martes, 10 de septiembre de 2019

Illvveli - Las Ballenas del Mal.

Las Illvveli (islandés para 'Ballenas del Mal') son criaturas importantes en el folklore de Islandia, apareciendo en la mitología de la región desde la época de las sagas Vikingas junto a otras criaturas como el Jormungardr y el Kraken en papel de antagonistas.

Estos seres, que se creía cohabitaban los océanos con el Kraken y las grandes serpientes marinas, eran únicamente rebasadas en tamaño por el colosal cefalópodo mitológico y tenían un rol igualmente diabólico; pues destrozaban barcos y se alimentaban de ellos. Eran tan temidos que solo había dos formas de evitar que destruyeran un barco: No mencionar su nombre para evitar llamarlas; y en caso de avistar uno, se debía contar con un hechicero oscuro o un practicante de magia lo suficientemente poderoso para detenerlo.

Se decía que estos demoniacos leviatanes eran incomibles, pues a diferencia de las ballenas su carne era venenosa o desaparecía en cuanto se le cocinaba; y se creía que si alguien llegaba a comerla, moría por una terrible maldición o se transformaba en un monstruo. De cualquier forma, la noción de devorar la carne de un Illvveli era tabú; y de comprobarse que se había hecho, la persona en cuestión era expulsada de la aldea o asesinada, por el temor que producía la idea de consumir a la ballena del mal.
En un variante del mito, existía la creencia de que se podía sobrevivir si al momento de encontrarla se navegaba en dirección al sol; pues los Illvveli temían a la luz solar y el solo verla los aturdía. Si se les hallaba de noche, la única opción posible de sobrevivir era nadar lo suficientemente rápido hacia la costa.

Afortunadamente, los Illvveli tenían ciertas debilidades y enemigos que los detenían, dependiendo de su tipo: El Raudkembingur (Ballena de Cresta Roja) moría al frustrarse si su presa nadaba con la velocidad necesaria para escapar; mientras que el Katthveli (Ballena Gato), era débil contra los ruidos y huía si los marineros le arrojaban cosas. Finalmente, el Taumafiskurs (Ballena con Bridas), podía ser repelido si se arrojaba al agua aceite de hígado de bacalao y flores.
Entre sus enemigos se contraba a las ballenas 'buenas', aquellas lo bastante grandes para enfrentarlas. La orca, el rorcual, la ballena boreal y el cachalote las enfrentaban en mar abierto; mientras que la ballena azul, considerada la más poderosa del océano; era considerada un aliado de los humanos contra los Illvveli, pues cada que veía uno, lo interceptaba y protegía a los botes y a las ballenas pequeñas. Por esa razón, para los islandeses el matar a una ballena azul podía significar una maldición y un fuerte castigo.

Sin embargo, con el pasar de los siglos y el avance de la navegación; los avistamientos de Illvveli desaparecieron del todo, y se llegó a la conclusión de que estos monstruos se habían extinto.

Skeljúngur - Su nombre significa Ballena con caparazón, y de todos los Illvveli, es la única cuya carne podía ser consumida por humanos y a veces ayudaba al hombre.
El Skeljúngur mide entre veinte y cuarenta metros de largo, es un animal de apariencia 'gorda' y a diferencia de las ballenas; no tiene aletas dorsales y sus pectorales son muy pequeñas. Se dice que el cuerpo del Skeljúngur está cubierto por conchas que hacen ruido conforme nada en el océano yque lo hacen invulnerable a cualquier proyectil.
El Skeljúngur era fanático de detenerse frente a las naves para obstruirles el camino y chocar con ellas para destruirlas. Existe una leyenda de que en la costa de Grimsey, un Skeljúngur fue cargado hacia la nave pesquera Minerva después de ser arponeado. El animal, que fingía estar muerto, regresó a la vida de un golpe y se sacudió hasta que el Minerva se desintegró por su fuerza.
Su debilidad es el sonido del hierro siendo raspado y afilado, y se cree que si el Skeljúngur escucha el sonido de un cuchillo siendo afilado; entrará en un estado de locura y se encallará a sí misma para escapar de él.

Raudkembingur - Ballena de Cresta Roja, la más sanguinaria y temida de las Illvveli; pese a no tener el tamaño o el poder de otras especies. Su ferocidad y el odio irracional que tiene hacia los botes la hace más temida que cualquier otro animal del océano.
Su carne es tóxica, y tiene la propiedad de desaparecer mágicamente una vez que se le expone al calor para cocerla o freírla. Su cresta, dependiendo de quien cuente la leyenda; puede ser una crin como la de los caballos, una serie de púas rojas o una aleta como la de ciertos peces; y corre a lo largo del cuerpo de la cabeza a la cola.
El mito describe a la Raudkembingur como un animal de aspecto parecido a un mosasaurio, marcadamente reptiliano  y con un cuerpo alargado y serpentino que mide entre diez y veinte metros de largo. Su presencia en una bahía hace huir a los pescadores y ataca fingiendo su muerte. Una vez que alguien se le acerca, la Raudkembingur cobra vida y ataca a las embarcaciones lanzando mordiscos a los cascos de las naves y a los tripulantes. Se dice que también es seguida por belugas y narvales, que se alimentan de los restos dejados luego de un ataque.
El odio de la Raudkembingur hacia el hombre es tal que si un bote escapa de sus fauces, se frustra tanto que muere por la desesperación; o sencillamente se muere de cansancio al intentar perseguir a su víctima.
Finalmente, una leyenda de la ciudad de Hvsalnes habla de un hombre que fue maldito por los espíritus de la naturaleza para convertirse en una ballena de color rojo que atacó los puertos de Faxafjord y Hvalfjordur hasta que intentó perseguir a un sacerdote en sentido contrario al cauce de un río. El animal murió de cansancio en el lago de Hvalvath y sus huesos se convirtieron en rocas que pueden ser vistas hasta el día de hoy.

Katthveli - Ballena Gato, llamada así por su forma achatada similar a la de una foca; pero con extremidades poderosas,  la boca de un leopardo, la fuerza de un león y el hambre de un sabueso; así como varios bigotes en su hocico y los sonidos que hacía, similares a los de un felino.
Es pequeña, con un tamaño máximo de ocho metros que compensaba con su ferocidad y una boca llena de afilados colmillos; así como un par alargado similar a los del jabalí. Se dice que al cazar, los ojos del Katthveli brillan y sus aletas terminadas en garras destrozan con facilidad los cascos de los barcos y los vientres de las ballenas por igual.
Pese a su forma regordeta, son rápidas y nadan con suficiente velocidad para alcanzar botes; preferiendo aquellos manejados por grandes grupos de remeros a los que devora. Uno de los encuentros más famosos fue el de una nave pesquera en la bahía de Héraldsflói, en el este de Islandia. Los marinos a bordo de la nave consideraron la idea de arponear a un Katthveli que los perseguía, pero prefirieron no hacerlo para evitar provocarla. La ballena persiguió el barco por unos cuantos kilómetros y después desapareció bajo las aguas.
En la isla Seley, en la costa oeste de Islandia; el explorador Ásmundur Helgason y su tripulación fueron atacados por una Katthveli que embistió su nave con tal fuerza que su cabeza atravesó el casco. De milagro, la nave de Helgason pudo llegar a la costa. 
Se cree que estos monstruosos mamíferos marinos viajan escondidos entre grupos de rorcuales y cardúmenes de peces.

Taumafiskur - Llamada 'Pez Brida', por las líneas que corren a los costados de su boca y que asemejan la brida de un caballo. Es la Illvveli más poderosa y temida, tanto que el solo mencionar su nombre en el océano la invocará.
En el este de Islandia se le conoce como Gran Cuerno Corto, y se le teme por ser cruel y vengativa; además de tener una memoria excelente y la tendencia a mantener tales rencores que pueden perseguir a alguien que escape a su ataque durante años.
Una leyenda popular es la de un ministro del este de Islandia, que sobrevivió al ataque de un Taumafiskur al subir a una formación rocosa luego de que se hundiera su bote. Después de ello, no pudo volver al océano durante el resto de su vida, pues cada que se acercaba a un muelle o a la orilla del agua; el Taumafiskur se aparecía de la nada, amenazando con matarlo en cuanto abordara un bote.
El Taumafiskur vuelca inclusive los más grandes navíos pesqueros, entonces los muerde y los despedaza con su cola. En algunos mitos, es tan grande que sus quijadas pueden doblar un barco a la mitad al atacarlo por debajo.
Para vencerlo, hay que arrojar sustancias al océano. Entre estas se encuentran la carnada en descomposición, agua aceitosa, aceite de hígado de bacalao, papel quemado, excremento de vaca y oveja, azufre, testículos de zorro y plantas como la milenrama o el enebro. Se dice que esto es más efectivo si se prende fuego a estos objetos antes de arrojarlos al mar. También pueden distraerse con ruidos fuertes y barriles arrojados al agua; aunque se les puede dejar ciegas si el barco navega en dirección al sol, pues la luz del astro rey es dañina para el Taumafiskur.

Lyngbakur - Pez Montaña, es el más grande de las Illvveli y también una de las bestias más gigantescas del mar; siendo solo rivalizada por el Kraken y la serpiente de Midgard.
Se le ve en raras ocasiones y a a diferencia de otras ballenas malvadas, no busca activamente los barcos con el fin de atacarlos. Es una nadadora lenta, y por el crecimiento rocoso en su espalda podría dar la impresión de una isla. De hecho, en la mitología vikinga se dice que la Lyngbakur pasa desapercibida hasta que despierta y se hunde, ahogando a cualquier pobre individuo que se encontrase sobre su lomo pensando que se trata de una isla.
Es tan grande que solo come una vez cada tres años, pero al hacerlo, abre su boca de forma tal que engulle a peces, tiburones, ballenas y embarcaciones al succionarlos. En el mito de San Brendan el Navegador de Irlanda, el santo y sus seguidores pasan la noche en una isla con poca vegetación y con rocas en lugar de arena a manera de costa. Mientras rezaban, la isla comenzó a sacudirse y San Brendan se percató de que efectivamente era un ser vivo; por lo que obligó a sus seguidores a abandonarla mientras él rezaba.
Se dice que la ballena perdonó la vida del hombre santo, y de hecho le permitió dar la misa de pascua sobre su espalda durante los años siguientes.
 Finalmente, el mito del Ragnarok reza que solo existe un Lyngbakur y se sabrá que el fin de los tiempos llega cuando este muera.

Sverdhvalur - Llamada 'Ballena Espada' por la espina o cuerno que surge de su espalda, es un animal descrito con el tamaño del cachalote y una boca repleta de colmillos como los del tiburón blanco. Su enemigo mortal es la ballena azul, y sus luchas titánicas pueden durar por horas hasta que uno de los dos muere. 
Usualmente nadan en familias pequeñas y su método de caza consiste en nadar debajo de una ballena para embestirla y atravesarle el vientre con su cuerno. Se dice que las ballenas como cachalotes y rorcuales prefieren encallarse en las playas antes que sufrir el ataque del Sverdhvalur; y que este monstruoso animal marino come únicamente la lengua de sus víctimas, dejando que los tiburones y otros peces devoren el resto del cuerpo.
 Atacan a las embarcaciones de manera similar, atravesándolas con sus cuernos y devorando a cualquiera que caiga por la borda. Sin embargo, son incapaces de atacar galeones y barcos grandes; pues los registros de una nave mercante de la edad media dicen que al viajar de Islandia a Copenhague, la nave se detuvo en medio de un grupo de ballenas y se sacudió súbitamente al ser 'jalada' por algo. Cuando el barco llegó a Dinamarca, los empleados de un astillero local encontraron el cuerno de un Sverdhvalur atorado en el metal del casco. 

Nauthvalur - Ballena toro o Ballena buey, es una gigantesca ballena solo superada por el Lyngbakur e inflige tal miedo en los marineros islandeses que se cree que solo mencionar su nombre en voz alta basta para invocarla.
Se le describe como una ballena con enormes fosas nasales que puede hacer resoplar como cuernos para niebla, y enormes cabezas con cuernos parecidos a los del toro. Pero su nombre no se debe a su apariencia, si no al poderoso bufido que emite y se asemeja al de un toro enfurecido.
 Los Nauthvalurs son animales de agua profunda, pues jamás se acercan a la costa y sus gruñidos pueden escucharse a kilómetros de distancia. Se dice que sus bufidos son tan fuertes que hacen temblar la tierra y las vibraciones pueden despedazar un barco de  madera. Por ello, zarpar hacia el océano está prohibido si se ha escuchado recientemente el bufido del Nauthvalur.
El Nauthvalur ataca a todo tipo de naves, pero se siente atraído en particular a aquellas que transportan ganado y otros animales. Se dice que el bufido de este animal es casi hipnótico para el ganado, obligándolos a saltar de riscos y ahogarse en el océano para devorarlos; por lo que las actividades de pastoreo quedan prohibidas por días en zonas donde el Nauthvalur ha sido escuchado.
Incluso, las comunidades costeras sacrificaban una vaca al Nauthvalur para satisfacer su hambre y que les permitiera pescar en paz. Cazar al Nauthvalur era algo casi imposible, y poco satisfactorio pues su carne era tóxica.

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