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jueves, 5 de septiembre de 2019

Dobhar-chú - El Cocodrilo Irlandés.

No es desconocido para muchos, que las islas británicas cuentan con una gran cantidad de leyendas sobre las criaturas acuáticas que supuestamente habitan en sus lagos, ríos y costas. Del famoso monstruo del Lago Ness al Morag, el terrible Nuckelavee o el extraño ser de la isla Canvey; hay cientos de reportes sobre encuentros con críptidos anfibios que datan desde las épocas previas a la ocupación romana y que en muchas ocasiones han pasado a formar parte de la mitología de Bretaña, Irlanda, Gales y Escocia. 
Esta es la historia de un críptido legendario poco conocido, el Dobhar-chú, también llamado Sabueso de Agua, Amo Nutria o Cocodrilo Irlandés. 

Hace unos años, el sitio web Blather.net contactó al reconocido criptozoólogo Karl Shuker con información relevante a un extraño descubrimiento: Una lápida que databa del año 1722 y que parecía describir la muerte de una mujer en la localidad de Leitrim por obra de uno de estos seres. 
La lápida cuenta con un dibujo que representa una nutria empalada por una lanza sostenida por una mano invisible; junto al nombre de Grace McGlone y el siguiente texto:

"CUERPO DE GRACE MCGLONE, ESPOSA DE TER MAC LOGHLIN QUE MURIÓ EL SÉPTIMO MES EN EL DÍA VEINTICUATRO DEL ANNO DOMINI MDCCXII". 
Lápida de Grace McGlone
Este dato parece corroborar una vieja leyenda contada en los alrededores del lago Glenade, así como la existencia de una segunda lápida en el extremo sur del lago; la cual también pertenecía a otra mujer asesinada por un Dobhar-chú. 
La leyenda reza lo siguiente:

"Una mujer llamada Grainne, esposa de un hombre del clan McLoghlin, que vivía con su esposo en la ciudad de Creevelea en la esquina nor-oeste del Lago Glenade, llevó sus ropas a la orilla del lago para lavarlas. Al no regresar, su esposo acudió a buscarla y halló su cuerpo ensangrentado junto al lago, con el Dobhar-chú dormido en su regazo.
Retornó a su casa por su daga, escabulléndose hacia el Dobhar-chú y condujo el cuchillo hacia su pecho. Antes de morir, silbó en busca de sus amigos; y la gente vieja del lugar, que sabía de los procederes de los animales, advirtió a McLoghlin que huyera por su vida. Cabalgó, con otro hombre acompañándolo. Un segundo Dobhar-chú salió nadando del lago y corrió tras ellos.
Dándose cuenta de que no podrían perderlo, se detuvieron cerca de unas viejas murallas y condujeron sus caballos a través de un viejo arco de piedra. El Dobhar-chu se abalanzó sobre ellos, pero ya lo esperaba un hombre, quien lo apuñaló para matarlo."

El Cocodrilo Irlandés.
Aunque poco conocido en comparación al Monstruo del Lago Ness o el Kelpie, la verdad es que los pueblos originarios de las Islas Británicas han narrado historias sobre el Dobhar-chú desde tiempos inmemoriales; y su nombre, incluso proviene del término dobharchu, una palabra en viejo irlandés para describir a las nutrias. 
Dobhar es un cognado antiguo en los lenguajes celtas, mientras que el 'chu' se convierte en Cú; y el ser obtiene nombres tales como Dobarcu, Doyarchu o Dhuragoo dependiendo de la región donde se narre su historia. En ciertas regiones de Inglaterra, su nombre se traduce exactamente como Sabueso de Agua o Sabueso de las Profundidades; y se le describe como un híbrido monstruoso de nutria y perro, con un tamaño aproximado de dos metros. 
El término moderno, 'Cocodrilo Irlandés', proviene del libro de 1684 "Una Descripción Corográfica del Oeste de H-Lar Connaught" a la hora de hablar del lago Mask. El autor, Roderick O'Flaherty describe a "una rareza denominada como cocodrilo irlandés" y recopila el relato de un hombre que en 1674 encontró al ser.

"...Espió a la distancia la cabeza de una bestia nadadora, la cual pensó era una nutria y no le tomó mayor importancia. Pero entonces la bestia alzó su cabeza, para discernir la ubicación del hombre y se hundió bajo el agua, emergiendo de nuevo con gran fuerza y apresando al hombre por el codo; arrastrándolo hacia el agua."

El modo de ataque, similar al de los grandes cocodrilos africanos y americanos; llevó a O'Flaherty a denominarlo 'Cocodrilo Irlandés'; pese a la descripción de la bestia como un animal con el color de un sabueso, pero de piel negra y babosa. 
En la narración posterior, O'Flaherty hace notar que los hombres que viven en las orillas del lago tienden a encontrar cuerpos de animales a medio comer en una cueva que se expone cuando baja la marea y que al monstruo lo conocen como 'Dovarchu' o 'Anchu'. 

Del Dobhar-chú, existen datos que hacen pensar más en un animal que en un ser de leyenda como el Kelpie. Por ejemplo, se le describe como anfibio, agresivo y veloz; con un apetito por la carne del hombre, el caballo y el perro; que vive en parejas y que cuando uno muere, el otro emerge del agua y caza a quien haya matado a la primer bestia; usualmente devorándolo a manera de venganza. Esto ocurre pues, debido a que cuando el Dobhar-chú se encuentra moribundo; emite un chillido agudo para avisar a su pareja. 
Una columna en la edición de 1896 del Diario de la Real Sociedad de Anticuarios de Inglaterra habla de un ser 'parte lobo, parte perro y parte pez'; artículo que obtuvo una respuesta escrita por un hombre que describía al Dobhar-chú como el rey de los lagos y padre de todas las nutrias. 

El Padre de las Nutrias.
Al Dobhar-chú en su aspecto de Padre de las Nutrias, se le describe como nativo de los lagos de Sraheens, la isla Achill y el condado Mayo; donde se le encuentra en gran número y tienen lugar la mayoría de encuentros en la época moderna.
Criptozoólogos sugieren que el Dobhar-chú es un animal migratorio y que solo se les encuentra en el lago de Sraheens durante una época del año. Por ejemplo, en el año 2000, una pareja dijeron haber visto un Dobhar-chú en la isla Omey; y lo describieron como un animal grande, oscuro y con manchas naranja en las aletas que nadaba por el lago a gran velocidad. 

Con toda la evidencia presentada, hay diversas explicaciones respecto a la identidad del Dobhar-chú, que van desde lo creíble hasta lo más fantasioso. Por ejemplo, se sugiere que Bessie, el monstruo del Lago Erie en Estados Unidos podría estar relacionado y sería un Dobhar-chú que siguió a los inmgirantes irlandeses; mientras que otra criatura fue avistada en el verano de 1992 en el lago y mató a tres personas; y una más que atacó a nadadores en Port Dover, Canadá en agosto de 2001. 
¿Pero qué podría ser el Dobhar-chú?

La Nutria Gigante.
Reconstrucción de la Siamogale Melilutra.
La Nutria Gigante (Pteronura brasiliensis) es el ejemplar más grande de los mustélidos, familia que incluye a las nutrias, tejones, minks, glotones y comadrejas; y que alcanza una longitud de 1.70 metros de largo. 
Pero hay evidencia de que en el pasado, existía una nutria del tamaño de un lobo que podría haber sido un terrible depredador similar al concepto del Dobhar-chú. 
Descubierta en China, la nutria Siamogale Melilutra vivió aproximadamente hace seis millones de años y pesaba cerca de 60 kilogramos; con poderosas quijadas que le podrían haber permitido tener una mordida increíblemente fuerte y comparable a la de los grandes felinos y las hienas. 
Usando simulaciones por computadora, se determinó que las quijadas de la Siamogale Melilutra poseían la fuerza para resquebrajar las conchas de moluscos y quebrar huesos de aves y mamíferos. 
El nombre de la especie china, 'Melilutra', significa "nutria tejón"; en referencia a los molares y el cráneo del animal; que le conferían un aspecto similar al de los tejones  y glotones del norte de América y Europa. 

Una foca carnívora.
La foca leopardo (Hydrurga leptonyx).
En los confines de la Antártida, existe la foca leopardo (Hydrurga leptonyx), también conocida como leopardo marino. Es una foca agresiva e hipercarnívora cuyo único depredador natural es la orca; y entre sus presas se encuentran calamares, krill, peces, pingüinos y otras forcas; incluídas sus parientes las focas de Ross, la cangrejera y la de Weddell.
Al igual que el Dobhar-chú de la leyenda, la foca leopardo es un animal de gran tamaño, muscular y con una cabeza extrañamente parecida a la de los dinosaurios carnívoros; de fuertes quijadas y dientes de 2.5 centímetros de largo que le permiten destrozar hueso y carne con facilidad. 
Tiende a cazar sumergiéndose bajo el agua, esperando a que su presa entre al océano. Una vez detectada, la foca nada a gran velocidad e impacta a su víctima con fuerza, sacudiendo el cuerpo vigorosamente hasta matarla; un comportamiento parecido al de los cocodrilos y su 'giro mortal'. 
Como un dato interesante, es el único pinípedo que se sabe ha atacado y asesinado personas. En la expedición Imperial Trans-Antártica de 1914, una foca leopardo intentó perseguir al explorador Thomas Orde-Lees a través del hielo. En 1985, el explorador Gareth Wood fue mordido dos veces en la pierna cuando una foca intentó arrastrarlo hacia el mar y solo logró salvarse luego de patear al animal en la cabeza repetidamente. También está registrado que estas focas tienden a atacar botes inflables para hundirlos y que la única fatalidad confirmada ocurrió en el año 2003, cuando la bióloga Kirsty Brown fue arrastrada más de 61 metros bajo el agua hasta ahogarse. 

Arqueocetáceo.
Reconstrucción del Ambulocetus.
Otra teoría popular aunque descabellada, maneja la posibilidad de que el Dobhar-chú pueda representar una variedad aún no descubierta de ballena primitiva; un fósil viviente del orden de los arqueocetáceos o Archaeoceti (en latín, "ballena antigua"); también conocido como Zeuglodonte en antiguos escritos de paleontología.
Las ballenas antiguas o arqueocetáceos, son un grupo de animales que habitaron la tierra entre los periodos Eoceno y Oligoceno; aproximadamente entre 50 y 20 millones de años atrás. Representan lo que se conoce como cetáceos basales, las primeras formas anfibias en la evolución de las ballenas y antecesores directos de las órdenes modernas de cetáceos. 
Se cree que se originaron en los mares poco profundos que dividían India y Asia hace 50 millones de años, y que poseían hasta una treintena de especies que con los siglos posteriores desarrollaron adaptaciones para la vida acuática como la ecolocación y las barbas para filtrar microorganismos. 
Sus fósiles se han encontrado en sitios como las costas de América del Norte, África Occidental, Sudamérica, Groenlandia y las costas norteñas de Europa. 
Las ballenas están relacionadas con un género antiguo de ungulados carnívoros conocidos como Mesoníquidos, que podrían ser descritos como lobos con pezuñas. Con el tiempo se adaptaron a la vida en el agua, hasta evolucionar en el Ambulocetus; un carnívoro descubierto en Pakistán en 1994 y que de manera sorprendente, poseía una anatomía parecida a la de un cocodrilo y posiblemente habitaba agua dulce y salada. 
El Ambulocetus contaba con patas alargadas y poderosas, una cola muscular para impulsarse en el agua y quijadas que le permitían apresar a su víctima y arrastrarla al agua; de manera similar a los cocodrilos. Algunos criptozoólogos consideran que el Dobhar-chú, de ser real, podría ser una criatura parecida al cocodrilo tanto en apariencia como hábitos; y por ello posiblemente un representante sin descubrir del género de los Ambulocetus.

domingo, 28 de julio de 2019

El Koolakamba - El simio anómalo de Camerún.

Oficialmente, existen ocho especies de grandes simios reconocidas por la ciencia: El ser humano, el chimpancé común y el bonobo, los orangutanes de Borneo, Sumatra y Tapanuli; y las dos variedades de gorila que habitan en África.
Pero desde siempre han existido relatos de hombres 'salvajes' que combinan rasgos de hombre y simio. Desde los relatos de Plinio el Anciano hasta los modernos cuentos sobre antropoides críptidos como el Sasquatch, el Yeti o el Yowie; todavía se mantiene firme la creencia sobre que en ciertos rincones del globo son el hogar de 'hombres bestia'. Y esta teoría no resulta descabellada, pues por siglos los exploradores y colonos europeos escuchaban relatos de los nativos africanos sobre una raza de feroces hombres bestia con una gran fuerza.

En este caso, fue en el siglo XIX que el explorador francés Paul du Chaillu se encontró con lo que hoy se conoce como el gorila en las selvas de Gabón y Camerún; por lo que varios grupos de criptozoólogos sostienen que todavía hay una posibilidad de que regiones alejadas del planeta contengan especies de homínidos sin descubrir.
Curiosamente, además de catalogar al gorila y al chimpancé; los registros de du Chaillu hacen referencia a una criatura que denomina Koolakamba; a partir de los sonidos que hace y que son descritos por los nativos de la zona como un fuerte "¡Kooloo!".
De acuerdo con du Chaillu; el Koolakamba es un ser parecido al chimpancé, pero con un tamaño mayor, una cabeza grande y proporciones más similares a las del hombre. Y menciona que prefiere caminar en dos patas, a diferencia del chimpancé y el gorila.
Diferencias morfológicas entre cráneos de chimpancé, humano y gorila. 
Pero a diferencia de los otros dos grandes simios, y pese a la extensa recopilación de datos presentada por du Chaillu; el Koolakamba jamás fue reconocido por la ciencia y nunca se encontró un especimen vivo para corroborar los diarios del francés. Científicos que han investigado el tema sugieren que el Koolakamba podría haber sido un híbrido entre el gorila y el chimpancé; evidencia apoyada por Koppenfelds en el año de 1881, quien estaba convencido de que el animal era un híbrido y existía en regiones donde ambos primates compartían rangos de vivienda.
Koppenfelds escribió un tratado donde exponía que el Koolakamba era el producto de la cruza entre un gorila macho y una chimpancé hembra; a la vez que otros investigadores contemporáneos sugerían que sí, el Koolakamba podía ser real pero no un híbrido, si no una especie no reconocida y que podría ser el dichoso 'eslabón perdido' entre el hombre y los demás homínidos. Otros más exponían el hecho de que el Koolakamba podría ser únicamente un chimpancé anormal, producto de una mutación genética; cosa que se desmintió rápidamente al presentar evidencias de que los nativos de la región contaban con historias pasadas de generación en generación sobre el Koolakamba, lo que descartaba la idea de que se tratara de un animal mutante.

Las teorías de du Chaillu quedaron olvidadas hasta 1960, cuando el primatólogo Osman Hill mencionó que estaba casi seguro de que en los grupos de chimpancés que había investigado en la región de Holloman; podría haber especímenes del Koolakamba.
Hill observó variaciones entre los primates que coincidían con las descripciones de du Chaillu; en concreto la existencia de hocicos cortos y una variación en la forma de las orejas de los animales. Incluso Hill decía tener evidencia fotográfica sobre chimpancés de tamaño descomunal y postura bípeda, sosteniendo siempre que seguro se trataba de una subespecie de chimpancé y no un homínido sin descubrir.

En 1996, surgió un nuevo debate a raíz de la existencia de un chimpancé extraño en el zoológico de Yaounde, en Camerún. El animal era un simio grande, con un rostro cuadrado, una quijada poderosa, un cráneo muy grande y ojos vagamente humanos; por lo que se creyó que podía tratarse de un híbrido de chimpancé y gorila; y por ende, del fabuloso Koolakamba.
Desafortunadamente, el mono del zoológico Yaounde murió sin que se le pudieran realizar exámenes de ADN y nunca se comprobó si era un animal distinto o sencillamente un chimpancé anómalo.
Única fotografía conocida del chimpancé del zoológico Yaounde. 

jueves, 11 de julio de 2019

El Keelut

Al igual que en muchas otras mitologías, los Inuit de Alaska y el norte de Canadá cuentan con leyendas sobre animales sobrenaturales que parecen odiar al hombre. Junto al Kooshtaka, el Amarok o el Aklut; el Keelut es uno de los más temidos seres de las leyendas que los esquimales solían contar durante las oscuras épocas sin sol en el círculo polar ártico.

El Keelut, también conocido bajo otros nombres como Qiqirn, Ke'lets o Qiqion es un espectro del inframundo que aparece únicamente durante el invierno y toma la forma física de un perro despellejado casi por completo, con excepción de sus patas; las cuales van cubiertas de grueso pelaje que le ayuda a borrar sus huellas. 
Esta adaptación le permite al Keelut el perseguir a su presa, por lo regular humanos; sin que estos se percaten. Aunado a esto, este monstruoso espíritu canino también es fanático de desenterrar cadáveres y devorarlos; por lo que la tradición Inuit sugiere que también actúa como un augurio de la muerte. 

Sin embargo, su poder más peligroso es el de provocar convulsiones en sus presas con solo verlas; hacerlas olvidar a donde se dirigían o matarlas de hipotermia. Una vez que su víctima está indefensa, el Keelut entonces comienza a devorarla. Afortunadamente, es fácil ahuyentarlo; ya que le teme al ruido y los gritos, así como el llamarlo por su nombre pueden hacerlo correr. Aunque esto también resulta difícil, pues el Keelut es un gran cazador y por lo regular sus víctimas ni siquiera se dan cuenta de su presencia hasta que es muy tarde.

viernes, 1 de febrero de 2019

El Basilisco.

El Basilisco (del griego "basiliskus", "rey pequeño") es un reptil mítico famoso y temido por su poder de petrificar a quien lo mira a los ojos. Si bien Plinio el Anciano lo describe como una serpiente de no más de doce metros de longitud; también hace énfasis en la descripción de la ponzoña del animal, el cual es tan tóxico que deja un rastro de baba repugnante y venenosa.

Al basilisco se le conoce como el "rey de las serpientes", porque se dice que su cabeza está dominada por una cresta similar a la del gallo, y parecida a una corona. Las historias del basilisco, narradas en la Historia Natural de Plinio el Viejo; incluyen a varios animales mortíferos como el Catoblepas y el propio basilisco:

 "Existe el mismo poder (del Catoblepas) en la serpiente llamada Basilisco. Es oriundo de la provincia de Cyrene, y no mide más de doce dedos de largo. Cuenta con un punto blanco en la cabeza, que asemeja fuertemente a una diadema. Cuando sisea, todas las otras serpientes huyen de él; y no avanza su cuerpo como las otras, doblándose para avanzar, pues se mueve con el cuerpo erecto hasta la mitad. Destruye todos los pastos, no solo con su contacto, pues incluso su aliento quema el pasto y rompe la roca; así de tremenda es su influencia perniciosa.
Se creía anteriormente que si un hombre a caballo mataba a uno de estos animales con una lanza, el veneno correría por el arma y mataría no solo al jinete, sino también al caballo. Para este terrible monstruo, el efluvio de la comadreja resulta mortal; algo que ha sido intentado en varias ocasiones, pues los reyes por lo regular desean ver su cuerpo muerto. 
Se arroja al animal en el cubil del basilisco, el cual es fácilmente reconocible por que la tierra a su alrededor está corrupta. La comadreja destruye al basilisco con su aroma, pero muere debido a la ponzoña de este."

San Isidoro de Sevilla, un religioso del siglo VII, fue quien definió en sus tratados al basilisco como el rey de las serpientes; debido a la potencia de su mirada y aliento venenoso. San Vede el Venerable, supuestamente atestiguó el nacimiento de un basilisco mediante un huevo de gallina; a la vez que Alexander Neckam fue quien promulgó la idea de que el basilisco podía corromper el aire a su alrededor. 
Teófilo Presbíter, autor medieval del siglo XI reconocido por sus tratados "Schedula Diversarum Artium" y "De Diversis Artibus", que detallaban aspectos de las artes medievales; escribió una receta sobre como crear un basilisco para convertir el cobre en oro español; mismo que se obtenía de la mezcla de sangre de basilisco y humana, cobre rojo y un tipo específico de vinagre.
Albertus Magnus habla en "De Animalibus" sobre la mirada asesina del basilisco; pero desmiente leyendas como el que se necesitara un gallo para empollar un huevo, y de hecho sugiere que fue el mismo Hermes Trimegistus quien creó la historia sobre la posibilidad de convertir la plata en oro usando las cenizas de un basilisco.  En Canterbury Tales, de Geoffrey Chaucer, aparece el "basilicock" (relacionado al término 'cock', 'gallo' en inglés); y de acuerdo con las leyendas, el basilisco puede morir al escuchar el canto del gallo o al observarse en un espejo; como ocurre en la leyenda del Basilisco de Varsovia.
Ilustraciones medievales detallando al basilisco.
Con los años, el mito creció exponencialmente, añadiendo detalles escabrosos y cada vez más fantásticos al respecto. Por ejemplo, el basilisco pasó a ser una serpiente gigante parecida a un dragón, con el poder de lanzar fuego y matar con el sonido de su voz; el poder de matar mediante el toque o traspasar su veneno a través de armas y armadura, o sencillamente el hecho de que su aliento es tan mortífero que el solo estar cerca de él ocasiona la muerte.
Leonardo da Vinci incluyó al basilisco en su bestiario, describiéndolo como un ser que al no encontrar a nadie a quien matar con la vista; decide desquitar su furia con las plantas y árboles, secándolos; además de darle la capacidad de corromper el trigo. Da Vinci también hace notar que lo que mata al basilisco es el olor de la orina de la comadreja, no el aroma del animal en sí.
En la Biblia, el Basilisco aparece en Isaías 14:29: No te alegres, toda tú, Filistea, porque la vara que te hirió esté quebrada; pues de la raíz de la serpiente saldrá un basilisco, y su fruto será serpiente voladora."
En el Salmo 91:13 (famoso por su uso en exorcismos y purificaciones de sitios embrujados o cargados de energía negativa, existe el verso "super aspidem et basiliscum calcabis conculabis leonem et draconem", que se puede traducir como "Pisarás al león y a la serpiente; pisarás al gran león y al basilisco". 

El Basiliscu.
En la mitología de Cantabria, al norte de España, existe la leyenda del antiguo Basiliscu que ha desaparecido de la tierra y solo se encuentra en esa tierra; aunque es extremadamente esquivo. Este animal nace de un huevo puesto por un gallo viejo y moribundo, durante la medianoche exacta en una noche de luna llena. Durante unos días, la cáscara del huevo que es supuestamente suave y de forma parecida al cuero; se abre y de ella emerge un animal ya completamente formado: con patas de ave, pico, cresta de gallo y el cuerpo de un saurio. 
Se dice que este animal puede lanzar fuego de los ojos con tal potencia que quien lo observa directamente muere en el acto. La única forma de matarlo es usando a una comadreja, pues es la única bestia que puede pelear con él; o un gallo, ya que el canto del ave es letal para el animal, al grado de que muchos viajeros viajaban con un gallo si debían ir a las tierras donde se rumoraba que habitaba el basilisco.

La Cocatriz.
Una cocatriz en un grabado. 
La Cocatriz es descrita por primera vez en la Historia Natural de Plinio, como un pariente alado del basilisco; el terrible reptil que nacía de un huevo incubado por un sapo y colocado por un gallo; y al que también se le conocía como el 'rey de las serpientes'. 
El autor Alexander Neckam, detalla en su libro De Naturis Rerum que la Cocatriz nace de condiciones similares a las del basilisco; es decir, un huevo puesto por un gallo e incubado por un sapo o una serpiente. Y aunque inicialmente se le consideró sinónimo del basilisco, descripciones posteriores presentan a la Cocatriz como una subespecie de este con alas.
De los poderes de la Cocatriz, se dice que podía matar a un hombre con la mirada, envenenarlo con el tacto o el aliento; que el único animal capaz de matarla en combate era la comadreja (comparable a las mangostas y a las cobras) y que su debilidad mortal era escuchar el canto del gallo o ver su reflejo en un espejo.
Aparece como enemigo en el juego de rol Dungeons and Dragons, donde toma la imagen de un híbrido de ave y serpiente (parecido a un dinosaurio terópodo con cabeza de gallo), del tamaño de un pavo o un ganso y con las alas de un murciélago o un dragón; y entre los poderes de la Cocatriz en el juego está el de convertir a quien muerde en piedra.

El Cocadrille.
Otro ser relacionado con la Cocatriz y el Basilisco, es el Cocadrille o Codrille; un dragón serpentino originario del centro de Francia, en las regiones de Berry, Maine, Poitou y Sologne. Pese a que se le consideraba oficialmente un dragón; su descripción física es más parecida a la de los basiliscos y cocatrices.
El nombre de la bestia se origina de 'crocodylus', el nombre científico del cocodrilo. Este fue adaptado posteriormente al francés en varias regiones; como Cocodrillus, Cocodrille, Cocadrille y Docdrille; aunque ciertos lingüistas sugieren que podría nacer de un antiguo vocablo que se traduce como "hijo del gallo".
El Cocadrille nace de un huevo sin yema, el cual es puesto por un gallo y es incubado por la luz del sol o colocándolo dentro de una pila de fertilizante. Para prevenir el nacimiento de un Cocadrille, se debía plantar fresnos en sitios donde podía existir un criadero de estos saurios; mientras que un método más directo era el de tener varios gallos cerca, pues estos odian a los Cocadrilles y los matan al nacer.

El Cocadrille era una serpiente pequeña y delgada al nacer, parecida a un gusano y ya con la habilidad de matar con la mirada. Esta táctica, similar a la de la cocatriz y el basilisco; variaba en el hecho de que si una persona era la que miraba 'primero' al Cocadrille a los ojos, entonces el ser caía fulminado al instante.
La segunda etapa de vida consistía en una metamorfosis, cuando crecía patas y se transformaba en algo similar a la salamandra. En este periodo seguía siendo vulnerable a ser visto por humanos; por lo que anidaba en pozos, tumbas, cuevas y ruinas donde se le podía ubicar con facilidad ya que silbaba durante las noches. Aquí, su veneno ya era lo suficientemente poderoso para desmayar a un toro adulto con solo rozar su piel.
Siete años después, el Cocadrille alcanzaba la forma adulta. Para este momento, medía tanto como un elefante, desarrollaba alas y mutaba en un dragón clásico. Al volar, el Cocadrille exudaba un aura de pestilencia y muerte; y su mirada era fatal para cualquier ser vivo. Se decía que los Cocadrilles migraban de forma instintiva a las ruinas de la torre de Babilonia y que su sombra al volar oscurecía al sol; dejando tras de sí un rastro de epidemias y muerte. A diferencia del basilisco, el Cocadrille tenía una gema brillante incrustada en la frente.

El Colo-Colo y el Basilisco Chilote.
Al otro lado del Atlántico, existe un animal mítico de la mitología Mapuche que comparte rasgos con los basiliscos y cocatrices. A éste se le conoce como Colo-Colo o Colocolo, el cual según la leyenda nace de un huevo de serpiente incubado por un gallo. Luego de nacer, un Colo-Colo se oculta en las casas; y ataca por las noches para alimentarse de la saliva de los habitantes, ocasionando que estos se deshidraten y mueran.
Dependiendo de la región, el Colo-Colo puede aparecer como una rata gigante y escamosa o emplumada, o un reptil o serpiente con cabeza de roedor. Si el Colo-Colo se alimenta de una persona; esta comenzará a sufrir cansancio y a debilitarse hasta fallecer. Otras variaciones señalan que tiene la capacidad de producir infecciones, que llora como un recién nacido y que la única forma de deshacerse de él es quemar la casa para matarlo. 

Relacionado o derivado del Colo-Colo, el Basilisco Chilote es un ser de la mitología Chilota en el archipiélago de Chiloé; al sur de Chile.  El Basilisco Chilote es una serpiente con cabeza de gallo y que al igual que sus parientes europeos o el Colo-Colo; nace de un huevo incubado por un gallo y vive en túneles que cava debajo de las casas. Como el Colo-Colo, este animal devora las flemas y saliva de los habitantes de la casa; haciéndolos deshidratarse hasta la muerte.
Para matarlo, se requiere quemar el huevo antes de que nazca, así como matar a la gallina que lo puso para evitar la producción de más huevos. Una vez empollado, se debe quemar la casa donde vive para deshacerse de él.

El Basilisco en la cultura popular.
La serpiente de Slytherin, un basilisco, en "Harry Potter y la cámara secreta".
Debido a su importancia en tratados griegos, romanos e incluso escrituras medievales; la leyenda del basilisco eventualmente llegó a la literatura como ya sea un monstruo a vencer; o una metáfora para describir algo de forma negativa y fatal. 
En 'Ricardo III', William Shakespeare presenta a la viuda Anne Neville lamentándose de los piropos dados por el asesino de su esposo; y como tal, se describe deseando que la mirada del hombre fuese como la del basilisco y así pudiera matarla. En otra obra, 'Cimbelino', un personaje describe un anillo como "un basilisco ante mis ojos".
En la novela 'Clarissa, o la historia de una joven dama', Samuel Richardson escribe la siguiente nota: "Si mis ojos cargaran la ejecución que poseen los del basilisco, mi primer obra sería observar a esta criatura". 
En el reino de la fantasía, el Basilisco ha aparecido en una infinidad de videojuegos, juegos de tableto y libros. Se le encuentra en Dungeons & Dragons, donde se le muestra como un monstruo de aspecto similar a un varano de ocho patas con el poder de petrificar a quien lo mira; y cuyos hábitos fueron detallados en la revista 'Dragon', durante el reportaje 'La Ecología del Basilisco'. Aparece también en otros sistemas d20 como Tome of Horrors y Pathfinder.

En la franquicia Harry Potter, el Basilisco es una gigantesca criatura serpentina; que llega a medir más de 15 metros de largo y vive cientos de años. Como los dragones, el Basilisco es incontrolable por cualquiera que no hable la lengua Pársel (un rasgo de los magos tenebrosos en la mitología de Rowling); y fue creado por un mago tenebroso llamado Herpo. 
El basilisco es venenoso, y sus ojos son letales para cualquiera que los observe; aunque el velo reflejado a través de un espejo, una cámara o cualquier otra superficie reflejante produce un estado de petrificación. En el segundo libro, Harry Potter y la Cámara de los Secretos; Harry enfrenta al Basilisco, que habita una bóveda debajo del castillo de Hogwarts. 
Un basilisco en World of Warcraft. 
En el MMORPG EverQuest, el Basilisco es un monstruo con 'aliento de piedra', mientras que en la saga Avernum de Spiderweb Software; los Basiliscos y una forma superior llamada Ur-Basilisco, son posiblemente de los encuentros más difíciles del juego debido a que aparecen en grandes números, tienen gran velocidad y poseen una habilidad de petrificación que mata al primer golpe.
En World of Warcraft, los basiliscos son lagartos cubiertos de placas óseas, con seis patas y que guardan un estrecho parecido con el crocolisco (la versión de Warcraft de los cocodrilos). Se sugiere en el juego que el estómago de un basilisco puede disolver no solo carne y hueso, si no metales, maderas y roca sólida; siendo cristales y piedras sus principales alimentos.

lunes, 14 de enero de 2019

El misterio de los 411.

Entrada al parque nacional de Yosemite.
David Paulides, un detective e investigador de origen estadounidense; se encontraba escribiendo un libro sobre Pie Grande y entrevistando a personal del servicio de parques nacionales de Estados Unidos cuando un guardia forestal le hizo saber algo que le heló la sangre.
En medio de una diatriba sobre una reducción en el presupuesto a los parques nacionales, el guardia le informó a Paulides que cada año había decenas de desapariciones en las zonas turísticas, y que el hecho de que fueran casos cerrados como "sin resolver"; no se debía a una falta de investigación por parte de las autoridades policiacas o servicios de emergencia; en realidad se debía a órdenes directas del servicio de parques nacionales; que buscaban que esos datos se hicieran públicos y así evitar una afectación a los ingresos por turismo en los parques.

Con el pasar de los días, Paulides descubrió más casos similares en lugares tan dispares como Noruega, Tailandia o Brasil; cosa que lo llevó a pensar que todas las desapariciones debían tener una conexión y formar parte de una conspiración internacional.

411 Desaparecidos.
Mapa señalando los 411 desaparecidos en Estados Unidos.
Paulides escribió una serie de libros titulados "Missing 411" (411 Desaparecidos), donde expone el hecho de que todas las desapariciones en los parques nacionales presentan coincidencias en la manera que las víctimas se esfumaron; además de que las autoridades de famosos parques nacionales como Yosemite y Yellowstone le negaron respuestas, argumentando que el Departamento del Interior no mantiene información sobre personas desaparecidas en los registros de los parques nacionales de Estados Unidos. 
Paulides sostiene que el obtener acceso a la información de los registros de Yellowstone le costaba aproximadamente treinta y cuatro mil dólares; cifra que se disparaba a 1.4 millones de dólares a cambio de la lista en todos los parques nacionales. Ya que la cifra escapaba de sus capacidades, Paulides llenó varios oficios de acceso a la información gubernamental; de los que obtuvo sólo un puñado de datos parciales debido a la negativa del gobierno estadounidense.
Lo poco que logró investigar lo llevó a la conclusión de que las desapariciones se concentraban en regiones específicas; en concreto los estados de California, Colorado, Washington, Michigan y Arkansas. La lista también pasó de 411 a más de mil casos; todos relacionados entre sí mediante similitudes y patrones específicos.
Los patrones de Paulides son los siguientes:

Comportamiento inusual en perros de búsqueda.
Los servicios de emergencia emplean por lo regular a perros como sabuesos, greyhounds, pastores alemanes y otras razas reconocidas por su sentido del olfato; muchos de ellos con experiencia en labores de búsqueda y rescate. En el caso de los desaparecidos en los parques, los animales muestran una incapacidad de percibir el aroma de una víctima, e incluso algunos se niegan a seguir el rastro. En otras instancias mucho más desconcertantes, los animales se detienen súbitamente como si la víctima se hubiese desvanecido en el aire. 

Cuerpos.
En el caso de haber un cuerpo, estos son descubiertos en sitios que ya anteriormente habían sido revisados; incluso horas después de que los equipos descartaran las zonas. O el cuerpo aparece cerca de senderos y autopistas transitadas; sin que se reportara haber visto o percibido el olor de un cadáver minutos antes del descubrimiento.
Los cuerpos también tienden a aparecer en elevaciones altas como picos de montañas o acantilados; incluso en terrenos donde una persona sin experiencia y equipo de escalada sería incapaz de subir.

Patrones climáticos.
Cada que se reporta una desaparición, los servicios meteorológicos captan fluctuaciones drásticas en el clima. Sorpresivas lluvias torrenciales, tormentas eléctricas, bancos de niebla, tormentas de arena o ventiscas pese a la existencia de un clima despejado incluso horas antes.
Otro fenómeno consistente es que este clima drástico tiende a hacer caer avionetas o helicópteros en las horas siguiente a que se reporte la desaparición o durante el proceso de investigación. 

Las víctimas.
Paulides sostiene que las víctimas siguen patrones característicos. No hay un rango de edad determinado, aunque sí una diferencia diametral en la capacidad intelectual de las personas. Si bien algunos son individuos con un grado alto de estudios o profesiones como medicina, psiquiatría y física aplicada; la otra mitad incluye a personas con un coeficiente intelectual bajo o condiciones como autismo, síndrome de Down y transtornos de déficit de atención. 
Las víctimas también aparecen sin ropa. Lo que sorprende en casos de niños demasiado pequeños como para quitarse por sí solos prendas como zapatos para la nieve, chamarras o abrigos; e incluso en ciertas ocasiones las prendas son halladas perfectamente dobladas y en pilas cerca de los cuerpos. 
Y por una razón desconocida, el mayor porcentaje de desaparecidos es de ascendencia alemana o austriaca.
La actividad de recolección de bayas parece ser un detonante, ya que los testigos insisten que antes de desaparecer; las víctimas se hallaban recogiendo bayas.
Previo a su desaparición, los amigos y familiares de las víctimas insisten que habían reportado no sentirse bien o experimentar cansancio. 
Un rasgo recurrente es el de que todos los desaparecidos siempre iban solos o eran los últimos en una fila; e incluso se ha reportado que parecen 'desaparecer' de un momento a otro; sin escuchar sonidos como caídas, gritos, quejidos o producidos por algún depredador.

Geografía.
Un alto porcentaje de desaparecidos fue en áreas rocosas llenas de granito. Por ejemplo, el parque nacional Yosemite es el punto más numeroso en desapariciones y coincidentemente, es la principal fuente de granito natural en el planeta.
Otro factor común es la presencia de agua. Los cuerpos por lo regular son hallados cerca de océanos, lagos, ríos, cañadas o pantanos.

Las teorías para explicar la desaparición de estas personas incluyen elementos descabellados como Pie Grande, abducciones alienígenas, aves de trueno, críptidos, campesinos caníbales, mutantes, cultos satánicos, bases secretas gubernamentales y portales dimensionales.
Otra teoría más ominosa presenta la posibilidad de la existencia de un depredador desconocido y capaz de camuflarse; parte de una especie que podría ser responsable de las desapariciones en los bosques de América del Norte. Un ser denominado "el depredador invisible".

El Depredador Invisible.
Escena de la película "Depredador".
En su libro, "Depredadores en los Bosques"; el autor Steph Young presenta testimonios sobre encuentros con criaturas parecidas al monstruo del filme "Depredador"; una criatura no humana capaz de desaparecer de la vista y atacar sigilosamente en los bosques. 
Este tema fue cubierto también por Paulides en otro libro posterior de la serie de los 411; detallando el encuentro de una mujer de nombre Jan con uno de estos seres en el bosque de Ohio. De acuerdo con el relato, corría el inicio de la temporada de caza en Ohio cuando Jan se encontraba en un puesto de caza a cuatro metros y medio de altura. 
Mientras esperaba a que pasara algún ciervo, Jan notó que el bosque súbitamente parecía más silencioso de lo ordinario; como si las aves, insectos y los demás animales del área hubiesen desaparecido de golpe. Algo en eso la hizo sentir nerviosa, así que envió un mensaje de texto a un amigo; explicándole que había algo malo en el lugar, que no se escuchaban ruidos. 
En un principio, Jan atribuyó esto a un puma o un coyote; pero pronto cayó en cuenta de que se trataba de algo más. Conforme escudriñaba la zona, se percató de un extraño efecto visual, a unos veinte metros de ella y que la llevó a quitarse los lentes para limpiarlos. Un escalofrío recorrió su espalda cuando vio que lo que fuese; no era una mancha ocasionada por la suciedad en sus lentes, sino una especie de 'ser' que se movía rápidamente entre el follaje; con una distorsión similar al del 'Depredador'. La criatura la observó por un rato, después se fue caminando entre los árboles y los sonidos del bosque volvieron al poco tiempo. Como un dato curioso, varios jugadores del equipo de fútbol americano de una secundaria local reportaron haber visto varias luces de colores moviéndose en el cielo esa tarde. 
 
En los círculos de aficionados a la criptozoología y lo paranormal, existe la teoría de los "camaleones"; incentivada por el autor Michael Ian Black quien clama tener una fotografía de un "reptil alienígena" en los bosques de Clapham, en Sussex, Inglaterra.
Según Black, las fotografías en su poder muestran entidades similares a reptiles entre un grupo de árboles. Los seres supuestamente miden cerca de un metro ochenta de alto y con piernas y brazos similares a los de las mantis religiosas; y solo aparecieron en las fotografías, ya que Black sugiere que los seres no se hallaban ahí cuando las tomó. 

miércoles, 4 de julio de 2018

El Mothman de Chicago.

El 7 de abril del 2017, un habitante de Chicago acudió con la policía metropolitana para reportar "un ave del tamaño de un hombre", en las inmediaciones del Parque Oz, al norte de la ciudad. El testigo aseguraba haber estado trotando por el parque al anochecer cuando su perro reaccionó violentamente en dirección a algo entre los árboles, y los pájaros en el parque se callaron de golpe. 
El hombre dijo entonces, haber visto algo que le causó un profundo terror:
"Medía más de dos metros... como una cosa mitad hombre y mitad pájaro... Sus alas medían tres metros de punta a punta. Se elevó por el aire como una bala y lo escuché gritar antes de que desapareciera sobre los árboles."

Al hacerse público, el avistamiento desató una reacción en cadena; pues varias personas acudieron con los medios y también contaron historias de sus encuentros con un humanoide volador en el área metropolitana de Chicago.
Por ejemplo, entre las 10 y las 2 de la mañana del 15 de abril, varias personas que se encontraban en el Lago Michigan aseguraron ver una gran criatura voladora:
"Estábamos tres kilómetros lago adentro, a eso de las diez de la noche. Miré hacia arriba y vi algo que parecía un murciélago gigante, pero no como los murciélagos de la fruta. Esta cosa medía tanto como mi esposo, que pasa del metro noventa; tal vez más grande. El murciélago voló en círculos sobre el bote, sin hacer ruido, y después desapareció en dirección a Montrose. Fue como si se desapareciera entre la noche en cuestión de segundos."

Otros testigos en el lago aseguraron verlo, además de una extraña luz verde que se desplazaba a gran velocidad sobre el lago. 
Ese mismo día, un habitante de origen mexicano declaró ver una "Lechuza" cerca del Chicago International Produce Market:

"Salimos y vimos algo que parecía un búho grande. El búho se dio cuenta y nos miró de vuelta. Era como una lechuza gigante, medía casi dos metros y tenía unos ojos grandes y rojos que nos asustaron a todos."

Otro trabajador confirmó la historia:

"Miré hacia el techo del edificio y ahí estaba el jodido búho más grande que jamás haya visto. Mido 1.85 de alto y esa cosa era al menos un pie más grande que yo. Era completamente negro, excepto por sus ojos... dos platos grandes de color rojo. Se quedó mirándonos por un minuto o dos, antes de gritar y salir volando. Nos hizo sentir asustados. Tenía alas como un búho, pero muy grandes, y hacían un ruido fuerte cuando aleteaba."

El 3 de junio, una pareja que salía de un restaurante caminaba cerca de Lincoln Park a las 10:00 PM cuando vieron a la bestia; la cual describieron como un humanoide de color negro, de más de dos metros de alto y con alas membranosas de murciélago. Otros rasgos incluían una cabeza prominente y más estrecha que una humana, parecía no tener piernas y planeaba a lo largo de una calle al este del parque; ascendiendo al cielo de forma súbita. Los testigos mencionaron que el ser no emitía ruidos al aletear, y que el verlo les produjo una sensación de fatalidad.

El "Batimóvil" de Billy Bantz.
Conforme la racha de avistamientos parecía aumentar, un camionero de nombre Billy Bantz llamó a la prensa para contar su propio encuentro; ocurrido el 22 de marzo mientras entregaba un pedido en la noche. Bantz conducía por la ruta 55 y la calle Cicero; cuando experimentó una sensación de intranquilidad. Por lo que explica, encontró una especie de vehículo o drón que volaba en dirección a él, el cual tenía el tamaño de un automóvil grande y se movía sin emitir sonidos de hélices o turbinas. Bantz detuvo el camión y permaneció observando hasta que el objeto ascendió de golpe al cielo y desapareció tras un pequeño banco de nubes.

Zoólogos y escépticos sostienen que la identidad de la criatura podría ser la de un gran búho, aunque este argumento ha sido debatido por aquellos que sostienen que las alas eran claramente parecidas a las de un murciélago. Un rasgo recurrente en las descripciones es la sensación de fatalidad e incomodidad dejada por la criatura, la cual se asemeja a alguas descripciones dadas por testigos del Mothman en Virginia del Oeste. 
Durante junio, los conductores del podcast "The Acrylic Ranch" intentaron grabar a la bestia; experimentando siempre extraños fallos en equipos electrónicos. 

Fallout 76 - Criptozoología Postapocalíptica

Recientemente, la compañía de videojuegos Bethesda reveló el lanzamiento de "Fallout 76", la siguiente entrega en la famosa saga de RPG situada en un futuro postapocalíptico luego de una guerra nuclear entre Estados y China.
Los títulos de Fallout combinan la estética de producciones como Mad Max o Waterworld con ciencia ficción, transhumanismo y la tendencia retrofuturista; en especial las películas de clase B de la década de los 50 y la literatura de autores de corte pulp. Y ciertos aficionados podrían reconocer elementos de la obra de H.P. Lovecraft en Fallout 3 y 4; con la inclusión de la corporación minera Dunwich (referencia al "Horror de Dunwich"), una misteriosa entidad de nombre Ug-Quathoth (parecida a las entidades de los Mythos de Cthulhu) y el Krivbeknih, un libro análogo al temido Necronomicón.
Para Fallout 76, se anunció que muchas de las criaturas nuevas en el juego estarán basadas en el rico folklore y la criptozoología del estado de Virginia del Oeste; donde se desarrollará la historia.  Virginia del Oeste es uno de los estados de la unión americana con más leyendas de OVNIs, criaturas desconocidas y fenómenos sobrenaturales que le han dado una fama negativa de "estado embrujado". Es el estado del Mothman, de Indrid Cold, el Monstruo de Flatwoods y el asilo Trans-Allegheny; así que no fue de sorprenderse que entre las primeras confirmaciones está la presencia del Mothman como un enemigo, y en un video emitido durante el E3 aparece arte conceptual de lo que posiblemente es el Monstruo de Flatwoods.
Pero a estos increíbles y famosos seres se le suman criaturas no tan conocidas como el Snallygaster y la bestia de Grafton.

El Mothman.
El Mothman, u Hombre Polilla, es uno de los críptidos más famosos que existen; junto al Monstruo del Lago Ness y Pie Grande, y ha aparecido en películas, libros, videojuegos, series animadas y cómics desde que se le vio por primera vez en 1966. 
Es reconocido por su relación con el colapso del puente Silver en 1967, el cual culminó en la muerte de decenas de personas y del cual se cree; el Mothman fue una especie de 'portador' de la desgracia al aparecer en la zona de Point Pleasant por meses antes del desastre. Los testigos de la época aseguran que el Mothman es un extraño humanoide alado, con grandes ojos rojos y alas del tamaño de una avioneta pequeña; además de que cuenta con la escalofriante costumbre de perseguir a los autos en los caminos cercanos a la antigua fábrica de explosivos conocida como la Zona TNT.
En el documental del canal "Noclip" sobre la creación de Fallout 76, personal de Bethesda explica que el monstruo aparecerá como un acechador al principio; una figura ominosa a la distancia que se irá acercando poco a poco al jugador hasta confrontarlo al cabo de un tiempo. Lo que en un inicio se creyó era el Mothman, un monstruo alado gigante, fue revelado como otro enemigo de nombre "Scorch Beast"; mientras que el documental muestra lo que parece ser una figura encorvada y de grandes ojos brillantes en un bosque; posiblemente el Mothman.

El Monstruo de Grafton.
Mostrado en el primer vistazo de Fallout 76, el "Monstruo de Grafton" es un críptido poco conocido incluso entre los expertos de la materia; debido a la poca difusión de su encuentro fuera de Virginia del Oeste. El monstruo se origina en 1965 en Grafton, una aldea minera rodeada por montañas y densos bosques de coníferas en el corazón de Virginia del Oeste.
A las 11 de la noche del 16 de junio de 1965, Robert Cockrell, reportero del "Grafton Sentinel"; conducía de vuelta a casa por Riverside Drive, una autopista que corre en paralelo al delta del río Tygart. Cockrell, que había vivido toda su vida en Grafton y conocía los caminos a la perfección, iba a alta velocidad cuando al rodear una curva, sus faros iluminaron una gigantesca masa que le resultó desconocida.
Cockrell no tardó mucho en percatarse de que el objeto no era una roca o un trozo de concreto; sino un ser vivo de más de tres metros de alto, de color blancuzco y una piel húmeda parecida a la de una foca; además de no poseer cabeza. Al llegar a casa minutos después, Cockrell reunió a un grupo de vecinos para investigar de qué se trataba. 
Al regresar al sitio, el grupo no encontró rastros de la criatura, únicamente un círculo de ramas y pasto aplastado que indicaban que algo muy pesado había estado ahí. Cockrell y sus amigos aseguraban que mientras exploraban la orilla del río, fueron seguidos por un sonido de "silbato" proveniente del otro lado del Tygart.
Al día siguiente, Cockrell habló con su editor y la historia terminó publicada en el Sentinel en la edición del 18 de junio. En los días posteriores, más de cien personas de Grafton peinaron los bosques en busca del "Horror sin cabeza"; y sorprendentemente, alrededor de una veintena confirmó haberlo visto, con sus descripciones igualando la de Cockrell e incluso uno comentó que el ser podría ser un oso polar fugitivo de algún zoológico o colección privada, debido al tamaño y su resplandeciente color blanco.
En el año 2014, el show de televisión "Mountain Monsters", mostró imágenes borrosas de lo que parecía ser ganado huyendo de un gran ser de color blanco entre los árboles del fondo.

El Perezoso Gigante.
Uno de los enemigos más sorprendentes de Fallout 76, es una versión mutada del perezoso de tres dedos; armado con grandes zarpas, colmillos y una colonia de hongos creciendo en su lomo.
Si bien puede achacarse al hábito de introducir animales mutantes como enemigos (entre ellos escorpiones, ratas topo, cucarachas americanas, lobos, mantis e incluso fauna exótica como búfalos y gorilas); el uso del perezoso gigante como un monstruo en Virginia del Oeste es fácilmente explicable: En el año 2008, se declaró al perezoso gigante Megalonyx jeffersonii como el fósil oficial del estado. 
El Megalonyx ("garra gigante") es un perezoso extinto de la familia Megalonychidae, bastante común en Norteamérica entre el Mioceno y el Pleistoceno, extinguiéndose aproximadamente 11,000 años atrás. El Megalonyx jeffersonii medía más o menos tres metros de alto y pesaba hasta una tonelada. 
La presencia de hongos en la criatura obedece al hecho de que se ha descubierto que algunas especies de perezosos cultivan parásitos, hongos, algas e incluso insectos en su pelaje; teñiendo al animal de un color verdusco que lo ayuda a camuflarse entre la vegetación tropical y evitar a depredadores como el jaguar. En Panamá, se encontraron rastros de 84 especies de hongo en el pelaje de un perezoso de tres dedos. 
Otro posible candidato para la identidad del perezoso podría ser el críptido apodado "Diablo de la Manzana"; el cual fue visto en 1960 en los huertos de la localidad agrícola de Marlington. 
La leyenda reza que en ese año, los granjeros del pueblo se quejaban de encontrar cercas rotas, ramas despedazadas y manzanos enteramente desprovistos de fruta; y a eso se le sumó el rumor de que algunas personas habían visto a una criatura grande y peluda merodeando por los árboles; la cual también se decía que corría a gran velocidad y emitía un olor nauseabundo.
La historia se tomó como una exageración y se achacó más bien a algún oso hambriento que hubiese bajado de las montañas Blue Ridge en busca de alimento. 
Ese verano, W.C. Doc Priestly conducía cerca de Marlington y su auto dejó de funcionar repentinamente a veinte kilómetros al sureste de Flatwoods. Al bajarse para revisar el motor, Priestly alcanzó a divisar algo junto al camino: una gigantesca criatura cubierta de pelo grueso, la cual lo miraba y presentaba el pelo encrespado, como si quisiera atacar. Priestly permaneció quieto hasta que el ser perdió interés en él y se desvaneció entre los árboles.
Al encuentro de Priestly le siguió otro en Davis, en el lindero norte del bosque. En esta ocasión, una familia que acampaba dijeron haber visto un "monstruo horrible con dos grandes ojos que brillaban como bolas de fuego". En Parsons, otro fue reporrado por varias personas; y se le describió como una mezcla de oso y Pie Grande con "ojos rojos". 
La racha de avistamientos prosiguió hasta el 30 de diciembre de 1960, cuando Charles Stover, un trailero, conducía por un camino rural cercano a Hickory Flats. De acuerdo con Stover, estuvo a nada de arrollar al monstruo cuando este salía de entre los árboles; y lo describió como un "hombre grande y peludo", con ojos rojizos. Logró evitarlo y condujo hasta una estación de servicio cercana; donde contó su historia a un grupo de camioneros. Varios de ellos iban armados, así que decidieron volver al sitio en busca del monstruo. Sin embargo, no lograron encontrar más que grandes rocas desprendidas del suelo y arrojadas sobre el camino con gran fuerza

El Snallygaster.
En Fallout 76, el Snallygaster es una abominación reptiliana con múltiples extremidades, un gran hocico y una lengua extensible que usa para atacar. Esta criatura fue identificada por su nombre en el tráiler mostrado durante el evento de videojuegos E3; y proviene de un dragón legendario que habitaba Maryland y Washington DC; en especial las comunidades habitadas por inmigrantes alemanes en el siglo XVIII.
Los primeros inmigrantes decían ser atacados por un ser llamado "Schneller Geist", que significa "fantasma rápido" en alemán. Las primeras encarnaciones de la leyenda mezclaban rasgos de aves, demonios y dragones; describiendo al Snallygaster como un dragón con pico de acero, dientes afilados y tentáculos de pulpo. 
Se decía que el Snallygaster atacaba succionando la sangre de sus presas; y que el dibujo de una estrella de siete puntas servía para ahuyentarlo, por lo cual se inició la tradición de pintarlas en graneros y casas, costumbre que permanece hasta el día de hoy. En el siglo XIX, se resucitó la leyenda para asustar a los esclavos que intentaban huir por los senderos boscosos de la Vía Subterránea (nombre dado a un grupo que buscaba liberar esclavos africanos de las plantaciones sureñas).
En 1909, los periódicos de Washington DC detallaron encuentros entre habitantes de la región y una bestia con "grandes alas, un pico afilado, garras como ganchos de acero y un ojo en el centro de la frente"; y se decía que emitía silbidos como los de una locomotora. El pánico desatado por el Snallygaster fue tal que no solo el Smithsonian ofreció una recompensa para la captura del monstruo; pues el mismo presidente Theodore Roosevelt consideró posponer un safari para cazar él mismo a la bestia.

La Rana Loveland.
En el documental de NoClip, aparece arte conceptual de lo que parece ser una rana monstruosa, y que podría estar relacionada a un críptido del estado vecino de Ohio; la Rana Loveland. 
En el folklore de Ohio, la Rana o Lagarto Loveland es un anfibio bípedo encontrado por motoristas cerca del río Little Miami. Los primeros reportes de encuentros con la rana datan de 1955, en particular el mes de mayo, y varían bastante, aunque todas coinciden en que estos seres (pues se reportó a más de uno al mismo tiempo) miden entre 90 y 120 centímetros de alto, tienen piel parecida al cuero envejecido y rostros de sapo. Hay quienes los pintan como criaturas más grandes y peligrosas,  con la fuerza para marcar sus garras en la carrocería de un auto. 

El Wendigo.
Aunque el juego está situado en Virginia del Oeste, el equipo de desarrollo de Fallout 76 optó por introducir a un enemigo que, de acuerdo con muchos, podría ser una encarnación postapocalíptica del terrible espectro caníbal del folklore Algonquiano: el Wendigo.
El Wendigo es un mítico espíritu caníbal nativo de los bosques del norte de la Costa Atlántica y la región de los Grandes Lagos de Estados Unidos y Canadá; y se le asocia con asesinatos, codicia, canibalismo y otros tabús culturales impuestos a dichos comportamientos. Inclusive, existe una condición médica llamada "Psicosis del Wendigo"; descrita por los psiquiatras como una súbita necesidad de consumir carne humana y el temor a convertirse en un caníbal; aunque algunas comunidades indígenas de Norteamérica se refieren a la destrucción ambiental y la codicia como una manifestación de la psicosis del Wendigo.
El monstruo esquelético, de extremidades alargadas y movimientos feroces; no tiene aún un nombre definido pero la comunidad de fanáticos del juego ha optado por referirse a él como el Wendigo; debido a su similitud con la leyenda. En los mitos, el Wendigo aparece como un humanoide esquelético, de piel casi momificada y huesos prominentes; piel color ceniza y ojos hundidos, similar a un esqueleto recién desenterrado de la tumba. 
Otros aficionados al horror y la criptozoología han notado que el "Wendigo" bien podría estar basado en el monstruo de creepypasta conocido como El Rastrillo (The Rake), con el que guarda un gran parecido. Unos más apuntan al Demonio de Dover, un críptido visto en Dover, Massachusetts durante abril de 1977; y que parecía un extraño alienígena de grandes ojos, extremidades alargadas y piel blancuzca. 

El Monstruo de Flatwoods.
Durante el documental de NoClip, puede apreciarse arte conceptual de lo que parece ser el Monstruo de Flatwoods, lo cual tiene sentido considerando que es junto al Mothman, uno de los dos críptidos más representativos del estado de Virginia del Oeste.
Conocido también como el Monstruo del Condado Braxton o el Fantasma de Flatwoods; se dice que el monstruo apareció por primera vez en el pueblo del mismo nombre el 12 de septiembre de 1952. 
A las 7:15 de la noche, Edward y Fred May junto con su amigo Tommy Hyer, avistaron un meteoro que caía en la propiedad del granjero G. Bailey Fisher. Los chicos acudieron a buscar ayuda, reuniendo un grupo local en el cual se incluía un miembro de la guardia nacional de nombre Eugene Lemon. Al llegar a la granja Fisher y cruzar una colina, los muchachos vieron una extraña luz roja que parpadeaba; y al alumbrarla con una linterna, fue que encontraron a una criatura que aparentemente no era de este mundo: Un gigantesco humanoide de rostro redondo, brillantes ojos circulares y que portaba una especie de armadura y una capucha en forma de un as de espadas. El ser medía aproximadamente tres metros de alto, tenía manos terminadas en zarpas y flotaba emitiendo un sonido parecido al silbido de una olla de presión.
Además de ello, el grupo enfermó a causa de una niebla verde que emanaba del ser. Al día siguiente, autoridades del condado Braxton encontraron una especie de "goma" viscosa y marcas quemadas en el pasto donde Eugene Lemon aseguraba que habían encontrado al ser. 

viernes, 8 de junio de 2018

El monstruo de Cojimar.

Fotografía del monstruo de Cojimar. 
Durante el verano de 1945, el poblado cubano de Cojimar, famoso también por haber inspirado al célebre Ernest Hemingway para escribir "El viejo y el mar"; causó revuelo internacional cuando en él se dio la captura de lo que el periódico Le Monde bautizó como "El monstruo de Cojimar."
En una mañana de junio, un grupo de pescadores se encontraban a kilómetro y medio de la costa cuando se percataron de algo bastante inusual: En las horas que llevaban ahí, no habían capturado nada; aún cuando la zona de Cojimar es bastante rica en peces de gran tamaño como atunes y marlins. Sin embargo, ese día las aguas fallaron en entregarles algo.

La respuesta no tardó en aparecer. 
Los gritos de uno alertaron el resto. El hombre señalaba hacia el mar abierto, donde una gigantesca aleta dorsal cortaba la superficie del agua. Por el tamaño y forma, no les quedó duda de que se trataba de un ejemplar de tiburón blanco; el más infame y reconocido depredador marino. Sin embargo, los pescadores de Cojimar cayeron en la conclusión de que, por el tamaño de la aleta, el animal debía sobrepasar a cualquier otro que hubieran visto hasta entonces.
No era difícil pensar que un animal de ese tamaño debería costar una fortuna, así que tras una breve discusión, se decidieron a atraparlo y remolcarlo a los muelles de Cojimar. 

La tarea no resultó para nada fácil. Sin redes agalleras o equipo necesario para la pesca mayor, improvisaron la creación de una red al atar varias líneas de pesca a un gancho para tiburones, al que se le ensartó un poco de pescado a manera de carnada. Una vez que el tiburón se interesó y nadó en dirección al bote, fue que los pescadores se percataron de la envergadura del animal y el hecho de que era incluso más grande que el bote.
El monstruo marino mordió la carnada y arrastró al bote, amenazando con hundirlos aún cuando los pescadores usaban todas sus fuerzas y emplearon pequeñas anclas para cansarlo.  Tras una hora de ardua lucha, el tiburón se detuvo lo suficiente como para que los hombres pudiesen acribillarlo a punta de arponazos. 

Contrario a lo que esperaban, el tiburón se encolerizó y saltó de entre las aguas, mordiendo el bote y arrancando un trozo de la proa. Enfrentados a la posibilidad de zozobrar, los pescadores intensificaron su ataque, a grado tal que cuando el tiburón finalmente sucumbió a sus heridas; había transcurrido más de una hora.
Para cuando el bote dañado llegó de milagro a los muelles de Cojimar, curiosos y pescadores por igual observaron con asombro el pez que era arrastrado por el grupo. La medición en el muelle entregó un dato estimado de su tamaño: casi siete metros de largo, aunque hay quienes apuntan a unos buenos ocho o nueve; y un peso de al menos tres toneladas y medio. 

En comparativa, se dice que el tamaño promedio de un gran tiburón blanco es de entre cuatro y cinco metros; con algunos especímenes nativos del "callejón del tiburón" en Sudáfrica, los arrecifes de coral en Australia o la costa de California llegando a lo mucho a los seis. El "Monstruo de Cojimar" rompía todos los records conocidos hasta la fecha, empequeñeciendo a una hembra de seis metros capturada en el Golfo de San Lorenzo durante el verano de 1898. 
De manera curiosa (o escalofriante), los pescadores de Cojimar aseguran hasta la fecha que han tenido encuentros con tiburones mucho más grandes que el Monstruo en las aguas del Caribe; y que en ellas habitan escualos del tamaño de autobuses.

martes, 22 de mayo de 2018

La serpiente de Colón y el basilisco caribeño.

El 21 de Octubre de 1492, pocos días después de haber pisado el nuevo mundo, Cristóbal Colón escribió en su diario sobre el encuentro que tuvo con una criatura de metro y medio de largo; describiéndola como una serpiente la cual había visto en un lago de la isla.
Al día siguiente, una serpiente de aspecto similar fue asesinada en otro lago de la isla por Martín Alonso Pinzón, capitán de una de las naves al comando de Colón. Estos hechos quedan como pies de página en la historia de la exploración americana, y cuando llegan a ser mencionados se considera que por lo vago del término "serpiente" en aquél tiempo; podrían hacer referencia al cocodrilo o a un lagarto desconocido para los europeos.

En 1987, una expedición del museo estatal de Florida descubrió los restos de un cocodrilo de gran tamaño en las ruinas de una aldea que se cree pudo haber sido visitada por Colón. Lo que hace más interesante el caso, pues no hay especies de cocodrilos nativas de las Bahamas, aunque existe la posibilidad de que el animal pudo haber viajado desde Cuba o la costa de México en la marea del Caribe. Varios criptozoólogos sugieren que podría tratarse de una especie desconocida o un animal isleño que fue cazado hasta la extinción; aunque esta última teoría se cae al no haber registros de ataques de cocodrilos o lagartos de gran tamaño hacia los pobladores y colonos de las Bahamas. 
Como un dato curioso, en una entrada de septiembre de 1949, Colón hace referencia a otro encuentro en la costa este de lo que hoy es República Dominicana. De acuerdo con Colón, él y su tripulación avistaron lo que a todas leguas era una tortuga gigantesca; del tamaño de una ballena. 

La Serpiente Gallo de Haití.
Un críptido tal vez relacionado con la extraña serpiente avistada por Colón, es la famosa Serpiente Gallo de Haití; la cual no solo se dice que habita este país, si no áreas de Jamaica y otras islas menores. Este ofidio mide aproximadamente 1.30 metros de largo, con un cuerpo moteado de color cobrizo, una especie de mechón en la punta de la cola y una cresta parecida a la del gallo; además de que cuenta con la extraña habilidad de cacarear y cantar como el ave. 
El mito sugiere que esta agresiva serpiente venenosa es una ávida devoradora de pollos, y no es raro que los granjeros isleños la culpen por la desaparición de sus aves. Y aunque se le considera una leyenda urbana, existen incluso casos históricos de serpientes gallo asesinadas. Por ejemplo, el cuerpo parcialmente descompuesto de uno de estos reptiles fue examinado por un doctor en Jamaica en el año 1829, corroborando que contaba con una cresta similar a la del gallo. En otro caso, uno de estos animales fue asesinado a tiros por un cazador en una plantación jamaiquina en el año 1850.