y que siempre es antecedido por un fuerte rugido que paraliza a las personas.
Las teorías sobre la identidad de la Muerte Blanca son variadas. Y van desde animales escapados de zoológicos, variedades desconocidas de grandes felinos, tigres dientes de sable sobrevivientes e incluso entidades sobrenaturales del invierno como el Wendigo.

El Tigre Siberiano.
El primer sospechoso es el Tigre Siberiano (Panthera Tigris Altaica), el cual es el felino más grande existente en la actualidad. El récord de tamaño fue un macho que medía una longitud total de 3.50 metros y pesaba 384 kilogramos; y que fue asesinado en 1950 por un cazador en las montañas de Sikhote-Alin.
En cautiverio, el tigre siberiano llega a pesar hasta 465 kilos, el record de "Jaipur".
Sabemos por el registro fósil, que en Alaska llegó a haber ejemplares de Tigre Siberiano en algún momento del Pleistoceno; y que llegaron al continente por medio del estrecho de Bering. La distribución de la especie en ese entonces era mucho mayor a la actual, y abarcaba grandes extensiones de Siberia, la península de Kamchatka, el estrecho de Bering y llegaba hasta el centro de Canadá.
Hoy existen más de diez mil tigres viviendo en zoológicos, parques de safari, reservas y en domicilios privados en Estados Unidos y Canadá; lo que demuestra su enorme capacidad de adaptación a varios ecosistemas.
Regresando a la teoría de que la Muerte Blanca sea parte de una población sobreviviente de tigres; es factible que una pequeña subespecie o grupo de tigres pueda mantenerse oculta en la espesura de los bosques de Alaska, especialmente en sitios donde se han hallado fósiles de estos animales que datan de hace 11,000 años. 

Homotherium.
Otro posible candidato es el Homotherium, parte de un género extinto de felinos dientes de sable también denominados "Gatos Cimitarra"; y que fue particularmente diverso entre el Plioceno y Pleistoceno. Estos gatos llegaron a habitar Norte y Sudamérica, Eurasia y África; extinguiéndose tan solo hace 28,000 años.
El Homotherium llegaba a medir 1.10 metros de alto y pesaba entre 150 y 200 kilos; similar en tamaño y peso a un león africano macho. Comparado con otros gatos dientes de sable como el Smilodon o el Megantereon, el Homotherium tenía colmillos más cortos e incisivos y caninos inferiores diseñados para sujetar presas vivas; similar a como caza el tigre moderno.
A simple vista, el Homotherium tenía más en común con una hiena (patas delanteras largas en comparación a las posteriores, una postura similar a la de un oso y cola corta) que con el género Panthera.
Por la morfología de su cráneo con grandes aperturas nasales, se cree que el Homotherium era un corredor de alta velocidad similar al guepardo, y que era un depredador diurno, a diferencia del resto de otros felinos.

Smilodon.
El Smilodon, el más representativo de los famosos "tigres dientes de sable" fue un animal que vivió en el continente americano hasta hace 10,000 años; en tres subespecies: Smilodon Gracilis, Smilodon Fatalis y Smilodon Populator.
Smilodon era un depredador enorme y más pesado que cualquier gato, con patas delanteras fuertes y colmillos de hasta 30 centímetros que usaba para matar con precisión a sus presas. Smilodon Fatalis, la especie más numerosa en América del Norte, llegaba a pesar hasta 400 kilogramos y a medir poco más de 1.20 metros hasta los hombros. 
En Norteamérica cazaba animales de gran tamaño como el bisonte y el camello, saltando sobre ellas y mordiéndoles el cuello. Este animal desapareció hace 10,000 años junto con los mamuts y gran parte de la megafauna norteamericana; posiblemente como resultado de la intervención de los seres humanos, el cambio climático o la extinción de sus presas pesadas y la aparición de herbívoros más veloces.
Rumores de avistamientos de estos animales vienen no de Norteamérica, si no de países sudamericanos como Colombia, Paraguay y Ecuador; donde se les describe como depredadores con pelaje atigrado y de dimensiones mayores a las del jaguar.

jueves, 17 de diciembre de 2015

Los Nightmarchers.

"Lo primero que escuchas son los tambores a la distancia. Luego viene un olor fuerte y horrible, y escucharás un caparazón siendo soplado como advertencia para salir huyendo. Entonces las antorchas. Más y más brillantes mientras se acercan. Es entonces que tu mejor opción para sobrevivir es tener a un ancestro entre ellos.
Él gritará ¡Na'u! que significa 'mío'. Si estás en la línea de sangre de un Nightmarcher, entonces no sufrirás daño. Y no importa qué pongas en su camino, ellos lo atravesarán. Son la vanguardia de un jefe sagrado, muy poderoso en vida."
-Po Kane, en el libro "Haunted Hawaiian Nights".


En el folklore Hawaiiano, los Nightmarchers ("huaka'i po") son un ejército espectral conformado por las almas de antiguos guerreros Hawaiianos; los cuales salen de los cementerios durante ciertas noches especiales para acudir a antiguos campos de batalla u otros sitios sagrados.
Se dice que cualquiera que los ve o es visto a su vez por los guerreros morirá a menos de que un familiar o ancestro se encuentre en las filas de la procesión fantasmal. Los Nightmarchers avanzan por campos y bosques al anochecer y poco antes de la salida del sol; acompañados por tambores y cánticos que hielan la sangre de quien los oye.
Al oírlos, cualquier persona en las cercanías debe ir a refugiarse para evitar caer ante la maldición. Ciertas variantes de la tradición dicen que lo mejor es tirarse al piso para no ser visto, y que esta práctica sirve también para mostrar respeto por los viejos soldados. También sirve poner hojas de la planta "tí" cerca de casa para ahuyentar a los espíritus; y se menciona que tenerle un gran respeto a los Nightmarchers puede resultar en una suerte favorable.

Los Nightmarchers aparecen como feroces guerreros translúcidos que parecen ir camino a una batalla. Llevan cascos y capas elegantes, armas antiguas y tocan fuertes tambores de piel. Estos espíritus buscan reclamar el territorio robado por los colonos estadounidenses, representar batallas fallidas, vengar sus muertes e incluso buscar una entrada al mundo de los muertos.
Se dice que existe un "ali''" o gobernante que guía a estos seres a sitios de gran importancia, y es el encargado de darle la bienvenida a nuevos guerreros al ejército de los muertos.
La marcha por lo regular es conducida por un jefe, y dependiendo de como fue éste en vida es el tono de la marcha. Un jefe que amaba la música sería honrado con fuertes cánticos y tamborazos. Alguien tranquilo y callado lideraría una marcha silenciosa. 
Se cree que algunos dioses marchan con ellos en algunas noches, y es en estas ocasiones que las antorchas de los Nightmarchers brillan más en la oscuridad. De toda la plétora de dioses Hawaiianos, es la diosa Hi'iaka-i-ka-poli-o-Pele quien es encontrada comúnmente entre la marcha.

Se cree que los Nightmarchers rondan sitios muy específicos y pueden ser reconocidos por los cantos que entonan a la distancia. Aunque hay algunos reportes de marchas durante el día, estos aparecidos tienden a ser más activos durante la noche; en especial cuando la luna llena brilla en lo alto del cielo. Quienes los han visto, dicen que flotan a unos centímetros del piso y que aún así dejan pisadas en los caminos por donde pasan.
Sitios como el mirador Nu'uanu Pali, el valle Ka'a'awa y Kahili en Oahu son conocidos por ser sitios de las marchas nocturnas; y se le pide a los visitantes extranjeros que tengan cuidado. 
Fotografía que muestra una supuesta procesión de Nightmarchers.
Otros sitios famosos son los siguientes:
La autopista Pali de Oahu: Corre a través del campo donde tuvo lugar una de las batallas más famosas del rey Kamehameha. Se sugiere evitar visitarla por las noches.

El campus de la Escuela Kamehameha en Kappamala, Oahu: Es un sitio de más de cien años de edad donde se ha visto a los Nightmarchers en varias ocasiones.

Rancho Kualoa, en la costa de Oahu: Los Nightmarchers recorren este sitio, donde se dice que yacen los restos de cientos de antiguos jefes Hawaiianos. Los soldados espectrales han ocasionado muchos incidentes durante la noche al aparecer frente a los autos que recorren el camino.

Bahía la Perouse: Al sur de Maui, en la reserva natural Ahihi-Kinau, se han visto procesiones de guerreros agresivos en los extensos campos cubiertos por lava seca.

Kaunakakai, Molokai: Es un gran centro de actividad, pues los restos del jefe Ili'ili'opae Heiau yacen en un templo cercano.

La'ie: Esta ciudad de Oahu era un refugio en el antiguo Hawaii, donde criminales y aquellos que ofendían las prácticas religiosas de los Aikapu eran encarcelados. Aún hoy, los espíritus de soldados rondan las afueras de La'ie en busca de prófugos. 

Centro de Honolulu: Se dice que hay un camino de Nightmarchers que corre a través del Davies Pacific Center. En el año 2012, algunas cámaras de seguridad del edificio supuestamente capturaron a los Nightmarchers en video. Una mujer de ascendencia nativa que estaba haciendo su trabajo durante la noche, murió al siguiente día de la aparición. Al mes siguiente, alguien dijo haber visto el espíritu de la mujer caminando junto a los Nightmarchers y desapareciendo en una pared.

El Campo Aéreo Dillingham: En 1995, un grupo de amigos que acampaba en la playa Mokule'ia dijo haber visto una procesión con antorchas que cruzaba la montaña cercana al campo aéreo Dillingham.

El campo Erdman: El campo Erdman es propiedad de la YMCA, y entre las prácticas de camping se le pide a los jóvenes que eviten caminar por un sitio donde los Nightmarchers suelen pasar durante el verano.

Hotel King Kamehameha: La leyenda local dice que el piso superior de este hotel está embrujado. En él se reportan pisadas, cánticos y gritos de guerra; así como apariciones de antiguos guerreros Hawaiianos. Se dice que esto se debe a que el Rey Kamehameha vivió en ese sitio años antes de morir.
Como dato curioso, hay una pintura de la Reina Liliuokalani en la planta baja. La imagen parece respirar y seguir a la gente con la mirada; por lo que se cree está embrujada.

Royal Kona Inn:  El hotel Royal Kona Inn fue construido sobre el antiguo camino de los reyes, donde hasta hoy pasan los Nightmarchers. Un huésped fue despertado a mitad de la noche, sintiendo que era asfixiado por unas manos invisibles. 

Keahou: Una leyenda urbana cuenta de una mujer que tomó una piedra de la playa de Keahou y la llevó a su habitación de hotel. Esa noche tuvo una pesadilla en la cual un guerrero Hawaiiano la atacaba y le ordenaba devolver la piedra a su lugar. Al día siguiente, la mujer fue a dejar la piedra de nuevo y dijo haber sido seguida a lo largo del camino por el mismo guerrero.

Playa Ke'ei: Apariciones de guerreros han sido reportadas por años en la playa Ke'ei de la isla principal de Hawaii. De acuerdo con los testigos, los fantasmas aparecen luchando con mazas de guerra; en representación de una batalla que tuvo lugar ahí.

Felícitas Sánchez Aguillón - La descuartizadora de la Colonia Roma.

Felícitas Sánchez Aguillón
Felícitas Sanchez Aguillón puede no ser tan conocida como las Poquianchis, la Mataviejitas u otras asesinas seriales mexicanas; pero no por ello sus crímenes cometidos durante la primera mitad del siglo pasado resultan menos crueles.
Al contrario, a diferencia de otras asesinas, los blancos de Sánchez Aguillón no eran ancianas o clientes de prostíbulos y prostitutas; si no niños recién nacidos o nonatos, a quienes ejecutaba por órdenes de las madres que buscaban abortarlos. Este dantesco comportamiento rápidamente le ganó seudónimos como "la trituradora de angelitos" o "la ogresa de la Colonia Roma"; y se dice que llegó a cometer más de cincuenta infanticidios, aunque los rumores apuntan a que debido a las circunstancias en que los cometía; la cifra actual podría ser mucho mayor.

La vida de Felícitas Sánchez.
Nació a finales del siglo XIX en una zona agreste del estado de Veracruz, el pequeño poblado conocido como Cerro Azul; y los detalles de su vida son desconocidos, con excepción de una relación de rechazo por parte de su madre que bien pudo haber sido la causa de su aberrante comportamiento.
Se sabe que era cruel con animales, disfrutando en particular al envenenar perros y gatos callejeros. Más tarde, durante la primera década del siglo XX, Felícitas obtiene el título de enfermera y empieza a laborar como partera en Veracruz; donde al poco tiempo se casa con un hombre pusilánime y sumiso llamado Carlos Conde. De esta relación nacieron dos gemelas que fueron vendidas por la mujer para solventar un poco la mala condición económica que tenían; lo que a Conde no le pareció y lo condujo a divorciarse de ella.
Nunca se supo qué ocurrió con las niñas, aunque Felícitas dijo jamás haber asesinado a alguno de sus hijos.
Felícitas Sánchez era una mujer de apariencia fea, descrita como "una bruja con ojos saltones, gorda, fea y repugnante"; de carácter fuerte, tendencias misántropas y comportamiento desagradable. Pese a ello, llegó a tener varias relaciones a lo largo de su vida, siendo todos estos cómplices de sus crímenes.
Después de separarse de Conde, decidió emigrar hacia la Ciudad de México en 1910; donde se estableció en la calle Salamanca de la Colonia Roma. Ahí rentaba una habitación en un departamento, el cual compartía con una mujer que rara vez estaba en casa. Eso le permitía tener el tiempo y espacio necesario para desempeñarse como partera y más adelante, cometer sus crímenes.
El trabajo de Felícitas era tan bueno que con el tiempo llegó a tener clientes de familias adineradas, lo que llamó la atención de los vecinos del edificio. Otro detalle en particular fue que las cañerías del edificio solían taparse constantemente por alguna razón; situación que Felícitas arregló al contratar a un plomero; y que del departamento llegaba a salir un humo negro muy fétido en alguans ocasiones.
La fama de Felícitas se extendió por la ciudad. Llegó a practicar abortos clandestinos y hacía visitas a domicilio en los barrios de clase más alta de la ciudad; atendiendo a las mujeres sin importar qué tan avanzado estaba el embarazo.
Durante este tiempo comenzó a traficar no solo con los niños que ayudaba a traer al mundo, si no con otros pequeños que eran vendidos por sus padres para salir de problemas económicos. Por este motivo fue detenida en dos ocasiones por intentar vender bebés; pero salió libre bajo fianza en ambas veces.
Con el dinero obtenido por los abortos, consultas y el tráfico de pequeños; Felícitas abrió una tienda que también fungía como clínica clandestina, a la cual llamó "La Quebrada".

La Ogresa.
Periódico narrando los crímenes.
El 8 de abril de 1941, la alcantarilla del edificio donde vivía Felícitas se tapó, lo que llevó al dueño de una tienda de abarrotes en el primer piso a llamar a albañiles que levantaran el piso del negocio para acceder a la claca. Lo que vieron al levantar las losas bastó para helarles la sangre y traumatizarlos de por vida: la alcantarilla se encontraba bloqueada por un tapón fétido compuesto por carne en descomposición, gasas y algodón. Incluso encontraron un pequeño cráneo de bebé flotando entre la porquería.
Felícitas era la única sospechosa debido a la naturaleza de su trabajo. Al catear su departamento, encontraron en su habitación un altar digno de una película de horror: velas, agujas, ropa de bebé, un cráneo humano y fotografías de sus víctimas a manera de trofeos. Felícitas no fue atrapada de inmediato, pues se había dado a la fuga.
Dos días después, el 11 de abril de 1941, el plomero cómplice de la partera fue capturado e interrogado. No fue hasta ese día que se revelaron las circunstancias de los crímenes y la frialdad con que Felícitas ejecutaba a sus víctimas: Solía bañar a los pequeños con agua helada, les negaba el alimento y cuando les daba de comer, no le importaba usar carne y leche caducas. Cuando los asesinaba, usaba toda una variedad de métodos entre los que iban envenenamiento, asfixia, estrangulamiento, desuello o incluso los quemaba vivos. Ya una vez que los niños fallecían, los descuartizaba y arrojaba los restos a las alcantarillas o en depósitos de basura.
El humo negro que salía de su ventana se debía a que en ciertas ocasiones los quemaba para no dejar rastros. 
Felícitas es capturada ese mismo día junto a su amante, apodado "El Güero"; con quien tuvo a una tercera y última hija en 1939. 

Permaneció detenida hasta junio de 1941, siendo aislada del resto de la población del reclusorio; la cual buscaba hacerla pagar por sus crímenes. En este periodo, Felícitas casi perdió la razón; y su comportamiento se transformó en el de, irónicamente, una niña que solo pedía a gritos que la dejaran salir de la cárcel. 
Felícitas salió libre gracias a que su abogado amenazó con revelar la lista de clientes de la mujer; entre los cuales aparecían figuras de la política y el medio artístico. Además de ello, los restos humanos usados como evidencia desaparecieron misteriosamente de los almacenes de la policía. No se le encontró culpable de asesinato; solo se le achacaron los cargos de aborto, inhumación ilegal de restos humanos, delitos contra la salud pública y negligencia médica; que fueron suficientes para que pudiera salir bajo fianza.
El ex-esposo de Felícitas, Carlos Conde, cubrió la fianza de seiscientos pesos; que en el día actual equivaldrían a casi seiscientos mil (cerca de cincuenta mil dólares).

Últimos días y muerte.
Pese a salir libre, todo el estilo de vida que había disfrutado en los últimos años se fue por el drenaje. La opinión pública la repudiaba, sus vecinos la atacaban y sus clientes jamás volvieron a verla. Sabiendo que había perdido todo, el 16 de junio se suicidó tomando una sobredosis de Nembutal durante la madrugada.
Se sabe que su hija quedó bajo la tutela del estado y creció hasta convertirse en una persona normal.

miércoles, 16 de diciembre de 2015

Desastres naturales y fantasmas.


Japón y el Tsunami:
El 11 de marzo del 2011, un tsunami producido por un poderoso terremoto submarino arrasó la costa de Japón; matando a casi 20,000 personas y desapareciendo a más de 2,000. Desde ese día, varios sobrevivientes de la catástrofe han reportado haber visto fantasmas rondando por las calles.
El periodista Kahoku Shimpo ha recopilado una gran variedad de historias: Una madre perdió a su hijo durante la inundación y al poco tiempo comenzó a darse cuenta de que los juguetes del niño se movían solos. Un taxista con un pasajero que desapareció a medio camino, y que prosiguió su ruta para encontrar que el destino del pasajero era un lote vacío. También algunos bomberos de Tohoku continuaron respondiendo llamadas provenientes de una cierta calle, encontrándose con que todas las casas ahí habían sido destruidas por la ola.
De acuerdo a Shimpo, varios médicos de la zona concuerdan co que 20% de los pacientes que han tratado desde entonces han visto fantasmas del Tsunami. 

Los huérfanos de St. Mary:
El huracán de Galveston en 1900 es el mayor desastre natural del que se tiene registro en la historia de los Estados Unidos. De las casi 12,000 muertes, se sabe que alrededor de 100 fueron de niños que vivían en el asilo St. Mary para huérfanos; donde hoy existe el hotel Galvez.
El personal del hotel cuenta relatos sobre luces que se prenden solas, platos que se rompen misteriosamente, voces desencarnadas y una novia fantasma en el hotel 501. Algunos más creen que una monja fantasmal camina por la playa cuando una tormenta amenaza Galveston.

Espíritus de Chile:
El 27 de Febrero del 2010, un terremoto masivo afectó el país de Chile, matando a cientos de personas. En la localidad de Constitución, se han visto sombras cerca de un puente donde 12 personas fallecieron ese día; así como pisadas inexplicables y susurros en la oscuridad. 
Dos meses después del incidente, algunos diarios chilenos reportaron que los sobrevivientes de áreas afectadas aún escuchaban los gritos de auxilio provenientes de un bosque donde 30 personas murieron mientras acampaban.
Años antes, el 18 de junio de 1991, una avalancha súbita azotó la localidad de Antofagasta, matando a cien personas y dejando a miles sin hogar. De acuerdo a los rumores, algunas víctimas del desastre aún rondan Antofagasta y otras poblaciones cercanas: En el 2005, el periódico "Las Últimas Noticias de Santiago" reportó que en Villa los Salares podían escucharse gritos y sollozos durante las noches.
Se habla también de un niño fantasmal vestido de blanco, el cual recorre la villa durante la noche.

Nicolas McCabe:
El 20 de mayo del 2013, un tornado de categoría F-5 casi aniquiló el pueblo de Moore, en Oklahoma. De las 24 víctimas, 7 fueron niños de una escuela primaria de la localidad; uno de ellos un niño de nueve años llamado Nicolas McCabe.
En noviembre de ese año, una estación noticiosa de Oklahoma reportó que el padre de Nicolas dijo que el niño había aparecido en una fotografía tomada el Cuatro de Julio. En la imagen se aprecia a la prima de Nicolas, Madison, jugando con cohetes mientras que la imagen de un niño transparente flota al fondo. De acuerdo con Scott McCabe, el espíritu de Nicolas continúa visitando a su familia.

La mujer fantasma de Wellington:
El primero de marzo de 1910, una avalancha mató a 96 personas en Wellington, Washington. Muchos de los cuerpos no pudieron ser recuperados hasta 21 semanas luego del siniestro; el cual fue considerado como la peor avalancha en la historia estadounidense.
La leyenda reza que una mujer espectral pasea por el depósito de trenes de Wellington, silbando y cantando antes de desaparecer y reaparecer en otro lado. Se escucha también el ruido de niños jugando, gritos desencarnados y voces en la oscuridad. 

El soldado y la niña:
El 16 de septiembre del 2005, durante el proceso de evacuación posterior a la destrucción de Nueva Orleans por el huracán Katrina; un soldado de la guardia nacional dijo haberse encontrado con una niña fantasma mientras dormía en una escuela abandonada.
El militar despertó a mitad de la noche y encontró a una niña de pie en la puerta de la habitación donde pasaba la noche. Otro guardia dijo haber escuchado a una pequeña riéndose, mientras que uno más persiguió a una sombra que corría hacia un baño durante la noche.

La playa de Pataong:
De acuerdo con una página web de noticias australiana, un guardia de seguridad en la playa de Pataong, Tailandia, renunció a su trbaajo luego de escuchar gritos desencarnados durante la noche. El guardia y otros trabajadores de Pataong pasaron varios días intentando encontrar la fuente de los gritos que pedían ayuda; pero nunca encontraron algo.
En una historia similar, pobladores de Pataong dicen que el fantasma de una mujer extranjera recorre las playas por las noches, llamando a su hijo perdido.
Más de 5,000 personas murieron en Tailandia; varios de ellos turistas que se encontraban vacacionando durante la temporada navideña.

Los demonios de Port-Au-Prince:
A raíz del terremoto que azotó a Haití unos años atrás, comenzaron las leyendas de oscuros monstruos y espíritus que acechaban entre los campamentos de refugiados; secuestrando y asesinando niños. Muchos haitianos están convencidos de que estos espíritus son "Loup Garou", u "Hombres Lobo"; personas poseídas por oscuras entidades y que tienen el poder de convertirse en lobos durante la noche.
El pánico fue tal que se armaron varias brigadas de vigilantes que recorrían las calles por las noches en busca de ladrones y los Loup Garou. 

Lizzie Borden.

Lizzie Borden (1860-1927)
Lizzie Borden es posiblemente una de las asesinas más famosas en la historia de los Estados Unidos. Aunque no haya sido tan prolífica como otras mujeres, es conocida por el salvajismo con el cual mató a su padre y madrastra; y por la especulación surgida en torno a las extrañas circunstancias del crimen en la casa Borden.

Lizzie nació en 1860 en el seno de la familia Borden, una estirpe de exitosos dueños de compañías textiles, propietarios de bienes raíces y banqueros de la época. El padre de Lizzie, Andrew Jackson Borden; era director del Durfee Safe Deposit and Trust Co., y se cree que al momento de morir sus propiedades valdrían lo que hoy equivaldría a más de siete millones de dólares.
Pero pese a su riqueza, Andrew Borden era un hombre bastante conocido por su tacañería. Su casa no contaba con drenaje y prefería vivir en una zona conocida de la localidad de Fall River, Massachussetts para estar cera de su negocio.
Lizzie y su hermana mayor, Emma Lenora Borden, crecieron como personas relativamente religiosas; y la misma Lizzie estuvo involucrada con darle clases de catecismo a los hijos de inmigrantes recién llegados a Norteamérica, en organizaciones cristianas y la WCTU (La Unión Temperance de Mujeres Cristianas); así como otras misiones religiosas.
Andrew Borden se casó al poco tiempo de que la madre de Lizzie y Emma falleciera por complicaciones de salud; esta vez con una mujer llamada Abby Durfee Gray. Se sabe que la relación entre las hermanas Borden y su madrastra no era la más cordial, y que la misma Lizzie creía que Abby se encontraba tras el dinero de su padre. 
En el interrogatorio posterior al asesinato, la doncella de los Borden testificó que Lizzie y Emma rara vez comían con sus padres, y que en 1892 Andrew Borden ordenó que las palomas en la granja de la familia (propiedad de Lizzie) fueran sacrificadas para evitar que los niños locales entraran a la propiedad con el fin de cazarlas con resorteras.
En julio de ese mismo año, Andrew envió a sus hijas de "vacaciones" forzadas a la población de New Bedford. La tensión en la familia se volvió insoportable, en especial luego de que Andrew regalara propiedades de bienes raíces a la familia de Abby; siendo la más grande una casa que la hermana de Abby vendió al poco tiempo por una suma de lo que hoy serían 130,000 dólares.
La noche anterior a los asesinatos, John Vinnicum Morse, hermano de la fallecida Sarah Borden; visitó a la familia para discutir asuntos de negocios con Andrew. Algunos testigos especularon que la discusión sobre una propiedad en particular pudo haber agravado la situación.

El crimen.
El cuerpo de Andrew Jackson Borden.
La mañana del jueves 4 de agosto de 1892, Bridget Sullivan, la doncella de los Borden; se encontraba descansando en su habitación del tercer piso tras haber limpiado todas las ventanas de la casa, cuando a eso de las 11:10 de la mañana escuchó a Lizzie gritando desde el piso inferior:
"¡Maggie, ven rápido! ¡Padre está muerto! ¡Alguien vino y lo mató!"
Lizzie tenía la tendencia a llamar "Maggie" a Bridget, en honor de una doncella anterior. Al llegar a la escena, Bridget encontró el cuerpo de Andrew tendido sobre un sillón, con once profundas heridas producidas por un hacha. Uno de sus globos oculares había sido partido en dos y las heridas aún sangrantes sugerían que el ataque había tenido lugar poco tiempo atrás.
El cuerpo de Abby Borden.
Bridget acudió con una vecina por ayuda, y ya de regreso a la casa se encontraron el cuerpo de Abby Borden tirado boca abajo en el piso de la habitación de huéspedes. Al llegar los agentes policiales, estos sospecharon de Lizzie por la extraña actitud tranquila y las coartadas contradictorias y cambiantes de Lizzie. 
De acuerdo a la investigación forense, Abby pudo haber encarado a su asesino durante el ataque. Fue golpeada con la hachuela en un costado de la cabeza justo por arriba de la oreja. Al caer boca abajo, fue golpeada diecinueve veces más en la parte posterior del cráneo.
En el sótano se encontraron dos hachuelas, dos hachas y una tercera hachuela con el mango roto. Se creyó que esa última había sido el arma del crimen, pues el mango parecía haberse roto recientemente y no tenía polvo en la cabeza a diferencia de las otras armas. 
Esa noche, un oficial de policía vio a Lizzie yendo al sótano e inspeccionando los cajones donde se había colocado la ropa sangrienta de sus padres. El 6 de agosto, una búsqueda extensiva de la casa reveló unas cuantas cosas más; mientras que al día posterior a ese una doncella encontró a Lizzie quemando un vestido en la estufa del horno. Lizzie rápidamente dijo que lo quemaba porque había sido manchado con pintura, y jamás se logró determinar si había vestido con él durante los asesinatos.

El juicio de Lizzie Borden.
El juicio contra la supuesta asesina comenzó el 5 de junio de 1983, determinándose los siguientes puntos:
  • La cabeza de hachuela encontrada en el sótano no pudo ser probada como el arma homicida. 
  • No se halló ropa manchada entre las pertenencias de Lizzie. 
  • De acuerdo a Bridget, Lizzie se encontraba con su padre en la habitación donde este último fue hallado a eso de las 11:00 de la mañana. Simon Robinski, un vecino, testificó que a esa hora había visto a Lizzie dejando el granero detrás de la casa; por lo que la descripción de Bridget no concordaba en lo absoluto.
  • Hubo otro asesinato con hacha en la localidad unos días antes del juicio, aunque se comprobó que el asesino en cuestión no se hallaba cerca de Fall River cuando los Borden fueron asesinados.
  • Se excluyó la evidencia de que Lizzie había comprado un fuerte ácido para limpiar, según ella, una capa de piel de foca; en una farmacia local el día antes de los crímenes.
  • Debido a que se sabía que los Borden se enfermaron poco antes de los asesinatos, se analizaron los contenidos de sus estómagos para buscar rastros de veneno. No se encontró nada.
  • Las cabezas de las víctimas fueron removidas durante la autopsia y los cráneos usados como evidencia durante el juicio (se dice que Lizzie se desmayó al verlas).

El 20 de junio, tras una extensiva consideración, el jurado concluyó que Lizzie era inocente.
Años más tarde, el autor de misterio Ed McBain escribió en su novela "Lizzie", que el motivo de los crímenes podría haber sido que Lizzie fue descubierta teniendo una relación lésbica con la doncella. McBain especuló que Abby Borden encontró a Lizzie y Bridget Sullivan en la cama, y que al verse sorprendida; Lizzie decidió asesinar a su madrastra. Después pudo haberle confesado la verdad a su padre, pero al ver la reacción de desagrado y cólera de este, tomó un hacha y lo asesinó.
Esto concuerda con el rumor popular durante los últimos años de su vida, de que Lizzie era lesbiana y fue abusada sexualmente por su padre durante la niñez. 

Los últimos años de Lizzie.
Luego del juicio, las hermanas Borden se mudaron a un barrio conocido como "La Colina" en Fall River, y Lizzie comenzó a usar el seudónimo de "Lizbeth A. Borden". Al morir tanto Abby como Andrew, la fortuna de este pasó a ser parte de sus hijas; aunque una parte considerable fue usada para pagar ciertos estipendios a la familia de Abbie.
Lizbeth fue atacada por la sociedad constantemente, y en 1897 volvió a la atención pública cuando se le acusó de robar en una tienda de Providence, Rhode Island. En 1905, Emma se mudó luego de un argumento con Lizbeth tras que esta diera una fiesta sorpresa en honor de la actriz Nance O'Neil.
Lizbeth y Emma jamás volvieron a verse.
El primero de junio de 1927, Lizbeth murió de neumonía en Fall River. Nueve días más tarde, Emma murió de una nefritis crónica a la edad de 76 en un asilo de Newmarket., New Hampshire. 

Los fantasmas de la casa Borden.
El Museo Lizzie Borden hoy.
El sitio donde Lizzie mató a sus padres aún existe hasta hoy, y se le conoce como el Lizzie Borden Bed and Breakfast Museum. Los turistas pueden tomar un tour de la vieja casa e incluso pasar una noche en el cuarto donde Abby fue asesinada.
Tanto huéspedes como trabajadores del lugar narran encuentros con lo inexplicable en su interior. Algunos han escuchado los sollozos de una mujer, otros más han visto a una dama de la época victoriana sacudiendo los muebles y acomodando las cobijas en las camas; esto último incluso ha ocurrido mientras hay personas durmiendo en ellas.
Se escuchan pisadas en las escaleras y el piso superior, aún cuando se sabe que la casa está vacía. Las puertas se abren y cierran, se puede escuchar conversaciones en voz baja provenientes de habitaciones vacías e incluso se ven sombras en los pasillos.
Una experiencia en particular es la de un hombre que no creía en los fantasmas y que acompañaba a su esposa de vacaciones. El matrimonio decidió pasar una noche en el hotel, y mientras se encontraba desempacando, volteó a ver la cama y se encontró con que las cobijas habían sido desacomodadas como si alguien se hubiese acostado; pese a que el hombre estuvo en la habitación y no hubo forma de que alguien pudiera entrar. 
Al acercarse, notó con horror que las cobijas no solo presentaban pliegues que coincidían con las curvas de un cuerpo humano, si no que en la almohada claramente se veía un hundimiento como si alguien hubiese recostado la cabeza en ella.

viernes, 11 de diciembre de 2015

La leyenda del Catrín de San Juan de Dios.

Esta leyenda de la ciudad de León se desarrolla en el siglo XVII en el barrio de San Juan de Dios; uno de los más viejos de la ciudad. Cuenta la leyenda que a mediados de siglo existía un joven que viajaba constantemente a la ciudad para hacer negocios; y en una de esas ocasiones se encontró con una joven muy hermosa en el jardín de San Juan de Dios.
Quedó enamorado por la belleza de la mujer, y ella a su vez se prendó de la elegancia del joven. De su amistad surgió un noviazgo que fue bien visto por la familia de la chica; y que continuó hasta que pasado un tiempo el joven (que ya era conocido como "El Catrín") se vio obligado a reanudar sus viajes de negocios.
Sin embargo, al pasar tiempo alejado de su novia el Catrín comenzó a dudar sobre la fidelidad de la joven; volviéndose celoso y agresivo con ella. La novia no aceptó su comportamiento y le dio un ultimátum: si seguía comportándose así, la relación terminaría. Pero el Catrín se sintió ofendido y al contrario, la amenazó con decir que ni siquiera la muerte podría alejarlo de ella; que volvería del Más Allá si era necesario para atormentarla.
La relación mejoró aparentemente, pues las amenazas del Catrín ocasionaron que la joven se volviera sumisa y complaciente con él. Al menos hasta llegar el día en que se decidió a pedir la mano de ella.
En esa ocasión, el joven visitó al padre para pedir la mano de la chica en matrimonio; pero el hombre se negó a responder hasta escuchar la decisión de su hija, la cual apoyaría sin importar lo que fuera.

Para sorpresa del Catrín, la joven se negó y el padre le pidió que se retirara.
Rechazado, el joven le pidió una explicación con la promesa de irse para siempre después de escucharla. No tardó mucho para que la familia de la muchacha escuchara gritos provenientes de la habitación donde los jóvenes habían decidido hablar a solas; Al acudir en su ayuda, se encontraron con que su hija yacía sobre una silla, rodeada por un charco de sangre y con una herida en el cuello. Había sido asesinada por el despechado novio.
Una cacería humana se desató para encontrar al Catrín, buscándolo durante todo el día sin resultado alguno. A la mañana siguiente, las personas que acudían ante el llamado de las campanas de la iglesia local; pudieron ver un espectáculo desagradable en un gran árbol del jardín municipal de San Juan de Dios.
En una rama colgaba el cuerpo del Catrín, meciéndose al viento.
No se sabe si se suicidó o alguien lo mató en venganza por el asesinato de la novia. Aunque hasta el día de hoy, se dice que por las noches no es raro ver a un joven que camina por los jardines y la entrada del templo.

Sheepsquatch.

El "Sheepsquatch" (nombre mezcla de "sheep", oveja; y "Sasquatch") es un extraño críptido lanudo que ha sido reportado varias veces en la región suroeste del estado de West Virginia en los Estados Unidos; en específico los condados de Boone, Kanawha, Putnam y Mason.

Descripción.
El Sheepsquatch es un animal cuadrúpedo del tamaño de un oso, cubierto enteramente por grueso pelo similar a la lana de las ovejas. Tiene una cabeza larga similar a la de un perro pero con caninos similares a los de un tigre dientes de sable y cuernos parecidos a los del carnero.
Sus patas delanteras terminan en zarpas con pulgares oponibles (como las del mapache) pero mucho más grandes; y su cola es larga y sin pelo como la de la zarigüeya. Se dice que apesta a azufre ya que se cree que nació en la zona TNT del condado Mason (la zona TNT es el mismo sitio donde se reportó por primera vez al Mothman); aunque posiblemente pueda achacarse a glándulas de almizcle como las encontradas en comadrejas y zorrillos.

1994.
En 1994, un miembro de la reserva de Marines se encontró a la criatura mientras caminaba por el bosque. De acuerdo al Marine, al llegar a una pequeña cañada vio al Sheepsquatch alimentándose de un montículo lleno de hongos. El animal permaneció en el sitio por un rato, tomando agua de la cañada para después irse en dirección a un camino cercano.
Más tarde ese mismo año, un par de niños encontraron al Sheepsquatch mientras jugaban en un patio del condado Boone. En su reporte, dieron la descripción de un "gran oso blanco que caminaba en dos patas", y que al verlos, se detuvo y dio media vuelta hacia el bosque.

1995.
Al animal se le vio de nuevo el año siguiente. En esta ocasión, una pareja que conducía por el condado Boone pudo avistar una extraña bestia blanca que se sentaba en una cuneta junto al camino. Curiosos, se detuvieron para observarlo mejor; y fue así que describieron que la criatura no solo era una especie de oso albino, si no que tenía "cuatro ojos".
Al verse descubierto, el Sheepsquatch saltó de la cuneta y comenzó a atacar el auto; dejándole varias marcas de zarpas en un costado.

1999.
El siguiente incidente tuvo lugar en 1999, cuando un grupo de campistas comenzaron a ser acechados por un extraño animal durante la noche. Primero escucharon gruñidos y resoplidos similares a los de un oso enojado; y no tardó mucho para que fueran sorprendidos por una mole blanca que emergió de entre los árboles y saltó sobre ellos.
Los campistas echaron a correr de vuelta hacia su vehículo; siendo perseguidos por el Sheepsquatch hasta llegar a la orilla del bosque, donde el animal dio media vuelta y desapareció de nuevo entre los arbustos. A la mañana siguiente volvieron para recoger las cosas de su campamento, topándose con la sorpresa de que algo había destrozado completamente todos sus objetos.

2015.
El último reporte del Sheepsquatch tuvo lugar en los bosques de los Apalaches, en la comunidad de Fulks Run en el estado de Virginia. A comienzos de este año, el animal fue visto a eso de la medianoche por un grupo de seis campistas que pasaron la noche en los bosques. La bestia supuestamente medía más de dos metros de alto y estaba agachado en la cima de una colina.
Al verlos, el ser se levantó y comenzó a correr hacia ellos; pero afortunadamente los separaba un río que en ese momento corría con fuerza. Los campistas retrocedieron, asustados de ver que el Sheepsquatch buscaba una forma de atravesar; internándose en el agua al ver que no tenía otras opciones.
Al emerger del río, los campistas pudieron ver que parecía una especie de perro bípedo, como un hombre lobo. Por alguna razón, el Sheepsquatch gruñó y después se fue de regreso a la colina; desapareciendo al atravesar la cima.

miércoles, 9 de diciembre de 2015

El Chalequero.

Fotografía del Chalequero tomada en 1910.
Durante la penúltima década del siglo XIX, la Ciudad de México se vio atormentada por un prolífico asesino serial conocido popularmente como "El Chalequero" por su extraña forma de vestia. El Chalequero asesinó con saña particular a más de veinte mujeres en el lapso de tiempo entre 1880 y 1888; todas ellas prostitutas.
De manera curiosa, el Chalequero fue contemporáneo de un asesino mucho más famoso con un modus operandi similar: Jack el Destripador, lo que le ganó el nombre de "El Destripador mexicano" o "El Destripador del Río Consulado".

Los inicios.
La historia del Chalequero comienza en 1840, con su nacimiento en algún sitio del Bajío mexicano. Francisco Guerrero Pérez fue el decimoprimer hijo de una madre golpeadora y un padre desobligado; y creció rodeado de carencias.
Al cumplir 22 años, Guerrero decide migrar a la Ciudad de México en busca de un mejor futuro; y eventualmente consiguió trabajo como zapatero. Vivía en la colonia de Peralvillo, donde pronto se labró una reputación como un hombre de temer, de comportamiento misógino y proclive a las relaciones extramaritales (sí, estuvo casado con una mujer de nombre María, con quien tuvo cuatro hijos) y a los encuentros como prostitutas. 
Guerrero actuaba de manera educada para ganar la confianza de sus víctimas, y al ser interrogado por la policía tras su captura sorprendió por la elocuencia e inteligencia que presentaba; además de no tener rastro alguno de problemas mentales. De manera interesante, cabe mencionar que por su condición social al crecer, el Chalequero era prácticamente un analfabeta.
Sin embargo, quienes lo conocían sabían que el hombre era una bestia en toda la extensión de la palbra: Un ser pendenciero, vil, ególatra y manipulador que sabía usar todos sus dotes para enamorar a sus víctimas y amantes; presentándose siempre como un hombre tranquilo y pulcro.
El Chalequero consideraba a las mujeres como juguetes sexuales, una forma de satisfacer sus más bajos deseos carnales. Esto, sumado a la crueldad y salvajismo de sus crímenes, eran indicativos de una misoginia obtenida por los malos tratos y el rechazo de su madre, lo cual degeneró en un rencor hacia el sexo femenino al crecer.
De manera retorcida, se rodeaba de sexoservidoras pero también las consideraba pecadoras; ya que según él, el matrimonio era algo sagrado y las mujeres debían ser fieles a sus maridos. También consideraba el adulterio como algo que debía ser castigado con la muerte, y por ello desataba su crueldad con prostitutas; ya que consideraba que eran escoria por ser incapaces de mantenerse fieles a un hombre.
El apodo del "Chalequero" proviene de que siempre vestía de manera extraña, con pantalones entallados, fajas de varios colores y chalecos de tipo charro.

Modus Operandi.
Como ya se mencionó previamente, el modo de operar del Chalequero era similar al de su contraparte londinense, Jack el Destripador. Guerrero abordaba a prostitutas bajo la excusa de que quería tener relaciones con ellas. 
Ya en privado, las ataba y violaba, para después asesinarlas de manera sanguinaria. En algunas ocasiones llegó a decapitar a algunas usando un cuchillo para curtir piel (de su trabajo como zapatero) y arrojaba los cuerpos destrozados a las aguas del aún existente Río Consulado.

1888: La captura y la denuncia de la lavandera.
El 13 de febrero de 1888, Guerrero fue capturado por la policía tras ser denunciado por los vecinos de una de sus víctimas, Murcia Gallardo. Murcia era una joven dedicada a la prostitución y que fue vista por última vez en compañía de Guerrero.
Durante el proceso de juicio en su contra llegó una nueva denuncia proveniente de una lavandera de nombre Emilia, la cual fue agredida por Guerero mientras caminaba de regreso de una peregrinación a la Villa de Guadalupe. No se pudo comprobar su responsabilidad por los asesinatos de las demás mujeres, ya que Guerrero negó haber cometido los crímenes; pero sí se le condenó por el asesinato de Murcia Gallardo y la agresión a la lavandera. 
Se le declaró a muerte, pero Porfirio Díaz en persona revocó la sentencia y ordenó que se le enviara 20 años a la prisión de San Juan de Ulúa; de donde fue liberado por error en el año de 1904.

1908: El asesinato de Antonia.
El 13 de junio de 1908 volvió a ser apresado, esta vez culpable por el asesinato de una anciana a la que solo se le conocía como Antonia y que fue encontrada a orillas del Río Consulado. Guerrero dijo que la mujer solo "lo había hecho enojar" y por eso la mató.
Pero la captura de Guerrero no llegó por descubrimiento de la policía, si no de un reportero que se dio cuenta de que el asesinato de Antonia coincidía con la veintena de crímenes cometidos por el Chalequero casi dos décadas atrás; y se le detuvo cerca del sitio del crimen. 
Para mala suerte de Guerrero, un niño vecino fue testigo de la violación y el asesinato de la anciana mientras arreaba a su ganado cerca del río. Un par de mujeres también vieron a Guerrero lavándose en el río para quitarse las manchas de sangre que cubrían su rostro y brazos. 
Así, a Guerrero se le volvió a sentenciar a muerte y se le apresó en la prisión de Lecumberri. 

La muerte del Chalequero.
Encabezado del día que murió el Chalequero.
Guerrero fallece en el año de 1910, con 70 años de edad; tras ser descubierto inconsciente en su celda de Lecumberri. Se le transportó al Hospital Juárez, donde murió poco tiempo después.
Las teorías sobre su muerte son varias. Se maneja que falleció por tuberculosis, tifoidea o por un golpe en la cabeza. Esta teoría es la más aceptada pues en la autopsia se descubrió que había sufrido una trombo-embolia cerebral.

martes, 8 de diciembre de 2015

El Espantapájaros Viviente de Tailandia.

En el año 2005, los aldeanos de una comunidad granjera de Tailandia reportaron una serie de encuentros con un ser espectral que bien puede ser descrito como un Espantapájaros viviente; el cual flotaba en el aire sobre un campo de arroz.

El encuentro.
La aldea de Huay Nam Rak se ubica a 488 millas del norte de Bangkok; justo en el centro de la provincia de Chiang Ra, donde convergen las fronteras de Myanmar, Laos y Tailandia. En la mañana del 31 de agosto del 2005, no menos de diez pobladores de esta aldea pudieron observar a una figura humanoide y extraña que flotaba sobre el risco que corría en medio de un campo de arroz.
El primer testigo fue un hombre de 51 años llamado Sawaeng Bunratchasak, quien dijo haber espiado al ser mientras viajaba en bicicleta por el campo entre las 8 y 8:30 de la mañana. Bunratchasak dijo que no le quedaba duda de que el sera un espantapájaros, pero que estaba vivo y se movía por el aire.
De acuerdo a él, se le heló la sangre cuando el espíritu o entidad lo miró directamente con ojos brillantes de color escarlata. Bunratchasak salió huyendo y le informó a otros pobladores sobre el extraño ser, al cual describió como un humanoide de patas terminadas en puntas y con una enorme cabeza en forma de calabaza.

"Es un monstruo del tamaño de un hombre, un espantapájaros con una gran cabeza y ojos rojos muy grandes."
-Descripción de un testigo.
Además de Bunratchasak, una mujer llamada Buapan Lawichai dijo haber visto al ser flotando sobre el campo a eso de las 6 de la mañana; poco después del amanecer. Sawaeng, Lawichai y otros pobladores concordaron en que la cabeza de la criatura era grande y redonda; y que asemejaba una calabaza. La criatura flotó sobre el campo por espacio de una hora, sin tomarle importancia a los humanos que lo miraban.
Los testigos, entre ellos un político local llamado Buakaew Intaweng, estuvieron de acuerdo en que el ser era un objeto animado que tenía movimientos como de robot. Unos más insistieron que era una aparición espectral y que desapareció hasta las 10:30 de la mañana; desvaneciéndose en el aire.

Como dato interesante, la noche del 29 de agosto, es decir dos días antes; el espantapájaros de la aldea de Pochailoet desapareció misteriosamente del campo de cultivos de arroz local. ¿Sería acaso que  la efigie estaba viva? ¿O habría sido poseída por una extraña fuerza invisible?

El Hombre Rata de Southend.

En la población inglesa de Southend-on-sea existe un paso a desnivel que los pobladores evitan transitar durante las noches por el temor de encontrarse con un misterioso y repugnante ser conocido coloquialmente como el Hombre Rata.
La leyenda existe desde hace varios años y dependiendo de quien relate la historia, el Hombre Rata puede ser un espíritu vengativo o un monstruoso humanoide mutante.

El Fantasma del Hombre Rata.
Esta es la versión más popular e involucra a un anciano vagabundo que usaba el paso a desnivel para refugiarse de la lluvia y el frío intenso. La historia dice que el hombre era muy viejo y apenas podía caminar, por lo que una noche al ser atacado por un grupo de pandilleros; fue incapaz de defenderse. Los gamberros casi lo mataron a golpes y robaron todas sus cosas, entre ellas una cobija que usaba para calentarse.
Desangrado y expuesto al frío, el hombre falleció al cabo de unas pocas horas y su cadáver fue roído por las numerosas ratas y alimañas que poblaban el oscuro túnel.
Al poco tiempo de ser hallado su cadáver, los pobladores de Southend que recorrían el túnel comenzaron a escuchar sonidos inexplicables: chillidos fuertes y arañazos provenientes de los muros. Lo más perturbador es que, en la oscuridad, el ser aparece no como un fantasma humano; si no una gigantesca rata que camina en dos patas y acecha en las sombras; buscando a quienes lo asesinaron.

El mutante.
La segunda versión, que parece haber sido elaborada por jóvenes, es una historia en la cual el Hombre Rata no es un fantasma si no un ser de carne y hueso.
La historia reza que hace años, el alcalde de la ciudad se labró una reputación de adúltero, lo que lo llevó a ser maldecido por Dios. ¿El resultado de la maldición? Un grotesco bebé nacido de una prostituta, una criatura con hocico y cola de rata que al crecer; desarrolló un gusto por la sangre y la carne.
El alcalde ordenó la construcción del paso a desnivel para ocultar en una cámara especial a su monstruoso hijo El niño mutante, ya un adulto, ronda por el túnel durante las noches; alimentándose de gatos y perros callejeros, y asustando a quienes son lo suficientemente tontos para cruzar su dominio.

Hace unos años, en el sitio de internet "Essex Paranormal", una usuaria publicó una experiencia con el Hombre Rata durante su niñez:
"Cuando era una niña pequeña solía vivir en Southend-on-Sea, una población costera de Inglaterra. Tenía muchos amigos ahí, varios niños que eran mis vecinos y eran fanáticos de las cosas desagradables y raras; como ocurre a esa edad.
Todos íbamos a la misma escuela y fue ahí que escuchamos del Hombre Rata. Lo que sé de la leyenda, es que alguien importante de Southend tuvo un bebé bastardo; un niño deforme y malvado al cual ocultaban del ojo público a cualquier costo. Mis amigos decían que lo habían amurallado en el túnel y solo salía por la noche, emergiendo por puertas secretas. Se decía que era un monstruo caníbal, y que si pasabas solo por ahí intentaría matarte.
Incluso en ese entonces, era demasiado lista y cada que hablaban de esa cosa yo les decía que no existían los Hombres Rata y que mucho menos había algo así caminando por Southend. 
Con el tiempo dejé de tener contacto con esos amigos, me mudé del lugar y olvidé todo ese asunto del mito del Hombre Rata.

En el verano del 2004, fui a visitar a mi abuela a Southend. Como me quedé en su casa, pude salir a tomar unos tragos y pasar un rato con viejos amigos. Al salir del bar, ya era de noche y volví sola a casa. De camino atravesé un camino bastante transitado y medio ebria, decidí que era mejor ir por el túnel para llegar más rápido.
Ese túnel es desagradable de por sí durante el día. Como pueden imaginar, está lleno de graffiti y apesta a orina y comida en descomposición. Pero de noche... es bastante espeluznante, e incluso si tenía unos tragos encima, sabía que ese lugar era peligroso. Tenía una sensación de inseguridad al atravesarlo.
Desafortunadamente, no pude correr y no tardó mucho para que el estómago me fallara y me encontrara vomitando en el suelo.
Entonces lo escuché.
Algo sonó tras de mí en la oscuridad. Como una mezcla de gárgara y siseo.
Como un bebé rabioso y enojado.
No, no podía ser. Me dije a mí misma que era solo mi imaginación.
Pero entonces volvió a pasar. Esta vez fue un gruñido que casi sonaba humano. No sabía lo que era esa cosa, y en ese momento lo único que pasó por mi mente fue correr; así que salí huyendo aún con vómito chorreando por mi mentón.  
Hasta ahora puedo recordar vívidamente lo que pasó esa noche. Como estaba aterrorizada y la manera en que algo me acechaba desde las sombras.
Ya no me río del Hombre Rata.
Y mi consejo es que no vayan a ese túnel por la noche."

Banaspati.

Banaspati es el nombre que se le da a una monstruosa entidad reportada desde la antigüedad en varias aldeas y ciudades de Indonesia. Se le describe como un monstruoso hombre de piel roja y cuernos afilados, aunque en algunas historias se le describe como un cráneo flotante rodeado por bolas de fuego (en esta forma se le conoce como Kemamang).
El terrible Banaspati aparece en campos y bosques oscuros al anochecer, donde se mantiene oculto hasta que un incauto pasa por el lugar. Al encontrarse con alguien, Banaspati salta frente a la víctima y lo aterroriza para alimentarse de sus emociones.
A los trabajadores y granjeros locales, que de acuerdo a la tradición rural Indonesia tienden a sembrar los campos durante las noches; se les aparece más seguido y son quienes siguen reportando a este monstruo hasta el día de hoy.

Okiku y los nueve platos.

"Okiku y los nueve platos" es una de las historias de fantasmas más famosas de Japón, y data de julio del año de 1741; cuando apareció con el título de "Bancho Sarayashiki" ("La mansión de los platos en Bancho") en una producción del teatro Toyotakeza.
La leyenda ha sido adaptada constantemente tanto al teatro como shows de marionetas, obras de Kabuki y producciones televisivas y cinematográficas. 
Como ocurre con varias leyendas de terror, el relato de Okiku cuenta con varias versiones, siendo la más popular una escrita por Okamoto Kido; la cual debutó en el teatro Hongo-Za en el año de 1916 y es una versión "moderna" en la cual se realiza un profundo estudio psicológico de los personajes.

Versión Original:
Hace mucho tiempo existió una bella sirviente llamada Okiku que trabajaba para el samurái Aoyama Tessan; quien estaba enamorado de ella. Okiku lo rechazó varias veces, por lo cual en venganza el guerrero la engañó para que creyera que había perdido o robado uno de los diez platos de cerámica de la familia.
Naturalmente, ese crimen resultaría en que la ejecutaran; por lo que una desesperada Okiku comenzó a contar los platos una y otra vez. Al no encontrar el décimo, fue a llorarle a Aoyama para explicarle que no había sido su culpa. El samurái se ofreció a ignorar lo ocurrido si la joven se casaba con él, pero Okiku se rehusó. Furioso, Aoyama la arrojó a un pozo para que muriera ahogada.
Se dice que al morir, Okiku se convirtió en un "Onryo"; una suerte de espíritu vengativo que torturaba a su asesino al salir del pozo cada noche; contando del uno al nueve. Al llegar al diez, el espíritu lanzaba un grito agónico y desgarrador al darse cuenta de que el plato no aparecería. En ciertas versiones de la historia, este tormento continuó hasta que un exorcista fue llamado a la casa y gritó "¡DIEZ! al final de su conteo.
El gantasma, creyendo que alguien había encontrado el décimo plato por ella, finalmente pudo descansar en paz.

Versión de Ningyo Joruri:
Hosokawa Katsumito era el señor del castillo de Himeji. Un día, Katsumoto cayó gravemente enfermo y su heredero Tomonosuke comenzó a planear el darle los diez platos al shogun con el fin de asegurar su sucesión.
Sin embargo, el jefe Asayama Tetsuzan también planeaba ocupar el lugar de Katsumoto. Uno de los asistentes de Tomonosuke, estaba a punto de casarse con una joven llamada Okiku; lo que llevó a Tetsuzan a intentar forzar a Okiku a ayudarlo con el homicidio de Tomonosuke. 
El jefe Tetsuzan contrató a un ninja para que robara uno de los diez platos, y posteriormente llamó a Okiku para que le llevara los platos a su cámara bajo una excusa. Una vez ahí, intentó seducir a Okiku pero la joven se resistió por el gran amor que le tenía a su prometido. Esto enfureció a Tetsuzan y en venganza, le ordenó a Okiku que contara los platos frente a él; pero al faltar uno, culpó a Okiku por el robo y se ofreció a mentir para salvarla si la chica aceptaba ser su amante.
Ésta se negó, y el encolerizado Tetsuzan la mandó a azotar con una espada de madera y después a ser colgada desnuda sobre un pozo. El jefe disfrutó verla ser bajada constantemente al pozo y azotarla con una espada de madera cada que salía para respirar. De nuevo, le propuso que fuera su amante y le ayudara a matar a Tomonosuke; pero Okiku se negó.
Furioso, Tetsuzan la hirió con su propia espada y la hizo caer al pozo finalmente.
Al limpiar la sangre de la hoja de su espada, Tetsuzan pudo escuchar el sonido de una voz que contaba desde el pozo. La versión de esta obra concluye con el espíritu de Okiku trepando para salir del pozo ante la mirada impávida de Tetsuzan.

Versión de Kido Okamoto:
En 1655, un vasallo del shogun llamado Aoyama Harima se enamoró de una joven sirvienta llamada Okiku. Aoyama le prometió casarse con ella, pero un día recibió una propuesta de matrimonio de una tía. Aoyama, decidido a casarse con Okiku, se negó ante la propuesta.
Okiku dudó de él por celos y lo probó al romper uno de los diez platos del caserío Aoyama. La destrucción de uno de estos platos se sentenciaba con la muerte, y la familia de Aoyama pedía que ese castigo se cumpliera. Al principio el joven se convenció de que Okiku rompió el plato por accidente y la perdonó, pero al revelar que había hecho eso para probarlo; Aoyama se enfureció y la asesinó para después arrojar su cuerpo a un pozo.
Tiempo después, Aoyama encontró al fantasma de Okiku mientras caminaba por el jardín de noche. Al ver que el rostro del fantasma era uno no de venganza, si no de calma y belleza; decidió cometer seppuku para unirse a ella en la muerte.

El castillo de Himeji.
El castillo de Himeji.
El castillo de Himeji es una fortaleza construida en la ciudad de Himeji, en la prefectura japonesa de Hyogo; y se le considera uno de los más grandes ejemplos de arquitectura de castillos japoneses. 
Es el castillo más grande y más visitado de Japón, y desde 1993 es parte de uno de los sitios elegidos por la UNESCO en Japón; y cinco de las más de cuarenta estructuras del castillo son tesoros nacionales del Japón. 
En la versión llamada "Banshu Sarayashiki", la historia de Okiku está ubicada en el castillo de Himeji y se dice que el pozo en su interior es donde yacen los restos de Okiku. Hay quienes dicen que por la noche, el espíritu todavía sale del pozo para contar hasta nueve y gritar al no poder encontrar el décimo plato. En la actualidad, el pozo se encuentra tapado con una reja de metal.
El pozo de Okiku en Himeji.

jueves, 3 de diciembre de 2015

Fantasmas de la Ciudad de México - Actualización

Actualización de la entrada ubicada originalmente en:
http://mitosmonstruosyleyendas.blogspot.mx/2014/02/fantasmas-de-la-ciudad-de-mexico.html

Aclaratorio:
La información aquí presentada no es 100% fidedigna y la mayoría son solo rumores pasados de boca en boca por los capitalinos. Muchos de los lugares aquí descritos son propiedad privada y requieren un permiso para ser visitados o sencillamente no están abiertos al público.

Tlatelolco.
El 2 de Octubre de 1968, el Conjunto Urbano Presidente Adolfo López Mateos fue sede de una de las más grandes desgracias en la historia del México Moderno. Cientos de estudiantes fueron víctimas de una emboscada ejecutada por el batallón Olimpia del ejército mexicano con el fin de silenciar una revuelta a tiempo para que los juegos olímpicos de México '68 transcurrieran sin contratiempos.
El número de muertos de la masacre está estimado desde doscientas hasta mil quinientas bajas, más otros cientos más desaparecidos. 
Años más tarde, la ciudad fue sacudida por un terremoto a las 7:19 de la mañana del 19 de Septiembre de 1985. El sismo, de ocho grados en la escala de Richter ocasionó que el edificio Nuevo León se desplomara con decenas de personas aún en su interior.
En las inmediaciones de la Plaza de las Tres Culturas, existen relatos de sombras que se mueven entre los edificios, niños fantasma que juegan por las noches, misteriosas pelotas de plástico que rebotan de entre la nada, sangre que escurre por las escaleras en días lluviosos y la repetición de los sonidos de la masacre en el aniversario del 2 de Octubre.

Las estatuas del Panteón de Dolores.
Además de evidencias de trabajos de brujería y vudú encontradas por veladores en el panteón, hay dos estatuas que llaman la atención en el lugar: un ángel de piedra en la entrada, y un soldado cerca de una barda. Los veladores dicen que el ángel se baja por las noches y juguetea por entre las tumbas; mientras que el soldado baja de su pedestal y marcha. Se habla también de un "diablito" que aparece saliendo de las tumbas más antiguas y un Charro Negro que podría ser el diablo.

Sistema de Transporte Colectivo Metro.
Como uno de los sistemas de transporte colectivo más grandes del mundo, mucho se habla de los espectros, fenómenos inexplicables, monstruos y demás eventos paranormales ocurridos en las estaciones y túneles de las más de diez líneas de transporte.
Respecto a fantasmas, las estaciones Zócalo, Iztapalapa, Boulevard Puerto Aéreo, Pino Suárez, Panteones, Tacubaya, Politécnico, Potrero, Miguel Ángel de Quevedo, El Rosario, Allende, Deportivo 18 de Marzo, Viaducto, Barranca del Muerto y Agrícola Oriental cuentan con aparecidos que van desde niños y trabajadores fallecidos (siendo uno de ellos el "Inspector Platanoff") hasta locomotoras y convoys fantasmales, antiguos aztecas y accidentados.
De interés particular son las estaciones Viaducto, donde se pueden ver fantasmas a raíz de un accidente transcurrido en 1975; Pino Suárez, embrujada por un trabajador espectral, una monja que salta frente a los trenes, espectros de la época azteca y una horripilante mujer fantasma que emerge flotando de entre los túneles; Allende, donde pasa un tren fantasma a las 3 de la mañana; Panteones, con reportes de apariciones y gritos en las vías; y la línea 3, donde por las noches suele viajar el alma en pena de una ancianita.

El bosque de Chapultepec.
El Bosque de Chapultepec no solo es uno de los parques urbanos más grandes del mundo (mayor al Central Park de Nueva York en extensión territorial) si no también alberga todo tipo de atracciones que van desde ruinas de los baños de los emperadores aztecas hasta un lago, un zoológico, un parque de diversiones y el famoso Castillo de Chapultepec; residencia del Emperador Maximiliano en la década de 1860.
Además de las historias naturales de manadas de perros salvajes en el bosque, hay toda una amplia gama de relatos sobre apariciones fantasmalaes en sus veredas. El Zoológico cuenta con grabaciones de psicofonías presentadas en el popular programa de radio "La Mano Peluda", en las cuales se logra escuchar el ruido de cadenas y voces de ultratumba. 
El Castillo de Chapultepec por su parte, cuenta con reportes tanto de empleados como de visitantes sobre la aparición de la Emperatriz Carlota, que se hace presente al tocar su piano por las noches. Se menciona también la aparición de espíritus de cadetes de la época de la Intervención Estadounidense de 1847, sonidos de pisadas, puertas que se abren y cierran solas; y sombras en los diversos corredores del pasillo.
La Casa de la Tía Toña, es una supuesta leyenda urbana que cuenta sobre una construcción en lo más profundo del bosque; resguardada por el fantasma de la susodicha tía, una anciana que enloqueció y mató a varios niños sin hogar a los que solía adoptar. 

La Moira.
La Moira es el nombre que se le da a una casa extraña en la colonia Chapultepec, y que de acuerdo a la leyenda fue lugar de un evento que desencadenó décadas de sucesos sobrenaturales. Relata la leyenda que en la década de 1970, un niño de nombre Marcos entró a la casa que en aquel entonces yacía abandonada. 
Marcos huyó despavorido al encontrar la dantesca aparición de un niño ahorcado en el piso superior. Se dice que años después, ya siendo un adulto, Marcos se internó de nuevo en las salas de la Moira para confirmar si era real o solo había imaginado el suceso. Por cuestiones inexplicables, Marcos fue encontrado ahorcado en la misma habitación donde supuestamente observó al niño ahorcado años antes.
En la Moira se habla de rituales espiritistas, misas negras y posesiones demoniacas; e inclusive los recorridos nocturnos por la casa se detuvieron por razones desconocidas. 

La casa de las brujas.
En la Colonia Roma existe una edificación que parece algo más digno de una película de horror o una aldea europea que del corazón de la Ciudad de México. La casa, que se ubica frente a una plaza y asemeja un castillo con torreones; fue hogar de una bruja llamada "Pachita", quien llegó a ser consultada por políticos y celebridades mexicanas en los años posteriores a la Revolución.
Hay quienes afirman que además de la aparición de Pachita en sus pasillos, en la casa se manifiestan toda clase de presencias fantasmales y demoniacas atraídas por misas negras que ocurren en su interior hasta el día de hoy.

El Callejón del Diablo.
En el barrio de Mixcoac, existe un callejón que anteriormente estaba rodeado de árboles; lo cual oscurecía el pasadizo e incentivaba la creencia popular de que en él se aparecía el maligno. Una leyenda cuenta que en una ocasión, un hombre que decía no temer ni al demonio mismo; paso por el callejón durante la noche. Para su sorpresa, a la mitad encontró a una figura sombría y deforme que se recargaba en uno de los árboles que rodeaban la zona, y que soltaba risotadas escalofriantes.
Otras historias mencionan que por las noches puede verse a una mujer que aparece en las calles cercanas al callejón, y que ha causado varios accidentes al saltar frente a los autos que pasan por ahí.

Casa del Diseñador.
Esta casa se localiza tras la Iglesia de la Vera Cruz en el Centro Histórico. Se construyó sobre la famosa casa Requena, derrumbada en el 2005; y en ella se escuchan los lamentos de una familia de mazahuas que solían vivir en la casa.

Aeropuerto Internacional de la Ciudad de México.
En las pistas y terminales del Aeropuerto aparece una niña fantasma. Según los trabajadores, en el área del cementerio de aviones es donde el pequeño espíritu juega con una pelota e incluso a hablado con ellos. Otra historia apunta a la aparición de víctimas de accidentes aéreos en la misma zona.
Existe una filmación donde aparece supuestamente la niña entre los restos de un avión.

El Zócalo.
En el Zócalo se habla de la existencia de una mujer que aparece durante la noche y acompaña a los peatones para hacerles la plática mientras caminan por la plancha y sus alrededores; desapareciendo al llegar al otro extremo de la plancha. De manera interesante, quienes aseguran haberla visto son incapaces de recordar los detalles de su rostro.
Hay varias historias también de apariciones de lo que podrían ser aztecas en las inmediaciones del Templo Mayor y la estación del Metro Zócalo; donde empleados aseguran haber visto inclusive una procesión de sacerdotes aztecas.

La casa de Don Juan Manuel.
Ubicada en la calle de Rpública de Uruguay a unas cuadras del Zocalo, la casa es sede de una historia que data de la época colonial, en la cual el señor conocido como Juan Manuel vendió su alma al diablo para saber con quién lo engañaba su esposa. El diablo le indicó que saliera a las 11 de la noche y que matara al primer hombre que se acercara a su casa. 
Don Juan Manuel continúa apareciéndose a las 11 de la noche afuera de su casa, preguntando la hora. Se cree que si alguien responde, esa persona morirá al poco tiempo.

El Hotel Estaciones.
En el cuarto 30 de este hotel se aparece una sexoservidora, lamentándose por las noches. Se rumora que fue asesinada por un cliente, y la policía la halló atada y con múltiples cortadas en el cuerpo. Algunas prostitutas dicen que el fantasma ahuyenta a los clientes masculinos que pueden tener malas intenciones hacia ellas.

Edificio Insurgentes.
Entre Medellín e Insurgentes en la colonia Roma, existe un edificio que en la década de los años sesenta fue muy popular entre los habitantes de clase alta de la ciudad; y entre sus inquilinos más famosos se encuentran leyendas del cine mexicano como Silvia Pinal y Mauricio Garcés.
En los pisos 15 y 16 se aparecen fantasmas que fueron víctimas de un incendio ocurrido en el pasado.

Los pasajeros fantasma.
En las zonas del Rosario, Clavería, Calzada de los Misterios, Tacubaya, la avenida Javier Rojo Gómez la Central de Abastos, el norte de Azcapotzalco y el Cerro de la Estrella cuentan con varias historias de espectros que abordan taxis al anochecer y desaparecen al llegar a su destino. Los fantasmas pueden ser ancianas, hombres, adultos e inclusive niños; todos vestidos de negro y con rostros que permanecen ocultos la mayoría de las veces.

El Hospital Juárez.
Uno de los hospitales más viejos de México, el Juárez es famoso por ser donde se originó la leyenda de la Planchada, una enfermera fantasmal que aparece vestida como lo hacía en vida: con un uniforme limpio, impecable y bien planchado.
Se cree que la enfermera estaba enamorada de un médico que no la correspondió y por eso se suicidó, otros que fue asesinada por el médico mismo, quien estaba casado con otra mujer; y finalmente se dice que fue una de las víctimas del terremoto de 1985, en donde se desplomó el hospital. Hasta la fecha, innumerables pacientes han relatado historias sobre una enfermera que aparece para cuidarlos durante la noche. Al mencionarla a otras enfermeras o médicos, todos dicen que no hay una persona en el hospital con la descripción de la mujer que cuidó al paciente durante la noche.

La Muñeca.
En la casa de cultura Jesús Reyes Heroles existe un fantasma que es conocido como "La Muñeca", una niña de largo cabello rubio. Quienes laboran en el sitio, dicen que la niña posiblemente murió de una terrible enfermedad y quedó condenada a vagar por entre los jardines y pasillos de lo que fue su casa en vida.

El palacio negro de Lecumberri.
En el interior de la sombría cárcel y hoy Archivo General de la Nación, se habla de eventos paranormales que van desde sombras y figuras fantasmales merodeando los pasillos, espíritus chocarreros, gritos e incluso el llanto de un bebé; hasta la imagen de un anciano que aparece cargando archivos bajo el brazo, solo para desvanecerse cuando se intenta hablar con él; un médico fantasma que interrumpe a los guardias durante la noche en busca de un empleado inexistente; la aterradora aparición de un preso ahorcado, el cual se manifiesta colgado de una cuerda hecha con cobijas; e inclusive un charro negro que deambula en el auditorio, siempre acompañado de gritos, lamentos y chillidos infernales

La Isla de las Muñecas.
La Isla de las muñecas, ubicada en los canales de Xochimilco, es una chinampa de la Laguna de Teshuilo y una de las principales atracciones de los canales. Las muñecas rotas y deterioradas de varios estilos y colores se encuentran por toda la isla, colocadas, originalmente, por el antiguo dueño de la isla, Julián Santana. Julián creía que las muñecas ayudaban a ahuyentar el espíritu de una chica ahogada años atrás. Santana falleció de la misma manera y en el mismo lugar en el año 2001.

El Callejón del Aguacate.
Detrás de la casa de cultura Jesús Reyes Heroles se encuentra el Callejón del Aguacate, uno de los sitios más embrujados de la ciudad. Hay historias en él que van desde la muerte de un niño hasta una familia que hizo un pacto con el diablo, la aparición del mismo demonio y un charro negro que cabalga por las noches.

La Posada del Sol.
Construida en el siglo XX, la posada del Sol se suponía sería el hotel más lujoso de la ciudad. Su constructor, Fernando Saldaña Galván, se suicidó frente a una estatua de San Francisco de Asís en el interior del edificio; 
Tras los años posteriores a la muerte de Saldaña, el edificio pasó a ser hogar de varias organizaciones gubernamentales; e inclusive se cree que en él se torturó a varios presos durante la época del Negro Durazo. En la Posada se aparece no solo el fantasma del mismo Saldaña, si no una niña a la que se le construyó un altar.

Antiguo Palacio de la Inquisición.
Hoy Palacio de la Escuela de Medicina, esta construcción frente a la Plaza de Santo Domingo fue en  la sede de la Santa Inquisición en México y en su interior se realizaron incontables juicios por herejía y brujería. En el edificio se siente una vibra muy particular, producto de todo el sufrimiento que en él tuvo lugar.

El Edificio de los Ahorcados.
Ubicado en Donceles, es hoy sede de una Editorial y un restaurante; y data del siglo XVIII. En él aparecen no solo los fantasmas de varios ahorcados colgando de un balcón en el primer piso, si no también una mujer y una niña que caminan juntas de la mano.
Se rumora que en el edificio se encuentra una poderosa maldición muy antigua y que ningún brujo o curandero ha podido revertir.

Las hermanas de la calle Guadalajara.
En la calle Guadalajara existe una casona que data de mitad del siglo XX, y donde tuvo lugar una historia de celos: dos hermanas se enamoraron del mismo hombre y llegaron a pelear por él hasta que una mató a otra. Hoy, hay quienes dicen que por las noches se puede ver a las hermanas discutiendo y caminando por la casa durante la madrugada.

El Hotel Majestic.
En los espejos de este hotel del Centro Histórico puede verse a un hombre vestido de traje y con un sombrero de copa. El espíritu atraviesa los pasillos y ha sido visto incontables veces por los huéspedes y trabajadores del hotel.

La mujer del río.
En el municipio de Naucalpan, a las afueras de la ciudad de México; fue hallado el 24 de noviembre de 1992 el cuerpo de una mojer cerca de un río de aguas negras. Desde entonces, las personas que transitan por el área dicen ver una mujer fantasmal sin pies, que flota sobre las aguas del río.

Cañitas.
En el barrio de Popotla se encuentra una casa en la calle de Cañitas donde ocurrieron eventos sobrenaturales que hasta la fecha causan mucha polémica entre la población mexicana. De acuerdo al libro publicado por Carlos Trejo, quien vivió la historia; hubo muertes y ataques a él y sus familiares tras una sesión espiritista con la tabla ouija.

Los fantasmas de las calles.
Las calles de la ciudad de México cuentan también con sus fantasmas. De los espectros que rondan los caminos de la ciudad se habla de dos niñas fantasma en especial: una que aparece en la intersección de Eugenia y el Eje 2 y que ocasiona accidentes; y otra que aparece a una cuadra del Ángel de la Independencia.
Uno más, de aspecto animalístico, ronda Ciudad Deportiva respirando fuertemente y gruñendo al pasar ante las casas; donde en ocasiones aparecen marcas de arañazos en las puertas. Otras leyendas entran en la categoría de visiones espectrales de accidentes, pasajeros fantasma e incluso víctimas de asesinatos que deambulan por las noches pidiendo ayuda.

El departamento de Bolívar.
Un departamento ubicado en la esquina de las calles de Bolivar y 5 de Mayo, cerca del Zócalo. Permanece sin ser habitado por que los inquilinos previos y los vecinos de la zona aseguran que en el interior se escuchan ruidos por las noches y los objetos se caen o desaparecen misteriosamente.

Las víctimas del terremoto.
Tras el terremoto del 19 de septiembre de 1985; muchas áreas en la ciudad cuentan con supuestas apariciones de las víctimas del siniestro. Se sabe que hay historias de aparecidos en las inmediaciones de la unidad de Tlatelolco, en la casa de diseño del INBA, en el hospital Juárez y en las colonias que fueron seriamente afectadas por el movimiento telúrico.
En algunas construcciones que fueron escuelas en la época del terremoto y en las cuales hubo víctimas (el terremoto fue a las siete de la mañana, cuando a esa hora las preparatorias y secundarias ya están dando clases), se dice que por las noches se ven niños y jóvenes jugando en el área, y se escuchan risas y voces de niños hablando entre sí.
"Lalo" es el espíritu de un niño que falleció durante el derrumbe de un edificio donde hoy está la Unidad Juárez. Durante el terremoto, el niño quedó atrapado por el derrumbe del edificio donde vivía, y al ser un Boy Scout; estaba entrenado para pedir ayuda con su silbato. El chico pitó y pitó hasta que falleció al tercer día bajo los escombros. Hoy, en las explanadas de la unidad se puede escuchar el solitario pitar del silbato de Lalo.

El fantasma de Tlalnepantla.
Un video grabado en el palacio municipal de Tlanepantla, una población al norte de la ciudad; muestra a un par de guardias de seguridad que encuentran a una figura blanca que recorre los pasillos de la construcción durante la noche. Los guardias aparecen aterrados tras escuchar lamentos emitidos por la aparición.

El Kilómetro 31.
El Kilómetro 31 de la autopista México-Toluca, que atraviesa el paraje conocido como el desierto de los Leones; es un área muy peligrosa durante la noche, donde además de curvas pronunciadas, neblina y lluvia; se habla de múltiples fantasmas que ocasionan accidentes.
En el kilómetro 31 se habla de un niño que se aparece en la carretera, presos que fueron asesinados al ser construida la carretera y que hoy se aparecen como sombras; y monjes que pueden haber pertenecido en vida al ex-convento del Desierto de los Leones. El director Rigoberto Castañeda, realizó una película sobre este paraje hace unos años; a raíz de escuchar leyendas sobre los sucesos paranormales que se dan en él. Curiosamente, se dice que en la película quedó grabado el misterioso llanto de un pequeño.

El niño fantasma del Estadio Azteca.
Los vigilantes que trabajan en el estadio ubicado al sur de la ciudad, relatan historias de un niño que se aparece por las noches; pidiendo ayuda a los vigilantes, solo para desaparecer frente a ellos. Se cree que este niño murió aplastado en un disturbio ocasionado durante un evento.

El convento de la Concepción.
En la época de la colonia española, en el convento de la Concepción vivió una mujer llamada María Gil, que se enamoró de un joven apellidado Urrutia. Los hermanos de la joven le pagaron al pretendiente para que abandonara la ciudad y no se casara con ella. María Gil, incapaz de soportar el sufrimiento que le producía esa relación fallida; se ahorcó en un árbol de duraznos en el interior del convento, tras un tiempo de haberse recluido como monja. La leyenda cuenta que su cuerpo ahorcado se le aparecía a las religiosas que vivían en el convento.

Los niños del panteón San Isidro.
En Azcapotzalco, se habla de dos niños fantasmales que se aparecen en las inmediaciones del panteón San Isidro. La primera es "Nany", una niña pequeña que se aparece fuera del panteón, y que tiende a ocasionar que los vehículos que pasan por la avenida Manuel Salazar se estrellen al aparecer frente a ellos. Otro es "David", un niño que se le aparecía a los sepultureros y les pedía que le dijeran a su madre que lo dejara descansar en paz, ya que la mujer visitaba la sepultura del pequeño todos los días.
Existe un video en el cual se puede ver al fantasma de "Nany".

Parque Delta.
En la actualidad, en la colonia Narvarte existe el centro comercial Parque Delta; que anteriormente era un estadio de beisbol, mismo que se usó para colocar los cuerpos de las víctimas del terremoto de 1985. Algunos trabajadores y vecinos del lugar mencionan la aparición de figuras espectrales durante la noche.

La Basílica de Guadalupe.
En la Basílica, algunas personas han visto a una mujer vestida de negro que marcha todas las noches hacia la vieja Basílica, siempre cargando una vela que jamás se apaga sin importar la lluvia o el viento.
Otra leyenda habla de un par de guardias que interrumpió una misteriosa procesión durante la noche. Los guardias se acercaron a un grupo de personas que oraban en el interior de la Basílica y les preguntaron cómo era posible que estuvieran ahí, si es que las puertas del templo cerraban al anochecer. La multitud se dispersó y salió de la Basílica de manera normal, pero al revisar las grabaciones en los monitores de vigilancia más tarde; los guardias se encontraron con que la dichosa procesión jamás había aparecido en la imagen.

La Catedral.
Hace muchos años, había un campanero muy responsable y trabajador, que tocaba las campanas de este recinto religioso con una puntualidad impresionante. Un día le dio pulmonía, y aún así cumplió con su trabajo. Sin embargo, no pudo contra su enfermedad, y murió. Después de ser sepultado, las campanas seguían sonando con su característica puntualidad. En la actualidad, las campanas se siguen escuchando igual en algunas ocasiones.
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La Casa de los Azulejos.
En las calles de Madero y Eje Central se encuentra una edificación conocida como la Casa de los Azulejos, la cual es actualmente un restaurante muy conocido entre la población. Se cuenta que hace unos años se realizó un proyecto de renovación, pero que los obreros y albañiles que trabajaban en ella ya no querían trabajar porque podían ver una sombra que recorría los pasillos. También se habla de un fantasma que entra al patio interior y sube a las escaleras, para desvanecerse al llegar al segundo piso.

El Niño de la Diadema.
En el Teatro de la Ciudad de México, los técnicos evitan usar la diadema de micrófono y los auriculares para comunicarse entre sí; argumentando que al hacerlo, pueden escuchar una pelota que rebota y se acerca a ellos; seguida por la voz de un niño que los invita a jugar con él.

La Alameda.
Durante la época de la Santa Inquisición, el organismo religioso solía ejecutar a los culpables de herejía en el convento de San Diego, donde hoy se encuentra la Alameda. En las noches más tranquilas, se dice que se pueden escuchar los gritos de aquellos quemados vivos en la hoguera y que en el área cercana al Atrio del convento se puede ver un fuego fantasmal justo donde se encontraba la hoguera.
Algunos más aseguran que por la madrugada aparecen figuras vestidas con ropa de la época colonial frente a lo que hoy es el Museo Diego Rivera, como si miraran el atrio del ex-convento.

La Casa Negra.
Conocida como la Casa Negra de Álvaro Obregón, esta imponente casona es sede de toda clase de eventos paranormales que impiden se le vuelva a habitar o remodelar. Los vagabundos evitan entrar por lo que pasa en sus pasillos, ya que se cree que al pasar las diez de la noche se escuchan ruidos en el lugar, las puertas se abren y cierran solas y toda clase de actividad poltergeist toma lugar hasta altas horas de la madrugada.
Una historia dice que en ella habitaba la familia Mondragón, y que un día todos amanecieron muertos en la cama sin motivo aparente. No se sabe con certeza, pero hasta el día de hoy, la construcción jamás ha podido ser remodelada u ocupada por mucho tiempo; pues se dice que algo (tal vez la misma casa) impide que se modifique el lugar.

El Teatro Hidalgo y la Dama de Negro:
La obra de la Dama de Negro siempre ha estado rodeada de eventos inexplicables. Sin importar en qué teatro se presente, siempre se reportan apariciones de una misteriosa mujer que puede ser confundida con la Dama de Negro. En el Teatro Hidalgo aparece un niño jugando con una pelota.

El niño de Poussin.
En el número 10 de la Calle Poussin, en Mixcoac, existe una casa donde en época de la revolución fue asesinada toda una familia, con el único sobreviviente siendo un niño que se ocultó en un lugar recóndito de la construcción.
La leyenda dice que años después, los nuevos inquilinos del lugar se encontraron con toda clase de experiencias inexplicables: autos que no encendían, zapatos que desaparecían misteriosamente, objetos que cambiaban de lugar e incluso el ataque de un ser invisible a los hijos de una pareja. 
Los hechos podrían ser obra del espíritu de un niño, de acuerdo a los condóminos que hoy habitan el edificio; que ha sido remodelado y convertido en un bloque de apartamentos.

El Catrín del Fru-Fru.
En el teatro Fru-Fru, propiedad de la polémica Irma Serrano; aparece el espectro de un hombre vestido a la vieja usanza, con bombín y un bastón. A este fantasma se le apoda el Catrín; y posiblemente a él se atribuye que todas las obras de teatro que se presentan en el Fru-Fru siempre fracasan.

Teatro Coyoacán.
En el teatro Coyoacán se cuenta que una mujer fue recibida en el vestíbulo por un trabajador fantasma, el cual se desvaneció una vez que la dama le hizo una pregunta. Otros fantasmas incluyen una mujer vestida de blanco que habita la zona de escenario y camerinos y un anciano que aparece entre el público durante las obras.

Pablito.
En el restaurante Ixchel de la Colonia Roma, se aparece supuestamente un niño conocido como "Pablito", el cual se cree murió años atrás al caer de la escalera de servicio del patio. Se dice que Pablito hace travesuras como abrir las llaves de agua en los baños, y que hace renunciar a los veladores que lo ven.

La Hostería de Santo Domingo.
El personal del restaurante más antigo de la ciudad menciona haber visto a un fantasma que es inofensivo, y de acuerdo con los dueños del local; se cree que podría haber sido un monje que habitó la construcción antes de que fuera un restaurante. El fantasma se le apareció a una reportera tiempo atrás, y la hizo huir despavorida del edificio.

Las almas del drenaje profundo.
Empleados del Gobierno del Distrito Federal que trabajan en el mantenimiento del drenaje profundo narran historias de encuentros con los espíritus de obreros que fallecieron durante la construcción de los túneles en la década de 1960. Además de descubrir restos humanos, en los túneles se han topado con misteriosos hombres que caminan sobre el agua, sombras e inclusive un monstruoso humanoide alto y deforme que hizo correr a un velador en los túneles de la Lumbrera 0.

El Palco 33 de Bellas Artes.
Los veladores y empleados del Palacio de Bellas Artes cuentan que por las noches en que el palacio está en calma, se puede escuchar la música proveniente de un violín en el palco 33.
El violinista ha sido escuchado por músicos, bailarines, empleados y directores; siendo estos últimos sujetos a un extraño ritual por parte del espíritu: Si un director le agrada, el fantasma solo le tocará una vez. De manera contraria, el director lo oirá cada noche.

La mujer del hotel Camino Real.
Dos periodistas que esperaban en el bar del lobby a que comenzara una conferencia de prensa, reportaron haber visto la aparición de una mujer fantasmal vestida de blanco; la cual iba acompañada de una brisa de aire gélido.

Centro Cultural San Ángel.
También conocido como Teatro López Tarso, este lugar fue antiguamente parte del Convento del Carmen; y en él se ven apariciones de mujeres vestidas de blanco y monjas.

El Café de Tacuba.
Este café, que tiene más de cien años de historia, ha sido testigo de eventos que van desde asesinatos políticos hasta bodas, incendios y filmaciones de películas; entre otros.
En él habita el fantasma de Sor María Blasa del Sacramento, también conocida como "La Monja Clarrisa"; la cual se hace presente bajando la temperatura en algunas noches. La monja ayuda a los cocineros y ronda por el café, asustando a todos aquellos que la ven.

La novia de Regina 39.
Corría la década de 1940 cuando una joven pareja se iba a casar. El día de la boda, el novio no llegó a la ceremonia porque la noche anterior tuvo una despedida de soltero. Fúrica, la novia canceló la boda, regresó a la vecindad ubicada en el número 39 de la calle de Regina y mató al novio de una puñalada. La novia se suicidó ese mismo día, pero vecinos del lugar la han visto rondando la calle, lamentándose.

Centro Cultural Helénico.
Este complejo está formado por el Teatro Helénico y el Foro La Gruta. En él se aparece el espíritu de Nicolás Gonzáles Jáuregui, que acostumbra recorrer el lugar por las noches. También se dice que el director de un musical se suicidó de un disparo y su espíritu ronda por La Gruta.

Teatro Julio Jiménez Rueda. 
Los guardias del teatro dicen que por las noches pueden escucharse ruidos en las butacas, como si un gran número de personas salieran de una función.

Don Joaquín Dongo.En 1789 ocurrió una masacre en el número 13 de la calle que hoy sería Donceles: once cadáveres salvajemente atacados con un machete fueron hallados en casa de Don Joaquín Dongo
Se dice que Dongo fue codicioso y que vendió su alma al diablo a cambio de dinero y poder, pero que al no poder pagar la deuda, el mismo Demonio mató a todos los que habitaban la casa. Hasta el día de hoy, se dice que el 24 de Octubre aparece Don Joaquín vagando por entre las calles de Brasil y Argentina, vigilante durante toda la noche.

El jinete del Instituto Mora.
En la Colonia del Valle se ubica una casona que en la actualidad es ocupada por el Instituto Mora, y que se dice fue habitada en su momento por Valentín Gómez Farías. Al morír Gómez Farías, pidió que se le enterrara en su casa y no se hiciera funeral. Por las noches, se puede apreciar a un hombre con capa montado a caballo y que podría ser el mismo Valentín Gómez Farías.

Fantasmas famosos.
Entre las historias de fantasmas de la ciudad de México, se encuentran algunas relacionadas con el medio del espectáculo; y es por lo tal que nombres como María Félix, Pedro Infante o Agustín Lara se mencionan entre los espectros que han sido vistos en varios lugares de la ciudad.
María Félix, la diva del cine mexicano, murió en el año 2002 y sus restos fueron exhumados posteriormente para ser trasladados al panteón Francés. Los cuidadores de su casa y del panteón dicen haberla visto y escuchado su voz en varias ocasiones.
Agustín Lara, que es considerado el compositor más famoso de México, ha sido visto en los pasillos y estudios de la XEW; y también se le ha oído cantar y tocar el piano en las inmediaciones de la estación de radio. El director mexicano, Emilio "El Indio" Fernández, supuestamente ha sido visto cabalgando en un caballo blanco en los estudios de Churubusco.
Pedro Infante se hace presente de varias formas: interrumpe programas de radio dedicados a él y quiso evitar que el cantante Mijares completara un disco homenaje; apareciendo en los cristales del estudio o cortando la grabación.

La Llorona.
Este espectro tan famoso y temido por los mexicanos, se aparece en varios lugares de la ciudad de México. Las historias de la época de la colonia, decían que aparecía rondando las calles del centro de la Ciudad hasta mediados del siglo XVIII; otros, que aparece flotando sobre las aguas de los canales de Xochimilco o en las áreas cercanas al lago de Texcoco.
Existe una leyenda que habla de una tal María Moncada de los Reyes, que fue quemada viva en la Plaza Mayor de la Ciudad de México. Se dice que al ser torturada, repetía la frase "ay, mis hijos"; y que hasta la fecha se le escucha deambular y lamentarse por el centro y en Puente de Alvarado, cerca de la estación del metro Revolución.

El túnel de los Lamentos.
En el poblado de San Pedro Barrientos, en el municipio de Tlalnepantla de Baz; existe una edificación conocida como el Castillo de Barrientos. En los túneles que forman parte de la estructura, se dice que se escuchan lamentos de las víctimas del crimen organizado, y que inclusive se puede ver huesos que sobresalen de las paredes. En la actualidad, los túneles han sido clausurados por autoridades del colegio militar ubicado ahí.

Los fantasmas del Toreo de Cuatro Caminos.
Anteriormente, al norte de la ciudad existía el Toreo de Cuatro Caminos, el cual fue demolido durante la década pasada. Sin embargo, pocos años antes de que fuese derribado, se celebraron en él grabaciones de series televisivas y eventos de Halloween. El personal de los eventos de Halloween "Vive Terror" contaba historias de toreros y médicos que se aparecían en los laberínticos pasillos de la parte inferior de la construcción.