Un Aswang en la serie de televisión "Grimm".
En la mitología de las Filipinas, el Aswang (también llamado "Asuwang", "tik-tik", "wak-wak" y "sok-sok") es una criatura que mezcla rasgos del licántropo y el vampiro; y su nombre viene de la combinación de las palabras sánscritas "swan" y "ang"; que en español pueden traducirse como "cuerpo de perro".
Se le considera un espectro nocturno similar a los gules y vampiros; y en algunas variaciones del mito, se le compara con el espectro femenino conocido como el manananggal, al grado de que los nombres son intercambiables.
La descripción del Aswang cambia dependiendo de la región de las Filipinas donde se narre; aunque se puede llegar a una definición constante: los Aswangs son capaces de cambiar de forma, y durante el día actúan como personas comunes, tranquilas y elusivas; pero durante la noche se vuelven seres con características de gatos, murciélagos, cerdos y la más común; un perro.
Son rápidos y silenciosos; aunque algunas versiones mencionan que son capaces de hacer ruidos; por ejemplo, el "tik-tik", es llamado así por los sonidos que produce, los cuales son más fuertes mientras más lejos se encuentre; con el fin de confundir a su presa. Otro, el Bubuu; es particularmente agresivo y cacarea como una gallina a la medianoche.
Se cree que tienen ojos rojizos por permanecer toda la noche buscando casas donde hay sepelios; para robar cadáveres.
Disfrutan devorar fetos no-natos y niños pequeños, y sus partes favoritas son hígados y corazones. Otros tienen probóscides con las que pueden succionar a los niños desde los vientres de sus madres o a través de las ventanas de las casas; unos más son tan delgados que logran ocultarse tras varas de bambú. Son rápidos y silenciosos; pero algunas versiones de la historia dicen que hacen ruidos (el "tik-tik" es llamado así por los sonidos que producen al correr); los cuales son más fuertes mientras más lejos esté el Aswang, con el fin de confundir a su víctima potencial.
El Bubuu, un Aswang particularmente agresivo; emite las llamadas de una gallina durante la medianoche.
De acuerdo a los mitos en algunas regiones, tienen la habilidad mágica de reemplazar a sus víctimas o cadáveres robados con doppelgangers hechos de troncos de árboles y otras plantas. Este "clón" regresará al hogar de la víctima, donde enfermará y morirá.
Durante el día, los Aswangs se vuelven humanos; y solo cambian de forma al anochecer o cuando necesitan comer. Se dice que si un Aswang se casa con un humano; la pareja también se transforma en uno durante la noche de bodas, pero rara vez son capaces de reproducirse entre sí. La pareja caza junta en la noche, pero se separan para evitar ser vistos y para no compartir su alimento.
Supuesta foto de un Aswang.
A diferencia del vampiro occidental, los Aswangs no sufren por la luz del sol; y de hecho son caminantes diurnos. Al ser inteligentes, se les puede hablar y expresan sentimientos humanos, incluso tienen la capacidad para ganar la amistad de ciertas personas y un Aswang nunca atacará a sus vecinos o conocidos; de ahí surge una expresión popular filipina que dice "mejor un Aswang que un ladrón".
La única vulnerabilidad que poseen durante el día es que no cuentan con la fuerza sobrenatural que ganan durante la noche; por lo que son mucho más débiles que una persona común, y cuando se sabe que alguien puede ser un Aswang, se les caza y se les mata.
Al igual que sus contrapartes occidentales, los Aswangs son repelidos usando ajo, sal y objetos religiosos como el agua bendita, el crucifijo y el rosario; y también le temen al sonido hecho por los látigos, por lo que un arma muy popular en su contra es un látigo hecho con la cola de una mantarraya. Se cree que tampoco pueden estar en terreno consagrado, y que la decapitación las mata.
A los niños recién nacidos se les protege colocándoles brazaletes de cuentas naranjas y negras, así como ejecutando rituales y plegarias especiales.