viernes, 2 de septiembre de 2011

Delphine LaLaurie - La Torturadora de Nuevo Orléans

Delphine LaLaurie (1775-1842)
Marie Delphine LaLaurie nació en 1775 en Louisiana, y vivió la opulenta vida de la clase alta del sur de los Estados Unidos hasta el 10 de abril de 1834 cuando su elegante casa en la Royal Street se incendió, y un grupo de rescatistas hizo un descubrimiento que alarmó incluso a la racista y cruel sociedad del sur de los Estados Unidos...
Como toda familia de dinero en su tiempo, los LaLauries poseían esclavos para atender su lujosa mansión en Royal Street, en el centro de Nueva Orleans. De acuerdo a algunos historiadores, LaLaurie era amable con los negros en público y siempre se preocupaba por la salud de sus esclavos; mientras que los visitantes a la mansión decían que sus esclavos se veían "demacrados y misreables"; aunque hay registros públicos de que LaLaurie emanció a dos de sus esclavos (un Jean Louis en 1819 y un Devince en 1832), existían rumores de que LaLaurie maltrataba a sus esclavos, y se llegó al grado de enviar a un abogado local para recordarle a la mujer que existían leyes que debían seguirse si se poseían esclavos.
Aunque en su visita, el abogado no encontró evidencia alguna de malos tratos o crueldad contra los esclavos por parte de la socialité.
La mansión LaLaurie en 1900
En fechas posteriores a la visita del abogado, uno de los vecinos de LaLaurie vio caer desde el techo a una niña negra mientras escapaba de Delphine LaLaurie, quien de acuerdo al testigo, perseguía a la niña con un látigo en mano. El cuerpo de la niña fue subsecuentemente enterrado en terrenos de la mansión.
Este incidente llevó a una investigación sobre los LaLauries, en la cual fueron hallados culpables de crueldad ilegal y forzados a liberar a nueve esclavos. Estos esclavos fueron comprados por los LaLaurie nuevamente bajo el uso de intermediarios y regresados a la residencia de Royal Street.
De igual manera, se reportaba también que LaLaurie mantenía a su cocinera encadenada a la estufa de la cocina y que golpeaba a sus hijas cuando intentaban alimentar a los esclavos.
El 10 de abril de 1834, la residencia LaLaurie se incendió bajo circunstancias sospechosas; y si bien los rescatistas y peatones intentaban entrar a los aposentos de los esclavos para asegurarse de que todos los habitantes habían salido, los LaLaurie se negaron a dejarlos acceder. Los rescatistas derribaron las puertas y encontraron a "siete esclavos, más o menos mutilados de forma horrible... colgados del cuello, con las extremidades aparentemente alargadas y torcidas", que dijeron haber estado aprisionados ahí por algunos meses.

Uno de los que entraron al lugar fue el jues Jean-Francois Canonge, que subsecuentemente dijo haber hallado en la mansión a "una negra... usando un collar de hierro", y "una vieja negra que tenía una herida profunda en la cabeza y que estaba demasiado débil como para caminar". Canonge dijo que cuando le preguntó al esposo de LaLaurie sobre los esclavos, el hombre dijo "de forma insolente, que algunas personas mejor deberían quedarse en casa antes de venir a las casas de otros a dictar leyes y entrometerse con los negocios de otras personas".
Otra versión de la historia que circuló en los medios durante 1836 clama que el fuego fue iniciado deliberadamente por la cocinera de LaLaurie para llamar atención respecto a los esclavos, y añadía que éstos estaban emaciados, mostraban rastros de haber sido despellejados a latigazos, estaban encadenados y usaban collares con púas de hierro que mantenían sus cabezas en una posición estática.
Cuando el descubrimiento de los esclavos torturados se hizo conocido, una muchedumbre de ciudadanos locales atacó la residencia LaLaurie y "demolieron y destruyeron todo lo que podían tocar". Un sheriff y sus oficiales fueron requeridos para dispersar a la multitud, y cuando ésta se fue, la propiedad en Royal Street había sido dañada de forma considerable, dejando "apenas algo más que las paredes". Los esclavos torturados fueron llevados a una cárcel local, donde la gente podía verlos de forma libre. El Bee de Nuevo Orléans reportó que para el 12 de abril, 4000 personas habían visto a los esclavos torturados para "convencerse a sí mismos de su sufrimiento". El Sol de Pittsfield, citando al Advertiser de Nuevo Orléans y escribiendo varias semanas luego de la evacuación de los esclavos de LaLaurie, decía que dos de los esclavos habían muerto desde el rescate y añadieron: "Entendemos... que al excavar el patio, se han desenterrado cadáveres y que en los terrenos de la mansión se descubrieron otros, en particular uno de un niño". En un libro de 1838 se da una cifra de dos cuerpos desenterrados, incluyendo el del niño.


Luego de la muerte de LaLaurie en 1842 en París, circularon historias del trato a los esclavos en Louisiana y fueron reimpresas en colecciones de historias por Henry Castellanos y George Washington Cable. Éste dijo que sus historias estaban basadas en relatos contemporáneos de periódicos como el Bee de Nuevo Orléans y el Advertiser, y el libro de 1838; pero mezcladas con síntesis, diálogos y suposiciones hechas por él mismo.
Luego de 1945, las historias de los esclavos de LaLaurie se volvieron mucho más explícitas. Jeanne deLavigne escribió en Ghost Stories of Old New Orleans (1946) que LaLaurie tenía un "apetito sádico que parecía nunca saciarse hasta que había inflingido en uno o más de sus esclavos alguna forma horrible de tortura", y añadió que algunos de los que respondieron al incendio de 1834 hallaron "esclavos masculinos, desnudos, encadenados a un muro, con los ojos arrancados, uñas extraídas de los dedos, orejas colgando de retazos; labios cosidos... intestinos extraídos y enredados alrededor de sus cinturas. Tenían agujeros en los cráneos, donde se introducían varas para remover los cerebros." DeLavigne nuna citó una fuente para estos sucesos, y de hecho fueron considerados 'faltos de verdad' por las fuentes primarias.

La historia fue aún más embellecida en Journey into Darkness: Ghosts and Vampires of New Orleans (1998) por Kalila Katherina Smith, la operadora de un negocio de tours de fantasmas de Nuevo Orléans. Smith añadió detalles explícitos hechos por los rescatistas como "una víctima que obviamente tenía los brazos amputados y la piel pelada en un patrón circular, haciéndola ver como una oruga humana", y otra cuyas extremidades habían sido fracturadas y movidas en "ángulos extraños para que pareciera un cangrejo humano". Muchos de los detalles del libro no tenían fuente, mientras que otros no eran sostenidos por las fuentes oficiales.
Hoy, las historias del mito de LaLaurie usan a menudo las versiones de DeLavigne y Smith para hablar de torturas explícitas y poner el número de esclavos que murieron a manos de LaLaurie en una cifra tan alta como cien.

Dead Bart

¿Saben como la Fox tiene una forma extraña de contar los capítulos de los Simpson? No cuentan algunos, haciendo que el número de episodios sea inconsistente. La razón de este extraño hecho, es un episodio perdido de la temporada 1.

Encontrar detalles de este episodio es algo difícil, porque nadie del personal que trabajaba en el show en ese momento quiere hablar de ello.
Por lo que he logrado recopilar, el episodio perdido fue escrito totalmente por Matt Groening. Durante la producción de la primera temporada, Matt actuaba de forma extraña. Era silencioso, se veía nervioso y algo mórbido.
Mencionarle esto a alguien que estaba presente en esos momentos por lo regular hace enfurecer a la persona en cuestión, y te prohiben mencionárselo a Matt.
Oí primero de este suceso en un evento donde David Silverman estaba hablando. Alguien en la audiencia preguntó por el episodio, y Silverman simplemente salió de la escena, terminando repentinamente la presentación.
El número del episodio perdido era el 7G06, con el título "Dead Bart" (Bart Muerto). El episodio 7G06, Moaning Lisa, fue hecho después y se le otorgó el código de producción de Dead Bart para ocultar la existencia de este.

En adición a causar enojo, preguntarle a cualquier miembro del staff sobre el capítulo los llevará a hacer todo lo posible para detenerte de hablar directamente con Matt Groening. En una convención de fans, logré seguirlo tras que terminó de hablar con el público, y eventualmente tuve una oportunidad de hablar con él conforme abandonaba el edificio.
No le enojó que lo siguiera, probablemente pensando que era otro fan típico. Cuando le mencioné el episodio perdido, se puso pálido y comenzó a temblar. Cuando le pregunté si me podía dar detalles, parecía estar a punto de llorar.
Tomó una pieza de papel, escribió algo en ella, y me la dió. Me rogó por que nunca más mencionara el episodio de nuevo.
En la pieza de papel estaba la dirección de un sitio web, que no diré, por razones que narraré en un segundo.

Metí la dirección a mi buscador y entré a un sitio completamente negro, excepto por una línea de texto amarillo, un link de descarga.
Le dí click y el archivo comenzó a bajarse. Una vez que terminé de bajarlo, mi computadora se volvió loca, el peor virus que hayan visto. Restaurar Sistema no funcionó, la computadora tuvo que ser formateada totalmente.
Antes de esto, copié el archivo a un CD, y traté de abrirlo en mi nueva computadora totalmente limpia, y como lo sospechaba, era un episodio de los Simpson.

El episodio comenzó como todos los demás, pero con una calidad de animación realmente pobre. Si han visto la animación para Some Enchanted Evening, era similar pero menos estable. La primera parte era normal, pero los personajes estaban un poco fuera de sí.
Homero se veía enojado, Marge se veía deprimida, Lisa se veía en extremo ansiosa, y Bart parecía estar lleno de ira y odio hacia sus padres.

El episodio trataba sobre los Simpson yendo a un viaje de avión, y casi al final de la primera parte, cuando el avión estaba a cerca de 20 o 30 metros en el aire, Bart rompió una ventana de éste y fue succionado hacia afuera.

Al inicio de las series, Matt tenía una idea de que el estilo animado del mundo de los Simpson representara la vida, y que la muerte tornara todo más realista. Por eso pasó este episodio.
La imagen del cadáver de Bart apenas era reconocible, tomaron total ventaja de que no debían animarlo e hicieron un dibujo casi foto-realista del cadáver de Bart.

El primer acto finalizó con una imagen sumamente gráfica del cadáver de Bart. Cuando comenzó el segundo acto, Homero, Marge y Lisa estaban sentados en la mesa de la cocina, llorando.
El llanto parecía no terminar, volviéndose más doloroso y sonando extremadamente realista, con una mejor actuasción de la que creerían posible. La animación comenzó a decaer aún más mientras lloraban, y podías escuchar murmullos al fondo. Los personajes parecían estar apenas animados, se estaban alargando y borrándose, como formas deformadas pintadas con colores brillantes al azar.
Había caras en la ventana, viéndolos, parpadeando una y otra vez para que nunca las distinguieras perfectamente. El llanto siguió por todo el segundo acto.

El Acto tres empezó con un título especificando que un año había pasado. Homero, Marge y Lisa estaban esqueléticamente delgados, aún sentados en la mesa. No había rastro de Maggie o de las mascotas.

Decidieron visitar la tumba de Bart. Springfield estaba totalmente desierta, y mientras caminaban por el cementerio, las casas se volvieron más y más decrépitas. Se veían abandonadas. Cuando llegaron a la tumba, el cuerpo de Bart estaba tirado frente a su tumba, viéndose igual que al final del primer acto.

La familia comenzó a llorar de nuevo. Eventualmente se detuvieron, viendo fijamente el cadáver de Bart. La cámara se enfocó en el rostro de Homero.
De acuerdo al sumario del episodio, Homero dice un chiste en esta parte, pero no es audible en la versión que ví, no se puede saber qué dice Homero.

La cámara hizo una toma panorámica cuando el episodio iba a terminar. Las tumbas en el fondo tenían los nombres de cada estrella invitada a los Simpson en ellas. Algunos que nadie conocía en 1989, algunos que no habían estado aún en el show.
Todos tenían fechas de muerte en ellos. Para los que murieron desde aquél entonces, como Michael Jackson y George Harrison, las fechas señalaban el día en que murieron. Los créditos estaban silenciosos y parecían escritos a mano.

La imagen final era la de la familia Simpson en su sillón, pero todos dibujados de forma hiperrealista, similar al cadáver de Bart.
Se me ocurrió en un principio, tras ver el episodio, que podría usar las tumbas para predecir la muerte de todas las estrellas invitadas a los Simpson que aún seguían vivos, pero hay algo muy raro respecto a los que no han muerto.
Todas sus muertes están situadas en la misma fecha.