La fotografía.
El 23 de mayo de 1964, Jim Templeton, un bombero de la región inglesa de Cumbria; se encontraba de viaje a Burgh Marsh con su familia. Aprovechando el día soleado, Templeton decidió tomarle unas fotografías a su hija como recuerdo del viaje. Días después, al revelar las fotografías, Templeton se encontró con algo completamente inesperado (e inexplicable en la segunda imagen).
Tras su hija, al fondo en la imagen, se encontraba la figura de lo que parecía ser un astronauta.
Templeton llevó la imagen a la policía de su pueblo, Carlisle, quienes tras múltiples investigaciones por parte de fotógrafos profesionales llegó a la conclusión de que la imagen no había sido alterada de ninguna manera. El periódico local, el Cumberland News, escribió un reportaje sobre la foto; y en horas la noticia había dado la vuelta al mundo.
Templeton dijo que, tras la publicación de la fotografía, fue visitado por dos agentes gubernamentales que se negaron a mostrarle identificaciones. Dijeron que trabajaban para el gobierno británico y que solo se identificaban por nombre; para posteriormente obligarlo a llevarlos al sitio donde las fotografías habían sido tomadas. Templeton les explicó que no había visto al hombre en la foto al momento de tomarla, lo que aparentemente los hizo enojar e irse del lugar.
Años después, en una entrevista al programa Look North de la BBC, Templeton dijo que una prueba de misiles Blue Streak en el sur de Australia fue interrumpida porque se vio a dos hombres de pie en la zona de lanzamiento; y que los técnicos de la base Woomera explicaron que las figuras eran idénticas a la que aparecía en su fotografía.
El gobierno británico declaró, tras ser preguntado por representantes de los medios, que la fotografía y su contenido no les eran importantes.
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