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martes, 22 de mayo de 2018

Drekavac.

El Drekavac (del serbio "drécati", "grito") es un demonio  o espíritu de los Balcanes y el sureste de Europa; donde también se le conoce como Drékalo, Krekavac, Zdrekavac o Zrikavac; todos nombres que significan "el gritón". 

Entre la infinidad de pueblos y culturas de los Balcanes, Crimea, el Mar Negro y los Cárpatos; hay infinidad de leyendas sobre esta criatura, y por lo tanto, su apariencia y hábitos pueden cambiar de pueblo en pueblo. Los únicos rasgos consistentes son que aparece únicamente durante las noches, en especial en las doce noches que anteceden a la navidad y que en Serbia son conocidas como "Las noches sin bautizar"; así como en los días de inicio de la primavera, pues se cree que los demonios son mucho más activos durante estas épocas.

Este espíritu funciona de manera parecida a los boogeymen, como un mito para espantar a los niños traviesos. Entre sus poderes, se dice que el Drekavac puede predecir la muerte de alguien, traer enfermedad y muerte al ganado y que si alguien pisa su sombra, indudablemente enfermará de un mal incurable y morirá. 
Dependiendo de la región, el Drekavac tomará una forma específica:
-Un demonio peludo con grandes zarpas que vive en los bosques.
-Un zombie que sale de la tumba durante las noches para aterrorizar a las personas.
-Un niño muerto, este es producido cuando un bebé muere sin ser bautizado. El espectro sale de la tumba durante la noche para asustar a sus padres, y se dice que grita a quienes pasan cerca de los cementerios para que lo bauticen y así pueda descansar en paz.
-Un hombre lobo en el este de Serbia.
-Un soldado fantasmal que recorre los caminos en la región de Maglaj. 
-En Kozarska Dubica, el Drekavac es un vampiro similar a Nosferatu que vuela por los bosques durante la noche.
-En Arilije, es una bestia con piernas como las del ciervo y la cabeza de un gato.
-Un humanoide con una pata, de brillantes ojos dorados y que se mueve por las noches dando saltos. 
-En el sureste de Serbia, el Drekavac es un cambiaformas que aparece como un potro, perro, gato o una gran ave de presa.
-Para los Gruzos, es una bestia humanoide parecida a Slender Man; con extremidades alargadas y una gran cabeza. Este ser puede volar, y se cree que nace del alma de un niño muerto violentamente o a causa de la negligencia de sus padres.
Un Botchling en "The Witcher 3", similar al mito del Drekavac. 
Pese a que el Drekavac es considerado un mito, existen reportes de encuentros con este ser; así como avistamientos múltiples en las montañas de Zlatibor. En 1992, los habitantes del delta del río Krvavicka sufrieron un caso de histeria colectiva al encontrarse los restos de un animal desconocido, que asemejaba un híbrido de zorro y canguro; y que de inmediato fue 'identificado' como un Drekavac. 
Posteriormente en el año 2003, la aldea de Tometino Polje fue lugar de una serie de ataques al ganado, con decenas de animales apareciendo muertos sin una gota de sangre. Se cree que fue la obra de un Drekavac, pues si bien el animal nunca fue visto; muchos aldeanos escucharon una serie de gritos y lamentos escalofriantes durante las noches en que eran cometidos los ataques. En el año 2011, la policía de Bosnia acudió a patrullar varias aldeas luego de que se escucharan gritos escalofriantes en las regiones de Drvar, al oeste del país.

Además de la multitud de formas que puede tomar, existen otros espíritus relacionados al Drekavac. Por ejemplo, el Bulkavac de Srem es un monstruo cornudo con seis patas, que habita las aguas y sale durante la noche para estrangular a los hombres y animales; el Jaud, un bebé vampiro ; el Myling y el Nav, consideradas las almas de niños que fallecieron antes de cumplir tres años; el misterioso Nekrstenac o el Plakavac, el alma de un recién nacido estrangulado por su madre. 

De manera general, se cree que el Drekavac no puede ser asesinado hasta que su alma logre encontrar la paz o ser bautizada. En los Balcanes, se cree que alguien debe soñar primero con el Drekavac para encontrarlo, y que este ser puede ahorcar a la gente mientras duermen a manera de venganza por algo que le hicieran en vida. 
Otras versiones sugieren que cuando el Drekavac grita afuera de una casa, los habitantes morirán; y que la única forma de detenerlo es teniendo un perro guardián o fuertes luces en el exterior de la casa, pues les teme a estos.

martes, 10 de abril de 2018

El Hombre Sapo de San Luis Potosí.

Aunque la historia de contactos con entidades extraterrestres en México está poco documentada en comparación a la del vecino del norte, en el libro "Contacto México: Historia del Fenómeno OVNI", el ufólogo Luis Ramírez Reyes escribe la crónica del encuentro entre un joven cazador de San Luis Potosí y una criatura desconocida para la ciencia.

El 12 de febrero de 1965, Francisco Estrada Acosta, un joven de 19 años de la localidad minera de Morales en San Luis Potosí; se encontraba caminando al borde del río Santiago en busca de piedras las cuales usar a manera de munición para cazar aves acuáticas y otros animales pequeños. Cuando se encontraba cerca de la presa de San José, Estrada Acosta se sintió observado mientras recogía piedras de río.
Al levantar la mirada, lo que estaba frente a él distaba mucho de su suposición inicial. No se trataba de un pescador, un jornalero o incluso de un ladrón. De hecho, lo que se alzaba frente a Estrada Acosta distaba mucho de ser siquiera humano. Al dar una descripción posterior, diría que era un ser humanoide, demasiado alto, con grandes ojos de color rojo y boca enorme como la de un pez en una cabeza de forma ovalada; y cuya piel era grisácea y escamosa como la de un sapo. 
De acuerdo con el joven, el extraño hombre rana alargó un brazo delgado y terminado en una especie de aleta como la de los pingüinos en dirección a él; acercándose tanto que pudo rozarle la piel en la mano. Estrada Acosta soltó las piedras que había recogido y echó a correr, echando un último vistazo para asegurarse que el ser no lo seguía.
Por lo que describió, el hombre rana parecía tener alas membranosas similares a las de un murciélago, y las desplegaba en señal de que intentaría emprender el vuelo. El ser no volvió a ser visto, y el misterio de lo que Francisco Estrada Acosta vio ese día (si es que así fue) permanece sin respuesta hasta el día de hoy.

domingo, 8 de abril de 2018

El Bebé de Brea.

La historia del "Bebé de Brea" o "Bebé Oscuro" es una historia poco conocida en los anales de la ufología y la criptozoología, en comparación a otros como el del Hombre Polilla o el Monstruo de Flatwoods; pero no por ello menos perturbador o misterioso. Incluso, algunos investigadores y asesores para la NICAP (Comité de Investigaciones Nacionales para Fenómenos Aéreos, por sus siglas en inglés) han llegado a catalogar el reporte como evidencia fehaciente de la presencia de entidades extraterrestres o interdimensionales.

La poca información existente, debido al fallecimiento de la única testigo adulta y la renuencia de sus familiares sobrevivientes para hablar de ello; pinta un escenario escalofriante si uno se imagina encontrarse en la posición de  quienes lo experimentaron.
Esa noche de agosto, la familia Quinn, compuesta por la madre únicamente identificada como la "señora Quinn" y sus hijas Brenda y Judy, dormían tranquilamente cuando despertaron a eso de la 1:30 de la mañana tras escuchar el ruido de algo que caía al suelo.
Al abrir los ojos, la señora Quinn vio algo que bastó para producirle pesadillas de por vida: Ahí, flotando a un metro de altura junto a su cama, estaba una criatura semejante a un bulto hecho de lodo; con ojos y sin una cabeza o extremidades visibles. La señora Quinn lo describió como un 'roly poly'; término usado para los insectos conocidos como cochinillas y para un modelo entonces popular de punching bags. 

Por su parte, la hija mayor, Judy; lo denominó como "un bebé de brea con ojos enormes". El término, hoy racialmente ofensivo, se ocupaba entonces para hacer referencia a las historias del escritor Joel Chandler Harris y la película de Disney "Song of the South". En ellas, el personaje Hermano Conejo es capturado por el Hermano Zorro usando un muñeco hecho de brea y resina de árbol. 
Y es que como el muñeco de la película, Judy aseguraba que el ser era una masa informe, cubierta de una sustancia negra y viscosa. Lo más aterrador sin embargo, fue el hecho de que Judy escuchaba una voz en su cabeza que le susurraba "Ven conmigo". No tardó mucho en salir del trance producido por la impresión, y una vez que pudo gritar, la voz se calló y el ser pareció hacerse intangible, como un fantasma; hasta desaparecer por completo.

El Bebé de Brea en "Song of the South".
Luego de que la señora Quinn y sus hijas dieran testimonio de lo ocurrido a la policía, los rumores en el pueblo no se hicieron esperar. Hubo quienes apuntaban a extraterrestres o criaturas desconocidas, mientras que algunos más hablaban de fantasmas e incluso de demonios; tomando en base el testimonio de Judy y que supuestamente el ser había intentado tentarla para llevársela.
gAños más tarde, varios fanáticos de lo paranormal apuntaron las similitudes entre el bebé de brea y un extraño ser flotante y de grandes ojos que aterrorizó a un pueblo en Tailandia; bautizado como el Espantapájaros Fantasma de Chiang Rai, por su parecido con las efigies usadas por los campesinos para ahuyentar a las aves y roedores en las plantaciones de arroz. 
¿Podría tratarse del mismo ser, o de otro perteneciente a la misma especie?

jueves, 8 de marzo de 2018

La gárgola de Frank Shaw.

A mediados de 1986, un empleado de la NASA llamado Frank Shaw tuvo un encuentro con lo que sólo puede ser descrito como una 'gárgola' de color negro y aspecto malévolo. Este evento atormentó a Frank por el resto de su vida, y aunque se negó a contar la historia en un principio para evitar ser tachado de loco; fue en el 2004 que su hija se puso en contacto con un reconocido criptozoólogo y contó su versión de lo ocurrido.
De acuerdo con la mujer, en aquél tiempo la familia estaba acostumbrada a que Frank llegara tarde del trabajo, por lo que a nadie le pareció extraño que una noche en particular regresara a altas horas de la madrugada. Lo que capturó la atención de sus hijos y esposa, fue el hecho de que Frank parecía bastante perturbado y nervioso. 
Tras unas horas de intentar reconfortarlo, Frank se decidió a relatar lo ocurrido.

De acuerdo con él, estaba caminando hacia su auto al final del turno, cuando tuvo la súbita idea de mirar hacia arriba. Lo que encontró, le heló la sangre. Sobre uno de los edificios del Centro Espacial se hallaba perchada una figura similar a una gárgola, de color negro y rasgos inhumanos. 
Frank lo describió como un ser completamente negro, y con una 'capa' sobre los hombros; pero al verlo con más detenimiento, se percató de que no era una capa, sino alas membranosas como las de un murciélago. Y la criatura, lo que sea que fuese, lo miraba de vuelta desde su percha con un interés casi depredador. Al relatar la historia, Frank dijo que por la expresión del ser, parecía como si disfrutara el producirle terror. 
Tras unos segundos que a Frank le parecieron una eternidad, la gárgola desplegó sus alas con un sonido similar al de un chisporroteo, y ascendió al cielo. Esto bastó para sacar al hombre de su parálisis nerviosa, y aprovechó el impulso de adrenalina para alcanzar su auto, encenderlo y salir a toda velocidad del estacionamiento; con la idea de que tal vez la criatura alada lo perseguía.

En los días posteriores, la esposa de Frank lo convenció de jamás contar la historia, pero con el paso del tiempo sintió que debía relatársela a alguien en quien pudiese confiar; a manera de sacar el recuerdo de su cabeza. 
Finalmente y tras una larga consideración, Frank decidió contarle la historia a su supervisor. Y de manera contraria a lo que habría previsto, éste no se burló por lo insólito de la historia. De hecho, lo confortó explicándole que no era el primer empleado del Centro Espacial Johnson que había visto al ser; y que incluso existía un archivo en la administración del edificio que hablaba de la gárgola. El supervisor de Frank se limitó a decir que el archivo había sido creado meses atrás, luego de que dos de los pastores alemanes usados como perros guardianes de la base hubiesen sido destrozados grotescamente. 
Por alguna razón, la historia de Frank llegó a oídos de algún oficial de la NASA, que ordenó que Frank fuese interrogado por elementos de seguridad. Este personal se aseguró de informarle a Frank que, lo mejor que podía hacer por sí mismo y su familia, era permanecer callado al respecto. Frank lo hizo, al menos hasta su muerte una década después. 
Debido a la política de confidencialidad y alto secreto de la NASA, no han surgido más reportes al respecto sobre la gárgola en las inmediaciones del centro Johnson. 

Los misterios del Parque Griffith.

El Parque Griffith, Los Ángeles, California.
El Parque Nacional y el Observatorio Griffith, es una reserva natural enclaustrada en medio de las montañas de Santa Mónica; en Los Ángeles, California. El parque, con una extensión de más de 1,700 hectáreas, es uno de los parques naturales más grandes de Norteamérica y el segundo en California; justo después de la Reserva de Mission Trails en San Diego.
El lugar cuenta con una larga historia relacionada a la ciudad. Por ejemplo, en uno de sus extremos se encuentra el barrio residencial Los Feliz, hogar de varios famosos hollywoodenses; fue la sede del antiguo zoológico de Los Ángeles, y en él se encuentra el letrero de Hollywood. Pero lo más curioso sobre el parque, es el hecho de que en él han transcurrido varios fenómenos que van desde lo chusco hasta lo sobrenatural.

Don Antonio Feliz y la maldición de Doña Petronila.
Griffith Jenkins Griffith (1850-1919)
La historia del parque Griffith inicia con un barón mexicano llamado Don Antonio Feliz, y su sobrina Petronila. Se dice que en 1863, Feliz estaba muriendo de una rara enfermedad cuando decidió legarle los derechos de sus tierras a un asociado; lo que desató la ira de su sobrina. No se sabe si Feliz lo hizo a propósito, o si su asociado y el notario involucrado se aprovecharon del febril y moribundo hombre.
Lo que se sabe, es que Petronila lanzó una maldición: "¡El ganado y los campos morirán! ¡Y nadie verá dinero de esta tierra!", y dijo que tanto el asociado como el notario morirían de forma sangrienta. 
Fue años después, en 1882 que el coronel Griffith J. Griffith compró la tierra. Y y sea por coincidencia o efectivamente la maldición de Petronila; pero la cuenca de Los Ángeles sufrió de sequías, incendios y otros desastres que fueron particularmente severos en el área del rancho Los Feliz. Hay quienes incluso aseguran que durante la tormenta, se podía ver al espíritu de Doña Petronila montando un caballo, gritando y riendo como una demente.
En 1891, Griffith apenas sobrevivió a un intento de asesinato por parte de un empresario rival. El hombre se salvó milagrosamente debido a que el atacante usó un tipo de perdigón para aves, y no el usual, que era destinado a ciervos y animales de gran tamaño. De cualquier forma, Griffith decidió que era más de lo que podía soportar y comenzó a regalar extensiones de terreno a los habitantes de Los Ángeles.
En 1903, Griffith atacó a su esposa con un arma durante su estancia en un hotel de Santa Mónica. La mujer saltó por la ventana para escapar, quedando desfigurada y sin el uso de su mano izquierda; pero afortunadamente pudo sobrevivir. Griffith fue sentenciado a la prisión de San Quintín. En 1919, finalmente falleció de una enfermedad del hígado, producto de su alcoholismo.

El fantasma de Petronila.
Hasta el día de hoy, no son pocos los angelinos que dicen ver al espíritu de una joven que porta un vestido blanco y que cabalga en un caballo del mismo color. Se puede ver a la medianoche en un edificio conocido como Paco Feliz Adobe; asomándose por las ventanas durante noches particularmente tormentosas y oscuras. El Adobe es la estructura más vieja del parque, y sirve en la actualidad como el cuartel de los rangers de Crystal Springs.
Una leyenda relacionada dice que en 1896, el espíritu de Don Antonio Feliz apareció en una fiesta para celebrar la venta de la tierra por parte de Griffith a la ciudad de Los Ángeles. Se dice que el fantasma se sentó en la silla de honor reservada para Griffith, y proclamó con voz espectral: "¡Los invito a cenar conmigo en el infierno! ¡En su gran honor, he traído una corte de demonios!"; acto seguido las luces se apagaron y un escándalo de tambores y trompetas inundó la habitación. No se sabe qué ocurrió después, pues todos los invitados de Griffith salieron huyendo antes de que los demonios llegaran. 
El fantasma de Don Feliz continúa apareciendo en lo que fue su antiguo rancho, usualmente montado en un caballo negro de brillantes ojos rojos. Curiosamente, hay quienes dicen haber visto al espectro de Griffith, montado también en un caballo.

Los misterios del letrero de Hollywood.
P22, el puma del parque.
Construido en 1923 como una manera de promocionar la ciudad y atraer a nuevos habitantes, el letrero de Hollywood es indudablemente una de las obras arquitectónicas más famosas del mundo. La versión que existe hoy, no es la original, sino una construida de un material más duradero luego de que la primera se deteriorara por varios accidentes y exposición a los elementos hasta 1978.
Como un dato curioso, fue el fundador de Playboy, Hugh Hefner; quien inició la campaña para la restauración del letrero y que consistía en que cada letra fuera 'donada' por un famoso diferente.
En los últimos años, se hizo famoso por ser el hogar de "P22", un puma que también saltó a la fama luego de haberse comido un koala del Zoológico de Los Ángeles.  Pero, además de P22, el letrero también es el hogar de un espíritu: el de una joven actriz llamada Peg Entwistle.
En 1932 y luego de una corta carrera llena de decepciones, Peg Entwistle se suicidó saltando de la H del letrero. Desde entonces, varios paseantes y deportistas han dicho haber visto a una mujer saltando de la letra H al anochecer; siempre desapareciendo antes de chocar con el piso. Se dice que es Peg debido a que su descripción coincide, por el hecho de que viste ropas antiguas y que también ha sido vista recorriendo el camino entre el letrero y su antigua residencia en Beachwood Drive. Incluso hay quienes sugieren que el aroma a gardenia, el perfume favorito de Peg, tiende a presentarse cerca del letrero durante las noches.

Los amantes de la mesa y otros espíritus del parque.
La banca embrujada. 
En 1976, el un músico de nombre Rand Garrett y su novia, Nancy Jeanson; se encontraban haciendo el amor en una de las mesas de picnic en Griffith Park cuando una rama de árbol se desprendió y cayó sobre ellos; aplastándolos. Sus restos fueron cremados y dispersados en la mesa y los alrededores; mientras que algún fanático decidió escribir "RIP 10/31/1976 RAND+NANCY" en la banca. 
De cualquier modo, se dice que los espíritus de Rand y Nancy siguen anclados al lugar; y no están para nada contentos.
Muchos empleados del parque han reportado haberse encontrado con Nancy y Rand, o sufrido accidentes relacionados con ellos. El primero de ellos fue un trabajador de la ciudad de nombre Morris Carl, a quien se le dió la tarea de talar el árbol caído en la banca. Carl apenas había comenzado a cortar el árbol cuando sintió un escalofrío y empezó a escuchar llantos y gemidos a su alrededor. 
Lo que finalmente lo hizo huir fue que el árbol comenzó a agitarse violentamente, y Carl escuchó un susurro en su oído que decía claramente: "déjanos en paz". Carl intentó escapar, pero el motor de su camioneta no lograba encender; y en ese instante fue que vio algo que le heló la sangre. 'Algo' había empañado el parabrisas y escrito "la próxima vez, te mueres" (NEXT TIME YOU DIE).
Años más tarde, un supervisor de nombre Dennis Higgins aceptó una apuesta de quinientos dólares para ir y talar el árbol durante la noche. Sorprendentemente, no solo se encontró a Higgs tirado junto a la banca al día siquiente, si no que la sierra eléctrica que usaría para el trabajo yacía a unos metros de él; con la hoja completamente doblada en forma de 'U'. El forense que lo examinó, declaró que la muerte del hombre había sido por un infarto; pero quienes vieron el cuerpo coinciden en que el cabello se le había puesto blanco, y que su rostro estaba congelado en una mueca de horror.
La policía también reveló que las manos de Higgs sufrían de heridas consistentes con lo que habría sido si alguien lo hubiese arrastrado por el piso. Al final, las autoridades del parque emitieron un comunicado prohibiéndole a los empleados que se alejaran de la mesa número 29. El árbol permanece intacto, aún cuarenta años después de haberse desplomado; sin rasgos de musgo o infestación por los escarabajos que una década atrás no solo diezmaron los árboles del parque, sino que acabaron con uno plantado en honor de George Harrison.
Quienes han visitado la banca por la noche, cuentan haber sufrido opresiones en el pecho, escuchado llantos e incluso haber visto dos pares de ojos rojos entre los árboles; los cuales casi siempre van acompañados de una risa escalofriante.

Otro punto importante en términos de apariciones fantasmales, es el viejo carrusel del parque. Luis Alvarado, 'alcalde' honorario de Griffith Park supuestamente se encontró a un fantasma en dos ocasiones distintas; mientras recorría el parque al anochecer para cerciorarse de que todos los visitantes habían salido.
Alvarado pudo observar como un hombre descendía por una escalera cerca del carruse, desapareciendo al llegar al último escalón. Inicialmente, descartó la idea como una ilusión óptica, pero el fenómeno se repitió a los pocos días durante otra revisión de rutina. Indagando en la historia del parque, no se pudo corroborar que en ese punto hubiese ocurrido alguna muerte.
El observatorio y la zona conocida como Travel Town también cuentan con historias de apariciones, voces desencarnadas y orbes de luz; y son tan frecuentes que las autoridades de la ciudad han llevado equipos de investigadores paranormales con la intención de descubrir exactamente qé ocurre con la zona. 

El Zoológico abandonado.
El parque Griffith también llegó a funcionar como el hogar del Zoológico de Los Angeles, que operó entre 1912 y 1966; y que  pese a estar abandonado en la actualidad, sigue atrayendo a miles de turistas cada año por lo extraño y decadente de sus estructuras.
De acuerdo con los habitantes de Los Angeles y varios investigadores paranormales, el zoológico es un punto importante en términos de actividad inexplicable; y en las décadas que lleva abierto a paseantes y aficionados al UrbEx (exploración urbana), cuenta con reportes de apariciones de personas, olores misteriosos, sonidos e incluso animales espectrales. En la década de 1990, un grupo de aficionados a la exploración urbana salieron despavoridos de una jaula abandonada tras encontrar lo que parecía ser un león africano adulto emergiendo de las sombras del lugar.
En el año 2010, una renombrada psíquica visitó el zoológico con un equipo de filmación, y de inmediato experimentó varias visiones que le helaron la sangre: Animales en condiciones deplorables, grandes felinos recurriendo al canibalismo, un mono sufriendo ataques de psicosis, elefantes con los pies infectados y un dragón de komodo encerrado en una jaula demasiado pequeña. 

La Bestia de Griffith Park.
Pero no son solo fantasmas animales y humanos los que rondan el parque, pues de acuerdo con la leyenda urbana; existe una bestia monstruosa que acecha en los sitios más recónditos. En el año 2005, tres hombres que volvían de una excursión nocturna, se encontraron con una bestia de piel verde y pelaje de un rojo brillante. 
"Las piernas eran muy largas, y daba grandes zancadas mientras atravesaba la calle. Tenía la espalda jorobada, su cuello era muy largo y caminaba como un gran simio. No hay forma de que un hombre puede caminar así. Sus ojos eran negros", declaró uno de los testigos a los medios de la época.
En el año 2009, un usuario del sitio "Weird CA" contó haber sido perseguido por un coyote o lobo gigante durante una excursión; y que al subir por una loma pronunciada, encontró a un chico y le advirtió del animal. El chico le agradeció por la advertencia y le entregó un petardo para defenderse de su perseguidor; para luego desaparecer entre una línea de arbustos y un sendero. Termiendo que pudiese ser atacado, el excursionista decidió seguir al niño pero este ya se había desvanecido sin dejar rastro alguno.

miércoles, 14 de febrero de 2018

La criatura de la montaña Bald.

El 14 de noviembre de 1974, habitantes del condado Lewis, en el estado norteamericano de Washington; inundaron las líneas de emergencia con reportes del impacto de un meteoro en la Montaña Bald, cerca del Monte Santa Helena. Lo que podría haber quedado como un incidente astronómico menor, rápidamente se salió de control cuando durante las semanas siguientes, varios grupos de campistas y montañeses acudieron a los servicios forestales de la localidad para reportar encuentros con una extraña criatura bioluminiscente.

Los reportes, que eran demasiados como para ser una broma, eventualmente llegaron a oídos del sheriff del condado; quien lanzó una investigación al respecto. Sin embargo, el sheriff fue visitado por un grupo de militares que decían pertenecer a la Fuerza Aérea, y le ordenaron detener la investigación; diciendo que ellos se encargarían de ese momento en adelante. 

Tres noches después, otro objeto chocó cerca de Seattle. Un mercader de nombre Ernest Smith, que vivía en las afueras de la ciudad, fue el primero que vio a la extraña criatura. De acuerdo con Smith, el ser era del tamaño de un caballo, cubierto de escamas y se sostenía en cuatro patas con ventosas como las de un pulpo. Su cabeza tenía forma de balón de fútbol americano y llevaba grandes antenas como las de un insecto. Lo más notorio, sin embargo, era el hecho de que este ser emitía una luz color verde y parecida a la de un letrero de neón.

Un día más tarde, una pareja de apelligo Ramsbaugh viajaba en auto por un camino montañoso cuando también vieron a la bestia; describiéndola exactamente igual que Smith. El sheriff, William Wister, fue contactado por un equipo militar que también se identificó como perteneciente a una rama del gobierno; en este caso la NASA. Wister sospechó un poco, pues ninguno mostró credenciales y sus uniformes no llevaban emblemas de la NASA o de la Fuerza Aérea.

Lo que haya pasado con la criatura después de ello, es un misterio. 
Wister recibió órdenes de detener cualquier investigación y no interferir en las labores del ejército, por lo que cualquier información existente quedó obviamente clasificada. Cabe mencionar que, en los días posteriores al encuentro se observó un incremento en la actividad de la base aérea McChord.

martes, 13 de febrero de 2018

Los Hombres Ave de Var.

En noviembre de 1962, la revista francesa de corte ufológico "Flying Saucer Review" publicó una extensa crónica detallando el encuentro de un hombre de negocios con una especie de alienígenas similares a aves de presa en los bosques de Var.

Lyonel Trigano, un joven investigador ufológico, detalló el reporte del "Señor M", un empresario de la ciudad de Herault que viajaba de noche por un camino boscoso en el departamento de Var. Esa noche, llovía a cántaros y los caminos de terracería en la campiña francesa eran bastante traicioneros; así que "M" conducía lentamente para evitar un accidente.
El viaje, que se desarrolló sin problemas, rápidamente dio un giro inesperado cuando las luces del auto iluminaron a un grupo de figuras agazapadas a mitad del camino. Lo primero que pasó por la mente del hombre de negocios, fue que probablemente se tratara de asaltantes; así que giró el volante y estaba a punto de echar en reversa cuando los seres se alzaron y "M" cayó en cuenta de que en realidad no eran criminales. De hecho, ni siquiera eran humanos.
Los seres eran más altos de un hombre, iban cubiertos de plumas negras y tenían alas y cabezas que asemejaban las de grandes águilas reales. Al ver el auto, soltaron chillidos ensordecedores y se abalanzaron sobre él; lanzando picotazos y zarpazos contra los cristales. 
Venciendo el terror que embargaba su cuerpo, "M" pisó el acelerador sin tomarle importancia al camino enlodado, y rápidamente dejó atrás a las criaturas.
Había avanzado por lo menos quinientos metros cuando lanzó un rápido vistazo al retrovisor, para cerciorarse de que los hombres ave no lo seguían. En lugar de ello, los monstruos echaron a correr a un lado del camino, chillando y agitando las alas. De inmediato; una serie de luces azules iluminó el pasto y reveló un gigantesco objeto volador, en el cual entraron  por medio de una escotilla en la parte inferior; para que el vehículo saliera disparado hacia los cielos poco después.

La historia de "M" terminó siendo olvidada, quedando reducida a una leyenda urbana conocida por pocos; al menos hasta el año de 1968, cuando la revista publicó una entrevista con John Keel y un reporte de los avistamientos del Mothman y el colapso del Silver Bridge en diciembre del año anterior; estableciendo una hipotética relación entre los seres voladores vistos en Var, el Mothman y las primeras historias de humanoides alados en las selvas de Vietnam.

domingo, 12 de noviembre de 2017

Los tigres de Fanling.

El tigre del sur de China. 
Anteriormente, ya hemos hablado del fenómeno de los Alien Big Cats o Gatos Fantasma, casos donde se reportan encuentros con tigres, leones, panteras u otros grandes felinos en sitios de donde no son nativos, como Inglaterra o Estados Unidos.
En algunas ocasiones, fenómenos como el Puma de Surrey han sido explicados al aparecer los cadáveres de los animales en cuestión; mismos que han sido trazados hasta ejemplares escapados de granjas y zoológicos, o mascotas de gente adinerada que son liberadas una vez que crecen o se vuelven una carga para sus dueños. Pero, en otras ocasiones, estos enigmáticos carnívoros simplemente desaparecen sin dejar rastro.

En marzo de 1915, Fanling, un suburbio de la antigua Hong Kong británica; se llenó de rumores sobre la existencia de un gran animal carnívoro que rondaba las plantaciones de arroz y los pastizales de la entonces comunidad rural.
Los primeros ataques a vacas y ponies no tardaron en llegar, y si bien se les achacó en un inicio a perros salvajes; fue hasta que el primer humano fue herido que se descubrió la identidad del animal. Una mañana del mes de abril, los granjeros y ganaderos de Fanling despertaron con los gritos de auxilio de un hombre, acompañados de los rugidos de una fiera. 
Algunos cuantos valientes, armados con hoces y machetes, emergieron de sus casas y se encontraron con el terrible espectáculo que tenía lugar en la calle: Un granjero de nombre Sheung Shui, estaba tendido en el piso y sobre él se encontraba un tigre adulto; el cual ya le había arrancado varios trozos de carne.
Después de matar a Sheung Shui y verse enfrentado por humanos, el tigre soltó un rugido y se abalanzó sobre la muchedumbre; matando a varios con sus zarpas e hiriendo a un puñado más de forma tal que casi todos fallecieron al cabo de unos días.  El destacamento local de la administración ingles de Hong Kong, envió a un detective de nombre Ernest Goucher junto a dos oficiales, Singh y Holland. 

Singh y Holland contaban con una gran experiencia al rastrear y eliminar tigres y leopardos en las comunidades rurales de la India, así que se creyó que la solución del caso llegaría pronto. Pero, no solo la cacería se extendió por varios días, sino que los mismos Singh y Goucher fueron asesinados por el tigre durante una noche. Holland se salvó gracias a que descargó su pistola hasta vaciar el cargador, haciendo escapar a la bestia por un matorral espeso.
Tras la desastrosa intervención policial, los ataques continuaron por un mes, hasta que Donald Burlingham; superintendente de Hong Kong, rastreó al tigre por sí mismo y lo liquidó con varios disparos de un potente rifle de cacería. 
La autopsia posterior reveló no solo que el animal sobrepasaba las dimensiones de un tigre de Bengala adulto, sino que además su estómago contenía restos humanos a medio digerir. Luego de ello, se dio por concluido el caso, y la cabeza disecada del tigre de Fanling terminó exhibida hasta el día de hoy sobre la entrada de la estación central de policía en Fanling. 


Con los años, los avistamientos del tigre cesaron hasta 1940, cuando estos animales parecieron regresar en masa y suscitaron toda clase de rumores. Desde que el ejército Imperial del Japón había liberado tigres en la región para hacer huir a los habitantes y así ganar control de Fanling con facilidad, hasta que los animales habían escapado de un circo o eran demonios del inframundo. 
Los zoólogos de la época, sin embargo, coincidieron en que si bien los tigres en Hong Kong resultaban imposibles debido a la gran concentración poblacional de la región y la falta de presas suficientes para mantener a un grupo de estos animales; la región de Fanling entraba dentro del antiguo rango habitacional del tigre del Sur de China, por lo que los misteriosos gatos podían ser los últimos ejemplares de la especie en Hong Kong.
En 1942, un segundo tigre fue asesinado en la aldea Stanley tras atacar la comisaría de policía local. Más adelante, en 1965, un grupo de colegialas se encontraban de picnic en las colinas de Tai Mo Shan cuando vieron a un tigre rondando entre los árboles cercanos a los linderos del parque. La policía, pensando en la posibilidad de futuros ataques a jóvenes y ciclistas que acudían al parque; lanzaron una serie de investigaciones junto a cazadores locales, pero jamás hubo evidencia concluyente sobre la presencia de tigres en la zona.

Para finalizar, existe un reporte más de un felino anómalo en 1976, cuando surgió el rumor en Kowloon sobre una pantera gris, la cual rondaba las calles por las noches y que había sido la causante de que la población de gatos y perros callejeros disminuyera en los meses anteriores. Este animal, cuya descripción no coincide con las del tigre o el leopardo, jamás fue capturado y desapareció sin dejar rastro.
Como dato curioso, en la racha de avistamientos de 1965, un granjero de nombre Chan Pui dijo haber capturado al animal, que en realidad era un perro cruza de pastor alemán y chow; y que había crecido hasta alcanzar un tamaño comparable al de un leopardo macho.

martes, 24 de octubre de 2017

El duende.

Relato enviado por correo, por una fuente que desea permanecer anónima.

Esta historia comenzó cuando tenía cuatro años, en el año de 1998.
Entonces era hijo único y vivía con mis padres en un barrio bastante precario de Chalco, en el Estado de México. Para que se imaginen mi casa, podría describirles una vivienda de tres habitaciones, hecha de ladrillo y con techo de lámina; y que en aquél tiempo colindaba a la izquierda con un gran terreno baldío que casi todos los días la hacía de campo de fútbol para los niños de la colonia.
Todo comenzó más o menos a finales de octubre, y fue porque una noche desperté con ganas de ir al baño. Nuestro baño era pequeño y situado de forma tal que daba a una habitación vacía, donde solo había una cama que a veces usaban las visitas. La cama era de esas tipo hospital, con tambor de latón y lo suficientemente elevada del suelo como para poder ver perfectamente lo que había debajo de ella.
Esa vez, calculo yo que podrían ser entre dos o tres de la mañana; pues ya no se escuchaba ruido en las casas vecinas y mi papá, que despertaba a las cuatro para ir a trabajar, seguía roncando en su habitación. Mientras estaba en el baño, volteé hacia la habitación vacía y vi algo que en el momento no me dio miedo, quizás por ser todavía un niño inocente o porque probablemente creí que estaba soñando. 

En fin, en restrospectiva... debí haber gritado. 
Verán, debajo de la cama había una especie de duende que me miraba de vuelta. Estaba oscuro, pero como esa habitación no tenía cortinas y daba precisamente al terreno baldío; la luz que entraba por la ventana era lo suficiente para dejarme ver con claridad la cosa esa debajo de la cama. Si han visto la película de Gremlins, más o menos tendrían una idea de qué fue lo que vi.
Imaginen a un gremlin del tamaño de un niño de dos años, con ojos negros, una sonrisa llena de dientes chiquitos y afilados como agujas; y con manos terminadas en garras grandes y curvas como las de un oso. 
El gremlin y yo nos quedamos mirando fijamente por un minuto, y algo en mi mente infantil me empezó a decir que jugara con él. No sé exactamente qué fue, pero tuve la necesidad de acercarme; así que lo saludé con un movimiento de la mano y le sonreí. Algo en esa cosa me hacía pensar que era amigable, pese a que ahora lo recuerdo y me aterra siquiera imaginar qué habría pasado de haberlo hecho.
No sé si el gremlin fue el culpable de esa idea, o si se dio cuenta; porque de cualquier modo, empezó a mover su mano derecha y a hacerme señas de que me acercara. Entonces me di cuenta de una cosa, y empecé a sentir mucho miedo.
Esta cosa, lo que sea que fuese, no podía ser real. Y mucho menos debía estar en MI casa.
Grité y fui corriendo a la habitación de mis padres, diciéndoles que había un animal en la habitación vacía. Mi papá revisó y no encontró nada, y después me regañó diciéndome que no había nada ahí; que seguro estaba soñando despierto o había confundido las cosas que guardaban abajo de la cama con algo.
Da igual. Sé lo que vi.
La historia terminó olvidada. Al menos hasta hace un año. 
Para ese momento, mi casa ya era muy diferente y más grande. El terreno baldío de al lado fue usado para construir un fraccionamiento de esos que abundan tanto en el Estado de México. Era la época de navidad, y unos primos menores decidieron quedarse para jugar con mi hermano menor, que es más o menos de la misma edad. 

Yo me limitaba a pasar las vacaciones jugando videojuegos, viendo películas o perdiendo el tiempo en YouTube; todo para no tolerar a mis insoportables primos y a mi hermano, que tienen la maña de gritar todo el tiempo. 
Al tercer día de que llegaron, estaba en la sala jugando Pokémon en mi 3DS. Mi primo más pequeño, Mateo, que tenía siete años en ese momento, se me acercó y preguntó si me podía ver jugar. Le contesté que sí, siempre y cuando no hiciera mucho ruido. Total, llevaba un rato jugando y matando Pokémon salvajes para subir de nivel a mi Sableye cuando Mateo dijo algo que me heló la sangre.

"Ese se parece al señor chiquito de abajo de la cama."

Me sentí nervioso, y le pregunté a qué se refería. 
Mateo me explicó que le gustaba quedarse con nosotros no porque se llevara bien con mi hermano, si no porque siempre había un 'señor chiquito' abajo de la cama, y que siempre le hacía señas de que fuera con él. Y que se parecía mucho a mi Pokémon. 
No creo en duendes, aluxes o extraterrestres. Pero algo sí puedo decirles.
En esa casa hay algo que no puedo explicar. 
Y me asusta la idea de verlo de nuevo. 
#302 - Sableye, el Pokémon Oscuridad.
"El Pokémon Sableye, introducido en Pokémon Rubí y Zafiro, está basado en
los duendes o alienígenas descritos en el fenómeno ufológico conocido como
el encuentro Kelly-Hopkinsville; donde una docena de seres acosó a un par de 
familias durante toda una noche en 1955."

lunes, 23 de octubre de 2017

Los lobos vampiros de Irlanda.

La mañana del 8 de enero de 1874, las campiñas irlandesas comenzó una breve racha de asesinatos misteriosos que aterrorizó a los campesinos y aldeanos de las localidades más rurales y apartadas de la isla. 
Contrario a lo que podría pensarse, el objetivo no fueron mujeres o niños, si no el ganado. De acuerdo con un reportaje publicado en el diario Land and Water para la edición del 7 de marzo; un corresponsal recopiló varios reportes de primera mano, en los cuales se manejaba que este asesino misterioso era no solo silencioso, si no extremadamente mortal. En la localidad de Cavan, se dijo que el asesino había matado a treinta ovejas en una sola noche y huyó sin dejar rastro. Hubo cuarenta y dos casos diferentes en tres condados, todos ellos en las cuales las víctimas habían sido ovejas.
Lo perturbador de estas carnicerías fue que las ovejas habían sido asesinadas de una forma inusual: todas presentaban gargantas destrozadas y no contaban con una sola gota de sangre en el cuerpo, como si un vampiro o un cirujano muy diestro hubiese extraído todo el líquido vital de los cuerpos de los rumiantes. Peor aún, no había rasgos de depredación, ni siquiera de que algún animal carroñero comenzara a devorar el tejido blando como los ojos o la carne alrededor del hocico.
La primer evidencia de que se trataba de bestias salvajes y no de cultistas satánicos o psicópatas, fue el descubrimiento de una serie de huellas similares a las de un perro; pero alargadas y con fuertes garras. Esto llevó a una posibilidad mucho más alarmante para los ganaderos y campesinos irlandeses: Aún había lobos en la isla. 

Los lobos de Irlanda.
Tapiz medieval de Irlanda mostrando un lobo.
Los lobos formaron parte de la cultura y la mitología irlandesa hasta el año de 1786, cuando el último lobo salvaje fue asesinado, trescientos años más tarde que el último lobo de Inglaterra y un siglo tras la desapareición de la especie en Escocia.
En la mitología irlandesa, el mito del hombre lobo se origina de un cánido misterioso llamado Airitech, cuyas hijas fueron licántropas que a su vez cayeron víctima de Cas Corach. En otros mitos, se decía que Morrigan, la diosa de la muerte; tomaba la forma de una gran loba roja para pelear con Cu Chulainn; el héroe Mac Cécht mató a un lobo que devoraba los cadáveres de un campo de batalla; Cormac mac Airt fue criado por lobos y podía entender su lenguaje, al grado de que cuatro de estos carnívoros lo acompañaron fielmente en su rebelión contra Lugad mac Con. 
Un relato conocido como los Anales de los Cuatro Amos dice que en el año 690 después de cristo, hubo una lluvia de sangre en Leinster; y la maldición fue tan poderosa que incluso la mantequilla y la leche se convertían en sangre coagulada y los lobos podían hablar con la voz del hombre. 
En otro cuento, conocido como "El Sacerdote y los Hombres Lobo", un sacerdote que viajaba de Ulste a Meath se encontró con un lobo parlanchín; el cual se identificaba como un hobmre proveniente de Ossory, cuyos ancestros habían sido maldecidos para convertirse en licántropos cada siete años y después volver a su forma humana. El lobo le explicó al sacerdote que su esposa, la cual estaba maldita también, estaba muriendo y que por favor le diera la extrema unción. El sacerdote aceptó y en recompensa, el lobo agradecido le mostró un camino mucho más corto para llegar a Meath a través del bosque.

Pero por el riesgo que los lobos irlandeses presentaban a la industria ganadera local, así como los ocasionales brotes de rabia; fue en 1584 cuando John Perrot, un gobernante Irlandés que trabajaba directamente para la corona inglesa; ordenó la creación de una legislación con el fin de acabar con los animales. En 1614, se ofrecía la suma de tres monedas de oro por cada lobo muerto; y la población de los canes era tan grande que existía un grupo de cazadores formado por 128 hombres y 768 sabuesos recorriendo las campiñas durante las 24 horas del día.
La ley anti-lobos continuó aún tras el establecimiento del gobierno de Oliver Cromwell, quien incentivó la actividad y atrajo a un gran número de cazadores de lobos de toda Europa. Para 1652, el gobierno de Cromwell daba seis monedas de oro por una loba adulta, 5 por un macho, dos por un ejemplar juvenil y diez chelines por cada cachorro muerto. En ese año también se llevó a la exterminación de los lobos en la baronía de Castleknock, cerca de Dublin y se pagó un total de 243 monedas de oro en espacio de cuatro días a un grupo de En cazadores.
En 1690 se le dio muerte al último lobo de Ulster, y finalmente se avistó al último lobo irlandés cerca del monte Leinster en 1786, donde se le dio muerte. 

Charles Fort y el lobo vampiro.
Charles Fort (1874-1932)
El 11 de abril, Land and Water reportó que el asesino finalmente había sido asesinado. De acuerdo al reporte inicial, fue el diácono Magenniss de Lismoreville quien mató al asesino durante la noche; revelando que se trataba de un perro salvaje de gran tamaño.
Naturalmente, esto hizo saltar toda clase de interrogantes al respecto. Como cualquiera sabe, los perros no succionan la sangre, y tampoco dejan una presa intacta si es que tienen hambre. Existe la opción de que se tratara de un perro con rabia, pero eso tampoco ayuda a explicar la falta de líquido vital en el cádaver. 
Años después, el investigador Charles Fort (a quien debemos el término 'Forteana' para referirse a lo inexplicable), escribió un lbro donde analizaba a fondo la historia del diácono y el supuesto perro vampiro; desechándola como una pantalla de humo para tranquilizar a los campesinos que temían futuros ataques a su ganado.
Fort escribe lo siguiente al respecto:
"El anuncio en Land and Water acaba con el tema. Casi todo mundo, al menos en la época del pasado, previo a que la gente tuviera la costumbre de criticar las convenciones sociales como el día de hoy; leería estas notas y diría 'sí, por supuesto que era un perro'. Pero este tipo de historias siempre me mantienen entretenido. Porque en base a mi experiencia con los pseudo-finales de los misterios o la forma en que estos son censurados por iglesia y gobierno; siempre hay algo más misterioso al fondo. Pero el perro sacrificado por el diácono no murió en vano. Si la historia evitó un pánico en los lectores de Land and Water... entonces fue preferible a una histeria colectiva."

Pero, al investigar en libros y tratados sobre lo paranormal, Fort encontró un relato de un suceso muy parecido durante el año 1810. En mayo de ese año, algo desconocido atacó a las ovejas y cabras de Ennerdale, un pueblo en la frontera entre Irlanda y Escocia; limitándose a morderles la yugular y succionarles la sangre.
Fort descubrió que al igual que en el episodio de 1784, un gran perro negro fue asesinado más o menos en esos días; lo que culminó con el misterio y ofrecía una respuesta conveniente a los aldeanos. 
En un caso posterior, publicado por el Daily Mail de Londres el primero de noviembre de 1905 (coincidentemente, un día posterior a Halloween); el reporte de "el misterio de Badminton" describía un evento en el cual se encontraron cabras muertas en el vecindario de Badminton, entre las comunidades de Gloucester y Wiltshire. En palabras de un oficial de policía de la época: 
"He visto los dos cuerpos. Y puedo decir que esto no es el trabajo de un perro. Los perros no son vampiros, no chupan la sangre de los animales y definitivamente no dejan la carne intacta."

Hace unos años, varios asiduos a la criptozoología y los fenómenos forteanos descubrieron que existían grandes coincidencias entre estas bestias misteriosas y una mucho más famosa que provenía de América Central.
El modus operandi de un depredador nocturno que se alimentaba de ovejas y cabras... ¿acaso los asesinos misteriosos de Irlanda serían una especie de Chupacabras nativa de las islas británicas? ¿O tal vez otra cosa?
Porque, curiosamente, en la mitología de las islas británicas existe un tipo de hada que tiene más en común con la visión occidental de un vampiro que con las diminutas criaturas voladoras a las que nos tienen acostumbrados los cuentos de hadas y las películas de Disney: la terrible Baobhan Sith.

La Baoban Sith aparece en la mitología de Escocia, y es similar a la banshee o a otros espíritus nocturnos como la leanan sídhe. Se le conoce como "la Mujer Blanca de Escocia"; y se manifiesta como una mujer hermosa que se alimenta de los viajeros en la noche.
Estos espectros tienden a atraer a los hombres, invitándolos a bailar para así poder morderles el cuello y succionarle la sangre; aunque otras variantes indican que pueden inclusive extraer el alma y la potencia sexual de sus víctimas. Como ocurre con otros vampiros, la Baoban Sith es incapaz de sobrevivir en la luz del sol; y debe volver a su tumba antes del alba. En ciertas historias medievales, se cree que el espíritu tenía patas de carnero y evitaba a los caballos.

jueves, 25 de mayo de 2017

Inés Perales: El Hombre Lobo de Nuevo León.

La Revolución Mexicana es uno de los episodios más famosos en la historia del país debido a su importancia al significar el derrocamiento de la dictadura de Porfirio Díaz e instaurar un nuevo sistema de gobierno democrático, así como lo que llevaría a la fundación del México moderno. Sobre este periodo, cruel y lleno de sangre, hay infinidad de historias: Tesoros ocultos, revolucionarios fantasmas que continúan librando sus batallas, locomotoras espectrales que recorren vías que hace décadas que ya no existen e inclusive las apariciones de figuras como Pancho Villa y Emiliano Zapata.
Pero hay una en especial que es poco conocida, pero no menos interesante. Es la historia de un supuesto hombre lobo que amenazó al estado norteño de Nuevo León durante la segunda mitad de la década de 1910.

La versión popular reza que una noche, una mujer que dormía en su hogar a las afueras del pueblo fue despertada por una serie de toquidos enloquecidos en la puerta de su pobre casucha. Al levantarse y abrir, se encontró con su esposo; quien se desplomó en el marco de la puerta con la camisa destrozada y cubierto de sangre.
La esposa lo llevó al interior, lo bañó y atendió sus heridas usando dientes de ajo y árnica para evitarle la infección de lo que sin duda; era el ataque de un depredador. Toda esa noche, el hombre que ya padecía de una intensa fiebre y delirios, murmuraba algo sobre el ataque de un lobo. El nombre de la víctima, que pasó a la infamia en los meses posteriores, era Inés Perales.
Perales se desempeñaba como jornalero y recolector de leña. Según su historia, ese día se encontraba terminando su jornada cuando su mula reaccionó con sobresalto ante algo. Inés pronto vio a qué se debía: Un gruñido animal y feroz sonó a su espalda, y al girar sobre sí mismo, se encontró a un gran lobo que pronto se abalanzó sobre él; destrozándole el antebrazo a mordidas.
Inés tomó una piedra y golpeó al lobo en el cráneo una y otra vez, hasta hacerlo retroceder entre los matorrales que cubrían el campo. 

Inés sanó conforme pasaban los días, pero siempre quejándose de un dolor de cabeza que creció y crecío hasta convertirse en una migraña; la cual lo tornó malhumorado y agresivo. Fue hasta que perdió los estribos e hirió a un vecino a golpes que decidió ya era tiempo de buscar ayuda.
El 19 de octubre de 1918, el subteniente Longinos García, encargado político del pueblo; escribió una carta al subsecretario de gobierno de Nuevo León, implorando ayuda para un hombre víctima de un lobo rabioso. En el tiempo desde su ataque, Inés ya sufría de incontrolables episodios de ira, y pronto se vio obligado a dejar de trabajar; mientras que por su condición mental, ya era una amenaza para la seguridad pública del pueblo. Ya un gran número de familias escribían quejas al encargado y a las fuerzas de la policía, pidiéndoles que se encargaran del enloquecido hombre que recorría los márgenes del río Bravo actuando como una bestia salvaje y que había intentado atacar a un campesino a mordidas.

“El suscrito, Longinos G. García, en funciones de Encargado Político de la Congregación de Colombia, informo a usted lo siguiente(...) y tenemos mucho problema en la Congregación por el vecino que fue mordido por un lobo; pues está actuando de manera extraña: acosa a la gente, gruñe, desgañita, araña, lanza espumarajos por la boca, camina en cuatro patas, y aúlla como lobo...”
Réplica de la carta de Longinos Gracía.

García jamás recibió respuesta del gobierno neoleonense, así que tomó la iniciativa de viajar a casa de Perales e investigar de qué se trataba; pues las historias del hombre lobo hacía mucho que lo colmaban. En su primer intento, la familia de Inés Perales le negó el acceso; por lo que volvió esa misma noche, armado y acompañado de un oficial.
De camino, fue que escuchó un largo aullido que le heló la sangre. No por lo sorpresivo de este, si no porque era completamente distinto al de los perros salvajes y lobos que en aquellas épocas poblaban el semidesierto del norte de México. 

La casa de Perales reveló un escenario terrible.
Había conocido al hombre, y lo que estaba encerrado en una habitación no tenía parecido alguno. Perales, atado por cadenas, era una bestia que se movía como un animal cuadrúpedo, gruñía y enseñaba los dientes; y su aspecto era demencial, con largo cabello y una gruesa barba que solo servían para añadir al semblante animalesco.
Y Perales aulló justo como lo que fuese que había oído afuera. 
De cuaqluier manera, Longinos apresó al hombre lobo en la cárcel del pueblo, nadie sabe si por un deseo de ayudar a los Perales o para calmar a la población. Se le alimentó y trataron de darle cuidados, pero el hombre convertido en bestia no dejaba de aullar ni de intentar atacar a cualquiera que se acercaba; lanzándose contra las rejas con la cólera de una fiera. 

A fines de mayo de 1919, llegó una carta de la secretaría de gobierno. 
García, furioso por el contenido del mensaje, se limitó a escribir: "Al C. Secretario de Gobierno: Muchas gracias por la ayuda que ofrece. Pero el vecino mordido por un lobo rabioso hace dos semanas que murió".
Nadie sabe decir exactamente de qué murió Inés Perales. 
Hay quienes mencionan que fue la anemia de una mala alimentación, otros que escapó o se suicidó; y unos más han manejado la teoría de que el ataque del lobo no hizo más que infectarlo con hidrofobia, una enfermedad que ataca al cerebro y torna agresivos a los animales. Una enfermedad que conocemos mejor con el nombre de Rabia. 
Pero algunas personas sostienen que esto en realidad, fue tal y como dice la leyenda. El insólito caso de un hombre lobo de la vida real, un hombre atacado por una bestia y convertido en una abominación caníbal y sedienta de sangre.

El tiburón de Suelo de Timor.

Las aguas de Timor, un país isleño del Pacífico Sur, son hogar de más de seiscientas especies marinas, entre ellas tortugas, peces de arrecife, anguilas, corales, manta rayas y tiburones. El buceo en sitios como las islas de Dili y Atauro, es famoso por ofrecer vistas de grandes depredadores marinos como los tiburones mako, calamares y pulpos, e incluso el gran tiburón blanco (Carcharodon Carcharias); famoso por ser uno de los pocos tipos de tiburones catalogados como devoradores de hombres.
Pero para los habitantes de Timor, existe un depredador marino mucho más infame y peligroso que su congénere más popular. 

Se dice que al fondo de los arrecifes y acantilados submarinos que rodean las islas habita un inusual escualo; el cual ataca a su presa de manera completamente distinta a la que esperaríamos del gran blanco, el tiburón tigre, el mako o la tintorera.
El Tiburón de Suelo, es descrito como un pez mayor que un tiburón blanco adulto, de entre seis y ocho metros de longitud; con un cuerpo aplanado, sin aleta dorsal y que caza camuflándose en el fondo del mar. En su dieta aparecen peces, tiburones más pequeños, calamares y de acuerdo a los mitos de Timor; hombres. Se dice entre los pescadores de ostras y buzos, que este críptido se confunde con el fondo marino y espera pacientemente a su presa de forma parecida a la de un pez piedra o un pulpo. Incluso se le achacan varias desapariciones al año y hay quienes en la comunidad criptozoológica sostienen que este animal es la verdadera identidad de otro tiburón apócrifo, conocido como 'El Señor de las Profundidades' entre los habitantes de las islas Polinesias.

¿Pero qué es el Tiburón del Suelo?
Un Wobeggong moteado.
Según criptozoólogos como Karl Shuker, autor del libro "Las Bestias que se esconden del Hombre", el Tiburón del Suelo es un miembro no identificado de la familia de tiburones Orectolobidae, conocidos popularmente como Wobbegongs o tiburones alfombra.
Estos peces son oriundos de las aguas templadas y tropicales de los océanos Pacífico e Índico, siendo más abundantes en población en áreas poco profundas en el norte de Australia e Indonesia, mientras que algunas especies llegan a vivir en zonas tan al norte como el mar del Japón.
Los Wobbegongs son vagamente parecidos a los tiburones, pues siguen un diseño corporal parecido a estos, aunque al ser pobladores del fondo del océano sus cuerpos son planos y muchas veces sin la aleta dorsal tan representativa de los escualos. Este detalle coincide con la descripción del Tiburón del Suelo, el cual tampoco presenta esta característica. 
No son precisamente agresivos, y la mayoría de las especies apenas y alcanza el metro de largo; pero pueden atacar en caso de ser pisados o si un buzo se les acerca demasiado o intenta tocarlos. Su mordida es extremadamente dolorosa y puede causar bastante daño, ya que su dentadura consiste en cientos de pequeños dientes parecidos a agujas. De ahí en fuera, las especies más grandes conocidas, el Wobbegong moteado y el Wobbegong rayado llegan a alcanzar hasta los tres metros de largo; pero siguen sin representar un riesgo, ya que su dieta se basa en peces, cefalópodos, crustáceos y otros pobladores del suelo marino.
Un hipotético Wobbegong de seis u ocho metros podría representar un claro peligro ya no para pequeños animales acuáticos, si no que en su dieta podría llegar a incluir a focas, aves marinas, tiburones pequeños, marsopas e incluso humanos; como sostienen los relatos de este peligroso críptido.
Comparativo entre los dientes de un Wobbegong,
un tiburón enfermera y un gran tiburón blanco.

sábado, 13 de mayo de 2017

La bestia del cementerio.

Para los aficionados del horror, el término "Cementerio de Mascotas" designa no solo a una propiedad en la cual podemos enterrar a nuestros fallecidos amigos de cuatro patas, si no el libro de Stephen King, "Pet Semetary"; el cual fue adaptado como película en 1989.
En la historia de Stephen King, la familia Creed llega a habitar una casa en la localidad de Ludlow, Maine; cercana a un cementerio de mascotas que oculta un terrible secreto. Más allá del cementerio existe un campo sagrado de la tribu Micmac, el cual ha sido corrompido por un espíritu monstruoso conocido como el Wendigo.
En el libro, cualquier criatura humana o animal que sea enterrada en el campo Micmac regresa a los pocos días como un zombie corrupto y malvado. Conforme avanza la historia, no solo vemos al protagonista lidiar con su gato resucitado; si no que se nos cuentan las propiedades extrañas del cementerio, pues parece contar con una consciencia propia que atrae a los hombres a su perdición, similar al embrujo de Pennywise sobre Derry en otra de las obras de Stephen King.
Naturalmente, es una obra de ficción, pero muy pocas personas saben que el cementerio de mascotas cuenta con una contraparte en el mundo real. Y si bien no es tan horripilante o triste como la creada por King, tiene un cierto encanto sobrenatural...

En los bosques de Devonshire, Inglaterra, existe un cementerio de mascotas.
Es un sitio tranquilo y relativamente olvidado por la gente, donde desde hace décadas descansan los restos mortales de perros, gatos, conejos, hámsters y algunos animales un poco más exóticos.
Cabe mencionar que en las islas británicas son ilegales los conceptos de cementerios de mascotas, ya que un acta de protección ambiental emitida en 1990 convierte en crimen el enterrar cadáveres animales en tierras propiedad de la comisión forestal inglesa.
Aunado a eso, a inicios del 2001 las regiones rurales de Inglaterra se vieron afectadas por un brote de fiebre aftosa que acabó con un gran número de animales de granja. Para evitar la propagación de la enfermedad a la población humana, se prohibió el acceso al cementerio de mascotras de Devonshire, y cualquiera capturado cerca del área era aislado en cuarentena.
¿Pero qué tiene qué ver esto con la historia de King y lo sobrenatural?
Pues resulta que el cementerio de mascotas está embrujado.

El centro británico de Zoología Forteana ha catalogado decenas de reportes e historias de habitantes de Devonshire que han tenido encuentros con extrañas bestias alrededor del cementerio, seres que bien pueden ser descritos como 'animales fantasma'.
Además de reportes del perro negro espectral conocido en Inglaterra como el Black Shuck, existen relatos como el de una familia que viajaba en auto por las colinas durante una tarde de verano. Al pasar cerca del cementerio, vieron a un perro descrito como un Golden Retriever corriendo por el camino en dirección a ellos, y desmaterializándose justo cuando parecía que iban a chocar con él. Otro más trata de un sabueso, un Basset Hound rodeado por un aura de fatalidad y un aroma de putrefacción.

La Bestia Negra.
En ciertas ocasiones, las tumbas aparecen volteadas o dañadas, como si algún animal intentara excavar en busca de los cuerpos enterrados en el cementerio. Entre los pobladores de Devonshire se dice que esto es obra de una bestia oscura y de gran tamaño que ronda los bosques alrededor del cementerio.
Hace unos años, un policía identificado como 'John' tuvo un encuentro cercano con este ser mientras patrullaba en su vehículo por los estrechos caminos de terracería que dividen las colinas. Al pasar cerca del cementerio, el policía vio una criatura grande como un oso, que saltó de los árboles y corrió por el camino. En otra ocasión, el policía encontró al animal excavando una tumba en busca de huesos.
De manera similar, un trabajador de Devonshire dijo haber visto al ser poco tiempo después; describiéndolo como un oso con cola larga que podía trepar a los árboles con la misma facilidad que una ardilla. De acuerdo con él, se encontraba paseando a su perro entre las lápidas cuando se sintió observado. Unos minutos más tarde, vio como la bestia emergía de entre un área de matorrales a unos cincuenta metros de distancia. Temiendo por su vida y de su perro, el hombre echó a correr y desde entonces no volvió a caminar por el cementerio durante la noche.

Existe una teoría entre la policía y el gobierno de Devonshire que sostiene que el animal podría ser un glotón, pero esta suposición pierde toda validez al recordar que el glotón ha estado extinto en las Islas Británicas desde el final de la edad de hielo; hace unos diez mil años. Eso, y que no es tan grande como para ser comparado con un oso, mismos que también están extintos en las islas.
Durante toda la década de los noventa se sostuvo la idea de que podía haber una colonia de glotones viviendo en las colinas cerca de Devonshire, y que al ser omnívoros y de hábitos carroñeros; bien podrían estar rapiñando los cuerpos de mascotas que seguían siendo enterrados en el lugar.
¿Podrá ser la bestia negra un glotón o un animal exótico escapado, similar a la teoría de los grandes gatos británicos? ¿O hablamos de una bestia sobrenatural similar al Wendigo que acecha el camposanto Micmac en la novela de King?

lunes, 1 de mayo de 2017

El Snallygaster.

El Snallygaster es una criatura legendaria nativa de las colinas alrededor de Washington D.C. y las regiones boscosas de Maryland, y se le describe como una especie de dragón o ave monstruosa con pico metálico, colmillos afilados y tentáculos de pulpo. Se rumora que el Snallygaster es un fiero depredador que succiona la sangre de sus víctimas.

El Schneller Geist.
Los orígenes de la leyenda empiezan en el siglo XVIII, donde se describe un monstruo conocido como el Schneller Geist entre los primeros inmigrantes alemanes que poblaron la zona. La primera variación de la leyenda habla de una sirena o arpía de rasgos demoniacos; así como un espíritu asociado con el Poltergeist y actividad fantasmal como puertas que se cierran solas, objetos que se mueven sin explicación o papeles que salen volando. 
En algún punto de ese siglo, el Schneller Geist (alemán para 'fantasma veloz') evolucionó de un espectro a la sirena y finalmente a una figura con rasgos en común con las grandes aves del trueno y los dragones europeos; y en el siglo XIX la leyenda fue resucitada brevemente para atemorizar a los esclavos que buscaban escapar por las noches.

El pánico de 1909.
A comienzos de febrero del año 1909, el condado de Frederick en Maryland recibió los ejemplares del diario 'Valley Register' de Middletown; en los cuales se hablaba del terrible Snallygaster; el cual supuestamente había sido reportado en sitios distantes como Nueva Jersey, Virginia del Oeste, Ohio y al parecer algunos puntos remotos de Maryland. E incluso se manejó que sus huellas fueron encontradas en la nieve en algún lugar de Nueva Jersey.
De cualquier manera, la bestia fue 'avistada' por primera vez por James Harding; quien la describió como un monstruoso animal volador con alas colosales, un pico largo y afilado, zarpas de acero y un ojo en medio de la frente. Dijo que hacía ruidos agudísimos, y parecía un híbrido entre un tigre, un dragón y un vampiro.
En la descripción se narra que mató a un hombre de color, Bill Gifferson, y que usó el pico para perforarle el cuello y succionarle la sangre antes de salir volando hacia las montañas.

En Virginia del Oeste, se dice que casi se llevó a una mujer de la localidad de Scrabble, y que se descubrió un huevo de la criatura; el cual se intentó incubar sin éxito alguno.
T.C. Harbaugh, de la ciudad de Casstown en Ohio, escribió una carta al Valley Register al poco tiempo de ello; narrando su encuentro con una bestia voladora que volaba en círculos sobre los bosques, y la cual contaba con una gran cabeza cornada, alas emplumadas y una cola extremadamente larga. 
En Maryland fue visto por primera vez por un hombre de color, el cual se encontraba trabajando en un horno para ladrillos en Cumberland. El hombre volvía a revisar el horno cuando se encontró a la bestia posada sobre la chimenea, dormida y sin ser afectada por el espeso humo negro que emergía del horno. Al verse perturbado, el Snallygaster lanzó un chillido ensordecedor y se fue volando.
Un cazador dijo haberle disparado en Hagerstown, se le vio en un lugar conocido como 'El Salto del Amante' y también volando en las montañas entre dos pueblos; donde se decía que fue encontrado y destruido un huevo tan grande como para contener un elefante bebé.
Los reportes del Snallygaster fueron tantos y provocaron una histeria de tamaño tal que en algún momento se mencionó que el presidente Theodore Roosevelt, famoso por ser un aficionado a la caza mayor; iba a posponer un viaje a Europa con el fin de ir en una expedición para capturar al Snallygaster.
El Instituto Smithsonian se mostró interesado en la bestia, lanzando una recompensa de cien mil dólares para cualquiera que pudiera llevar un ejemplar completo a Washington. 

Al Snallygaster se le vio por última vez en marzo de ese año, donde tres hombres la confrontaron en una estación de trenes por espacio de hora y media; hasta que el animal huyó en desbandada hacia los bosques del condado Carroll.

La bestia de Washington.
Pasaron veintitrés años para que el Snallygaster fuera visto otra vez, esta ocasión en South Mountain, al sur de Washington D.C.. Los testigos dijeron ver una criatura del tamaño de un dirigible, con poderosas alas y brazos similares a los tentáculos de un pulpo. Y aunque la criatura volaba en lo alto e ignoraba a los pobladores del valle, se generó un pánico en el cual las personas se encerraron en sus casas por temor a ser atacados.
Por las descripciones, se creyó que se trataba del Snallygaster, y que posiblemente era alguna de las crías salidas de los huevos que se reportaron en la región. Dos residentes, Charles F. Martin y Edward M.L. Lighter llamaron a los diarios locales para contar que mientras viajaban en un camión por el National Pike, vieron al Snallygaster volando por sobre su vehículo en dirección a las montañas.

El "fin" del Snallygaster.
La leyenda de la criatura llegó a su fin en una manera por decir, cómica.
De acuerdo al Valley Register, el animal volaba sobre Frog Hollow en Washington cuando fue atraído por el olor de una tina de dos mil quinientos galones de alcohol ilegal. Al volar sobre ella, la criatura terminó mareada por los vapores que salían del licor, y cayó al líquido hirviendo; donde murió. Al poco tiempo de ello, dos agentes federales arribaron al lugar y encontraron el cadáver de la vestia en la tina; el cual supuestamente volaron en pedazos con doscientos kilos de dinamita.
En realidad, el Snallygaster jamás existió.
Su existencia, al igual que como ocurre en muchos pánicos morales, se debe al trabajo imaginativo de un grupo de periodistas; en concreto el personal del Valley Register.  George C. Rhoderick y Ralph S. Wolfe, periodistas del diario, decidieron a comienzo de 1909 que lo mejor sería escribir una historia sensacionalista para entretener a los lectores y aumentar la circulación del diario.