miércoles, 7 de abril de 2021

El Tizzie-Whizzie y el puma de Bowness.

El Tizzie-Whizie. 

La Bestia de Bowness o Tizzie-Whizie, es un críptido visto en varias ocasiones en el Lake District de Windermere, en la región inglesa de Cumbia. Es un extraño animal con la forma de un conejo, las espinas de un erizo y las alas de una libélula; que vuela a gran velocidad entre los árboles y ama el agua del lago en Windermere. 


El barquero de Bowness.

Reza la leyenda que en el año 1900, un barquero en Bowness, una población del Lake District, pasaba una gran parte de su día en el hotel Stag's Head; relatando a los turistas interesados una historia sobre su encuentro con un extraño animal al que llamaba Tizzie-Whizzie.

En 1906, el barquero capturó una de estas bestias y la llevó a un estudio fotográfico. Tras calmar al animal con leche tibia y galletas de gengibre, tomó una fotografía del Thizzie Wizzie, justo antes de que el animal saltara de la mesa y saliera volando por una ventana abierta.

Una vez obtenida la fotografía, el barquero hizo mucho dinero a partir de los turistas que buscaban copias de la imagen y que pagaban generosamente por el derecho de ir a una de sus cacerías de Thizzie Wizzies. El barquero conducía a los turistas por el lago, contando historias de que el Thizzie Wizzie podía ser escuchado si se pegaba el oído a la superficie del agua, y muchas veces decía que el animal anidaba en la isla Belle; pero que no volaba sobre del lago, si no que se movía bajo las aguas y por eso era imposible verlo. 


La bestia de Bowness.

El puma de Bowness.

Otro ejemplo de una bestia extraña en la región, fue un felino de gran tamaño fotografiado a inicios del año 2020 en Cumbria. La fotografía tomada por una mujer de Bowness, muestra lo que parece ser (y es descrito) como un puma salvaje, el primero en su tipo reportado en Gran Bretaña. El diario británico The Sun publicó la nota acompañado de declaraciones de una experta en fauna local, que aseguraba que el puma era la mejor evidencia fotográfica obtenida de un ABC (Alien Big Cat). 

La fotografía fue tomada en un camino rural a las afueras de Bowness-on-Windermere, en el parque nacional de Lake District; donde el animal ha sido visto en varias ocasiones devorando palomas y otras aves. La locación exacta de donde se tomó la foto no ha sido revelada, posiblemente con el fin de evitar la visita de cazadores o aficionados de la teoría de los Alien Big Cats. 

Aunque debido a lo borroso de la fotografía, existe una división entre la comunidad criptozoológica sobre su veracidad; con algunos usuarios de redes sociales firmes en la teoría de que podría ser un perro con el rostro alterado digitalmente para asemejar a un gato. Otros más sostienen que los ABCs existen, y que es posible verlos en regiones como las tierras altas de Escocia, el Bosque de Dean o Devon. 

Cabe mencionar que desde el año 2003, han habido más de 40 reportes sobre grandes felinos merodeando en Lake District, de acuerdo con cifras de la policía de Cumbria. 



martes, 6 de abril de 2021

Los sabuesos infernales de Devon.

Devon es un condado inglés famoso por su larga historia de encuentros con perros negros fantasmales y hellhounds, una tradición que inicia en 1677 con la muerte del escudero Richard Cabell, ya que se dice que no solo su espectro aparece montando en un caballo negro, acompañado por dos sabuesos de color negro; pues además estos mismos canes de ojos rojos se manifiestan en la cámara mortuoria donde yacen sus restos.

Esta historia inspiró a Sir Arthur Conan Doyle para escribir el legendario cuento del Sabueso de Baskerville. 


A esta tradición le sigue el Sabueso Yeth, un perro sin cabeza que no es otra cosa que el espíritu de un niño que falleció sin bautizar, y que se aparece entre los bosques emitiendo llantos lastimeros; y los sabuesos Wisht ('wisht' es un dialecto que significa fantasmal), un fenómeno que aterroriza el estrecho conocido como el bosque de Wistman, cerca de la población sureña de Dartmoor. 

Se cree que los sabuesos Wisht cazan en las ciénagas de Dartmoor, tomando una particular preferencia por el camino de Abbot's Way y el valle de Dewerstone. A la leyenda se le añaden varios detalles que cambian dependiendo de quién la cuente: En una versión, los sabuesos pertenecen a la famosa Cacería Salvaje, en otra acompañan al diablo y se dice que cada canino que escuche sus aullidos muere; y finalmente se habla del espectro de Sir Francis Drake, quien recorre el camino entre Tavistock y Plymouth en un carruaje tirado por veloces caballos negros sin cabeza y acompañado de demonios y una manada de perros decapitados. 


La historia de los encuentros con entidades demoniacas en Devon quizás podrían trazarse a la bahía de Torquay, donde existe una colosal meseta a 75 metros sobre el mar y que es llamada la planicie de Daddyhole. 

Si bien el nombre podría resultar hasta curioso, pues se traduce como "el hoyo de papá", Daddyhole deriva su nombre de la costumbre antigua de llamar 'Daddy' al diablo. La leyenda dice que el diablo vivía en una caverna al pie del risco, y que en ese dominio ocurrían toda clase de fenómenos paranormales. 

Imagen de la planicie de Daddyhole.

Matilda y el Cazador Infernal. 

Uno de estos fenómenos fue el del Cazador Infernal de Daddyhole, el cual involucraba a una joven llamada Matilda que desgraciadamente estaba enamorada de un hombre que a su vez ya tenía pareja. Cuando Matilda se le declaró al hombre y este la rechazó, la joven huyó llena de vergüenza y dolor hacia los riscos de Daddyhole; donde se le aparecieron dos feroces sabuesos negros con ojos como ascuas. Tras desmayarse por la impresión, Matilda despertó acompañada de un hombre extraño pero de apariencia galante; a quien le preguntó si había visto al Cazador Infernal. 

El hombre respondió que no, que él estaba ahí para lamentarse por sus problemas. Matilda procedió a contarle lo que había ocurrido y el porqué de su dolor, y el hombre la reconfortó diciéndole que ya la habían hecho sufrir mucho y la venganza sería dulce. 

La joven, completamente ignorante de lo que pasaba y de quién podría ser el hombre; gritó que buscaba venganza y que vendería su alma a cambio de ella. 


Cada noche, Matilda regresó a la planicie de Daddyhole; y cada noche encontró al extraño caballero. Con el tiempo, Matilda se enamoró de él pero nunca dejó de tener resentimiento hacia su amor no correspondido. 

El hombre la animó a vengarse, y así lo hizo. Matilda encontró al hombre que la rechazó y a la amada de este; y los apuñaló mientras el sol se ocultaba sobre Daddyhole y ella gritaba "¡Mío! ¡Mío para siempre!". En ese momento, el extraño apareció montado en su caballo para llevarse a Matilda y saltar sobre el risco, desapareciendo para siempre. Se dice que incluso hoy, es posible escuchar los llantos de Matilda junto al ruido de las olas rompiendo contra los riscos en la madrugada. 


Los Hellhounds de Daddyhole.

En Daddyhole aparecen un par de enormes perros negros con ojos ardientes, de pelaje negro como el carbón, extremadamente fuertes, suficientemente veloces para dar alcance a un caballo; y con un olor como el del azufre ardiente. Los hellhounds aparecen corriendo solos o acompañados de un jinete, posiblemente el demonio mismo, y las variantes de las historias rezan que cazan almas de aquellos desafortunados que están en Daddyhole durante la noche, protegen un tesoro o actúan como emisarios de la muerte; ya que escuchar sus aullidos o el solo verlos ocasiona un fin prematuro. 

Aunque, existe otra variante que presenta a los hellhounds como aliados del hombre, ya que en las tradiciones de Devon, se dice que cada que se crea un cementerio, la primer persona enterrada ahí debe actuar como guardián del camposanto contra el diablo. Para evitar que un alma humana quede condenada en esta laor, muchas veces se enterraba a un perro negro en terrenos del cementerio o la iglesia más cercana a este. A este guardían se le conocía como el Grim de la Iglesia.


El Monstruo Negro de Haldon.

La historia más reciente relacionada a los Hellhounds y extrañas criaturas infernales es la que ocurrió en el verano del 2001, cuando un bombero retirado de Exwick se encontró a uno de estos seres mientras paseaba a su perro. 

El bombero paseaba a su cocker spaniel en las colinas Haldon, las cuales otorgan una vista completa de la ciudad de Exeter y son un referente turístico en la localidad. Conforme el hombre y su perro caminaban por las colinas, vieron a un animal extraño a la distancia; mismo que inicialmente creyó podría ser un perro labrador de color negro. Sin embargo, al acercársele, notó que el ser se transformaba de un sabueso a una gigantesca pantera negra de ojos rojos; misma que se levantó en sus patas traseras y su rostro se transformó en uno indudablemente humano, pero cargado de maldad y con una sonrisa escalofriante.

Sobra decir que el bombero y su mascota huyeron despavoridos.

 

lunes, 5 de abril de 2021

El hombre pájaro de Monterrey.

 "¿Qué es lo que sale volando en la foto?"

Esa era la pregunta de un usuario de Facebook al subir una fotografía tomada en la Cueva de los Murciélagos en Santiago, Nuevo León, hace unos años. En la imagen puede verse al fondo la entrada de la cueva previamente mencionada, y junto a ella lo que parece ser un extraño insecto o un animal volador de grandes dimensiones. 

Naturalmente, esto llevó a los usuarios de Nuevo León a recordar la extraña leyenda del Hombre Pájaro de Monterrey; una criatura mítica arraigada en el imaginario popular regio desde fines del siglo XIX y que supuestamente ha sido vista en varias ocasiones a lo largo de las décadas. 


La experiencia de Pantaleón Magaña.

Aunque los primeros rumores sobre la existencia de este ser se originan en 1877 en el municipio de Marín, cuando aterrorizados pueblerinos dijeron haber visto a un 'monstruo' volando sobre la iglesia del pueblo y este fenómeno volvió a repetirse en 1880; fue el encuentro de Pantaleón Magaña en 1908, el que se podría decir 'originó' la historia del hombre pájaro.

Pantaleón Magaña caminaba junto a su perro en un camino cerca de la Huasteca cuando el animal empezó a ladrar e indicarle la presencia de 'algo'. 

Magaña siguió al perro y se topó no solo con una monstruosa huella similar a la de un hombre, pero con garras al final de cada dedo; si no con la espantosa aparición de un ser oscuro y con enormes alas que parecía combinar rasgos tanto de ave como de ser humano; mismo que salió disparado hacia los cielos tras ser visto. El hombre acudió con sus vecinos para comentarles de lo ocurrido, a lo que obtuvo varios testimonios de cazadores que ya habían tenido encuentros con la bestia en las inmediaciones del cerro de la Silla. 


La leyenda.

Con el pasar de los años, este monstruo alado continuó siendo visto no solo en Monterrey, si no en la frontera y sitios como Tamaulipas. En el caso de Tamaulipas, fue en la colonia Hercilia de Ciudad Miguel Alemán donde una ama de casa fue aterrorizada por un gigantesco animal volador que atravesó el cielo nocturno en direción a un arroyo; y también se dice que la patrulla fronteriza estadounidense abatió a un ave de grandes proporciones durante una misión de vigilancia en el río Bravo. 

También se le vio constantemente en las faldas del cerro de la Silla, en el cerro de la Mitra y otras áreas como la Cueva de los Murciélagos; donde incluso se sugiere que podría estar su guarida. 

En los años 80, la leyenda cobró más notoriedad al ser visto por alpinistas, campistas y viajeros en el cerro de la Silla; e inclusive se dieron varios reportes de que el famoso hombre pájaro era visto a altas horas de la noche volando en calles de la Sultana del Norte, que anidaba en campanarios y corría por los tejados de las casas; por lo que ocasionalmente se le achacaba la desaparición de alguna mascota o ganado en las rancherías.

Durante los 90, se le asoció con el mito del Chupacabras, y hay teorías que lo señalan como una criatura parecida al famoso Hombre Polilla de Point Pleasant, las aves del trueno y los teratornos, e incluso se sugiere que podría ser un pterosaurio sobreviviente. 


El caso de Coahuila.

En julio del 2018, el portal web El Horizonte, publicó una nota en la cual se describía la aparición de este ser en el municipio de Castaños, en el vecino estado de Coahuila. Josué Pérez y Roberto Ortiz declararon haber 'visto' a un ave gigante volando entre los árboles de la carretera 57; a su vez que los pobladores del centro de la ciudad concordaban que fue posible ver al hombre pájaro sobrevolando las calles Ildefonso Fuentes y Zaragoza.

En el caso de Castaños, quienes pudieron avistar a este escalofriante críptido, aseguraron que se trataba de un humanoide de aproximadamente 1.60 de altura y con alas cuya envergadura extendida rozaba más de tres metros. 


La fotografía de Adry Gaytán. 

La fotografía de Adry Gaytán.

En abril del 2018, la leyenda recobró fuerzas cuando una joven llamada Adry Gaytán publicó en su perfil de Facebook una fotografía tomada en el municipio de Santiago, cerca de la cueva de los murciélagos. En la imagen, su padre posaba frente a la entrada de la cueva. Al fondo de la imagen, justo junto a la boca de la cueva, es posible ver a un extraño humanoide o animal que flota en el aire. 

Además de burlas, hubo quienes teorizaron qué podría ser. Se manejó que pudiese ser la imagen de una avispa, una cicada o una cucaracha voladora; otros más que podría ser una especie de ave desconocida y finalmente el famoso hombre pájaro de Monterrey. No se llegó a una explicación adecuada, pues inclusive se cree que podría haber sido un fotomontaje, situación que fue negada por Gaytán.