El Zodiaco Negro es la contraparte oscura del zodiaco. Ambos se originan del Zodiaco babilonio, y tras varios siglos de interpretaciones y adaptación de varias culturas; el zodiaco original fue modificado para que solo reflejara el lado positivo de la personalidad de una persona.
Estas revisiones a lo largo de los siglos eventualmente resultaron en las bases de la astrología moderna.
El Zodiaco Negro, como su nombre lo indica; representa el lado maligno de la humanidad. Estos demonios son inherentes a la voluntad y capacidad para causar daño a uno mismo y a otros. Esta maldad no debe ser temida, pues al igual que el bien; puede ser utilizado para convertirse en algo útil.
Cada uno de los símbolos del zodiaco negro personifica los rasgos mórbidos y malvados que son únicos en cada persona. Es importante conocer, enfrentar y alimentar a los demonios para un beneficio personal.
El Zodiaco Negro es el siguiente:
Aries: El Tirano (21 de Marzo - 19 de abril).
Es la codicia en forma humana. Busca el mundo enterio y lo tomará. La incapacidad de sentirse satisfecho es lo que motiva al Tirano, y encuentra la felicidad en el sufrimiento de otros; por lo que las personas no son más que herramientas que se pueden usar, abusar y desechar.
Tauro: El Demonio Caído (20 de abril - 20 de mayo).
El demonio caído es el fantasma del pasado. Es rencoroso. Sabe que ha cometido errores y vive con las repercusiones. Las personas que ofenden al demonio nunca olvidan.
Géminis: El Basilisco (21 de mayo - 20 de junio).
El basilisco comanda el miedo. Su mirada es peligrosa, pero la mordida es fatal. Está hecho para dañar, y sabe como atormentar a otros. En la situación adecuada, puede ser demasiado peligroso; y todo lo que necesita es ser provocado. Aquellos que lo conocen saben que deben tratarlo con una mezcla de miedo y respeto.
Cáncer: La Serpiente (21 de junio - 22 de Julio).
La serpiente es símbolo de sabiduría y engaño. Es astuto. La gente quizás ve a la serpiente como patética, repulsiva y torcida; pero estas son ventajas. La confianza es una ventaja que se puede explotar bastante. Las virtudes de la Serpiente son siniestras, y sus formas son elegantes.
Leo: La Doncella de Guerra (23 de julio - 22 de agosto).
La Doncella de Guerra es una paradoja. Aprecia la belleza, pero se anticipa a la destrucción. Esta naturaleza conflictiva es vista como enigmática y perturbadora; y por ello muy pocos pueden ver la belleza de este signo. La Doncella de Guerra se encuentra en la delgada línea entre el mal y el bien.
Virgo: El Huracán (23 de agosto - 22 de septiembre).
El Huracán. Como la furia de Dios, es extremadamente peligroso a las personas a quienes más ama. Puede parecer cariñoso y compasivo, pero tiene también la tendencia a ser posesivo. Lo que es del Huracán es solo de él; y prefiere destruirlo antes de que otros puedan tenerlo. El Huracán vive de los celos.
Libra: El Devorador (23 de septiembre - 22 de octubre).
La cordura del devorador cuelga de un hilo. Sus demonios internos están ocultos y luchan por salir libres. La vida de orden y conformidad disgusta al Devorador, y ansía el día en que finalmente pueda estar liberado para causarle dolor y sufrimiento a aquella pequeña lista de personas que odia.
Escorpión: El Dardo Envenenado (23 de octubre - 21 de noviembre).
El Dardo Envenenado es paciente, preciso y mortífero. Tiene todo el tiempo del mundo, pero solo necesita ese momento idóneo. Está en su naturaleza ver lo peor de cada situación. No puede saberlo, pero el Dardo Envenenado es capaz de ver la debilidad de todo el mundo. Desprecia la furia. No lo impresiona la fuerza bruta. Todo es sobre el control, la espera y la emoción de la cacería.
Sagitario: La Tempestad (22 de noviembre - 21 de diciembre).
La tempestad es libre y despreocupada. Nada le importa más que sus deseos. Persigue el placer y la satisfacción sin importarle el sufrimiento de otros. Aquellos en el camino de la Tempestad deben apartarse o ser destruidos. Que no se malentienda: la Tempestad no odia, es solo que no le importa nada.
Capricornio: El Leviatán (22 de diciembre - 19 de enero).
El Leviatán es una monstruosidad de los abismos más oscuros. El potencial enorme que posee está encerrado por una buena razón, pero el solo pensar en ello es suficiente para producirle terror inclusive al mismo Leviatán. Teme a sus demonios personales, porque sabe de qué son capaces.
Acuario: La bestia (20 de enero - 18 de febrero).
La bestia conoce y acepta las maldades en su interior. Es el amo de sus demonios. Consume la furia, el dolor y la desesperanza como una droga amarga; pues podría dejar salir este mal, pero prefiere contenerlo en lugar de dejar que lastime a quienes ama.
Piscis: La Espada (19 de febrero - 20 de marzo).
La espada es símbolo de gloria. Admirado por los débiles y codiciado por los temerarios. Pero permanece fiel a su propósito: lastimar. El corte es el inicio, y le sigue una cicatriz dolorosa. Es un terrible recordatorio para aquellos que le han fallado. La imagen de la espada es suficiente para atormentar.