El Hombre Nutria en "Destination America".
El Kushtaka o Kooshdakhaa es una monstruosa bestia hallada en las historias de las tribus Tlingit y Tsimshian del sureste de Alaska. El nombre de la bestia se traduce como "hombre nutria", y al ser se le describe como exactamente eso: un humanoide de entre 1.80 y 2.10 metros de alto, cubierto de brillante pelaje café o negro, ojos brillantes, dedos terminados en zarpas y afilados colmillos.
Se le compara usualmente con el Sasquatch, el Wendigo y el Hombre Lobo; pero comúnmente se le denomina como "Otterman" (Hombre Nutria) y también se le dice "El Otro Pie Grande".
Los Tlingit tienen mucho cuidado al tratar con la bestia, evitando lo más posible el aventurarse en su territorio. Y es que de acuerdo a la leyenda, el Hombre Nutria es conocido por su crueldad y naturaleza siniestra; pues siempre busca atacar a los humanos con saña. También es sobrenaturalmente rápido, heredando la agilidad y velocidad de la nutria en el agua; y cuenta con una durabilidad sobrenatural que lo hace inmune a las flechas y cuchillos de los cazadores suficientemente tontos para enfrentarlo.
Es muy astuto y tiene el poder de imitar sonidos humanos, en particular el llanto de un bebé o los gritos de una mujer. Estos sonidos los ocupa para atraer víctimas hacia la orilla del agua; donde los ataca con sus afiladas zarpas y colmillos. De manera interesante (y similar al licántropo del folklore europeo) la mordedura del Hombre Nutria cuenta con una maldición capaz de convertir a la víctima en otra bestia idéntica.
Esta bestia del agua es asiduo a devorar marineros y niños que se acercan mucho al borde del agua, siendo estos últimos su presa favorita. Inclusive llega a secuestrar niños con el fin de convertirlos en futuros Hombres Nutrias.
Dependiendo de las leyendas, el Hombre Nutria puede incluso llegar a ser benevolente y salvar a alguien de ahogarse. En otras variantes cuenta con poderes mágicos que le ayudan a hacer que las personas se pierdan en el bosque al crear ilusiones con la forma de los seres queridos de sus víctimas; posiblemente un poder telepático para discernir los pensamientos de los hombres.
Pero al igual que el Hombre Lobo o el Vampiro, el Hombre Nutria tiene una extraña debilidad fatal: le tiene un terror increíble a los perros. Las dagas hechas con huesos de perro o lobo son particularmente efectivas, pues neutralizan la durabilidad mágica de la bestia; aunque debe saberse que solo los huesos de un perro muerto de manera natural funcionan como armas.
Otras historias mencionan que le teme al fuego, al cobre y a la magia de los chamanes.
Harry Colp.
El único caso documentado de un encuentro con el Hombre Nutria tuvo lugar en 1900, cuando un explorador llamado Harry Colp y dos amigos se encontraban en una expedición al glaciar Patterson al norte de Thomas Bay. Al lugar se le conocía en ese entonces como La Bahía del Mal, luego de que una avalancha matara a más de quinientos pobladores unas décadas atrás; acto que se creía fue cometido por un Hombre Nutria de gran poder.
Colp se encontraba recolectando cuarzos cuando se encontró con un grupo de seres que describió como bestias peludas que no eran ni hombres ni monos. Los seres intentaron capturarlo pero no contaban con que Colp estaba fuertemente armado con un rifle de cacería. Tras vaciarles el cargador, les arrojó el arma y salió despavorido del glaciar; decidido a no volver jamás.
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