Un zombie en la película "I walked with a Zombie".
Para profundizar como se debe en el tema de los zombies, debe hacerse énfasis al hablar del término original; que varía bastante de la descripción de la cultura popular actual en la que el zombie aparece como un muerto viviente con un ánimo sobrenatural para consumir la carne de los vivos.
El Zombi africano.
La palabra Zombie tiene el origen en África Occidental, y se deriva tanto de uno de los nombres del dios del vudú africano Iwa Damballah Wedo, como de la palabra Kikongo "nzambi", que significa "dios". Según los practicantes y estudiosos del vudú africano, un "Zombi" es una persona muerta resucitada por un bokor, o hechicero.El Zombi del vudú es una entidad sin voluntad propia, un autómata que solo está diseñado para servir y satisfacer las necesidades y órdenes del bokor que lo creó.
Existe también una tradición en el vudú que habla de un "Zombi astral", la cual es una parte del alma humana capturada por un bokor y usada para incrementar el poder de éste. Esta esencia es almacenada en el interior de una botella que puede ser vendida por el bokor a sus clientes con el fin de producir buena suerte, curar una enfermedad o lograr el éxito de un negocio; aunque se cree que luego de un tiempo, Dios tomará el alma, convirtiendo al zombi astral en una entidad espiritual temporal.
En las culturas del sur de África, se cree que una persona muerta puede ser resucitada mediante el toque de un niño pequeño, y que el hechizo solo puede ser roto por un Sangoma muy poderoso (un tipo de curandero); pero que también puede ser creado por una bruja, la cual mata a la persona y posee el cuerpo de su víctima con el fin de forzarla a cometer labores forzados.
Curiosamente, en la época que se construyeron los ferrocarriles en África para transportar trabajadores y migrantes, las comunidades nativas comenzaron a contar historias sobre "trenes de brujas"; los cuales parecían transportes comunes y corrientes, pero eran manejados por trabajadores zombificados que a su vez eran controlados por una bruja. Los trenes abducían a cualquier persona que subiera a ellos durante la noche, y la persona podía ser transformada en un zombie, o golpeada y arrojada desde el tren a una distancia considerable de la ubicación original donde subió.
El Zombie Haitiano.
"Zonbi", del artista Wilson Bigaud. 1933.
Se sabe que las prácticas del Vudú llegaron al continente americano con los primeros esclavos africanos traídos mediante barcos por colonizadores europeos, y en la actualidad se tiene la idea de que entre un 80 y 90 % de la población de Haití cree en "espíritus" o practica la versión local del vudú conocida como Vodou.
En el Vodou, todas las personas mueren de dos formas: natural e innatural, y que estos últimos permanecen en su tumba hasta que los dioses les permitan unirse a sus ancestros.
Las almas son vulnerables en este momento, y pueden ser robadas por un poderoso hechicero Bokor y encerradas en una botella que el brujo puede usar para controlar el cuerpo no-muerto. En otras ocasiones, puede permitirle al cuerpo descansar; pero ocupar el alma de otra forma.
Sin embargo, esta práctica no siempre resulta negativa para el alma o el cuerpo; pues dependiendo de la persona, un hombre trabajador puede preferir seguir laborando en lugar de permanecer tendido en el campo, en especial si es usado por el Bokor con un fin positivo como magia de sanación. Aunque otros Bokor de tendencias más oscuras, pueden matar a un hombre a propósito para hacer un zombie que puedan usar para la magia negra y otros fines malvados.
Ahora, aunque el Vodou es bien aceptado entre la sociedad; la presencia del Bokor y el zombie es un tabú hasta cierto grado; el cual pertenece en las sociedades secretas y conocedores de lo prohibido, no en las alabanzas diarias hacia los dioses. Pero para otros haitianos, los zombies son solo supersticiones; o una metáfora de una vida sin recompensa, una pérdida del autocontrol e inclusive la pérdida de la fé.
Los pocos que ven a los zombies como una realidad, no les temen (pues en realidad, el zombie es patético y descerebrado; como un robot de pilas), a lo que le tienen pánico; es a la idea de ser convertidos en uno de ellos contra su voluntad y bajo las circunstancias incorrectas. El poder del Bokor es usado como una amenaza para mantener el control de la sociedad (como ocurrió en su momento con Papa Doc Duvalier y su ejército de 'Tonton Macoutes'; de quienes ya hemos hablado en otra ocasión). En las comunidades rurales, los pobladores prefieren mantener la cabeza agachada que rebelarse contra un jefe o político y ser convertido en un zombie por un Bokor.
El Barón Samedi
En la mitología del Vodou Haitiano, el Barón Samedi (Barón Sábado) es el Loa de los muertos, y se le presenta como un hombre con sombrero de copa, traje de gala negro, gafas oscuras y tapones de algodón en las fosas nasales; como si fuese un cadáver vestido y preparado para ser enterrado de la forma tradicional haitiana. Puede llevar pintura facial que semeja a un cráneo o su rostro puede ser efectivamente una calavera, y es reconocido por su voz nasal.
Samedi es notable por poseer malos hábitos y un agrado en particular hacia el tabaco y el ron. Samedi pasa gran parte de su tiempo en el reino invisible de los espíritus del Vodou, y es notorio por su comportamiento rudo y grosero hacia los otros espíritus. Está casado con un poderoso espíritu conocido como Maman Brigitte, pero es asiduo a perseguir mujeres mortales. Y pocas veces se le ve sin un cigarro en la boca y un vaso de ron entre los dedos.
Samedi usualmente es hallado en las intersecciones entre los mundos de los vivos y los muertos. Al morir una persona, es Samedi quien excava las tumbas y los saluda luego de que han sido enterrados; para conducirlos al inframundo.
Aunque es un espíritu de los muertos, Samedi también otorga vida y es capaz de curar cualquier enfermedad o herida si cree que es algo que vale la pena. Sus poderes son grandes en el uso de maldiciones Vodou y magia negra; e incluso si alguien ha sido maldecido de forma tal que esté al borde de la muerte, no morirán si Samedi se rehúsa a permitirlo.
También se asegura de que los cadáveres se pudran en el suelo para prevenir que las almas puedan ser regresadas como zombies.
Felicia Felix-Mentor y Clairvius Narcisse.
Felicia Felix-Mentor.
En 1937, la antropóloga y autora americana Zora Neale Hurston, investigaba el folklore de Haití cuando se encontró con el caso de una mujer que apareció en una aldea y una familia que decía que dicha mujer era Felicia Felix-Mentor, una familiar que había fallecido y sido enterrada en 1907 a la edad de 29 años. La mujer fue analizada por doctores, que encontraron que no presentaba la supuesta fractura que Felix-Mentor había tenido antes de morir. Hurston, por su parte; siguió la investigación respecto a las historias de que las personas afectadas por un Bokor eran drogadas con un potente cóctel psicoactivo; pero fue incapaz de encontrar individuos que quisieran hablarle al respecto de ello.
Neale Hurston declaró lo siguiente al respecto en uno de sus libros:
"Lo que es más importante, si la ciencia alguna vez logra llegar al fondo del Vodou de
Haití y África, se encontrará con importantes secretos médicos, algunos que todavía
son desconocidos para la ciencia médica; y que pueden darle más poder."
La historia de Clairvius Narcisse resulta mucho más desconcertante que la de Felix-Mentor: Narcisse es un hombre haitiano que dice haber vuelto a la normalidad tras haber sido convertido en un zombie. De acuerdo a una entrevista, Narcisse volvió a su aldea luego de 18 años de haberse creído muerto. Fue capaz de convencer a los pobladores de quién era cuando dijo qué le había pasado; y su caso asombró a varios doctores pues su muerte fue documentada y dos médicos americanos verificaron su fallecimiento.
Se dedujo que Narcisse había roto uno de los códigos de conducta tradicionales, y que había sido convertido en un Zombie como castigo. El hombre le dijo a los investigadores que el Bokor involucrado había "tomado su alma", y que quien lo había envenenado fue su hermano, con quien tenía problemas por un reparto de tierras.
Luego de su supuesta muerte y entierro el 2 de mayo de 1962; su cuerpo fue extraído y se le dio una pasta hecha especialmente. El Bokor que lo controlaba a él y a otros zombies más; los mantuvo trabajando en una plantación de caña de azúcar, hasta que el brujo mismo murió dos años después. Al morir el Bokor, los alucinógenos y sustancias que se les daban a los Zombies dejaron de administrarse y eventualmente fue así que Narcisse pudo recuperar la consciencia.
Al volver 16 años después de recuperarse, los pobladores de su aldea estaban sorprendidos; pero creyeron su historia por el hecho de que su experiencia fue resultado de una práctica de Vodou conducida por un Bokor maligno.
La Serpiente y el Arcoiris.
En los años '80, el etnobotánico de Harvard, Wade Davis; presentó dos libros llamados "La Serpiente y el Arcoiris" y "Pasaje de la Oscuridad: La Etnobiología del Zombie Haitiano". Davis viajó a Haití en 1982 y descubrió que una persona puede ser convertida en un zombie al usar dos polvos especiales que deben introducirse al torrente sanguíneo: el primero es el "coup de poudre" (del francés "Golpe de polvo"), el cual incluye una poderosa neurotoxina que se encuentra en la carne del pez globo. El segundo es una droga desasociativa derivada de la datura. Juntos, estos polvos pueden producir un estado de muerte falsa en el cual la voluntad de la víctima queda completamente sujeta a la del Bokor. Hay un tercer ingrediente que es extremadamente cuestionado y que no puede ser investigado fácilmente: el cerebro de un niño recién fallecido.
El proceso descrito por Davis en sus libros, consiste de una animación suspendida inicial, seguida por un reanimamiento y un estado psicótico. La psicosis inducida por la droga y el trauma psicológico le permiten al Bokor reconstruir la identidad de la víctima como un zombie; asegurándole que "ya estaba muerto" y que no tiene un rol en la sociedad haitiana más que ser un muerto viviente. La creencia pues, explica porqué los zombies comúnmente se mantienen cerca de cementerios y parecen no percibir nada a su alrededor.