domingo, 20 de noviembre de 2016

Motociclistas fantasma.

El Jinete sin Cabeza de Ohio.
La ciudad de Elmore, Ohio, es una población estadounidense de apenas poco más de mil personas que tiende a pasar desapercibida de no ser por la historia de un aterrador motociclista fantasma con una historia por demás trágica, que acecha los caminos rurales a las afueras de la ciudad.
La leyenda reza que el fantasma era un soldado que regresaba de la Primera Guerra Mundial con la intención de volver a los brazos de su amada. Al arribar de nuevo al país, consiguió una motocicleta para hacer la larga travesía de la costa este a Ohio. Pero, para sorpresa del soldado, al regresar se encontró con que su novia lo creía muerto y ya había encontrado refugio en los brazos de otro hombre. Furioso, el soldado encendió su motocicleta y salió a toda velocidad por un camino de terracería.
No fue la decisión más acertada, pues perdió el control del vehículo en una curva y salió despedido hacia un barranco. Al día siguiente, un grupo de campesinos locales encontró el cuerpo destrozado y decapitado al fondo de un barranco; ensartado en una valla de alambre de espino. 
Desde entonces, el jinete ha sido visto recorriendo esa ruta cada 21 de marzo, y muchos testigos dicen haber visto que el fantasma se manifiesta inicialmente como una luz misteriosa; hasta solidificarse en una figura espectral definida y desaparecer al llegar al puente. Curiosamente, a este espectro se le puede invocar siguiendo un ritual, como comprobó el investigador Richard Gill el 21 de marzo de 1969.
Gill y un acompañante acudieron al puente con cámaras y equipo de grabación con la intención de ver al fantasma. Lo invocaron al encender y apagar las luces de su auto 3 veces, pitando el claxon cada vez. Acto seguido, la luz fantasma apareció y cruzó el camino a toda velocidad; pasando de largo junto al auto de Gill. Un segundo intento consistió en que el amigo de Gill bajara del auto e intentara interceptar la luz... lo que concluyó con el hombre siendo lanzado por los aires hacia una cuneta; y en su cuerpo aparecieron las señales inconfundibles de haber sido golpeado por algo invisible a gran velocidad.

El motorista de Exeter.
A las afueras de la ciudad californiana de Exeter existe la leyenda de un espectro que data de la década de 1950. En ella, un grupo de amigos decidieron jugar una broma al atar una cuerda a través de un camino estrello conocido como Bardsley Road, en el valle de Fresno. La idea era esperar a que pasara algún motociclista y que la cuerda le diera en el pecho, derribándolo de la motocicleta.
Pero su broma se tornó macabra, ya que en lugar de recibir un golpe en el pecho, el primer motorista que pasó por ahí fue decapitado por la cuerda. En los meses posteriores al accidente, los conductores que transitaban por Bardsley Road comenzaron a reportar encuentros con una luz misteriosa que atravesaba el camino de lado a lado; muchas veces acompañada por el rugido de un motor y la aparición de un motociclista sin cabeza.
Otra variante de la leyenda tiene lugar en el camino Creek de Ojai, en el mismo estado. En esta, aparece un fantasma a bordo de una motocicleta vintage de 1940. Como un dato interesante, el camino Creek es conocido por apariciones de jinetes fantasmales, un espíritu de un hombre quemado e incluso un supuesto vampiro.

El Salto del Amante.
En la localidad texana de Waco existe un sitio conocido como "El Salto del Amante", en el cual a su vez hay una serie de colinas y barrancas conocidas como "las fosas de motocicleta"; las cuales solían ser un lugar popular entre motociclistas para entretenerse.
A mediados de la década de 1970, ocurrió un accidente en el cual un retador del peligro falleció durante un intento para saltar la colina más alta. La muerte del joven motociclista conmocionó a la comunidad de Waco y devastó a la madre del muchacho, que solía pasar cada noche a lamentarse por lo ocurrido.
Con los años, la mujer también murió y se dice que no solo su espíritu sigue apareciéndose por las noches, si no que también a altas horas de la madrugada se escucha como si una motocicleta invisible recorriera el Salto del Amante, aún cuando las pistas ya no están disponibles para esas actividades.

El Cañón de Kasara Ghat.
En la India existe un valle conocido como Kasara Ghat, famoso por sus caminos construidos en las pendientes de riscos montañosos. Estos caminos son tan estrechos que en muchas partes se necesita que un automóvil retroceda con el fin de que otro pueda pasar en sentido contrario. 
No es raro asomarse al fondo de los acantilados y encontrar los restos achicharrados y deshechos de los incontables automóviles y camiones que han encontrado su fin en los mortíferos riscos de Kasara Ghat. Y es en uno de estos caminos, el que conduce al templo Shridi, en que se origina una aterradora leyenda de un motociclista decapitado.
De acuerdo a la historia, un trabajador del templo conducía pendiente arriba a tempranas horas de la mañana cuando escuchó el bocinazo de una motocicleta. Al asomarse por el retrovisor y ver que efectivamente venía un vehículo tras él, se hizo a un lado y esperó a que el motociclista pasara de largo. Pero para su horror, se dio cuenta de que el motociclista no tenía cabeza y que al rebasarlo; la motocicleta salió disparada por el borde del acantilado y se esfumó en el aire. Al contarle de lo ocurrido a los pobladores de la aldea en que se encontraba el templo de Shridi, estos le respondieron que años atrás había habido un accidente con un motociclista.
El motociclista intentó rebasar a un camión, pero chocó con él y el impacto no solo le arrancó la cabeza si no que hizo que su cuerpo y la motocicleta que conducía salieran volando por el desfiladero. Y al conductor se le dio una advertencia ominosa: Había sido afortunado, pues se dice que aquellos que no permiten que la motocicleta pase terminan sufriendo desgracias o pierden el control de su automóvil al cruzar los riscos más escarpados.

Chernobog - El Dios Negro.

Chernobog y Byelobog.
"Los Eslavos tienen una extraña tradición. En sus festines pasan un tazón entre ellos, con el fin de decir palabras que no podría llamar de consagración, si no de enojo. En el nombre de sus dioses, tanto uno bueno como otro malo... profesando que la fortuna sea obra del dios bueno, mientras que el infortunio caiga sobre sus enemigos por obra del dios malo. Y en su lenguaje llaman al dios malo Diabol o Zcerneboch, que quiere decir... el dios negro."
-Helmoldo de Bosau, siglo XII.

Chernobog, también llamado Chernabog, Czernobog, Crnobog y Tchernobog; es una deidad de la mitología eslava cuyo nombre significa "El Dios Negro"; y de la cual se sabe muy poco. Se le consideraba el dios oscuro de la muerte y la oscuridad, un opuesto de Bielebog (o Byelobog) como parte de la dualidad mitológica del universo: Dos dioses, uno bueno y uno malévolo.
Como en muchas otras mitologías europeas, los eslavos creían en dos seres divinos que tomaban control de sus vidas; y la creencia en este dios era particularmente fuerte en áreas de Europa Oriental como Rusia, Checoslovaquia, Yugoslavia y la antigua Transilvania.

El rol de Chernobog.
Muchas de las prácticas primitivas de la religión politeísta de Europa Oriental se basaba en el principio de que el mundo natural era habitado y dirigido por espíritus del bien y el mal. Estas fuerzas misteriosas adoptaban características antropomórficas y se volvían divinidades con funciones y poderes especiales.
El dios supremo de la mitología eslava en el este y el sur era Perun, dios del rayo y el trueno (similar al nórdico Thor), y se le consideraba padre de dos dioses: Byelobog, el dios blanco del bien; y Chernobog, el dios negro del mal y la muerte. Estos dos dioses representaban fuerzas en oposición como parte de la naturaleza dual del cosmos. Al llegar la cristiandad, las grandes divinidades de los eslavos desaparecieron como tales; y solo se mantuvieron algunas tradiciones en la sociedad y en ciertas ceremonias adoptadas.
De acuerdo a los mitos, Byelobog era la fuerza de la creación que peleó con Chernobog para lograr que el mundo fuese creado. Debido a sus características negativas, a Perun se le asociaba con otras deidades como Veles, el dios dragón del inframundo; y Koschei el Inmortal.
Cabe mencionar aquí que este ser aún es venerado en cierta forma, y que en el sur de las regiones eslavas existe la frase "Do Zla Boga", que significa "al dios malo"; la cual es usada para expresar algo extremadamente negativo, mientras que en Ucrania se dice la maldición "que el dios negro te extermine".

El dios de dos cabezas.
Otra tradición que involucra a Chernobog es la del Dios de Dos Cabezas. Es decir, que Chernobog y Byelobog son un mismo ser. En ciertas regiones de Europa Oriental se dice que durante primavera y verano, el ser era Byelobog, el Dios Blanco; una figura benevolente vestida con una capa blanca y que blandía un bastón. Pero, al llegar el otoño, Byelobog se vestía de negro y se convertía en el demoníaco Chernobog.
En algunos sitios se han descubierto ídolos que representan a este dios de dos cabezas.

Chernobyl y la maldición del dios negro.
En 1986, la explosión del reactor nuclear de Chernobyl en Ucrania ocasionó que más de quinientas mil personas fueran expuestas a la radiación y que la ciudad se convirtiera en un pueblo fantasma, el cual no puede ser habitado hasta la fecha gracias a las altas dosis de radiación en el ambiente.
Hay quienes dicen que Chernobyl estaba maldito por el nombre elegido para la comunidad. Pues aunque de manera oficial, "chernobyl" es una corrupción de "chornobyl", el nombre es el nombre para la planta Artemisia vulgaris y se puede traducir como "pasto negro"; hay quienes aseguran que en realidad Chernobyl es una mezcla de Chernobog y Byelobog, lo que ocasionó la ira del dios negro.

Chernobog en la cultura popular.
Chernabog en "Fantasia".
En la película animada de Walt Disney, "Fantasia", Chernobog (o Chernabog) es el personaje principal del fragmento inspirado en la composición "Noche en la Montaña Desnuda"de Modest Mussorgsky. Chernabog aparece en la cima de la Montaña Desnuda (en realidad, el monte Triglav en Eslovenia) y convoca a un ejército de seres infernales que danzan ante él en la Noche de Walpurgis.
Chernabog está consideado como una representación cruda y primordial del concepto del mal, y la obra prima del animador Vladimir Tytla. 
El concepto del personaje provino del artista Heinrich Kley, del cual Walt Disney era admirador. Kley realizó una serie de bocetos que involucraban a un demonio alado manipulando a sus esbirros en una fábrica, y estos diseños fueron reusados por el artista Kay Nielsen; quien a su vez estableció el diseño final de Chernabog y creó un modelo de referencia para que Tytla trabajara.
Walt Disney se refería a este personaje como "el mismo Satán", y la imagen ha sido usada en diversas producciones de la compañía como las series "Once Upon a Time", House of Mouse" y el videojuego "Kingdom Hearts".
Chernabog en "Once Upon a Time".
Aparece también en la serie de videojuegos japoneses "Shin Megami Tensei", los cómics de Thor de Marvel Comics, en la serie de libros de "Kate Daniels", la novela "American Gods" y se le hace referencia en "Crimson Peak", de Guillermo del Toro; en la forma de un robot gigante hecho en Rusia y de nombre Cherno Alpha.

Un Cocodrilo.

Hace unos años fui con amigos a pescar al Lago Okeechobee, en Florida. 
Para darles una idea respecto al giro de esta historia, basta mencionar que además de ser el séptimo lago más grande de los Estados Unidos; es también un camposanto para los Seminoles y otras tribus indígenas. 
Si eso no fuera suficiente, en 1928 el lago se desbordó e inundó varias comunidades cercanas. Más de 2,500 personas muertas cuando la marea del lago subió tres metros. A casi todos los enterraron en una fosa común, pero muchas personas acabaron arrastradas por el agua hasta el fondo del lago.
Como ya se imaginarán, hay muchas historias de fantasmas.
Pero en fin, hace tres años renté un bote y fui con amigos para ir de pesca durante la noche. El agua estaba tranquila, el clima era cálido y en general estuvimos pasado un buen rato. Poco después de la media noche, casi todos estaban demasiado ebrios como para seguir pescando; así que me quedé observando las estrellas.
Al poco tiempo tuve la extraña sensación de ser observado. Ya saben, cuando sientes que alguien te está clavando los ojos no con muy buenas intenciones. Miré a todos lados y fue que vi movimiento en el agua, justo a la derecha del bote.
Oh, carajo. Lo primero que pensé fue que se trataba de un cocodrilo. Son comunes en Okeechobee y bastante agresivos, así que tomé un remo y me preparé para pegarle y ahuyentarlo. 
Lo que vi, bueno, no era un cocodrilo. Aunque deseo que sí lo hubiera sido.
Era un cráneo que... bueno, a falta de una mejor palabra, flotaba sobre el agua.
Y me estaba observando.
Me asusté, y empecé a gritarle a mis amigos para que encendieran el bote y saliéramos hechos la mierda de ahí. El cráneo desapareció, pero empecé a escuchar algo muy grande salpicando el agua junto al bote; en el mismo lugar que esa cosa había estado.
Uno de mis amigos estaba lo suficientemente sobrio como para encender el motor. 
A la mañana siguiente, varios de ellos me preguntaron porqué reaccioné así la noche anterior. Qué había visto como para asustarme tanto en la noche.
Me tragué lo que había visto y les dije:
"Un cocodrilo."

Jamás les he dicho qué fue lo que pasó, porque para empezar, no me van a creer.
Solo puedo decirles que jamás he estado tan asustado en mi vida como esa noche. Y lo más extraño de todo fue que mi primer reacción no fue escapar, si no que durante los primeros dos o tres segundos lo primero que pasó por mi mente fue algo que no puedo explicar.
Algo así como una vocecita.
Una vocecita que me decía "Salta al agua".

domingo, 13 de noviembre de 2016

Cazadores de hombres.

Ya anteriormente hemos hablado de ataques animales a humanos que muchas veces llegan a rayar en lo inexplicable y fantástico. Y aún cuando varios de estos ataques han sido perpetrados por bestias con las que somos familiares, como leones, leopardos, tigres y osos; en algunas ocasiones el culpable jamás es identificado y se convierte en una leyenda.
Leyendas de bestias sobrenaturales que parecen encontrar placer en cazar y sembrar el terror en los seres humanos, que eluden a los más expertos cazadores y parecen desvanecerse en el aire luego de cada ataque. De todos estos, quizás el ejemplo más reconocido es el de la Bestia de Gévaudan, un depredador que aterrorizó la campiña francesa en los 1700s y mató a decenas de personas antes de supuestamente ser asesinado por cazadores contratados por el rey francés.
Hay incluso quienes aseguran que estos animales podrían ser entidades sobrenaturales o estar poseídos por entidades demoniacas, como es el caso de una piel en el museo de la familia Warren (los mismo investigadores relacionados con Annabelle y El Conjuro) que se dice, perteneció a un tigre que mató a 33 personas mientras se encontraba poseído por un espíritu demoniaco.

La Bestia del Terror.
En marzo del 2003, una serie de ataques en las montañas del país africano de Malawi culminaron con un saldo de 3 personas muertas y 16 heridas. Los ataques tuvieron lugar en el distrito de Dowa, a cien kilómetros de la capital del país y fueron perpetrados por un 'monstruo' descrito como un híbrido de perro y hiena; que merodeaba las aldeas remotas en busca de viajeros solitarios.
La bestia tenía una tendencia a aplastar los cráneos de sus víctimas y devorar únicamente los órganos sexuales y las entrañas. Quienes sobrevivieron a los ataques terminaron desfigurados horriblemente, con los ojos, oídos, nariz, manos e incluso piernas severamente dañadas o arrancadas a mordidas.
El pánico subsecuente llevó a más de cuatro mil personas a salir de sus comunidades y buscar refugio en zonas controladas por el ejército de Malawi. El gobierno envió policías, oficiales de seguridad, cazadores y fuerzas paramilitares a raastear el área en busca de la bestia pero jamás se encontró algo y se llegó a la conclusión de que la responsable era una hiena rabiosa.
Como sea, los ataques terminaron de manera repentina al cabo de unos meses, y la supersticiosa población de Malawi comenzó a creer que la bestia era el espíritu vengativo de una hiena que había sido asesinada el año anterior tras matar a cinco personas y herir a otras veinte.

El cañón del Mono.
El Cañón del Mono es un acantilado en el estado de Oregon, Estados Unidos; donde en 1924 un grupo de mineros fue atacado por una familia o manada de criaturas descritas como simios. Fred Beck, uno de los mineros, dijo haber disparado y matado a una de las criaturas; lo que desencadenó un ataque en el cual los simios comenzaron a arrojar rocas a la cabaña donde los mineros vivían.
Más tarde, en el año de 1963, un alpinista de nombre Jim Carter desapareció en el lugar. De acuerdo con otros alpinistas que viajaban con él, Carter se separó del grupo en una formación rocosa conocida como 'La Cabeza del Perro', diciéndoles que esquiaría hasta el fondo y les tomaría fotografías conforme ellos fueran haciendo lo mismo.
Esa fue la última vez que se vio a Carter. A la mañana siguiente, un grupo de rescatistas encontró la cámara abandonada de Carter y rastros de que el joven había sido perseguido por algo hasta llegar a la ladera del Cañón del Mono. Se cree que se cayó, pero no se encontraron restos al fondo del barranco, por lo que se canceló la búsqueda a las dos semanas y se dijo que "los simios se lo habían llevado".

El oso-jabalí de Indonesia.
En el 2012, un campesino y un granjero fueron atacados en ocasiones diferentes por un animal en los campos de Indonesia. El granjero se encontraba trabajando en su jardín al mediodía cundo fue derribado por un animal misterioso, y el campesino resultó herido en un ataque similar mientras recogía frutos en una plantación.
En ambos casos, el atacante fue descrito como un híbrido de 'oso y jabalí', de 60 centímetros de largo y muy agresivo; pues emitía gruñidos y chillidos desconcertantes antes de lanzarse al ataque.  El animal tenía una especie de crin o melena muy larga, garras afiladas y despedía un olor insoportable. También podía pararse en sus patas traseras como un oso antes de atacar, y del olor que despedía se dice que incluso un rastreador fue incapaz de seguirle el rastro al verse forzado a huir por el asco que sentía.
El animal sí fue asesinado en esta ocasión, cuando un trabajador de plantación le enterró una hoz. El cadáver sin embargo, no pudo ser identificado por cazadores, veterinarios o expertos en medicina forense de la localidad; y la declaración oficial fue que se trataba de una especie nueva.

El monstruo de Yogomaia.
En el 2005, la aldea de Yogomaia en Sierra Leona experimentó varios ataques de un ser que rompía los cuellos de sus víctimas antes de rajarles el vientre y devorar las entrañas de manera rápida. En un mes, el animal fue responsable por la muerte de cuatro personas, lo que ocasionó una histeria colectiva y forzó al gobierno de Sierra Leona a enviar personal militar para atrapar al animal.
Más allá de algunos excrementos, no se encontraron rastros que ayudaran a determinar la identidad del agresor y esta permanece en misterio  hasta la actualidad.

Los perros de Vietnam.
En el 2011, comenzaron los avistamientos de una especie desconocida de perro en el noroeste de 
 Vietnam. Los animales eran descritos como caninos de cuerpos largos, de pelaje atigrado y brillantes ojos rojos.
Los perros misteriosos se comunicaban con aullidos escalofriantes durante la noche, y dejaban pisadas mucho más grandes que las de los perros domésticos. Los animales atacaban de manera indiscriminada, consumiendo no solo el ganado, si no a mascotas y a cualquiera lo suficientemente tonto como para viajar solo de noche o intervenir en sus ataques. Más de 15 personas fueron mordidas por los animales, y 20 perros domésticos resultaron decapitados.
La identidad de los animales no fue descubierta, aunque las autoridades del país determinaron que se trataba de descendientes de perros salvajes que de alguna forma se cruzaron con algún perro doméstico de gran tamaño.

El Canguro Fantasma de Tennessee.
En 1934 se vio un "canguro" en la población de South Pittsburgh, Tennessee. Durante cinco días, el animal mató y devoró parcialmente a varios animales, incluídos patos, gansos y perros; entre los que se incluía un pastor alemán perteneciente a la policía del estado. Como se sabe, los canguros son poco agresivos y vegetarianos, así que existen las teorías de si este ser pudo o no haber sido una especie desconocida de marsupial nativo de Norteamérica.

El asesino del bosque de Meerut.
En el año 2012, tres aldeas de las montañas Parikshigarh en el bosque indio de Meerut entraron en pánico por la existencia de un misterioso depredador nocturno. Cerca de veinte mil personas se encontraron bajo asedio de un animal que mató al menos a tres mujeres.
El primer ataque ocurrió en agosto, cuando una mujer de la villa de Narangpur fue hallada muerta en un campo; con las piernas, manos, rostro y cráneo destrozados por un animal. El 2 de septiembre, otro ataque similar tuvo lugar en Agwanpur, donde otra mujer fue hallada cerca de la reserva de vida silvestre de Hastinapur.
Dos días más tarde, una mujer de cincuenta y cinco años fue atacada en la localidad de Neemka mientras cortaba pasto, pero en este caso pudo escapar gracias a que el animal fue ahuyentado por otros trabajadores. 
Todos los ataques ocurrieron cerca de la reserva, un área remota dominada por plantaciones de caña y huertos. Aunque la Oficina Divisional de Meerut decretó que el atacante pudo haber sido un leopardo, una hiena o un perro salvaje; la realidad es que jamás se encontró a un animal culpable.

El mono-perro de Malasia.
En el año 2015, los trabajadores de plantaciones de palma en Malasia sucumbieron a un pánico en masa tras una serie de historias que hablaban de encuentros con una entidad monstruosa que podía ser descrita como un híbrido entre un mono y un perro.
Los trabajadores que vieron por primera vez al animal dijeron haberlo ahuyentado con sus herramientas, golpeándolo y haciéndolo huir a la espesura de la selva. Uno de los testigos logró grabar video de la criatura, lo que ha generado una serie de controversias al respecto. En la grabación, los trabajadores atacan a la criatura que de acuerdo con ambientalistas de Malasia, puede haber sido un Oso Malayo que padecía una enfermedad similar a la sarna.

La muerte de Werner Vogt.
También en 2015, un anciano de 85 años llamado Werner Vogt fue atacado mientras paseaba en bicicleta en la localidad de Rogersville, en el estado de Missouri. La agresión tuvo lugar en el sendero forestal de Anchor Hill Ranch; y de acuerdo al propio Vogt, el animal no asemejaba a ninguna raza de perro, lobo, oso, puma o tejón. 
Vogt permaneció en cuidado intensivo por un mes, mientras la policía permanecía alerta para evitar futuros ataques de la criatura. Y aunque se cree que pudo haberse tratado de algún tipo de perro salvaje, las heridas en Vogt no eran consistentes con las mordidas o marcas dejadas por un canino. 
De acuerdo al sheriff del condado, las heridas de Vogt eran escalofriantes, y mucho peores a las que podría dejar algún perro, aún si se tratara de un animal  de gran tamaño como un mastín o un perro de pelea como un bull terrier.
Vogt murió al mes siguiente y las fotografías de sus heridas fueron enviadas a forenses y expertos de vida salvaje en busca de respuestas. Ninguno pudo determinar qué clase de animal era, solo que era algo grande y muy peligroso. Afortunadamente, no hubo otros accidentes relacionados con este, y desde entonces no se han reportado incidentes o avistamientos en la zona.

domingo, 16 de octubre de 2016

Esperanza.


Hola, querido.
No sabes quién soy, pero te conozco. Soy uno de los tres demonios que se te asignaron al nacer. Verás, existen personas en este mundo destinadas a la grandeza, destinadas a experimentar vidas alegres y satisfactorias.
Tú, lo siento mucho, pero no eres de esas personas. Y es nuestro trabajo asegurarnos que así sea.
¿Quienes somos?
Oh, sí. Por supuesto. Qué maleducado he sido. Déjame presentarnos.

Vergüenza es mi hermano menor. El demonio en tu hombro izquierdo. Vergüenza te dice que eres un fenómeno, que esos pensamientos que tienes no son normales y que jamás serás aceptado en ningún lugar. Vergüenza te susurró al hombro esa vez que mamá te encontró tocándote cuando eras niño. Vergüenza es el que hace que te odies.

Miedo se sienta en el hombro derecho.
Es mi hermano más viejo, tanto como la vida misma. El miedo llena cada rincón oscuro con monstruos, convierte a cada extraño que ves en la calle en un asesino. El miedo te impide decirle a tu amor platónico lo que sientes. Te dice que es mejor no intentar hacer algo porque fallarás. 
El miedo te hace construir tu propia prisión.
¿Y quién soy yo? Bueno, soy el peor de tus demonios, pero eso es porque me ves como un amigo. Piensas en mí cuando no te queda otra cosa, porque vivo en tu corazón. Soy el que te obliga a resistir. El que prolonga tu tormento.

Sinceramente, Esperanza.

jueves, 29 de septiembre de 2016

Los Monstruos de Narrabeen.

El caso de los Monstruos de Narrabeen comienza en 1968 en la región australiana de Nueva Gales de Sur: El 3 de abril de ese año, una mujer de nombre Mabel Walsh visitaba el lago Narrabeen, un estuario de agua salada en la costa al norte de Sidney cuando se topó con algo que jamás había visto antes.

La señora Walsh había estado conduciendo por un tramo de la autopista Wakehurst Parway de manera paralela al lago, cuando vio algo emergiendo de las aguas. Se detuvo para observarlo con más detenimiento, y su sorpresa fue mayúscula al ver una criatura de aspecto humanoide que asemejaba una especie de "hombre elefante".
De acuerdo con Walsh, el ser medía poco más de un metro de alto, tenía piel áspera y gris como la del elefante y piernas cortas, redondas y gruesas; mientras que sus extremidades superiores resultaban considerablemente más cortas. Walsh explicó que su cabeza tenía una forma similar a la del oso hormiguero, con una trompa alargada y ojos pequeños.

Al darse cuenta de que lo estaban observando, la criatura salió del agua y corrió tambaleándose hacia la autopista con un andar que a Walsh le recordó a un borracho, para después desaparecer en unos matorrales. La mujer se convenció de que la criatura no era ningún animal que hubiese visto antes, pero no pudo detenerse a investigar pues tenía prisa por un compromiso y además la zona de Narrabeen es famosa por sus cocodrilos de agua salada; lo que representaba un gran riesgo para la mujer.

El siguiente encuentro fue en abril de 1971, cuando dos pescadores dijeron haber visto una gran forma moviéndose cerca de la costa del lago Narrabeen. Al apuntarle con una linterna de queroseno, la luz titilante reveló que se trataba de una monstruosa bestia de piel gris y una trompa como la del elefante.
De manera interesante, esa noche una mujer que vivía al borde del lago dijo haber sido despertada por un sonido terrible como de gárgaras, y aunque no vio a la criatura, dijo que llevaba algo de tiempo sufriendo experiencias similares.
Los diarios australianos generaron una breve paranoia que desencadenó en un gran número de visitas al lago para ver al "Monstruo de Narrabeen"; y el investigador ufológico Bill Chalker visitó el lago a fines de la década de 1970 para investigar los avistamientos. Pasó varias noches acampado en la orilla para encontrar evidencias de la criatura, pero sin éxito alguno.

En 1985, Chalker entrevistó a un granjero llamado Cecil McGann, quien le relató sobre una experiencia desconcertante en 1927. En esa ocasión, McGann junto con vecinos y amigos lograron ver una extraña luz en el cielo que parecía bailar y zigzaguear a la distancia. A la mañana siguiente, las vacas de su familia se veían asustadas y se negaban a abandonar su corral.
No fue hasta unos días después que las vacas se calmaron y volvieron al prado a pastar. Más tarde ese mismo día, las vacas volvieron corriendo hacia la granja en una extampida, con expresiones de terror. Al meterlas al corral y contar las cabezas de ganado, McGann se dio cuenta de que faltaba una. Eso no lo sorprendió, pues era usual que las vacas sencillamente se salieran  y vagabundearan por la zona, así que el granjero montó a su caballo y decidió salir a buscarla.
Al llegar a la zona de pastoreo, se encontró con algo muy diferente a lo que habría esperado. En lugar de una vaca, McGann vio dos extraños humanoides con cabeza de elefante moviéndose entre los arbustos. Al día siguiente, los padres de McGann encontraron a tres de sus cerdos muertos y colgados tras una barda, con extrañas marcas en sus cuellos y sin una gota de sangre en el cuerpo.

lunes, 26 de septiembre de 2016

El francotirador fantasma de Camden.

Durante noviembre de 1927, varios automóviles y un autobús que viajaban por el puente de Camden, Nueva Jersey, fueron víctimas de un ataque repentino que destrozó sus cristales como si de una ráfaga de ametralladora se tratara.
Temiendo que fuese obra de algún asesino serial o psicópata, la policía se presentó de inmediato y acordonó el puente en su totalidad. Pero tras una exhaustiva búsqueda, la policía y un equipo de balística fueron incapaces de encontrar rastros de los proyectiles... casi como si las balas se hubiesen desintegrado.
Sorprendentemente, no hubo víctimas graves. Todas las heridas fueron producidas por los fragmentos de cristal al estallar los parabrisas, pero fue ahí que ocurrió lo más extraño: Durante el proceso de investigación, el oficial de policía John J. Rodgers cayó al recibir dos disparos mientras recorría el puente.

Tras el ataque a Rodgers se recuperó un proyectil azul de tamaño similar a una canica. En este caso, no se determinó como podría haber sido disparada con la misma potencia de una bala sin hacerse añicos al impacto, mucho menos el punto exacto desde donde se disparó. El otro proyectil recuperado quedó incrustado en uno de los rieles de acero del puente, dejando en claro que habían sido propulsados por una fuerza increíble.
Curiosamente, la única evidencia del disparo en Rodgers fue un moretón en la espalda.
Pese al descubrimiento de la canica, un análisis de los cristales destrozados reveló que lógicamente el daño fue producido por balas de calibre .22 o .25. 

Fotografía de la época mostrando el daño a un cristal.
En los días posteriores, varios automóviles, tranvías, autobuses, taxis y luces de la calle fueron reventados por balas 'fantasma'. Un total de 11 vehículos fueron dañados de esta forma, y en cada caso los testigos reportaron no haber escuchado algún disparo.
Las autoridades aún intentaban descubrir qué había sucedido cuando llegaron más noticias de ataques en otros sitios, todos al mismo tiempo. Una tienda en la zona de Crammer Hill fue atacada, y sus puertas de cristal reforzado terminaron destrozadas por los impactos de proyectiles invisibles.
La investigación del ataque determinó que el proyectil había sido disparado desde afuera, pero no hubo evidencia de fragmentos de bala o proyectiles como balines o canicas en las inmediaciones del edificio. Tampoco se reportó algún disparo.
Las localidades de Collingswood y Lindenwood fueron las siguientes, y como en los sucesos anteriores, no hubo disparos o evidencia de balas. En ciertas ocasiones, se recuperaron proyectiles convencionales como un tornillo de niquel o más canicas; pero no se estableció un enlace directo entre estas y el agresor. De cualquier manera, la mejor teoría fue que estos proyectiles habían sido disparados mediante el uso de un rifle de aire o resortera de gran poder.
Esa teoría se descartó debido a que en la época no existía ningún rifle de aire o resotera conocido que tuviera esa potencia. Otra teoría que prevalece hasta hoy es que el asaltante debía estar usando alguna especie de silenciador muy sofisticado.

En cuanto a los sospechosos, la falta de pistas condujo a búsquedas infructuosas.
En un caso, se arrestó a un niño con una resortera, pero se le liberó al no llegar a la conclusión de como era que podría haber disparado con la fuerza necesaria o como pudo ser responsable de los otros ataques.
Camden y las poblaciones vecinas ya se encontraban presa del pánico en ese momento, y si bien el tirador no había matado a nadie hasta el momento, para algunos pobladores era cuestión de tiempo. La gente ya no salía de sus casas y evitaba pasar por el puente. Es durante este pánico que se cree que debió haber imitadores que aprovecharan el caos para realizar otros ataques similares.

La primer evidencia concreta de un atacante llegó durante un incidente en el cual dos mujeres dijeron haber visto a un extraño afuera de su ventana a eso de las cuatro de la mañana. 
Las mujeres dormían en una habitación cuando el cristal de la ventana explotó en añicos. Al asomarse, lograron ver a un hombre misterioso cruzando la calle a gran velocidad. En palabras de una de las mujeres:

"Vimos a un hombre con un arma al otro lado de la calle. Miraba nuestra ventana. Y mientras lo veíamos, salió corriendo hacia la esquina. Ahí lo escuchamos decirle a otro hombre 'ya está bien, Louie'."

El hombre fue descrito como alguien muy alto y con una agilidad sorprendente para su tamaño, y que desapareció en la oscuridad de manera muy fácil. 
Nunca se supo quién era o la identidad de 'Louie', pero en este caso sí se logró recuperar una bala de calibre .32 en el piso del dormitorio. Lo que no se identificó fue de qué dirección se disparó el arma, la identidad del perpetrador o el arma en cuestión.
El pánico continuó por unos meses hasta que se detuvo repentinamente en 1928, dejando a las autoridades incapaces de resolverlo hasta el día de hoy. 

La rana.


Mi abuelo tiene una casa en lo más profundo de los bosques, tan apartada de la civilización que lo único que podía hacer durante las vacaciones era salir al campo y atrapar serpientes o perseguir perros salvajes.
Era un niño estúpido y sin temor a nada, por eso dormía solo en una pequeña cabaña para huéspedes en la orilla del terreno; justo al borde de un pantano de agua salada infestado de mosquitos, serpientes y ranas enormes.
Lo que voy a contar me ocurrió durante unas vacaciones de verano, pues habíamos viajado para celebrar el cuatro de julio con el abuelo.  Ese día me sentía muy cansado por el viaje, por
eso llegué directamente a dormir en la cabaña. Estaba en ese lapso entre la consciencia y el sueño cuando me di cuenta de que algo no iba bien.
No se escuchaba un solo sonido.
El croar de las ranas, los pájaros en los árboles, las toneladas de mosquitos y bichos en los mosquiteros de la ventana... absolutamente nada.
Me quedé confundido, así que decidí echar un vistazo por la ventana. Oscuridad total.
Era ya de noche.
Mi curiosidad me obligó a vestirme, ponerme botas y rociarme de repelente para salir. Y al estar afuera, me asustó la quietud del ambiente... nada de movimiento, ruido o viento. En todos los años que llevaba yendo al lugar siempre había nubes de mosquitos rondando, alguna rana al borde del agua o incluso el ulular de un búho en los árboles.
¿Qué demonios pasaba?
Di una vuelta alrededor de la cabaña, esperando escuchar algo más que el ruido de mis pies sobre el pasto... y entonces vi el lago.
Había algo al otro extremo de la orilla, como a treinta metros de donde me encontraba. No se movía, pero era enorme. Como de la mitad de mi tamaño y mucho más ancho que yo. Eso bastó para que se fuera la valentía que me quedaba, porque recordé que no había nada tan grande viviendo cerca del lugar.
No podía ser un cerdo, un oso o algún animal que conociera.
Entonces, el bastardo croó.
Como una rana, pero mucho más fuerte.
Me caí de espaldas por el susto, y eso debió haberlo alertado porque la cosa se giró y saltó al pantano. Pensé que venía por mí, así que corrí de vuelta a casa y me encerré a cal y canto.
Jamás le dije a nadie, y no me he vuelto a acercar al pantano desde entonces.
Hasta el día de hoy, duermo en la casa principal cada que visito al abuelo.

jueves, 22 de septiembre de 2016

En la playa.


Esto sucedió durante unas vacaciones en Fiji con una amiga y su familia.
Durante una noche, su papá nos contó una historia sobre el camino que recorríamos cada que íbamos a la playa. El camino era como cualquier otro, con la diferencia de que a un costado había una zanja de metro y medio de profundidad por la cual corría un pequeño riachuelo.
Como sea, su padre nos contó que hace años había una chica que solía recorrer ese camino todos los días para ir a la escuela. Una chica hermosa y que era conocida por todos gracias a la falda larga que usaba siempre.
Un día, sin embargo, se perdió sin dejar rastro.

A la policía le tomó cinco días encontrarla en la zanja a un costado del camino. Cuando la hallaron, se dieron cuenta de que había sido violada, mutilada y decapitada. Su cabeza jamás apareció, aún cuando la policía rastreó la zona de manera extensiva.
Su cuerpo fue subido a una camioneta y llevado al forense para determinar la fecha exacta de su muerte. Pero, y aquí comienza lo espeluznante, es que el cuerpo ya no se encontraba en el vehículo cuando los oficiales decidieron bajarlo.

¿Cómo era posible?
Nadie lo sabe, lo que es cierto es que al día siguiente lo volvieron a encontrar en la zanja y en la misma posición que cuando fue descubierta. Eso asustó a los detectives, pero decidieron seguir con su trabajo y llevárselo otra vez. Así que, ya se imaginarán que estaban muertos de miedo cuando volvió a ocurrir lo mismo.
Luego de varios intentos más, los oficiales decidieron rendirse y enterrar el cuerpo en la zanja.

De vuelta a mi viaje, ese día tuvimos mucha diversión en la playa, y ya era de noche cuando volvíamos a casa por el camino. A mitad del trayecto, vimos a una chica caminando del lado del camino en que se ubicaba la zanja. Era bonita y llevaba una falda larga. También tenía el cabello muy corto, lo que no era muy de mi agrado pero en cierto modo le iba bien.
El papá de mi amiga también la miró, aunque de manera diferente... porque nos dijo que no volteáramos mientras la pasábamos de largo.

No pude evitarlo.
Sentía que debía echarle un último vistazo. Así que volteé.
Lo que vi fue a una "mujer" sin cabeza caminando rumbo a la playa.

martes, 30 de agosto de 2016

Búsqueda y Rescate.

No sabía donde postear estas historias, así que se me ocurrió compartirlas aquí.
He trabajado como oficial de Búsqueda y Rescate para el Servicio Forestal de los Estados Unidos, y durante mi carrera he visto ciertas cosas que quizás puedan interesarles.

Tengo un buen récord en localizar gente perdida. 
La mayor parte de las veces se trata de personas que se apartan del camino o caen de un risco pequeño y ya no pueden encontrar como volver; así que se quedan en un lugar y esperan el rescate. Esos son los fáciles.
Pero hubo dos casos en los que eso no ocurrió. Me molestan hasta la fecha, de hecho; y los uso como motivación cada que nos llega un nuevo reporte de desaparición. El primero fue un niño que estaba recogiendo bayas con sus padres: Su hermana y él desaparecieron al mismo tiempo.
Sus padres los perdieron de vista por unos segundos , lo suficiente para que los chicos pudieran apartarse de ellos.
Al no encontrarlos por su cuenta, nos llamaron para ir a peinar el área. Encontramos a la niña muy rápido, y cuando le preguntamos por su hermano nos dijo que se lo había llevado "el hombre oso". Nos contó que el hombre le dio bayas y le pidió que guardara silencio, que quería jugar con su hermano por un momento. 
La última vez que vio a su hermano, el niño iba sobre los hombros del "hombre oso", bastante tranquilo. Claro que pesamos que se trataba de un secuestro, pero jamás encontramos evidencia de que hubiese otro ser humano en el área. La niña insistía que no era un hombre normal, y que tenía "una cara extraña". 
Buscamos por semanas, pero nunca encontramos rastro del niño.
El segundo caso fue el de una mujer joven que había estado caminando con su madre y abuela. De acuerdo a la madre, la chica subió a un árbol para ver mejor el bosque, pero jamás bajó de las ramas. Esperaron en la base del árbol por horas, llamándola hasta que decidieron buscar ayuda. Como en el primer caso, buscamos por todos lados pero no logramos hallar siquiera un rastro de la chica.
No tengo idea de donde pudo haber ido, porque ni su madre ni la abuela la vieron bajar.

En ciertos casos, he estado acompañado por un perro de rescate que me guía a riscos verticales. No colinas, no laderas de montañas. Riscos afilados en los que nadie podría trepar ni con equipo de escalada. 
Eso me perturba. Porque por lo regular encontramos a la persona en cuestión en la cima del acantilado sin explicación de como llegó ahí.

Un caso particularmente triste involucró la recuperación de un cuerpo. 
Una niña de nueve años cayó por un acantilado y terminó empalada en un árbol al fondo. Fue un accidente terrible, y nunca olvidaré el grito de su madre cuando le conté qué había pasado. Vio la bolsa para cadáveres siendo subida a una ambulancia y dejó salir el llanto más desgarrador que jamás he escuchado.
Fue como si toda su vida se desmoronara en torno a ella y una parte de sí hubiese muerto con su hija. Un tiempo después escuché de otro oficial de rescate que se había suicidado unas semanas después, pues no pudo vivir con lo que había pasado.

En otra ocasión tuvimos que trabajar en equipos y usando armas porque llegaron reportes de osos en el área. Esa vez estábamos buscando a un tipo que no había regresado de un viaje de escalada; y lo encontramos atrapado en una zanja con una pierna rota.
No fue bonito. Llevaba casi dos días ahí, y su pierna se había infectado. Logramos treparlo a un helicóptero y por lo que escuché de los paramédicos, el tipo estaba inconsolable. Decía que había logrado subir un acantilado sin problemas, pero al llegar a la cima se encontró con que ya había alguien ahí.
Se le hizo raro que el hombre no llevara equipo para escalar o herramientas, y que únicamente vistiera con un abrigo parka y pantalones de ski.
Se le acercó para hablar con él, pero  al hacerlo éste volteó y en donde debía estar su rostro solo había un espacio en blanco, como un lienzo de carne. Eso asustó al escalador y lo hizo caer por la orilla de la montaña; donde quedó atrapado. 
Escuchó al sujeto sin cara gritando toda la noche, bajando por la ladera de la montaña y emitiendo gemidos ahogados. Eso me asustó muchísimo, y agradezco el no haber estado ahí para escuchar la historia de boca del escalador.

De las cosas que personalmente me han pasado, una que recuerdo bien involucra la búsqueda de una mujer joven que se separó de su grupo de escalada. Estuvimos afuera toda la noche, y la encontramos hecha un ovillo bajo un tronco podrido.
Le faltaban los zapatos y la mochila, y claramente estaba en shock. No tenía heridas, así que pudimos hacerla caminar junto a nosotros de vuelta a la base. A lo largo del camino volteaba constantemente hacia atrás y nos preguntaba porqué "ese hombre grande con ojos negros" nos estaba siguiendo.
No vimos a nadie, así que tuvimos qué descartarlo como un síntoma de shock. Pero mientras más nos acercábamos a la base, la mujer se agitaba más. Me suplicaba que le dijera al tipo que dejara de "hacerle gestos", al grado de que se detuvo, giró y empezó a gritarle al bosque que la dejara en paz.
Gritaba que no iba a ir con él, y que tampoco iba a permitir que nos llevara. Al cabo de un rato logramos moverla, y fue entonces que escuchamos unos ruidos que parecían venir de todos lados. Era casi como una tos, pero con ritmo definido y más profunda. Algo como el ruido que hace un insecto, pero más fuerte; porque no tengo una mejor forma de describirlo. Cuando estábamos cerca de la base, la mujer me miró y vi que sus ojos estaban tan abiertos como era posible. Me sujetó por el hombro y dijo: "Él dice que camines rápido, que no le gusta ver la cicatriz en tu cuello".
Sí. Tengo una cicatriz pequeña en la base del cuello pero quedaba oculta bajo el cuello de mi camisa, así que no tengo ni idea de como fue que la mujer la vio. Después de que dijera eso escuché una tos extraña junto a mi oído, y eso me hizo saltar. La apresuré a entrar a la base, tratando de no mostrar qué tan asustado estaba, pero sí puedo decirles que estuve condenadamente feliz de dejar el área esa noche.

La última historia que contaré es tal vez la más extraña.
No sé si sea algo constante en todas las unidades de Búsqueda y Rescate, pero en la mía es una especie de cosa secreta con la que nos topamos de vez en cuando.
Pueden intentar preguntarle a otros oficiales de ByR, pero incluso si saben de qué hablan no creo que les comenten algo al respecto. De hecho, nuestros superiores nos pidieron no hablar de ello y a estas alturas estamos tan acostumbrados que ni siquiera nos parece extraño.
En cada caso que involucra adentrarnos en los bosques, y hablo de entre 50 y 70 kilómetros en el interior del bosque; siempre llega un momento en que encontramos una escalera en el bosque. Sí, una escalera. Como la de una casa.
Pregunté de qué se trataba la primera vez que la encontré, y el oficial que me acompañaba me respondió que perdiera cuidado, que era algo normal. Todos a los que les pregunté contestaron lo mismo. Quería verlas y saber de qué se trataba, pero se me dijo de manera muy enfática que jamás me les acercara.
Ahora solo las ignoro porque las veo muy seguido.

La mujer burro de San Antonio.

A mediados del siglo XIX, una familia de colonos habitaba una cabaña a las orillas de la cañada Elm, en lo que eventualmente serían los suburbios de San Antonio, Texas. La familia consistía de un hombre, su esposa y dos hijos; que pasaban por muchas carencias al intentar plantar cultivos en el árido suelo del sur de Texas.
Un día, el hijo de un adinerado mercante de San Antonio pasó montado a caballo cerca de la propiedad y se encontró con un burro que pastaba a un lado del río. El aburrido joven tomó una rama y comenzó a golpear al burro hasta que el animal se desesperó y le soltó una mordida en el brazo.
Esto hizo enfurecer al chico, que entonces atacó con más saña hasta casi dejar muerto al pobre animal. Cuando ya se encontraba a punto de rematarlo los dueños del burro escucharon los chillidos del animal y corrieron en su ayuda; lanzando una lluvia de rocas al intruso sin saber de quién se trataba.
El joven herido subió a su caballo y se alejó galopando a toda velocidad, gritando que se vengaría de los colonos.

Esa misma noche, un grupo de matones liderados por el mercader y el muchacho volvieron a la cabaña y le prendieron fuego con antorchas; y dispararon con sus rifles para impedir que cualquiera de los habitantes escapara de las llamas.
El esposo desesperado ideó un plan: Saldría y distraería a los atacantes, comprando el tiempo necesario para que su esposa e hijos pudiesen salir y pidieran ayuda a las autoridades. De cualquier modo su plan falló casi instantáneamente; pues los hombres le dispararon en cuanto asomó la cabeza por la puerta. 
La casa ardió y los gritos de la mujer y sus hijos al quemarse vivos resonaron a lo largo del río hasta que finalmente se apagaron y del lugar solo quedó un montón de escombros humeantes.

Habiendo obtenido su venganza contra los pobres colonos, el mercader estaba por dar la orden de retirarse cuando súbitamente, una figura maltrecha y envuelta en llamas salió de los restos carbonizados de la casa. La figura maltrecha se acercó tambaleándose al grupo, cegada por el dolor.
La esposa del colono había sido quemada al grado en que sus manos quedaron reducidas a muñones negros y la piel de su rostro colgaba deformada por el calor como si fuese el hocico de un burro o un caballo.
Sus ropas también habían sido destruidas, y dejaban ver un cuerpo ennegrecido y marchito que de alguna forma seguía quemándose. El ser lanzó un gemido desgarrador y pasó corriendo de largo frente al grupo para arrojarse a las aguas del río con la intención de ahogar su dolor. El grupo de criminales decidió seguirla para rematarla, pero al llegar al agua no encontraron rastro alguno de la mujer en el río poco profundo.

Desde esa terrible noche, los viajeros que pasan cerca del lugar que hoy se conoce como "el Puente de la Mujer Burro", han reportado ocasionalmente encuentros con el  espectro del mismo nombre; el cual grita y llora debajo del puente y en los bosques cercanos. Algunos inclusive dicen haber sido atacados por una criatura  que salta sobre los autos y araña las ventanas mientras grita que la dejen entrar.
Se dice que si te estacionas debajo del puente y apagas tus luces en una noche de luna llena, de seguro encontrarás algo que atormentará tus sueños durante el resto de tu vida. 
La figura quemada y deforme conocida como La Mujer Burro.

Los Bosques Old House.

Los Bosques Old House son una zona agreste que se extiende a lo largo de la costa de la bahía de Chesapeake en Virginia, cerca de la pequeña ciudad de Diggs; y que cuentan con una rica historia de fenómenos sobrenaturales, experiencias inexplicables y otros eventos que los han llevado a ser considerados como uno de los lugares más embrujados de los Estados Unidos.
Durate la guerra revolucionaria de Estados Unidos, los bosques fueron un destino popular entre piratas y soldados que ocupaban el sitio para ocultarse. Más adelante, en la guerra civil estadounidense; fue escenario de múltiples escaramuzas entre fuerzas confederadas y de la Unión. Es por esta historia de violencia, asesinatos y combates que se le dio el apodo del "Bosque Negro" de Virginia.
Este nombre fue usado por primera vez en los 1700s, cuando en el centro de los bosques se alzaba una casa conocida como la mansión Frannie Knight; de la cual hoy solo queda una estructura decrépita, la cual se enciende en llamas cada cierto tiempo sin explicación alguna.

Tesoros ocultos.
Charles Cornwallis.
Parte del atractivo de los Bosques Old House son las leyendas de tesoros ocultos en la costa conocida como Whites Creek que datan de los 1600. 
Las leyendas populares narran que varias bandas de piratas y contrabandistas tomaban ventaja de lo apartado del lugar para ocultar sus tesoros: cofres y bolsas repletas de monedas de oro, joyas y otros artículos robados a galeones españoles, holandeses y portugueses en el Atlántico. 
De todos estos, el más famoso es el del Rey Carlos II. El Rey envió un tesoro a América en las semanas anteriores a la batalla de Worcester, como precaución por si necesitaba huir de Inglaterra y refugiarse en las colonias. Pero, de camino a América la nave fue víctima de una tormenta y acabó encallada en Whites Creek. Una vez ahí, varios bandidos que habitaban el bosque saquearon el barco y ocultaron el botín con la intención de recuperarlo más tarde.
Dependiendo de la versión de la historia, se dice que los bandidos murieron durante otra tormenta o que fueron capturados y colgados por sus crímenes. 
El tesoro supuestamente continúa enterrado y es protegido por los espectros de la tripulación del barco. Otra variante de la leyenda dice que los ladrones regresan como fantasmas cada noche en buscca de su tesoro, y que es fácil ver sus linternas espectrales al moverse entre los bosques.
Otra historia popular de tesoros data de la Guerra Revolucionaria: En el año de 1781, hombres al mando del gran líder militar británico Charles Cornwallis cruzaron el bosque con un gran botín de oro robado para llevárselo a su comandante cuando fueron emboscados por patriotas estadounidenses.
Al darse cuenta de que no podían cargar con él y pelear efectivamente, decidieron ocultarlo en los bosques para ir por él después; pero el final de la guerra les impidió hacerlo y el tesoro de Cornwallis permanece ahí escondido en los bosques. Aquí, se dice que los espíritus de soldados británicos patrullan los bosques por las noches en busca del lugar donde se enterró el oro.
Con tantos tesoros supuestamente ocultos, cualquiera podría pensar que el bosque atrae a muchos buscadores de tesoros, pero en realidad es que la reputación misma del lugar basta para desmoralizar hasta el más aventurado cazarecompensas, pues un gran número de intrépidos oportunistas han desaparecido al internarse al bosque en busca del oro.

Las naves fantasmas.
Además de soldados y piratas espectrales rondando los bosques, tambien hay reportes de naves fantasma que la bahía y las costas cercanas a Old House; siendo el más importante aquél presenciado por un pescador llamado Ben Feribee a finales del siglo XIX.
De acuerdo con Feribee, estaba pescando en Whites Creek cuando vio algo que no era de este mundo: Una nave fantasma materializándose de la nada, la cual describió como un enorme galeón lleno de luces en cada mástil y ventanilla; y tripulado por sombras humanas visibles sobre la cubierta. La nave se lanzó de lleno contra el bote de Feribee, que trató de maniobrar para salir de lo que parecía ser un curso de colisión inminente.
Cuando todo parecía perdido y que la nave lo arrollaría, Feribee dio que la nave sencillamente lo atravesó y continuó su camino por las aguas sin hacerle daño.
Otras leyendas involucran un galeón español que aparece en Whites Creek y flota a varios metros sobre el nivel del agua e incluso tierra adentro; desapareciendo en el corazón de los bosques.

Los espectros de los bosques.
De la miriada de fantasmas que supuestamente embrujan Old House, el más famoso es la figura espectral de una mujer vestida de blanco que atraviesa los bosques gritando cuando va a ocurrir alguna tomenta; por ello se le conoce como "la dama de las tormentas" y se cree que es una portadora de la desgracia similar a las Banshees del folklore irlandés.
Un residente local y cazador de patos de nombre Henry Forrest dijo haberse encontrado con un grupo de soldados vestidos con el uniforme de los casacas rojas de 1776. Forrest se encontraba cazando patos con su rifle y cuenta que al disparar al borde de un río, los soldados aparecieron tras unos cañaverales y empezaron a avanzar hacia él. Corrió de vuelta a su bote y para su sorpresa, se encontró a un soldado sentado en él.
Forrest amenazó con dispararle, a lo que el espíritu respondió "Dispara y la maldición del diablo caerá sobre tí y tu progenie traidora"; pero el cazador no se intimidó y abrió fuego contra el casaca roja. El soldado fantasma comenzó a flotar hacia él, y Forrest salió corriendo despavorido hacia los linderos del bosque.
Aparte de los casacas rojas, se habla de misteriosos esqueletos cubiertos por armaduras oxidadas, los cuales merodean al anochecer. En 1926, un hombre llamado Jesse Hudgins reportó que había sido rodeado por un grupo de extraños que portaban linternas mientras se encontraba caminando a la orilla del bosque.
Al acercarse y poder verlos, el susto de Hudgins fue mayúsculo: Se trataba de esqueletos putrefactos que vestían armaduras medievales, y uno de ellos lo amenazó con lo que parecía ser una espada de tipo claymore.
En otro reporte, un hombre quedó varado cuando su auto dejó de funcionar en medio de un camino que atravesaba el bosque. Al cabo de unos minutos, se le acercó una figura que describió como un esqueleto en armadura, y que preguntó "¿es esta la carretera del Rey? He perdido mi nave". 
Otros espíritus de los bosques incluyen dos perros negros que tienden a atacar a la gente perseguir autos e incluso a veces derribar a motociclistas para luego desaparecer como por arte de magia mientras su ladridos reverberan entre los árboles. Además de los perros, se han visto caballos negros que corren a la par de los autos, cuervos traslúcidos que vuelan entre las copas de los árboles y vacas y toros sin cabeza que aparecen en los claros del bosque.
Cabe mencionar que grupos de cazafantasmas e investigadores han visitado Old House y experimentado toda clase de sucesos que van desde cámaras y equipo electrónico que empieza a fallar hasta la captura de fotografías con imágenes espectrales, videos en los que aparecen luces y figuras traslúcidas; e incluso grabaciones de FVE que han registrado pisadas, voces e incluso el sonido de cañonazos.

El pánico de Old House.
Existen otras extrañas ocurrencias en los bosques. Por ejemplo, en la época que no existían los autos, los viajeros se negaban a pasar por el área debido a que algo en el bosque hacía que los caballos entraran en pánico o se negaran a avanzar.
Esta sensación de pánico se extiende a los seres humanos, pues muchos campistas y viajeros dicen caer presa de una sensación de pánico y perdición; al grado de rehusarse a continuar más allá de cierto punto. Otras instancias incluyen la sensación de pérdida del aliento y asfixia; terror ocasionado por orbes de luz que solo algunas personas pueden ver, y la percepción de un inusual olor a azufre que se vuelve insoportable por unos segundos, para luego desaparecer repentinamente.

martes, 12 de julio de 2016

El Poltergeist de Enfield - La verdadera historia de El Conjuro 2.

La casa de los fenómenos.
En 1977, el distrito londinense de Enfield fue objetivo de la atención internacional al ser el sitio de lo que puede ser uno de los casos más conocidos en la historia de la parapsicología y la investigación de fenómenos sobrenaturales. El evento, que fue denominado como "El Poltergeist de Enfield" fue atestiguado por más de treinta testigos y registrado en todos los medios británicos de la época.

El inicio.
Margaret "Peggy" Hodgson y sus cuatro hijos vivían en una casa de Enfield cuando comenzaron a experimentar extraños sucesos durante la noche: Eran despertadas en la madrugada por toquidos en las paredes y el ruido de muebles que se arrastraban por sí solos. 
La familia acudió primero a vecinos y después a la policía, insistiendo que los sonidos eran inexplicables y que no eran obra de un ladrón común y corriente.
Uno de los oficiales constató que el problema era algo real, pues presenció como una silla se arrastraba por el piso sin ayuda alguna. El Daily Mirror tomó fotografías de Janet Hodgson, de 11 años, siendo levitada y todo el material grabado por la BBC terminó inservible sin explicación alguna.
Supuesta fotografía de Janet Hodgson levitando.
Maurice Grosse y Guy Lyon Playfair, miembros de la Sociedad de Investigación Psíquica viajaron a la casa para documentar lo ocurrido; atestiguando que efectivamente objetos como ladrillos de Lego y canicas eran lanzados por los aires, mientras que otros juguetes  de las niñas parecían calentarse a altas temperaturas sin razón alguna.
Playfair y Grosse intentaron comunicarse con el espíritu solo para recibir respuesta a través de una voz masculina que salía de la boca de una de las hijas de Margaret. 

"La voz solo era una parte. La niña levitó de manera horizontal, y arrojó muebles a través de la habitación."
-Testimonio de Maurice Grosse.

Luego de cuatro días de investigación, todos los periodistas que se encontraban en la casa se mostraron aterrados y pidieron intervención de las autoridades. Una mujer policía confirmó que lo ocurrido era real, y que ella misma presenció actividad sobrenatural: Objetos que se materializaban en el aire, cucharas dobladas e incendios espontáneos. Toda clase de fenómeno conocido en un caso de poltergeist.
De acuerdo con los reportes de la policía, de vez en cuando se escuchaba una serie de cuatro toquidos provenientes de un muro, los cuales se repetían dos minutos después desde el interior de otra parte de la casa.
Los demás policías involucrados revisaron la casa en busca de ratas o tuberías defectuosas, pero no hallaron nada que pudiera explicar los toquidos.

"La hija mayor señaló una silla que se hallaba al lado de un sofá. Entonces vi la silla arrastrándose por el suelo por espacio de más de un metro. La investigué al detenerse, pero no encontré explicación alguna para el movimiento."
-Reporte de la investigación.

La Voz.
Fotografía de Grosse hablando con el espíritu dentro de Janet.
De lo ocurrido en la casa de Enfield, el evento más perturbador fue la manifestación de una posible posesión espiritual; ya que una de las niñas que habitaban la casa comenzó a hablar cn la voz de un anciano.
Cuestionada por el investigador Maurice Grosse, la entidad dentro de la niña se refirió a ´él por su nombre y comenzó a producir toda clase de pistas respecto a su identidad como un antiguo habitante de la casa de los Hodgson.

"Quedé ciego dos años antes de morir. Entonces tuve una hemorragia, me quedé dormido y morí en una silla en la esquina de debajo de las escaleras."
-La entidad.

El espíritu se presentó a sí mismo como Bill Wilkins, que efectivamente vivió y falleció en la casa de una hemorragia cerebral casi cincuenta años atrás. El espíritu también dijo que no estaba enojado y no tenía un mensaje especial, si no que simplemente disfrutaba de torturar a la familia.
Al pedírsele que se retirara, se negó y burló de Maurice Grosse.
Otro espíritu apareció durante una entrevista con la BBC, identificándose como Stuart. El tal Stuart saludó a Grosse y trató de decir un chiste de noc-noc. Al volver Janet a un estado consciente, dijo que Stuart era el espíritu que molestaba a su familia; y que las voces provenían de "detrás de ella", como si alguien hablara a su espalda y no dentro de ella.
Janet también dijo que Grosse la hizo beber agua, pero que aún así las voces podían escucharse saliendo de su cuerpo.
Los fenómenos, que llegaron a ser más de 2000, continuaron por los siguientes dos años y se detuvieron tan súbitamente como empezaron.

Los Warren.
Ed y Lorraine Warren.
Ed y Lorraine Warren, investigadores paranormales famosos por su trabajo en la casa de Amityville, visitaron Enfield en 1978 y terminaron convencidos de que había fuerzas paranormales involucradas en el incidente.
Pero a diferencia de la versión mostrada en "The Conjuring 2", el trabajo de los Warren en el fenómeno de Enfield fue casi mínimo, y de hecho no tuvieron nada que ver en la manera en que acabó el embrujo. De acuerdo con Ed, los responsables eran demonios que tomaban la forma de almas de un cementerio local, y que pretendían ser espíritus humanos.
En realidad, los Hodgson fueron ayudados a fines de 1978 por un sacerdte que visitó la casa y realizó un exorcismo; lo que ayudó a disminuir un poco la intensidad de los sucesos hasta que se detuvieron del todo al año siguiente. Aún así, el hijo menor de la familia Hodgson explicó que en la casa se seguía sintiendo una presencia invisible.
Peggy Hodgson permaneció en la casa hasta su muerte, y al poco tiempo de eso una familia nueva se mudó a la casa. De manera espeluznante, la abandonaron luego de experimentar una sensación de ser observados y ver la aparición de un hombre entrando a una habitación durante la noche.
Actualmente, la casa está ocupada por otra familia que pide no ser identificada para evitar atraer curiosos o verse relacionada con el éxito de "The Conjuring 2".

Valak.
Valak (Bonnie Aarons) en "The Conjuring 2".
En la película de "The Conjuring 2", el evento del poltergeist de Enfield está relacionado con Valak, una entidad demoniaca que toma la forma de una monja espectral. De acuerdo con la guía de demonología conocida como La Llave Menor de Salomón, Valak (también pronunciado Ualac, Valac, Valax, Valu, Valic y Volac) es el Gran Presidente del Infiern.
Se le muestra como un niño pequeño con alas que monta un dragón de dos cabezas y comanda más de treinta legiones de demonios.
Valak es invocado por practicantes de magia para revelar la ubicación de tesoros, es extremadamente poderoso y comparte un fragmento de su poder con aquellos dignos de invocarlo.
Pero Valak no tiene nada qué ver con Amityville, Enfield o los Warren. En realidad aparece en la película porque el director James Wan buscaba una forma de enlazar Amityville con Enfield para la película de The Conjuring y sobrepasar la limitante de derechos; ya que en sí el Horror de Amityville es propiedad de otra compañía productora, lo que le limita el uso de elementos encontrados en la casa de Nueva York y el libro de Jay Anson.
El porqué de la apariencia de Valak en la película es otra cuestión que proviene de la misma Lorraine Warren. La investigadora mencionó que en alguna ocasión tuvo un encuentro con un vórtice de oscuridad en el cual podía apreciarse una figura negra y encapuchada en el centro; lo cual fue traducido por Wan al diseño de la monja fantasmal.

Notzuchitokage - El cocodrilo serpiente.

El Notzuchitokage es un reptil críptido que supuestamente habita las zonas montañosas de Japón, mide cerca de setenta centímetros de longitud y posee una coloración rojiza. Se dice que asemeja un lagarto con dos patas frontales, y que arrastra el resto de su cuerpo de manera similar a una serpiente.
Su cabeza es más bien parecida a la de un caimán, y tiene una larga lengua de color negro.

Se le reportó por primera vez en la prefectura de Kanagawa durante 1974. Una mujer de nombre Yuyama Minamishigara dijo haber encontrado a un reptil de un metro de largo, de color rojo y una lengua de color oscuro; que se arrastraba siseando a través de un camino de terracería.
Ese mismo año, una mujer identificada únicamente como "Señora Yamazaki" de Aichi, encontró a otro de estos seres en el Camino Natural Tokai; y lo describió como un animal de dos patas, de color rojo brillante, con rayas negras y un triángulo oscuro en la punta de la cabeza. El animal supuestamente tenía una boca como la del cocodrilo, con dientes afilados y visibles. Durante esta época, se dijo que tres de estos animales fueron vistos asoleándose sobre una roca en la misma prefectura de Aichi; y que al ver a un intruso salieron huyendo a gran velocidad por entre un pastizal.
En 1975 los habitantes de una aldea en la península montañosa de Kii narraron experiencias con un gran Notzuchitokage de más de metro y medio de largo, que parecía más un cocodrilo que una serpiente. Uno de los aldeanos contó que la bestia se hallaba a seis metros de él, y que incluso lo persiguió por un tramo del camino; emitiendo silbidos, gruñidos y rugidos hasta que desapareció en una zona rocosa.

El Notzuchikage y el Tsuchinoko.
Pese a lo que podía creerse, el Notzuchikage no está relacionado con la serpiente críptida conocida como el Tsuchinoko, ya que presentan diferencias significativas tanto en comportamiento como en apariencia; principalmente la agresividad del Notzuchikage y la presencia de patas en éste, a diferencia del Tsuchinoko que es usualmente descrito como una serpiente con un cuerpo hinchado y casi esférico.
Aunado a ello, el Tsuchinoko es por lo regular considerado como una serpiente, mientras que el Notzuchikage es descrito como "un lagarto". También, mientras que el Tsuchinoko salta o rueda para moverse, el Notzuchikage efectivamente usa sus patas para correr y arrastrarse por la espesura de las praderas y bosques. 

La identidad de la bestia.
Reconstrucción de una serpiente prehistórica
con patas vestigiales.
La comunidad científica de Japón no cree que pueda tratarse de una especie sin descubrir, si no de una especie de escinco, un lagarto con patas cortas y que presenta una larga lengua de color azul; lo cual explicaría el color mencionado en las leyendas del Notzuchikage.
Otra posible especulación es que efectivamente pueda tratarse de una nueva especie de serpiente o lagarto del género Bipedidae, familia de lagartos de aspecto serpentino con patas delanteras vestigiales. 
Finalmente, una posibilidad mucho más extraña es la de que el Notzuchitokage represente una especie intermedia entre lagartos y serpientes; similar al Eupodophis Descovensi, un ofidio primitivo que vivió hace 92 millones de años durante el cretácico tardío.