Por siglos, las ratas han vivido junto a los humanos en varias calidades; desde simples plagas hasta mascotas y figuras divinas en ciertas religiones. Se les mira con asco y repulsión, pero también con veneración y como antagonistas en varias historias de horror. Entre estas hsitorias, algunas de las más perturbadoras incluyen los rumores de la existencia de gigantescas ratas más grandes que un gato doméstico.
Las Ratas de las Trincheras.
Fotografía de ratas capturadas en las trincheras francesas.
Durante la Primera Guerra Mundial, hubo historias provenientes de todos los frentes de la guerra sobre ratas, cafés y negras, que plagaban las trincheras. Los soldados contaban relatos de ratas de gran tamaño que se introducían entre las trincheras, robando comida y alcanzando el tamaño de un gato en cuestión de meses.
Sin embargo, el hecho más aterrador entre los soldados que luchaban en los campos de batalla, era el saber que las ratas devoraban los cuerpos de las víctimas y los moribundos; devorando primero los ojos y los tejidos blandos del cuerpo. No tardó mucho para que, al prohibirles el disparar a las ratas para guardar munición; muchos soldados idearon varios métodos alternativos para lidiar con ellas.
Las apuñalaban con bayonetas, las quemaban con antorchas e inclusive se llevaron terriers, perros ratoneros; para cazarlas.
Existen varios relatos sobre las ratas de las trincheras, los cuales se reproducirán a continuación:
"Las ratas vinieron del canal, se alimentaron de los cuerpos y se multiplicaron.
Mientras estábamos ahí con los galeses, un oficial nuevo se unió a la compañía
y como muestra de bienvenida, se le cavó un hueco para poner un colchón en
ella. En la noche, escuchó un ruido que pensó, se trataba de una lucha. Iluminó
su cama con una antorcha y encontró a dos ratas trepando en el colchón, peleando
por la posesión de una mano cercenada."
-Robert Graves, en el libro "Goodbye to All That".
George Coppard lista una explicación sobre el porqué las ratas alcanzaban ese tamaño:
"No había un sistema adecuado para el manejo de desperdicios en la trinchera francesa.
Todo tipo de latas vacías eran lanzadas sobre la trinchera, y millones de ellas estuvieron
a la disposición de todas las ratas de Francia y Bélgica; en cientos de kilómetros de
trincheras. Durante los momentos de calma en la noche, uno podía escuchar el sacudir
y tintineo continuo de las latas chocando entre sí gracias a las ratas."
Un soldado, Harry Patch, declaró lo siguiente sobre el tamaño de los animales:
"Había ratas del tamaño de gatos. Eran enormes. Eran tan grandes que devoraban a
los heridos que no podían defenderse. Se volvieron audaces y robaban la comida directo de
los bolsillos de los soldados dormidos. Siempre se hallaba dos o tres ratas en un cuerpo muerto
y usualmente devoraban los ojos primero; excavando hacia el interior del cadáver."
Un reporte en particular narra el descubrimiento de un grupo de cadáveres durante una patrulla:
"Vi algunas ratas corriendo por debajo de los abrigos de los muertos. Ratas gigantes,
engordadas por la carne humana. Mi corazón palpitaba con fuerza mientras caminábamos
hacia uno de los cuerpos. Se le cayó el casco. El hombre tenía una sonrisa horrible: le habían
arrancado la carne del rostro, dejando solo el hueso del cráneo; sus ojos devorados. Y de su
boca abierta saltó una rata."
El Incidente de Sudáfrica.
Fotografía de una de las supuestas ratas africanas.
En el año 2011, el diario británico "The Sun"; reportó la existencia de ratas gigantes en Sudáfrica, culpables por la muerte de dos niños en las regiones pobres del país. Los pobladores decían que los gigantescos roedores crecían hasta noventa centímetros, y poseían incisivos de una pulgada de largo (2.5 centímetros).
Una niña de tres años, Lunathi Dwadwa, fue hallada muerta durante la noche por su padre; y los agentes policiales de la zona determinaron que solo las ratas de los basureros en las zonas pobres podrían causar ese tipo de daño en un cuerpo. Ese mismo día, la policía también reportó la muerte de una segunda niña en la comunidad de Soweto; devorada por ratas mientras su madre adolescente salía con amigos.
El jefe de policía, Bongani Mhlongo declaró: "Fuimos llamados a la escena, donde una niña fue atacada y devorada por ratas aproximadamente a las nueve de la mañana del lunes. La madre de la pequeña fue arrestada bajo cargos de homicidio culposo y negligencia".
Unos días después, una mujer de 77 años llamada Nomathemba Jovi murió tras que un gran número de ratas le arrancara el rostro a mordidas; lo que confundió a las autoridades. Pues la única especie de roedor en el continente con el suficiente tamaño para herir a una persona, es la Rata Gigante de Gambia; un animal que crece hasta cincuenta centímetros, es nocturna y omnívora; pero solo se encuentra al sur del desierto del Sahara.
Las ratas de Nueva York.
Una rata muerta por empleados de una tienda en Nueva York.
En los últimos años, los residentes de la ciudad de Nueva York han sido aterrorizados por un incremento en la población de ratas, mismas que crecen hasta alcanzar tamaños de centímetros o más.
El primer reporte provino de un trabajador llamado José Rivera, que durante una visita a un proyecto de desarrollo inmobiliario; fue atacado por una rata de sesenta centímetros, a la cual empaló usando un rastrillo para barrer hojas.
Los residentes de la zona hablaron con los medios, y explicaron que en esa área del barrio de Brooklyn; había ratas gigantes, de un tamaño tal que incluso los gatos evitaban la zona. Los expertos en zoología que realizaron una autopsia al animal asesinado por Rivera, la identificaron como una rata gigante de Gambia; especie que es ilegal desde el año 2003, cuando se le culpó por un brote de viruela de los monos que infectó a cerca de 100 personas.
Recientemente, en varias redes sociales y páginas de videos han surgido grabaciones de ratas de gran tamaño atacando a vagabundos y usuarios del metro neoyorquino.
Las ratas gigantes del futuro.
Una hipotética especie futurista de ratas depredadoras.
En su libro "After Man: A Zoology of the Future", el autor Dougal Dixon describe a un grupo de depredadores futuristas, descendientes de los roedores modernos. En el contexto del libro, los mamíferos carnívoros (felinos, caninos, osos, focas, mustélidos) han desaparecido y las ratas se han diversificado y adaptado para cubrir esos nichos.
Dixon explica que, durante la época del hombre, las ratas se adaptaron para comer carne y desperdicios animales; y gracias a la expansión territorial de la civilización por todo el planeta, se diseminaron a lo largo del globo, proliferando aún tras la extinción de la humanidad. Es esta clase de adaptabilidad la que aseguró su supervivencia mientras los grandes depredadores se extinguieron.
El Rey Rata.
Ejemplar de "Rey Rata".
El término "Rey Rata" se le otorga al descubrimiento de un número de ratas con las colas unidas entre sí, ya sea mediante acumulación de desperdicios (sangre, lodo, hielo o heces) o simplemente enredadas. Se cree que los animales viven y crecen mientras están unidos, y se les considera un fenómeno sobrenatural; un ominoso presagio de plagas y tiempos oscuros.
El primer reporte de la existencia del Rey Rata se da en 1564, cuando se encontró un ejemplar momificado en Alemania. El museo Mauritianum de Altenburg muestra a un Rey Rata hallado en 1828, y que consiste de 32 ratas unidas; mismas que han sido identificadas como ejemplares de la rata negra (Rattus Rattus); mientras que en la isla de Java se encontró en 1918 un ejemplar de diez ratas sawah (Rattus rattus brevicaudatus); mientras que curiosamente, se han hallado "Reyes ardilla" en la provincia de Saskatchewan en Canadá, y ratones en Holstein, Alemania.