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miércoles, 16 de octubre de 2019

Fantasmas de la Primera Guerra Mundial.

Como los dos conflictos más violentos en la historia de la humanidad, no es de extrañarse que las dos guerras mundiales cuenten con toda clase de historias paranormales relacionadas con ellas. Desde los Ángeles de Mons hasta las 'sombras' de Hiroshima y Nagasaki; hay miles de relatos sobrenaturales que involucran espíritus, entidades, demonios y críptidos merodeando los campos de batalla aún décadas después.

De todos estos, algunos de los más perturbadores surgen a raíz de la llamada 'Tierra de Nadie'; el mar de canales, fosas y trincheras que servían en los frentes de batalla de Europa en la Primera Guerra Mundial. Durante años, soldados de ambos bandos lucharon y murieron entre ríos de sangre y lodo, cadáveres putrefactos, ratas que devoraban cadáveres y la amenaza constante de ametralladoras y los primeros gases venenosos. 
Así que cuando los soldados alemanes, ingleses, franceses y estadounidenses volvieron a casa; cientos de ellos relataron sus encuentros con espíritus de compañeros muertos, monstruos y seres que desafiaban toda explicación; los cuales parecían estar ahí con el firme propósito de atormentar a los combatientes y alimentarse de su miseria. 

Los sabuesos fantasma.
La primer historia viene de un soldado identificado como "Jock", que se desempeñaba como vigía en la línea de batalla del frente occidental; que abarcaba Francia y Bélgica. 
Al regresar de la guerra, Jock narraba a quien quisiera escuchar sus relatos de visiones misteriosas sobre fantasmas, luces espectrales y figuras sombrías que caminaban sin rumbo entre la masacre durante la noche; y una en específico que le heló la sangre: Durante una noche tranquila, Jack montaba guardia sin más que la luna llena para alumbrarle el camino, pues existía la posibilidad de que algún francotirador enemigo estuviese acechando entre las trincheras. 
Pasaba ya de la medianoche cuando Jock escuchó el inconfundible aullido de un perro de gran tamaño. Al asomarse por sobre el borde de una trinchera, Jock divisó a un par de sabuesos que corrían por el campo de batalla, atados entre sí por una cadena. Los animales lanzaban aullidos lastimeros, y desaparecieron al cabo de unos segundos ante la vista del soldado, que no daba crédito a lo que acababa de ocurrir. Sin embargo, antes de que pudiera procesar la aparición, los perros se materializaron de nuevo, esta vez más cerca. El fenómeno se repitió por varios minutos; cuando los perros por fin se esfumaron a pocos metros del aterrado Jock.
En la mañana, el soldado relató su encuentro a otros vigías, y algunos de ellos le respondieron argumentando que sí; que también se llegaron a encontrar con los sabuesos durante la noche, y que debían prepararse, pues por lo regular se aparecían como anticipo a una batalla sangrienta. 

Will Bird y la trinchera.
Soldados canadienses en Vimy Ridge.
Will Bird era un soldado canadiense que participó en la batalla de Vimy Ridge, famosa por ser una de las batallas más de la guerra y donde cuatro divisiones del ejército canadiense se enfrentaron con el alemán; resultando en más de diez mil muertos durante tres días en abril de 1917.
Brad narraba que durante una noche en combate, su hermano que había fallecido en otra batalla se le apareció para sacarlo de su posición en un agujero defensivo. Bird siguió a su hermano por la trinchera hasta que el espíritu desapareció. Percatándose de que había desertado de su puesto y se le podría someter a corte marcial por ello; emprendió el camino de regreso al amanecer. Al llegar, Bird se dio cuenta de que el hueco donde se había refugiado había sido arrasado por el proyectil de un cañón Howitzer y una buena parte de su pelotón lo creía muerto en combate. 

El soldado de Verdún.
Trincheras de la batalla de Verdun. 
La batalla de Verdún, la más larga de toda la guerra y la principal lucha de guerrilla entre el ejército Alemán y el Francés; también tiene algunos relatos de fantasmas ocurridos en ella. Contaban los soldados alemanes que durante las noches, era común encontrarse la aparición de un soldado con uniforme de la guerra franco-prusa, ocurrida más de cuarenta años atrás y fácilmente reconocible por una barba larga y blanca.
Los alemanes decían que la aparición ayudaba a los franceses y ocasionaba que los soldados alemanes dejaran caer sus armas o tropezaran al perseguirlos por las trincheras; además de guiar a los galos a través de espacios seguros durante los intercambios de fuego. Incluso un soldado francés declaró haber sido auxiliado por el fantasma, quien le ofreció un vaso de agua y curó sus heridas luego de ser alcanzado por una bala en la pierna.  

"Rex". 
En el libro "Shock Troops" de Tim Cook, se encuentran crónicas de los canadienses en la guerra e incluye un capítulo dedicado a eventos sobrenaturales. En él se habla de la historia del 'Cadete Rex'. 
Durante una marcha de regreso al campamento, el teniente de un pelotón canadiense se peractó de que un soldado, el Cadete Rex, caminaba a una distancia considerable del resto del pelotón. Al acercarse, el teniente notó que Rex se veía pálido y demacrado, por lo que le ofreció algo de comer. Al entregarle las raciones, tomó nota de que las manos de Rex se sentían gélidas al tacto, pero lo achacó a que el hombre pudiese haber enfermado en las condiciones del campo de batalla.
Al llegar al campamento, el teniente pasó lista y vio que Rex había desaparecido. Temiendo lo peor, acudió en su búsqueda. Luego de preguntar a varios médicos de campo y oficiales, por fin supo qué había ocurrido. Otro oficial le contestó que sí, que sabía qué había pasado con Rex. 
El soldado Rex llevaba muerto varios días, víctima del fuego alemán en Vimy y horas antes, ese mismo día, se le había enterrado cerca del campamento.

El médico de Yves.
Yves es una municipalidad de Bélgica que fue sede de importantes batallas debido a su localización estratégica para frenar el avance de los Alemanes hacia Francia, y por ello no hubo cuartel a la hora de pelear por ella. Es infame porque aquí fue en 1915 cuando los Alemanes bombardearon la ciudad con gases venenosos para aniquilar a toda la resistencia francesa.
Y es durante este evento que los franceses y estadounidenses apostados en Yves se toparon con un ser angelical, o al menos así lo llamaron los sobrevivientes.
Los franceses en las primeras líneas defensivas fueron los primeros en divisar una extraña nube de humo gris que avanzaba hacia ellos, cubriendo el campo de batalla y acabando con todos los seres vivos en él. El pánico no tardó en hacerse presente, pues al ver caer muertos a los cuervos que devoraban los cuerpos de los caídos, los soldados cayeron en cuenta de que era el temido gas venenoso de los alemanes. 
Aquí fue que un hombre que llevaba el uniforme de los cuerpos médicos del Ejército Real Inglés, emergió misteriosamente de entre la niebla tóxica y se dirigió a un grupo de ingenieros galos. El hombre misterioso hablaba con acento francés, y les entregó una especie de vasos que llenó con un líquido que llevaba en una garrafa. Les ordenó beber la sustancia, y los ingenieros notaron que era parecida al agua de mar, es decir increíblemente salda. Sorprendentemente, cuando el gas venenoso del ejército Alemán llegó a ellos, muy pocos sufrieron síntomas de envenenamiento; ninguno más allá de una irritación en la garganta.  

El elemental de Cambrai.
Cambrai durante el asedio alemán. 
En el libro de 1977, "El Diablo y todos sus trabajos", el escritor Dennis Wheatley escribió una de sus experiencias como parte del ejército canadiense en la batalla de Cambrai. Wheatley y un grupo de oficiales se vieron forzados a tomar como base una hacienda luego de capturarla de los Alemanes. 
Dentro, Wheatley y sus compañeros encontraron cuerpos de soldados Alemanes que prefirieron suicidarse antes que ser capturados, uniformes abandonados y cubiertos de sangre, impactos de bala en las paredes y material médico en una habitación que había sido ocupada como un quirófano de emergencia. Una noche mientras trabajaba redactando informes, una sensación de pánico se apoderó de Wheatley, creciendo hasta volverse incontrolable y obligarlo a huir de la habitación; preso de histeria y gritando que algo invisible lo perseguía. 
Al ser encontrado afuera de la casona, Wheatley le explicó a sus superiores que había sido atacado por un elemental; un espíritu no humano o demonio atado a lugares donde se han cometido actos de violencia o se ha experimentado mucho sufrimiento. 

Los Jinetes de Le Cateau.
Caballería inglesa en la Primera Guerra Mundial. 
Durante la batalla de Le Cateau en 1914, soldados ingleses y franceses aseguraban constantemente que era común ver la aparición de batallones espectrales de caballería que galopaban a toda velocidad en dirección a los alemanes, a quienes incluso llegaban a atacar con armas fantasmales.
Durante una noche, un grupo de oficiales de la fuerza expedicionaria británica se encontraron con un gran ejército de jinetes, todos con el uniforme de los escuadrones de caballería reales y que aparecieron de entre los bosques al lado del camino; cabalgando al mismo ritmo que los oficiales. Fue un oficial de nombre Johnstone que años después describió la historia, relatando que este fenómeno ocurrió durante veinte minutos; por lo que inclusive creyeron que se trataba de alguna división del ejército británico enviada a reforzar a su unidad.
Luego de dejar atrás a los jinetes, Johnstone decidió detenerse y regresar para saber de quién se trataba o la identidad del oficial a cargo de los jinetes. Al regresar por el camino, Johnstone no pudo encontrar evidencia alguna de los caballos,, como pasto aplastado o las huellas de cascos en el lodo. 
En otra ocasión, un brigadier relató en entrevista con el London Evening News que una vez mientras se encontraba en la localidad de Langy, a unos kilómetros de París; el ejército inglés entró a una pradera donde cabalgaba un ejército de caballería fancesa, acomodados en columnas y marchando hacia París. De manera increíble, luego de ver a lo que parecía ser una gran fuerza militar en dirección a la capital francesa, estos comenzaron a hacerse translúcidos hasta que se desvanecieron del todo a orillas de un bosque.

La madre del soldado.
Un diario perteneciente a un soldado canadiense narra una experiencia parecida a la de Will Bird. Encontrado por el historiador Tim Cook, el diario que cubre la vida de un soldado canadiense durante los primeros años de la guerra de trincheras presenta un relato en el cual el hombre se encontraba trasladando bombas durante una noche, en medio de una intensa descarga de artillería alemana. 
Llego un punto en que el fuego enemigo era tan fuerte, que se vio forzado a cubrirse en el rellano de una trinchera y ahí, para su desconcierto, vio de pie a su madre difunta a unos metros de distancia. Confundido, se incorporó y trató de seguir a la aparición... salvándose del impacto de un cañón Howitzer que voló en pedazos el rellano donde había estado tan solo unos momentos antes. 

El caso de William Orpen.
Una de las pinturas de William Orpen. 
William Orpen fue un artista cuya gran parte de su trabajo se basó en paisajes relacionados con la guerra, y cuya experiencia en la guerra se vio marcada por un suceso paranormal del que fue testigo mientras se encontraba en el bosque de Thiepval; cerca del campo de batalla del Somme. 
Para noviembre de 1917, Orpen se encontraba en Thiepval cuando la batalla del Somme ya llevaba aproximadamente dieciocho meses sin detenerse. De hecho, para cuando Orpen fue desplegado en el lugar, muchos de los cuerpos de los soldados fallecidos seguían descomponiéndose en el suelo porque no había forma de enterrarlos. Esa tarde en particular, Orpen se sintió extraño, como si una presencia invisible lo estuviera observando, e inclusive dijo en más de una ocasión que aunque el sol brillaba en lo alto durante un día despejado; el bosque se veía inusualmente oscuro. 
El pintor decidió sentarse en un tronco caído, experimentando abrumadores sentimientos de miedo y fatalidad. Se encontraba tratando de lidiar con una opresión en su pecho cuando 'algo' lo golpeó de lleno en el pecho; lanzándolo hacia el suelo con gran fuerza. 
Pensando que se podía tratar de un soldado enemigo, Orpen se incorporó de un salto y se dio cuenta de que no había nadie en el lugar. Al revisar su equipo, que también había caído al suelo por la gran fuerza invisible; se encontró con que su lienzo había sido destruido. Al caer, increíblemente había aterrizado sobre un cráneo humano y este lo había atravesado ene l medio. 
Fue hasta muchos años después, cuando ya había sido liberado del servicio militar, que Orpen relató su historia; explicando que era común que los soldados vieran fantasmas en el campo de batalla, pero estos relatos eran usualmente descartados como síntomas de enfermedades mentales desarrolladas por el estrés y la exposición a la muerte y el constante peligro de la guerra; y por ello era que muchos militares terminaron siendo dados de baja o enviados a análisis psicológicos. 

Robert Graves y el Soldado Challoner.
Como otros intelectuales de la época, el poeta Robert Graves fue enviado al campo de batalla en 1915 y también tuvo encuentros con lo paranormal. En su libro, 'Goodbye to All That', escribe que la creencia en fantasmas entre los soldados ingleses era prevalente, al grado de que la forma en que se reconocían entre sí durante los patrullajes; era el decir la palabra 'fantasmas' a manera de contraseña.
En junio de 1915, Graves se encontraba cenando durante su estadía en la región de Bethune cuando vio pasar a un viejo amigo suyo, el soldado Challoner de la delegación real galesa, pasando por una ventana. Challoner le sonrió, saludó y continuó caminando como si nada por afuera de la casa. 
Graves creyó conveniente saludarlo y fue a la ventana para hablar con él. Lo que encontró afuera fue oscuridad, y ningún rastro de Challoner con excepción de una colilla de cigarro humeando al pie de la ventana. Al poco tiempo de ello, Graves se enteró de que Challoner había sido asesinado en Festubert en mayo de ese año; semanas antes de que lo viera pasar por la ventana. Como un dato curioso, Graves afirma que durante su época en Inglaterra, Graves le había dicho que "se verían en Francia". 
Meses después, Graves se encontraba descansando en Harlech, Gales; en casa de la madre de un compañero que había muerto en Francia. La mujer dejó el cuarto de muchacho tal y como estaba cuando se fue, a manera de altar hacia su memoria: las cobijas eran cambiadas y lavadas constantemente, y se colocaban flores frescas y cigarrillos en la cama. Graves habló hasta tarde con otro compañero, y al irse a dormir dijo que fue despertado constantemente durante la noche por golpes en el piso y las paredes, ruidos de puertas abriéndose y finalmente gritos histéricos de un hombre desconocido. 
En la mañana, Graves agradeció a la mujer y salió junto con su compañero, diciendo que el lugar era peor que los campos de batalla de Francia; y años después escribió que como miles de madres adoloridas, esa mujer debía haber estado entablando contacto con su hijo fallecido por medios de espiritismo. 

lunes, 14 de octubre de 2019

El misterio de la Mansión Dunlora.

La mansión Dunlora es una construcción dilapidada en el bosque a las afueras de Charlottesville, en el estado de Virginia; y cuenta con un siglo de historias de fantasmas acumuladas en torno a ella.

Erigida en 1724 por un militar de nombre Thomas Carr como recompensa por 'servicios a la corona británica' en la época de las colonias; Dunlora terminó su construcción hasta 1730 y pasó casi siglo y medio como una plantación más, irrelevante entre las cientas de propiedades de las regiones campestres de la Confederación. Al menos, hasta el año 1900 cuando una mujer con fama de bruja en Charlottesville tomó posesión de ella. 

Con los años, los campistas y vecinos que acostumbraban tomar paseos o pasar la noche en el bosque cercano empezaron a evitar el lugar y a narrar historias sobre rituales satánicos, luces fantasmales, demonios y aparecidos que se manifestaban en torno a la cada vez más decaída mansión. Por eso, cuando la 'bruja' falleció y la mansión Dunlora cayó en el abandono; a estos cuentos se les unió el rumor de que el espectro de la bruja aparecía en el bosque y ahuyentaba a aquél lo suficientemente valeroso (y tonto) como para acercarse al lugar.
Curiosamente, se empezó a manejar también que en las inmediaciones del terreno de la mansión existía un viejo y ruinoso cementerio para los esclavos que vivieron en el lugar hasta que se declaró el fin de la esclavitud en EUA. 

Los Scouts Perdidos.
La leyenda más aterradora sobre Dunlora, es el caso de los Scouts Perdidos.
El mito inicia en el verano de 1920, cuando una tropa conformada por seis Boy Scouts y su líder realizaban una excursión en el bosque; ignorando las leyendas sobre la casa y los terrenos a su alrededor. El viaje transcurrió sin contratiempos durante el día, y luego de una copiosa cena y los obligados cuentos de espantos en torno a una fogata; el grupo se retiró a dormir en tres tiendas para los Scouts y una para el líder. 

A mitad de la madrugada, el líder de la tropa fue despertado por el sonido de las garras de un animal arañando el suelo, así como gruñidos que no supo identificar. Creyendo que la tropa estaba en peligro, tomó su linterna y emergió de la tienda para ver de qué se trataba; encontrándose con que no solo había rastros del animal, pues además los Scouts habían desaparecido de sus tiendas.
Inicialmente, sus sospechas fueron que se trataba de una broma y los llamó por sus nombres, amenazando con retirarles las insignias; más no hubo respuesta alguna y terminó usando su linterna para recorrer los senderos del bosque en busca de los muchachos. 

Su búsqueda se extendió por el resto de la noche, y ya clareaba cuando percibió un brillo a la distancia; mismo que atribuyó a la linterna de alguno de los muchachos. Avanzó en dirección a ella, hasta salir del bosque y divisar la sombra de una enorme casa; una mole decrépita, abandonada y cubierta de vegetación. 
En ese instante, la luz volvió a parpadear de nuevo desde una de las ventanas del segundo piso; y ahí el líder descubrió que no se trataba de una linterna, si no otra cosa que se movía como la llama de una vela en el viento. 
Al internarse en la casa, era obvio que el lugar había sido abandonado mucho tiempo atrás: El interior cubierto de polvo, moho y suciedad; los muebles dañados por animales salvajes y hongos, y gruesas telarañas, eran producto de años de descuido y ninguna manutención. 
Su búsqueda lo llevó a través del primer piso, y estaba por rendirse y salir de nuevo al bosque cuando escuchó el distante y apagado grito de un infante; proveniente del sótano de la casa. 

Creyendo que era uno de sus scouts, corrió escaleras abajo hacia un sótano cavernoso y con un fuerte olor a humedad. Abajo, la única fuente de luz provenía de su linterna y la movía de lado a lado para tratar de encontrar al chico.
En uno de esos movimientos, la linterna iluminó el rostro de una anciana parada al otro extremo del sótano; con un rostro casi esquelético, surcado por profundas arrugas, ojos lechosos y una sonrisa llena de dientes amarillos y afilados en puntas triangulares. 
La mujer le sonrió, y el líder de la tropa salió corriendo a toda velocidad con la extraña mujer detrás de él en persecución. Al correr hacia afuera de la casa, tropezó con algo que hizo un sonido húmedo cuando lo pisó. 
No era un tronco o vegetación putrefacta, se trataba del cuerpo de uno de los Scouts; tirado sobre un charco mezcla de lodo y sangre, con el estómago abierto en canal. El líder se levantó de un salto y al hacerlo, se dio cuenta de que en la habitación donde había tropezado estaba el resto de los scouts; alineados y destripados de manera idéntica. 

La leyenda dice que horas más tarde, la policía acudió a la mansión luego de recibir reportes de gritos en ella, y encontraron al líder de la tropa en estado de shock en medio de un camino que conducía a Dunlora.
Al interrogarlo y no obtener más que balbuceos; dieron con el campamento donde se desarrollaba una escena dantesca: Los cuerpos de los chicos habían sido colocados en sus bolsas para dormir, pero los órganos arrancados de los cuerpos se asaban lentamente sobre una fogata. El líder de la tropa siguió gritando sobre lo que vio en la mansión y la anciana, pero la policía hizo caso omiso de sus chillidos y el hombre terminó arrestado por homicidio y encerrado en un asilo mental.

La leyenda termina con el rumor de que en el bosque crecieron siete nuevos árboles en el sitio del campamento; y que estos árboles se encuentran poseídos por los espíritus de los scouts fallecidos. 

La verdad.
Y como ocurre casi siempre con las leyendas urbanas sobre aparecidos, no existe evidencia de los asesinatos de los scouts en los diarios de Charlottesville o en registros policiales. Sobre la mansión, pues no se encuentra completamente abandonada; ya que hay un encargado del terreno y que sostiene que pese a su estado actual, la mansión está en posesión de la misma familia desde hace un siglo; y que no existe evidencia de la famosa bruja o del cementerio de esclavos. 
En realidad, la mansión Dunlora era un mito poco conocido y que no se hizo viral hasta el año 2016; cuando la historia fue publicada en línea como una creepypasta. 

martes, 24 de septiembre de 2019

La muñeca de Hinckley.

La muñeca junto a la nota en el museo de Hinckley.
Ben Canham es un inglés que dedica su vida a coleccionar objetos supuestamente embrujados, y dice poder comunicarse con los espíritus que los ocupan. Recientemente saltó al ojo público luego de adquirir una caja llena de objetos antiguos en una venta de garage.
Dentro de la caja, Ben encontró una muñeca antigua y un sobre con la ominosa leyenda "Léeme" escrito en él.
El mensaje en la nota rezaba lo siguiente:

"Hola y gracias por comprar a Richard y Sarah. Estos objetos fueron encontrados en un auto abandonado en 1990. La mujer que los llevó a su casa, comenzó a darse cuenta con el paso de los días que la muñeca cambiaba de lugar y que la caja se abría por sí sola.
Eventualmente, la actividad aumentó al grado de que escuchaba risitas infantiles viniendo del cuarto donde guardaba los objetos, y por ello llamó a mi tía para pedir ayuda. Mi tía se llevó los objetos e hizo una sesión espiritista. 
En el ritual, descubrió que los objetos eran habitados por dos espíritus, Richard y Sarah. Eran amantes en vida y se quedaron atados a los objetos que significaban algo para ellos. Sarah está unida a la muñeca, y Richard a la caja. No sé como murieron. Estos objetos fueron regresados al comprador, que se quejaba de despertar en las madrugadas por el sonido de alguien que caminaba en las escaleras de su hogar y una voz que le susurraba al oído.
Por leyes del Reino Unido, debo decir que escribí esta nota por motivos de entretenimiento y que no hay una garantía de que el comprador experimente actividad para normal. Por favor, usa el incienso de salvia blanca incluido dentro de la caja si es necesario. 
Gracias, y que Dios te bendiga."

Ben, que es empleado del Centro de Investigación Paranormal de Antigüedades Embrujadas en Hinckley; entregó el muñeco al museo del Centro de Investigación, donde los fenómenos se incrementaron exponencialmente. 
Lo que inició encontrando la caja abierta cuando nadie la había tocado, aumentó a luces que se encendían y apagaban por sí mismas, golpes y pisadas incorpóreas, la muñeca moviendo su posición de vez en cuando e incluso risas de una niña en habitaciones vacías. 
Hasta el día de hoy, la muñeca permanece en el museo junto con la nota y la caja; y el autor de la nota original no ha sido encontrado. 

viernes, 20 de septiembre de 2019

El niño que enseña los dientes.

Entre los avezados a las historias de horror, parapsicología y folklore existe la noción de que no pueden existir los fantasmas de niños; ya que se les considera como seres puros y que no cargan con esas mandas, castigos o repercusiones que ocasionan que un alma quede varada en el mundo terrenal después de la muerte.
Por ello, se dice que la aparición de un infante no es otra cosa más que un demonio o alguna entidad del bajo astral que toma esa forma para engañar a sus víctimas. 

Es en Baja California Sur, donde se origina una leyenda que involucra a una de estas entidades; una escalofriante figura que aparece durante las noches y se conoce como 'el Niño que enseña los dientes' en lugares como la Paz y que ha permeado la cultura sudcaliforniana al grado de aparecer en compilaciones de relatos de horror, mitos y leyendas del estado. 

La historia reza más o menos de esta forma, de acuerdo con el cronista Rogelio Olachea Arriola: 
“Una vez, en altas horas de la noche, caminaba por la calle Reforma una señora de condición humilde y sus pasos eran lo único que se escuchaba en esa soledad. Al llegar al crucero de lacalle Ramírez donde se encontraba la tienda de los descendientes de don Martín Avilés, vio que venía a su encuentro un niño de aparentes 7 años, el cual pasó de largo sin tomar en cuenta a la señora. La luna iluminaba todo el lugar y la señora vio cómo el niño se ocultaba en la sombra de una casa; como estaba de espaldas, le preguntó: ¿Qué haces aquí niño? Te llevaré a tu casa con tu mamá. El niño no respondió nada, entonces volvió el rostro y enseñó a la señora unos enormes dientes y una sonrisa macabra, sin ojos y con una cara brillante como la losa. Entonces el fantasma se desvaneció en medio de unos ruidos extraños y la señora se desmayó”.

La historia concluye con la mujer despertando en la calle, rodeada de vecinos que acudieron una vez que escucharon sus gritos. Y se dice que a comienzos de la segunda mitad del siglo XX, las precarias y poco iluminadas calles de La Paz fueron sede de varios encuentros con este ser. 

Otra variante del mito trata sobre un hombre que volvía a casa a media noche después de una jornada laboral. Al caminar por una calle sin pavimentar y poco iluminada, el hombre notó que entre los campos al lado del camino había un niño en cuclillas cerca de un canal de riego. 
Lo llamó varias veces, sin éxito. Preocupado por la posibilidad de que el pequeño se ahogara entre las zanjas llenas de agua, se le acercó para ver de quién se trataba y averiguar qué hacía ahí o quienes eran sus padres. Sin embargo, al estar frente al pequeño; este alzó la cabeza y el hombre soltó un grito de terror al ver una espantosa aparición de ojos rojos, piel blanquisima y una boca sonriente y repleta de enormes dientes afilados. 
El hombre huyó lo más rápido que pudo, con las carcajadas de ese ser siguiéndole el paso hasta que entró a casa. Ya una vez en la seguridad de su hogar, el hombre relató a sus familiares lo ocurrido y estos le comentaron que el niño de los dientes era el demonio, y que llevaba un rato apareciéndose en el pueblo para llevarse a la gente. 

Sobre la identidad del niño que enseña los dientes, jamás se supo de qué se trataba. Hay quienes sostienen que es un fantasma, unos más que se trata del demonio en busca de almas y otra infinidad de versiones que van desde lo mundano como un niño en situación de calle y con una deformidad en el rostro; hasta aquellos que sostienen que el niño puede estar protegiendo un tesoro enterrado. 
Se le siguió viendo hasta que la modernidad llegó a La Paz y la luz eléctrica y la pavimentación acabaron con los recovecos oscuros y los caminos de terracería; hasta que por fin se le dejó de reportar a finales del siglo. Pero hasta el día de hoy, hay quienes dicen que si uno anda a solas por las calles de La Paz a medianoche, corre el riesgo de encontrarse con el niño que enseña los dientes. 

sábado, 27 de julio de 2019

La intrusa en la morgue.

Historia anónima.
Esta historia le ocurrió a mi padre hace unos años, cuando se desempeñaba como guardia de la morgue en un importante hospital general del bajío, en el centro de México.
Mi padre era policía, y se le asignó el cuidado de la morgue en una época donde por la violencia de la guerra contra el narco; llegaban varias víctimas durante las noches. Había ocurrido que comandos armados entraban a los hospitales para rematar a sus objetivos si es que estos habían sobrevivido, a extraer cuerpos de sicarios o simplemente con motivos de intimidación. 
Era una noche cálida de verano, justo en medio de la famosa canícula; y mi padre estaba cubriendo el turno de las 11 de la noche a las 6 de la mañana junto a otro compañero a quien llamaré Miguel. Mi padre se encontraba afuera del hospital, tomando un café a eso de las dos de la mañana cuando recibió una llamada de Miguel en el radio. 
Miguel le explicó que un empleado de mantenimiento había estado trapeando un corredor cerca de la morgue cuando alcanzó a ver a una silueta corriendo de un lado a otro al final del pasillo. Sin saber qué hacer, llamó a los elementos de seguridad y no tardó mucho para que mi padre se reuniera con Miguel y el empleado les diera su testimonio. 

Pensando que podía tratarse de algún miembro del crimen organizado, los dos entraron al sótano del hospital y anunciaron su presencia; pidiéndole a quien estuviese dentro, que se rindiera y saliera con las manos en alto. Nadie les respondió, y más sorprendente aún, no había rastros de que alguien hubiese entrado por las otras puertas que conectaban con el piso superior del hospital. 
Se dividieron para cubrir más terreno y mi padre se encontraba subiendo las escaleras al primer piso cuando recibió una llamada de Miguel; que le decía que había visto al intruso correr a lo lejos, y que se trataba de una mujer. Luego de reunirse, Miguel y mi padre corrieron en dirección al pasillo por donde había desaparecido la mujer; y fue ahí que la vieron cerca de un corredor poco iluminado.

La mujer estaba frente a una puerta gris, de metal. Las luces en esa área del hospital fallaban mucho, y a esa hora se encontraban apagadas; por lo que no pudieron verla claramente. De lo que se distinguía, iba desarmada y llevaba un vestido que le llegaba abajo de las rodillas, zapatos de piso y una cabeza llena de esponjado cabello negro y le cubría las facciones. 
Miguel le habló a la mujer, preguntándole quién era. 
No hubo respuesta. En lugar de ello, la mujer abrió y entró a la habitación; azotando la puerta detrás de sí. Le tocaron y gritaron que abriera, sin respuesta alguna. La mujer había asegurado el cerrojo, así que la única forma de abrir fue llamar a mantenimiento y pedirle las llaves. 

Cuando el empleado de mantenimiento llegó y escuchó lo que había ocurrido, les lanzó una mirada de confusión y preguntó si estaban seguros de lo que había ocurrido. Mi padre le dijo que sí, a lo que el empleado le respondió que era imposible; pues esa habitación no tenía forma de cerrarse desde adentro.
De cualquier forma, les abrió y los dos entraron apuntando con sus armas. Llevaban linternas, así que barrieron cada centímetro de la habitación con ellas en busca de algo; pero no había rastro alguno de la mujer o de cualquier cosa fuera de lugar, más allá de un olor desagradable y dulzón que mi padre no pudo identificar en un principio; pero le causó bastante repulsión.

El empleado de mantenimiento entró después de ellos y encendió las luces de la habitación. Efectviamente, el lugar estaba vacío con excepción de algunas herramientas en anaqueles y dos planchas de metal. Una estaba vacía, y la otra cubierta con una sábana y lo que parecía ser un cuerpo.
Ahí estaba la mujer, oculta y haciéndose pasar como un cadáver en el área de la morgue. Mi padre se acercó a ella, diciéndole que todo había terminado y que era mejor rendirse. Al aproximarse, percibió de nuevo el aroma; esta vez más fuerte. Era el olor de un cadáver.
Al retirar la sábana, mi padre sintió como se le encogía el corazón y Miguel dejó salir una maldición bastante fuerte. 
Ahí, bajo la plancha y ya con rasgos de lividez cadavérica; estaba esa mujer. Desnuda, con el esponjado cabello negro hecho una pasta y enmarcando su rostro; acrecentando aún más el aspecto tétrico de sus mejillas demacradas y las venas oscuras en ellas. 
La etiqueta atada en el pulgar del pie derecho decía que había muerto cuatro días atrás. 

jueves, 4 de julio de 2019

El Hombre Rojo del Palacio Tuileries.

Jean L'Ecorcheur en el comic Ghostbusters. 
El Hombre Rojo del Palacio de Tuileries es una leyenda  poco conocida de la historia de Francia, pero no por ello menos escalofriante que algunas de las historias de horror relacionadas a las Catacumbas de París, la Bestia de Gévaudan o los avistamientos paranormales en Versalles. Es un mito espectral arraigado a la historia francesa desde la época de la realeza, pasando por la revolución y la época de la Comuna. 

Jean el Despellejador.
El mito del Hombre Rojo (del francés L'Homme Rouge), se origina durante el reinado de Enrique II; quien se dice empleó a un asesino a sueldo conocido con el ominoso nombre de Jean el Despellejador (Jean L'ecorcheur), quien fue tan eficiente que llegó a convertirse en confidente personal y mano derecha del rey.
Desgraciadamente para Jean, esta cercanía lo llevó a enterarse de varios secretos delicados sobre la reina Catalina de Medici; quien contrató a otro asesino de nombre Neuville para acabar con Jean en el jardín de Tuileries. Cuando Neuville sorprendió a Jean y logró su cometido, se vio obligado a abandonar rápidamente el área y ocultarse luego de escuchar que alguien se acercaba. 
Aquí comienza lo sobrenatural, pues cuando Neuville volvió para recoger el cuerpo de Jean, este ya había desaparecido misteriosamente. Aunado a eso, en los días consecuentes la astróloga de la reina Catalina experimentó terribles visiones sobre los ocupantes de Tuileries; en las cuales todos morían de forma sangrienta. La astróloga también declaró que el alma de Jean quedaría condenada a embrujar el palacio hasta que la propiedad fuese destruida. 
Desde entonces, se cree firmemente que cada que París sufre una tragedia mayúscula, el espíritu del Hombre Rojo aparece en las inmediaciones de Tuileries.

L'Homme Rouge, el Hombre Rojo.
La reina Catalina de Medici (1519-1589)
La segunda versión de la leyenda involucra a la reina Catalina. 
Catalina de Medici, famosa por sus intrigas y el uso de redes de espías en la corte para acabar con sus oponentes políticos; decidió consagrar su reino con la construcción del palacio de Tuleries, una obra faraónica que ansiaba a tal grado que se mudó a ella cuando todavía se encontraba en construcción.
Al poco tiempo de habitarla, la reina se topó cara a cara con una espantosa aparición cubierta por un manto rojo como la sangre; que le vaticinó a la reina que moriría en Saint-Germain. 
Aterrorizada porque Tuileries forma parte de la parroquia de Saint-Germain, la reina abandonó el castillo y jamás regresó a él. De cualquier forma, el pronóstico del fantasma sí se cumplió de alguna forma; ya que como coincidencia trágica, el monje benedictino que le administró la extrema unción en su lecho de muerte llevaba por nombre Laurent de Saint-Germain.

"Es descrito como un hombre pequeño, tapado de la cabeza a los peis en escarlata, con una mirada tan penetrante y sobrenatural que aterra al más valeroso. Nunca habla, y sus visitas no son prolongadas; pues se desvanece tras ser descubierto."
-Escrito anónimo del siglo XVII.

El poeta Pierre-Jean de Béranger describe al ser como un demonio color rojo brillante, jorobado y tuerto. Otros más apuntan a que el espíritu asemeja a un duende de nariz larga y curva, boca deforme y patas de cabra.
De sus apariciones, sí queda claro que coinciden con eventos desastrosos en la historia francesa. Por ejemplo, se le avistó en la víspera del 13 de mayo de 1610; un día anterior a la muerte del Rey Luis XVI. La famosa reina Maria Antonieta fue visitada por el ser en los días previos al 10 de agosto de 1792, cuando el castillo fue atacado; y el emperador Napoleón también lo encontró durante el invierno previo a su fatídica invasión a Rusia. Reza la leyenda que el Hombre Rojo apareció ante los guardias reales de Napoleón, demandando violentamente verlo; a lo que el capitán de la guardia se negó rotundamente. 
El espectro ofendido lo empujó y corrió para encontrar al chambelán de Napoleón; a quien le ordenó lo siguiente: "Dígale al Emperador que el Pequeño Hombre Rojo que vio en Egipto quiere una audiencia con él."

Al oír la noticia, Napoleón lo recibió de inmediato y sostuvo una larga conversación con el ente en su alcoba privada. De lo que pudieron escuchar los guardias apostados afuera, se dice que Napoleón le imploraba al ser por algo; a lo que este se negaba con carcajadas burlonas mientras salía de la habitación y se esfumaba en los corredores del palacio.
La siguiente aparición del Hombre Rojo ocurrió en 1815, cuando la Duquesa de Angouléme atendía una fiesta en los apartamentos del Louvre. Durante la cena, un monstruoso ser de color rojo emergió de la chimenea de la sala; robó una pierna de cordero y después se esfumó reptando por donde vino como una enorme araña ante la mirada de los asistentes.
Finalmente, la aparición final fue en los últimos días de la Comuna, durante el año de 1871. Un periodista que reportaba lo ocurrido en la Comuna, publicó un relato aterrador de parte de un conserje del Louvre; quien se encontró al ser en el edificio:

"Al dar su ronda acostumbrada una noche, linterna en mano entre las galerías silenciosas, observó en la Galería d'Apollon a una figura humana de pie contra una ventana, con brazos cruzados y una cabeza gacha, en estado de profunda aflicción. Creyendo que había sorprendido a un ladrón, el conserje se acercó al intruso que desapareció de forma misteriosa. Intentó convencerse a sí mismo de que sus sentidos lo habían engañado, cuando al llegar a la Gran Galería vio de nuevo a la misma figura, en la misma pose melancólica. Al verse descubierta, la figura desapareció. El empleado entonces recordó la leyenda del Homme Rouge y no perdió tiempo... Regresó con algunos de sus camaradas, a quienes les había relatado lo visto; pero en esta ocasión la búsqueda del duende fue infructuosa. Y fue cortada por otro tipo de aparición: una llamarada en el cielo."
Reproducción de la época sobre el incendio de Tuileries.
La saga del Hombre Rojo termina el 23 de Mayo de 1871, cuando un grupo de hombres bajo las órdenes del antiguo comandante de la Comuna cubrieron el palacio de Tuileries con petróleo, brea y alcohol; y a las siete de la noche le prendieron fuego.
Las llamas del Tuileries ardieron brillantemente por 48 horas hasta que el edificio fue consumido hasta los cimientos. Y se dice así, que con la muerte del glorioso palacio también llegó el fin del Hombre Rojo que jamás volvió a ser visto; incluso en las épocas oscuras de Paris como la segunda guerra mundial o las revueltas estudiantiles de los años sesenta.

Fantasmas de la Ciudad de México, versión actualizada - parte 9.

Voces en el túnel - Estaciones Miguel Ángel de Quevedo y Copilco.
Acceso a Miguel Angel de Quevedo.
Corre la leyenda de que si uno sube en cualquiera de estas dos estaciones y tiene la mala suerte de ser el único pasajero en un vagón; durante el traslado entre estación y estación podría experimentar voces que le susurran en el oído y golpes como si 'algo' quisiera entrar en el vagón.
Como dato interesante, en el año 2014 la estación Copilco se hizo infame gracias al homicidio cometido en ella; cuando una riña estudiantil provocó la muerte de un joven universitario.

El poltergeist - Poussin, Mixcoac. 
Calles de Insurgentes-Mixcoac.
En el número 10 de la Calle Poussin, en Mixcoac, existe una casa donde se dice que una familia fue asesinada por ladrones en época de la revolución; sobreviviendo únicamente un niño que se ocultó mientras su familia era masacrada. Conforme la propiedad fue remodelada y convertida en bloques de departamentos, los nuevos inquilinos se encontraron con experiencias inexplicables que iban de autos que no encendían, zapatos y ropa que desaparecía o se movía de lugar, objetos que eran lanzados con violencia hasta el ataque de un ser invisible a los hijos de un matrimonio.

La niña de Gabriel Mancera - Eje 2 y Eugenia.
Avenida Gabriel Mancera.
Historia bastante conocida en la ciudad, se origina en algún punto del siglo pasado; ya que dependiendo de quien la cuente, transcurrió desde mediados del siglo pasado hasta finales de la década de los noventa. 
La protagonista de la historia fue una niña que, al verse obligada a atender a su madre enferma, salió a las dos de la mañana en busca de una farmacia pues su madre necesitaba una medicina urgentemente. Al llegar a la esquina de Gabriel Mancera y Eugenia, atravesó la calle cuando el semáforo estaba en rojo y antes de llegar a la otra banqueta; fue arrollada por un vehículo que venía a exceso de velocidad y se pasó el alto. La niña cayó moribunda sobre el pavimento, mientras veía como el auto que la había arrollado desaparecía a toda velocidad. 
Para cuando una ambulancia llegó a auxiliarla, la niña ya había fallecido por la gravedad de sus heridas. Se dice que cada noche, se puede ver a la niña a las dos de la mañana apareciendo de manera espontánea entre los autos que atraviesan el cruce a alta velocidad; provocando que choquen al intentar esquivarla. 

Monstruos de drenaje - Túnel Emisor Oriente.
Túnel Emisor Oriente.
Empleados del Gobierno de la Ciudad de México que laboran en el mantenimiento de los sistemas de drenaje profundo narran una gran cantidad de historias sobre encuentros con fantasmas de obreros que fallecieron en la construcción de los túneles en la década de 1960; descubrimientos de restros humanos en los canales y tuberías del drenaje profundo, misteriosas figuras que parecen caminar sobre el agua, sombras e incluso un colosal humanoide mutante que hizo correr a un velador en la lumbrera 0. 
El canal de YouTube, "El Miedo Mismo MX" , cuenta con una recopilación de historias acaecidas en el drenaje profundo. 

La Inquisición - Alameda Central.
Alameda Central, Centro Histórico.
La Alameda Central es un parque urbano localizado en el centro de la ciudad, reconocido por contener en ella al Palacio de Bellas Artes y el Hemiciclo a Juárez. En la época de la colonia, también era hogar del convento de San Diego; donde la Santa Inquisición ejecutaba a los culpables en la hoguera donde hoy se encuentra el Laboratorio de Arte Alameda. 
Trasnochadores, vagabundos y policías que recorren la Alameda en noches tranquilas; han dicho ver fuegos fantasmales en donde en su momento estuvo la hoguera, gritos de personas siendo quemadas vivas y apariciones fantasmales que visten ropas antiguas frente a lo que hoy es el Museo Diego Rivera; como si mirasen las ejecuciones que llevan siglos sin tomar lugar en el atrio del ex convento.

El espectro de María Gil - El convento de la Concepción.
Fachada del Ex convento.
El convento de la Concepción cuenta con la distinción de ser el más antiguo de México, pues fue fundado en 1540 por Fray Juan de Zumárraga; primer arzobispo de México. En su momento, fue conformado por un conjunto de edificios entre los que estaban el noviciado, un edificio principal y el templo. El ex-convento se encuentra frente a la plaza de la Constitución; y es famoso porque en él tiene lugar la leyenda de la monja María Gil.
María Gil fue una joven que vivió en la época de la colonia, y que se enamoró de un hombre únicamente conocido como Urrutia; quien no le caía muy bien a sus hermanos. Estos, decididos a que María no se casara con él, le pagaron para que se fuera de la ciudad y la abandonara.
Esto produjo una fuerte depresión a María, que se internó como monja al poco tiempo. Sin embargo, la vida religiosa de María fue efímera, pues la joven fue incapaz de soportar más su tristeza y terminó colgándose del árbol de duraznos que crecía en el interior del convento. La leyenda reza que después de un tiempo, el espectro marchito y putrefacto de María aparecía ante las religiosas, colgada del árbol y lamentándose.

El caballero - El Hotel Majestic.
Hotel Majestic, Centro Histórico.
El Hotel Majestic, que se alza en un edificio de construcción colonial en un punto bastante cercano al corazón del centro histórico; es hogar del espectro de un elegante hombre vestido de traje y con sombrero de copa, a la usanza de la época porfiriana y que no solo es visto en los grandes espejos del lobby; pues además ha sido visto incontables veces por los huéspedes y trabajadores del edificio. 

La Isla de las Muñecas - Xochimilco.
Isla de las Muñecas, Xochimilco. 
Un punto famoso internacionalmente, la 'Isla de las Muñecas' es una chinampa de la Laguna de Teshuilo y punto importante en el atractivo turístico de los canales. Asemeja una isla pequeña y ocupada por una vieja cabaña dilapidada; junto a un gran número de muñecas en varios grados de deterioro colgadas de los árboles. 
Las muñecas fueron colgadas por el antiguo dueño de la isla, Don Julián Santana. Santana creía que las muñecas ayudaban a ahuyentar el espíritu de una joven ahogada años atrás, y que lo atormentaba por las noches. Además del fantasma, Don Julián también estaba convencido de que también aparecía una sirena en las aguas y que quería llevárselo; según uno de sus sobrinos que lo visitaba constantemente. Misteriosamente, Don Julián fue hallado muerto en el año 2001, ahogado a la orilla del agua. 

El túnel de los Lamentos.
Torreón del castillo de Barrientos.
En el poblado de San Pedro Barrientos, en el municipio de Tlalnepantla de Baz; existe una edificación conocida como el Castillo de Barrientos. En los túneles que forman parte de la estructura y corren en el cerro bajo esta; se dice que pueden escucharse los lamentos de víctimas del crimen organizado y que incluso se han hallado huesos humanos sobresaliendo de las paredes. En la actualidad, las autoridades del colegio militar de Barrientos han clausurado el acceso a estos.

La Muñeca - Casa de Cultura Jesús Reyes Heroles. 
Casa de Cultura Jesús Reyes Heroles.
En la casa de cultura Jesús Reyes Heroles existe un fantasma que es conocido como "La Muñeca", una niña de largo cabello rubio. Quienes laboran en el sitio, dicen que la niña posiblemente murió de una terrible enfermedad y quedó condenada a vagar por entre los jardines y pasillos de lo que fue su casa en vida.

Los misterios del Desierto de los Leones - El Kilómetro 31 y el Ex-convento.
Ex convento del Desierto de los Leones.
El Desierto de los Leones es un parque nacional entre las alcaldías Cuajimalpa y Álvaro Obregón; al pie de la cadena montañosa de la Sierra de las Cruces. Originalmente se le llamó "Desierto de Nuestra Señora del Carmen de los Montes de Santa Fe"; y el término desierto se originó a raíz de la lejanía del lugar respecto a lo que entonces era la Ciudad de México.
Fue aquí que en el año de 1606, la orden de las Carmelitas Descalzas decidió fundar su convento debido a la lejanía y soledad de la zona. Se construyeron diez ermitas, y el convento duró hasta el año 1722 cuando fue demolido debido a fallas estructurales y construido de nuevo al sur de la propiedad original.
Al monasterio se le declaró monumento nacional durante la administración del Presidente Lázaro Cárdenas, y en la actualidad tanto el ex-convento como el área del desierto de los Leones permanece abierto al público. Por su larga historia, la zona cuenta con varias historias de fantasmas y fenómenos sobrenaturales ocurridos en él. Por ejemplo, se han escuchado los quejidos de víctimas del terremoto del año 1705, aparecen monjes en los túneles debajo del ex convento e incluso han aparecido en cámara. La década pasada, durante la transmisión del programa "No Manches", el conductor Omar Chaparro presentó un clip de video donde aparece un ser espectral mientras él y su equipo exploraban los sótanos en un sketch.
Más famoso aún es el kilómetro 31 de la autopista México-Toluca, donde se han visto presos asesinados, monjes del convento y un niño cuyos llantos fueron captados por la filmación de la película homónima. El director Rigoberto Castañeda, que filmó la película basada en fenómenos paranormales y leyendas urbanas del kilómetro 31; asegura que en el metraje quedó grabado el misterioso llanto de un niño que no estaba en el set. 

sábado, 29 de junio de 2019

Fantasmas de la Ciudad de México, versión actualizada - parte 8

La Casa Negra - Álvaro Obregón, Colonia Roma. 
La Casa Negra
Esta casa, en el número 191 de la Colonia Roma, es una incógnita perdida en el tiempo. Nadie sabe exactamente porqué quedó abandonada, pero la teoría popular es que en el siglo pasado fue el hogar de la familia Mondragón; una estirpe de abolengo que terminó cortada cuando un día en la mañana se descubrió que los cinco integrantes de la familia estaban muertos en sus camas. 
Debido a que no existían parientes vivos de la familia Mondragón, la casa pasó a ser propiedad del gobierno y a deteriorarse conforme los años de abandono dieron paso a décadas y a un nuevo siglo. Se dice que ni siquiera los vagabundos que pululan en la ciudad se atreven a dormir en ella; pues  los sucesos paranormales que se suscitan en el interior hacen huir al más valeroso o borracho por la gravidez que tienen. 
La gente que vive sobre de la calle Álvaro Obregón y los vendedores y asiduos de los puestos de comida cercanos, murmuran entre voces atemorizadas que pasadas las diez de la noche, la atmósfera inmediata a la casona se torna pesada, acompañada por un descenso drástico de la temperatura aún en los días más cálidos de mayo y sonidos que provienen del interior. 
Finalmente, se dice que quien logre pasar una noche completa dentro de la casa negra y lo pueda comprobar, se hará dueño legítimo de la propiedad. Hasta la fecha, nadie ha logrado tal hazaña.

El Hotel Estaciones - Colonia Guerrero.
Calles de la colonia Guerrero.
Se cree que en la habitación de ese hotel se aparece el espíritu de una prostituta que se lamenta por las noches, y cuyo llanto ha sido escuchado tanto por clientes como personal de limpieza y administrativo del hotel. 
La leyenda sugiere que la mujer fue asesinada por un cliente, y la policía la encontró sobre la cama; atada y con múltiples cortes en el cuerpo. Algunas prostitutas de la colonia Guerrero dicen que el fantasma se aparece y ataca a los clientes que puedan tener malas intenciones con ellas. 

Las hermanas - Guadalajara, colonia Roma Norte.
Calle Guadalajara. 
Sobre la calle Guadalajara, en una de las múltiples casas que datan de mediados del siglo XX; se aparecen los espíritus de un par de hermanas. Supuestamente, dos hermanas se enamoraron del mismo nombre, lo que ocasionó varias peleas a lo largo de los años y que únicamente culminaron cuando una mató a la otra. Hasta la fecha, varios inquilinos de la casa dicen que las hermanas pueden ser vistas durante las madrugadas, discutiendo y caminando por la casa con pasos furibundos. 

El violinista del palco 33 - Palacio de Bellas Artes.
Interior del palacio de Bellas Artes.
Un referente de la cultura y la Ciudad de México en sí, el Palacio de Bellas Artes fue diseñado por el arquitecto italiano Adamo Boari y su construcción iniciada en 1904. Las labores se suspendieron de golpe durante la revolución mexicana y fueron reanudadas en 1932 bajo las órdenes del arquitecto Federico Mariscal.
Completado en 1934, el edificio es famoso por contener murales hechos por los más grandes pintores mexicanos del siglo XX, por ser sede de obras de teatro y espectáculos de alta cultura; servir como escenario para figuras de la talla de Luciano Pavarotti y María Callas; e incluso para los funerales de estado de María Félix y Juan Gabriel.
En términos paranormales, el palacio cuenta con lo que parece ser un músico fantasma. De acuerdo con empleados y veladores, las noches en que el palacio está en calma se puede escuchar la solitaria música de un violín siendo tocado en el palco número 33. Este evento ha sido confirmado por músicos, bailarines, empleados y directores de obra; siendo estos últimos sujetos a un extraño ritual por parte del espíritu.
Pues se dice que si un director y la obra presentada en Bellas Artes son del agrado del espíritu, este solo tocará una vez para el director. De manera contraria, tocará todas las noches hasta que la obra salga de cartelera.

El fantasma de Nicolás Jáuregui - Centro Cultural Helénico.
Claustro del centro cultural Helénico.
El complejo del C.C. Helénico se alza sobre la avenida Revolución, en lo que fue el hogar del coleccionista y millonario Nicolás González Jáuregui y está integrado por el Teatro Helénico, el foro La Gruta y una capilla medieval  traída piedra por piedra y ensamblada por órdenes del mismo Jáuregui a mediados del siglo XX.
En él, se ha visto el fantasma del propio González Jáuregui recorriendo los edificios y la capilla en particular, como si le gustara seguir disfrutando de su hogar aún después de muerto; y también se dice que el espíritu del director de un musical que se suicidó de un disparo ronda el interior de La Gruta. 

El pacto con el diablo - La casa de Don Joaquin Dongo.
Placa que conmemora la muerte de Don Joaquin Dongo en su casa.
Hace más de dos siglos, en el año de 1789, la Ciudad de México colonial despertó conmocionada con la terrible noticia de la masacre de una familia entera en lo que hoy es el número 13 de la calle de Donceles; en el centro histórico. La casa, que pertenecía a un español de nombre Don Joaquín Dongo; se convirtió en una carnicería cuando autoridades coloniales entraron y descubrieron los restos de once personas, todos ellos familiares de Dongo; muertos salvajemente a machetazos.
Nunca se atrapó al culpable, aunque era un secreto a voces que en realidad la masacre fue perpetrada por el mismo Satanás; ya que se rumoraba que Dongo era un hombre codicioso y que vendió su alma a cambio de dinero y poder, pero al ser incapaz de pagarle la deuda al maligno; este se presentó en la casa y exterminó a todos sus habitantes. Conforme pasaron los años, la leyenda adquirió aires mucho más sobrenaturales; ya que se dice que cada 24 de octubre, fecha en que se cumplen aniversarios de los crímenes; Don Joaquín Dongo aparece por las noches y vaga entre las calles de República de Brasil y Argentina, vigilante y nervioso hasta el amanecer. 

El jinete del Instituto Mora - Colonia del Valle.
Colonia del Valle. 
En la calle de Búfalo, en una casona que hoy ocupa el Instituto de Investigaciones Dr. José Luis Mora; se aparece a un hombre con capa montado a caballo en el patio. Supuestamente es el espíritu de Valentín Gómez Farías; que ocupó la casa en vida y que antes de morir, pidió que se le enterrara en su casa y no se hiciera funeral. 

El cementerio y los túneles - Metro Iztapalapa. 
Exterior del metro Iztapalapa.
La estación Iztapalapa de la línea 8 cuenta con la particularidad de haber sido construida al lado del panteón civil de Iztapalapa, y existe una creencia popular de que durante su construcción se tuvo qué remover cuerpos enterrados ahí desde hace mucho. Si bien esta historia no está cimentada en datos fidedignos o testimonios de los trabajadores; hay varias historias en la red que hablan de fenómenos sobrenaturales dentro y en las inmediaciones de la estación.
Se habla de un anciano que sube a los vagones centrales después de las diez de la noche, cuando el metro tiene poca actividad. y que desaparece poco antes de llegar a la estación Cerro de la Estrella; de rostros espectrales y siluetas que son vistas fugazmente en los túneles, sombras que aparecen dentro de la estación e incluso pasajeros fantasma.

jueves, 27 de junio de 2019

Fantasmas de la Ciudad de México, versión actualizada - Parte 7

La bolsa de huesos - Estación San Lázaro.
Estación San Lázaro, Línea 1.
La estación de metro San Lázaro, con correspondencias en las líneas 1 y B; es un punto central en la Ciudad de México debido no solo a la afluencia de pasajeros por parte de dos de las líneas más populosas; si no por su cercanía a la estación de autobuses de la TAPO y el palacio legislativo de San Lázaro.
En la estación se habla entre susurros sobre la aparición de una mujer de edad media, de aspecto cansado y fácilmente reconocible por que carga una bolsa muy voluminosa y viste con un conjunto de falda y saco de un inconfundible color salmón. De acuerdo a vigilantes y personal de la estación, la mujer aparece en San Lázaro y desaparece en la estación Balbuena de la línea 1; y cuando la ven, tiende a pedirle ayuda a la gente con su bolso. Al ayudarla, el fantasma desaparece no sin antes permitirle ver a quien la ayuda que lo que carga en la bolsa no es otra cosa que sus restos putrefactos. 

Las Cámaras de Tortura - El edificio de la Procuraduría.
Hoy ocupado por el Tribunal Superior de Justicia, la esquina de Niños Héroes y Doctor Liceaga fue en su momento la sede de la Procuraduría de Justicia del Distrito Federal; mismo edificio que colapsó durante el terremoto de 1985.
Durante las labores de rescate, ejecutadas bajo una fuerte supervisión a empleados de la procuraduría; se encontraron lo que solo puede ser descrito como cámaras de tortura; así como víctimas que murieron anterior al terremoto pero fueron declaradas entre las víctimas del desastre. Por lo negro de los descubrimientos, se manejaron con el máximo secreto por parte de las autoridades y a los rescatadores se les amenazó para evitar que divulgaran lo que habían hallado en los sótanos.
Hasta el día de hoy, existe la leyenda urbana de que en los pasillos del edificio ocurren toda clase de fenómenos sobrenaturales; entre voces incorpóreas, ruidos inexplicables y apariciones nebulosas. 

El niño y la cámara - Metro Consulado.
Túneles de la línea 5, Metro Consulado.
En YouTube rondan videos sobre fenómenos sobrenaturales en el Metro Consulado, en el transbordo entre las líneas 4 y 5. En uno, se aprecia una discusión entre dos elementos de seguridad que conversan entre sí sobre la tecnología de un teléfono para percibir rostros; y que de hecho en la toma la cámara detecta un rostro en el rellano de la escalera para subir a los andenes de la línea 4. 
En otro, se manifiestan luces inexplicables y en uno más se captan los gritos de un niño que al parecer busca a su padre. 

La Casona del Oro - Calle Cozumel, Colonia Roma.
Exterior de la ruina. 
Una derruida casa abandonada de la que al día de hoy, solo quedan la fachada y algunos restos sostenidos por vigas. La leyenda reza que a principios del siglo pasado; una familia de empresarios michoacanos que vivía en la casa fue sorprendida una noche por una pandilla de ladrones que, al saber de la bonanza económica del patriarca; decidieron robar el oro de este. 
Al amagarlos y buscar por todos los rincones de la casa de manera infructuosa, los ladrones amenazaron al padre con matar a toda la familia si no les decía donde escondía el oro.
El padre de cualquier forma, se negó y les confesó que el oro se encontraba enterrado en el jardín; pero no sin maldecirlos antes, diciendo que aún si desenterraban el oro, no podrían escapar de la casa con el botín.
Conforme transcurrieron los días y no se tenía noticias de la familia, los empleados de la casa y sus allegados entraron a la casa; pensando que había ocurrido algo malo. Lo que encontraron fue una escena dantesca: los ladrones habían sido enterrados hasta la cabeza, como si algo los hubiera jalado desde el interior de la tierra, y dos de ellos ya yacían muertos. Al excavar para sacar sus cuerpos, los rescatadores encontraron que los cuerpos de los ladrones eran aferrados por las manos huesudas de los cuerpos de la familia.
Hasta el día de hoy, y luego del colapso del techo de la propiedad tras los terremotos del siglo XX; se sabe que varias personas han intentado acceder para robarse el oro, solo para ser encontrados sin vida con los rostros contorsionados en expresiones de terror. 

El Señor Teatro - Teatro Manolo Fábregas. 
Centro Teatral Manolo Fábregas.
Inaugurado el 18 de febrero de 1965, el teatro Manolo Fábregas (en honor del actor reconocido del mismo nombre) se localiza en la calle Serapio Rendón, en la colonia San Rafael y cerca de otro edificio embrujado, el cine Ópera. 
Se cuenta que en su interior se aparece el espíritu de Manolo Fábregas, muerto por un paro cardiaco en el año de 1996. El también actor Héctor Suárez narra que durante la producción de una obra, acudió al baño y se encontró cara a cara con el espectro del señor Fábregas. 

El espíritu de Angélica Ortiz - Teatro Aldama. 
Interior del teatro Aldama.
Ubicado también en la colonia San Rafael y sobre la calle Rosas Moreno, este edificio que data del año 1984 es supuestamente hogar del espíritu de la actriz Angélica Ortiz; quien se aparece en las butacas durante las noches en que el teatro está vacío. Otro espíritu que se aparece en él es el de un hombre de gran edad que se aparece en los camerinos, acompañado por el ruido de una campana. 
Este fantasma que en ciertas ocasiones ha tocado a los trabajadores y actores, podría ser el de un administrador que trabajó en el teatro hasta su muerte. 

El charro y otras almas en pena - Palacio de Lecumberri.
Exterior del palacio de Lecumberri.
El Palacio de Lecumbérri; también conocido como 'El Palacio Negro' es un colosal edificio que fue inaugurado durante el gobierno de Porfirio Díaz para servir a manera de cárcel; rol que desempeñó hasta el año de 1976 y llegó a albergar hasta 3,800 internos entre los que se encuentran el muralista mexicano David Alfaro Siqueiros, el asesino de León Trotsky, Rafael Mercader; José Revueltas, el asesino serial conocido como 'El Chalequero', el compositor y cantante Juan Gabriel y el escritor William Burroughs.
Se le retrató también en películas como 'El Apando'; y tenía la temida reputación de que en su interior se daban torturas, violaciones, asesinatos y abortos debido a que llegó a funcionar como cárcel mixta. Hoy permanece convertida en el Archivo General de la Nación; pero por su negra historia, decenas de personas narran sus encuentros con entidades sobrenaturales, fenómenos inexplicables y la vibra extraña que inunda el edificio. 
Sombras y fantasmas con ropas de preso, espíritus violentos, gritos y llantos de bebé son algunos de los eventos paranormales descritos más comúnmente en Lecumbérri; mientras que de sus fantasmas, se conoce a un anciano que aparece llevando legajos de archivos bajo el brazo y desaparece cuando alguien lo ve; un médico fantasma que interrumpe a los guardias en el turno de la noche, buscando a empleados que hace décadas no trabajan ahí; un preso ahorcado que se aparece en el interior de una celda colgado de una cuerda hecha con cobijas; y de forma más escalofriante, un charro negro de brillantes ojos rojos que aparece cabalgando en un corcel negro en el auditorio. 
Torreón en el interior de Lecumbérri.
Pero quizás el más conocido es el de Don Jacinto, el fantasma de un preso de edad avanzada que se aparece ante guardias de seguridad: Jacinto, un hombre que fue apresado en la década de 1940 tras ser inculpado de un robo y asesinato por su esposa y el amante de esta. Al ser condenado por un juez, la esposa (llamada Amalia) le prometió que iría a visitarlo los viernes. Y Jacinto esperó.
La espera, sin embargo, solo duró dos meses. Tras ocho semanas de decepciones en que Amalia jamás pisó la cárcel para visitarlo; el hombre se colgó del barandal del segundo piso y murió dentro de Lecumbérri. Un guardia de Lecumbérri dijo haber hablado con él, y tras investigar su historia le dijo al fantasma que Amalia había muerto hace mucho; a lo que Jacinto soltó un grito desgarrador y desapareció en una nube de humo. 

La mujer fantasma del bar - Hotel Camino Real.
Hotel camino Real del Pedregal.
No está claro en cual de los diferentes hoteles Camino Real de la Ciudad de México ocurrió la historia; pero es una leyenda que fue publicada por primera vez en el especial del 2004 de fantasmas de la revista Conozca Más. 
Dos periodistas que esperaban el inicio de una conferencia de prensa del Hotel Camino Real, decidieron matar el tiempo en el bar del lobby; el cual al ser una hora temprana en la mañana, se encontraba desocupado. Conforme platicaban, uno de ellos notó que la temperatura de la habitación descendió drásticamente; y el otro le hizo notar que a sus espaldas había algo. Fue entonces que los dos reporteros vieron la aparición de una mujer vestida de blanco, que iba acompañada de una brisa de aire gélido y desapareció ante sus ojos. 

El mirón - La Biblioteca de México. 
Biblioteca de México.
La Biblioteca de México, "José Vasconcelos"; se encuentra en la colonia Centro, sobre la avenida Balderas y fue inaugurada por el presidente Manuel Ávila Camacho en noviembre de 1946; quedando bajo la dirección de José Vasconcelos, que ocupó el cargo hasta su muerte en el año de 1959. 
El edificio donde se encuentra fue construido en el siglo XVIII, y entre otras cosas sirvió como prisión para José María Morelos y Pavón, un depósito de artillería y otros fines más durante siglos. Los trabajadores y las personas que visitan la biblioteca hablan de un ser desconocido que puede ser visto asomado por las ventanas, como si observara a quienes caminan por la calle; y también se pasea por los pasillos, fácilmente encontrado por el eco que producen sus zapatos al caminar. 
Como dato curioso, en YouTube había un video donde se aseguraba que el fantasma aparecía en la biblioteca y había sido captado con una cámara. 

La Sombra - Teatro Insurgentes.
Exterior Teatro de los Insurgentes.
Este teatro que data del año 1952, cuenta con murales pintados por Diego Rivera que representan la historia del teatro en México; y fue remodelado durante el año de 1994 con tecnología de punta. 
En las inmediaciones del teatro, varios actores han logrado divisar a una sombra que se aparece en la cabina durante los ensayos. 

Los tacones - Metro Deportivo 18 de Marzo.
Andenes de la estación 18 de Marzo.
El metro Deportivo 18 de Marzo, con correspondencias de la línea 1 y 3; cuenta con muchos relatos sobre el sonido de pasos desencarnados que parecen ser los de una mujer que lleva tacones y sigue a quienes caminan en el pasillo de transbordo en horas de poca actividad. Quienes los han escuchado sugieren que esto tiende a ocurrir entre las nueve y medianoche; cuando disminuye el tránsito en la estación, y que los pasos parecen los de alguien apresurado, haciéndose más y más fuertes conforme se acercan a quien los escucha hasta detenerse cuando la persona en cuestión voltea para ver de quién se trata o cuando ya están bastante cerca. 
El canal de YouTube, "Tío Tacu"; en su serie de historias del metro, presenta el relato de una joven que también se encontró a un niño fantasma dentro de la estación. 

El tren fantasma - Metro Potrero.
Metro Potrero.
La estación Potrero, también de la línea 3; cuenta con reportes de fantasmas a altas horas de la noche. Personal de seguridad, peatones y conductores que transitan por la avenida Insurgentes a altas horas de la noche dicen que en ciertas noches puede escucharse el silbato de una vieja locomotora en la madrugada; especialmente en las inmediaciones de la estación. 

La familia Mazahua - Casa del Diseñador, Centro Histórico.
Interior de la ruina original.
Detrás de la Iglesia de la Veracruz, cerca de la Alameda Central; se ubica la hoy conocida casa del Diseñador; que se construyó luego de la demolición de la Casa del Requena; una casona porfiriana en el año 2005. Durante las noches, en su interior se escuchan lamentos en otro idioma producidos por una familia de mazahuas que vivió en la Casa del Requena hace ya muchas décadas. 

La función fantasma - Teatro Julio Jímenez Rueda.
Teatro Julio Jimenez Rueda.
El teatro Julio Jímenez Rueda fue inaugurado el 22 de noviembre de 1965, y en la actualidad se encuentra en proceso de ser demolido luego de presentar daños a raíz de un sismo en el año 2012. En él, los guardias de seguridad aseguran que por las noches se pueden escuchar los sonidos de una gran multitud en las butacas; que parecen estar saliendo de una función teatral.