Se dice que los lugares con historia tienden a presentar extraños sucesos con el tiempo, escenificaciones o impresiones de acontecimientos del pasado, así como espíritus chocarreros o almas en pena que quedan ancladas a un sitio por ser de valor para ellos durante el tiempo en que vivieron o por haber fallecido ahí.
Los espíritus pues, se arraigan no solo a construcciones, campos de batalla o caminos; si no incluso a las características y otros objetos presentes en el lugar en cuestión. ¿Cuántos de nosotros no hemos escuchado leyendas de árboles embrujados? Árboles de tal vez cientos de años en los cuales la gente comenta que se aparecen siluetas de personas ahorcadas colgando de las ramas, que el solo tocarlos significa la muerte bajo una maldición o inclusive que han sido poseídos por el espíritu de alguien que murió a su sombra.
El árbol del Diablo.
El árbol del Diablo, Nueva Jersey.
Nuestro primer caso es posiblemente el más famoso de este tipo, un viejo roble retorcido que crece en el condado de Somerset, en Nueva Jersey.
Ahí, solo en medio de un campo abierto y con sus ramas sin follaje extendiéndose hacia los aires; este árbol ha recibido el ominoso nombre de 'El Árbol del Diablo'. Se dice que está maldito luego de que hace muchos años, un granjero asesinara a su familia y luego cometiera suicidio colgándose de una rama. Desde entonces, la reputación del árbol solo se vio incrementada gracias a varios suicidios y asesinatos durante las décadas. Incluso llegó a ser el punto de reunión para una secta del Ku Klux Klan, quienes ocupaban el árbol para colgar y linchar a personas de color.
Se dice que esta historia de violencia puede haber corrompido al árbol, y que ha crecido así tras alimentarse de las almas de quienes murieron a su alrededor. La leyenda de la maldición reza que cualquiera que intente vandalizar el árbol, sufre un accidente al poco tiempo; y que quienes han intentado orinar en él tienden a fallecer a causa de percances inexplicables y violentos. Otros más dicen que el solo hecho de hablar negativamente del árbol puede provocar desgracias.
Además de esta extraña reputación, en él ocurren sucesos que hasta la fecha no pueden ser explicados: En invierno, el tronco se calienta por sí mismo y aún haya fuertes nevadas, las inmediaciones del árbol se encuentran desprovistas de nieve por alguna razón; por lo que algunos creen que tal vez sea un portal al infierno.
Se pueden escuchar gruñidos si se pega el oído al tronco, así como llantos, gritos y risas de niños durante las horas de la noche; como si todos ellos provenieran del árbol. Otra leyenda más reza que quienes tocan el árbol, sufren una pigmentación negra en las manos, como si hubiesen palpado ceniza volcánica. Finalmente, existe una leyenda que involucra una camioneta pickup de color negro que tiende a perseguir a quienes se acercan solos al árbol; desapareciendo misteriosamente cuando la persona sale del prado en que este se encuentra.
El Roble del Muerto.
Más al sur, a una distancia del pueblo de Kissimmee en Florida, se encuentra un árbol antiguo al que se le apoda 'el Roble del Muerto'. De acuerdo a la leyenda, que data de la época de los españoles, un grupo de conquistadores capturó a un hombre que montaba un caballo blanco y lo ahorcó bajo el árbol por supuestos crímenes contra la corona española.
Un fantasma sin cabeza supuestamente merodea las inmediaciones del roble, y persigue a aquellos que se acercan demasiado.
El Olmo de Bara-Hack.
Las ruinas de Bara-Hack.
A las afueras de la ciudad de Pomfret, en Connecticut, existe un área que anteriormente fue una aldea de nombre Bara-Hack; la cual fue abandonada en la guerra civil y de la cual hoy solo quedan ruinas y vallas de piedra.
Aquí existe un olmo supuestamente embrujado. Se dice que los esclavos del dueño de una plantación fueron los primeros en percatarse de que algo estaba mal con el olmo en el cementerio de la aldea; pues al trabajar durante las noches veían apariciones de los recién fallecidos y extrañas criaturas de ojos brillantes que merodeaban en los bosques cercanos al árbol. Hoy, el árbol de Bara-Hack es solo un tronco petrificado y de la aldea queda muy poco.
Pero en las inmediaciones se pueden escuchar sonidos de personas hablando, el galopar de caballos, las ruedas de viejos carruajes y ladridos de perros; como si la aldea de Bara-Hack siguiera existiendo luego de todo este tiempo.
Del árbol en sí, se dice que por las noches se puede ver el espíritu de un bebé acostado entre las ramas. Quienes lo han visto, se sorprenden, pues durante el día se pueden dar cuenta de que del árbol ya solo queda un tronco podrido y petrificado.
Los árboles de Ellis-Bolles.
En Mattapoisett, Massachussetts, existe un cementerio antiguo conocido como Ellis-Bolles; el cual es recorrido por un camino de terracería conocido como Wolf Island Road, y donde algunos automovilistas, ciclistas y excursionistas dicen haber visto cuerpos colgando de las ramas de los árboles en el cementerio.
Se dice que estos cuerpos son un grupo de soldados capturados en los bosques durante la época de la revolución americana, los cuales fueron colgados por sus crímenes contra la corona británica.
El Latigueador.
También en Massachussetts existe un árbol conocido como el Latigueador, un sicomoro en el cual tuvo lugar un castigo por látigo contra un hombre de nombre Abijah Worster.
Worster pertenecía a un grupo religioso de nombre Cuáqueros de Shaking, quienes fueron expulsados del lugar durante un disturbio en 1782. Se dice que Worster intentó detener los ataques a su congregación, y como castigo fue atado al árbol y masacrado a latigazos; muriendo por sus heridas al cabo de un tiempo. Se dice que el árbol no solo está maldito, si no que todos los relacionados al ataque contra los cuáqueros fallecieron al poco tiempo de ello por causas sobrenaturales.
El árbol fumador.
En el cementerio de Sagamore, también en el estado de Massachussets, existe un árbol retorcido y deformado por la edad; el cual supuestamente emite un olor a humo de cigarro, pues está embrujado por un hombre llamado Emory Ellis, que se opuso a la construcción del canal de Cabo Cod y que continúa apareciéndose en el sitio para expresar su molestia.
La Dama del Ciprés.
Ciprés en la bahía de Monterey.
En la costa de la bahía de Monterey, California, existe un gran número de árboles cipreses; pero el más famoso de ellos es el que se alza en Pebble Beach, que es hogar de un espíritu conocido como 'La Dama con Encaje', que ronda la calle de 17-Mile Drive.
La Dama aparece en noches de niebla, asustando a conductores y haciéndolos chocar. Este espíritu toma la forma de una mujer joven vestida de novia con una expresión melancólica. Como un dato extra, hace años un surfista de renombre falleció en la playa cercana al árbol.
El árbol ensangrentado de Ontario.
En Ontario, Canadá, existe un árbol viejo que continúa creciendo al final de la pista de aterrizaje de un aeropuerto local; y el cual supuestamente está muy embrujado. Durante la segunda guerra mundial, las víctimas de un choque de avión fueron colocadas al pie de este árbol; lo que según la leyenda, lo hizo crecer de manera abnormal.
Se dice que si alguien se le acerca, se pued eescuchar el ruido de cuervos posados en las ramas; aún cuando no haya ningún ave cerca. También se reporta que inspira una sensación de temor y fatalidad en quien se le acerca.
El árbol de Manglojodi.
En el estado indio de Orissa existe una aldea de nombre Manglojodi, donde se encuentra un árbol rodeado por rejas y al que los pobladores evitan acercarse.
La leyenda reza que está habitado por una bruja, la cual usaba magia negra para robar las almas de niñas y adolescentes con el fin de incrementar su poder y prolongar su vida. Eventualmente, la gente se enteró de lo que hacía y una turba iracunda la linchó y colgó del árbol. Al morir, enterraron su cuerpo en las raíces, y se dice que su espíritu aún vive en el interior de él. Se dice que al acercarse a él, la gente es agredida por piedras lanzadas por seres invisibles, y que se pueden escuchar voces demoniacas que ordenan alejarse del lugar.
Quien lo toca, muere al poco tiempo de una enfermedad hemorrágica. Otros más mencionan que en él se aparece un gato blanco espectral, el cual agrede a quienes se acercan demasiado.
En árbol de algodón.
En Mahaicony, Guyana, existe un árbol de algodón que mata a quien intenta derribarlo.
Hace años, se planteó la construcción de una autopista que pasaba justo por el espacio donde se alzaba el árbol. Al llegar a cortarlo, tres trabajadores cayeron muertos antes de poder usar sus sierras contra el tronco. Este acto aterró tanto al equpo de construcción sobreviviente, que optaron por modificar el diseño de la autopista y hacer que rodeara el huerto.
El árbol aún continúa existiendo, y el folklore caribeño de la zona dice que es hogar de espíritus, demonios y otros seres sobrenaturales.
Las palmas de Al Ain.
En Dubai existe un huerto de palmas cerca del camino Al Ain, el cual está rodeado por vallas de metal; y se cree que quien camina en él es sofocado por un grupo de Djinn que habitan entre los árboles. Un hombre que chocó su árbol contra los árboles hace años, dijo haber escuchado a un Djinn mientras yacía herido y esperando a los equipos de paramédicos.
Se cree que todos aquellos que intentan derribarlos, mueren por medio de una maldición; y que las cuchillas de machetes, sierras y otras armas son incapaces de cortar la madera. Además de los Djinn, hay una creencia popular de que el huerto fue un cementerio, y que en él se aparece el espíritu decapitado de un mercader de camellos.
El árbol de la niña.
En Tarragona, España, existe un árbol conocido como 'el árbol de la niña'.
De acuerdo con la leyenda urbana, hace años un par de muchachos que viajaban en motocicleta sufrieron un accidente al atravesar una curva; pues dijeron haber visto a una niña ahorcada colgando de las ramas. Al poco tiempo, los jóvenes fallecieron por las heridas en el accidente. Hasta hoy, se alerta a quienes transitan por ahí que eviten ver ese árbol.