El bebé monstruoso de la película "It's Alive!"
Algunas de las historias de fantasmas y monstruos más perturbadoras de todas involucran la aparición de bebés de aspecto monstruoso; muchas veces descritos como hijos de Satán o inclusive formas que adopta el maligno con el fin de obtener almas. Esta es la historia de uno de ellos, el "Bebé Infernal de Bourbon Street".
Conocido y temido por todos los habitantes de los viejos rincones de Nueva Orléans, la historia del Bebé Demoniaco ha aparecido en el folklore de la ciudad desde 1799. Se le conoce como Devil bébé, Diablo bebé, Devil peu énfant, Fils du diable énfant, le petit fils de Satan y como Énfant le mal qui hante New Orléans... lo cual se traduce coo "El nño malvado que embruja Nueva Orléans."
La versión más poular del Bebé de Bourbon Street comienza en el siglo XVIII; cuando muchos italianos e irlandeses llegaron a Nueva Orléans. Una joven viuda Creole se casó con el dueño de una plantación; un hombre rico que buscaba un heredero masculino, pues su primer esposa solo pudo engendrar a tres niñas. Así pues, la mujer Creole se embarazó seis veces, pero solo tuvo niñas. Cuando se enteró de que estaba esperando a un séptimo bebé; fue a ver a una reina del Vudú y le pidió que la ayudara a tener un niño.
Sin embargo, ya que toda la población de Nueva Orléans odiaba a su esposo, la reina Vudú maldijo al bebé; pues al nacer el niño, tenía cuernos, ojos rojos, pezuñas de cabra, garras y una cola. El aterrador recién nacido procedió a devorar a los hijos de los vecinos de la pareja, y fue encerrado en un ático.
El niño eventualmente escapó, y se cree que hasta estos días puede verse al niño en el gran jardín tras la Catedral de San Luis, un edificio de 215 años. Se dice que esto es porque el bebé fue encargado a un sacerdote, pero el hombre santo fue incapaz de mantenerlo encerrado y la criatura escapó hacia las calles para sembrar el caos.
También se rumora que se le puede ver en el Jardín de San Antonio, a veces llamado el "Campo de Juegos del Diablo" por los locales; pues se dice que ahí se oculta y aparece por las noches para atacar a los peatones desprevenidos. Otros manejan que el bebé nació ahí, y que la madre de la criatura lo tuvo en las horas previas al amanecer del día de Mardi Gras; y que trató de abandonar al engendro a los pies de una iglesia.
Se dice que al amanecer, las personas que pasaron por el jardín encontraron a una mujer ensangrantada, tambaleándose en el jardín mientras una serie de gritos infernales provenían de los arbustos alrededor.
También hay versiones en las cuales nació producto de la unión de una esclava y un aristócrata francés adicto al Absinthe. Se dice que la mujer fue obligada a beber la droga justo al dar a luz, y que luego de eso la pareja abandonó al grotesco infante en un callejón.
En algunas versiones, se dice que el bebé es producto de los experimentos de la sanguinaria Delphine Lalaurie, y que fue creado por el doctor de su familia y la reina del vudú, Marie Laveau. Se dice que Madame Lalaurie tenía al niño encerrado en una habitación de su casa, y que sus gritos salvajes y demoniacos podían escucharse en las calles día y noche.
Se sabe que Lalaurie era amiga de la infame reina Vudú, Marie Laveau; y que bajo entrenamiento de ésta, Lalaurie se volvió una experta en el uso de la magia negra y el vudú. Por eso se cree que logró hacerse con el bebé demoniaco, y que al huir de Nueva Orléans; lo abandonó en los pantanos del Bayou. Algunos creen que la noche que ardió la casa de Lalaurie, el bebé escapó y comenzó a asesinar a sus víctimas durante las noches; y que se le alimentaba con una mezcla de sangre de cabra y Absinthe.
Se maneja también que muchas personas sueñan con el bebé, y que si eso pasa; la persona sufrirá una racha de mala suerte. Soñar que se encuentra al bebé infernal significa que habrá problemas. Si se sueña que se le besa, quiere decir que la pareja está engañando a uno con una persona del mismo sexo. Pero si se sueña que el bebé infernal es hijo de uno, eso implica una muerte segura.
Finalmente, una de las versiones de la historia dice que el bebé murió y que está enterrado a los pies de la tumba de Marie Laveau. Que una noche fue golpeado por un rayo mientras huia de una turba iracunda, y que el rayo fue producto de la ira divina.
Aún si las historias no son ciertas, hasta la actualidad; los habitantes y turistas de Nueva Orléans siguen reportando hasta la fecha encuentros con un bebé monstruoso durante las noches.
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