Originaria de la mitología del medio oriente, Abyzou (también llamada Abizou, Obizu, Obizuth, Obyzouth o Byzou) es una figura demoniaca femenina de rasgos serpentinos a la que se le atribuyen los abortos y la mortalidad infantil; los cuales provoca gracias a la envidia que le causa el ser infértil.
En la tradición judía se le identifica como Lilith, en Egipto como la temida Alabasandria y en Bizancio como Gylou; pero de acuerdo a muchos textos medievales, Abyzou tiene una cantidad innumerable de nombres.
La descripción más completa de esta entidad aparece en el Testamento de Salomón, que data del primer siglo después de Cristo.
Orígenes.
El origen de Abyzou se puede trazar a una forma corrupta de la palabra griega "Abyssos", que significa "abismo"; que a su vez fue tomado del asirio Apsu, el término ocupado para describir como el mundo había sido creado en las creencias sumerias; en el cual la entidad del Mar se dividió en Abzu (representación del agua dulce) y el femenino Tiamat (agua salada).
Los demonios clásicos se consideran provenientes de un mar primordial, mientras que en Grecia los monstruos femeninos combinan sensualidad y mortalidad; muchas veces apareciendo como criaturas marinas o reptilianas como las Gorgonas, las Sirenas, Scylla o las Harpías.
La palabra "Abyssos" aparece seis veces en el Libro de las Revelaciones, donde se traduce no como un análogo del fondo del océano, si no como la fosa sin fondo del Infierno.
En el Testamento de Salomón, a Abyzou se le describe como una mujer de "rostro verdoso y cabellos de serpiente", cuyo cuerpo está oculto por un manto de oscuridad. Al contactarla, Salomón dice que entre las actividades de Abyzou se encuentran el vagar por el mundo buscando madres que van a dar a luz, y si tiene la oportunidad, estrangula a los niños recién nacidos. También menciona ser la fuente de aflicciones como la sordera, la ceguera, obstrucciones de garganta, locura y dolor corporal. Salomón, decidido a castigarla, ordena que sea colgada de su mismo cabello y colgada sobre un templo para que todos puedan verla.
A Abyzou la domina la envidia, pues como ya se mencionó anteriormente, es incapaz de ser madre; por lo que está obligada a robar niños y matar a las madres y a sus recién nacidos.
Los nombres de Abyzou.
Interpretación moderna de Abyzou.
Según varios textos mágicos, el conocimiento del nombre de un dios, fuerza divina o demonio ofrece al oyente el poder sobre tal entidad. Sabiendo esto, en la narración de un texto, el Arcángel Miguel confronta a la maligna Abyzou y la obliga a decirle los cuarenta nombres necesarios para dominarla.
En el Testamento de Salomón, la misma Abyzou declara que tiene miles de nombres y formas, y que es la antítesis del Arcángel Rafael; y explica que si su nombre se escribe en un papiro cuando una mujer dará a luz, dicha mujer estará protegida de problemas de parto.
Gello.
También llamada Gyllou o Gylou, esta mujer demoniaca aparece en varios tratados escritos en Babilonia; y en una historia griega es torturada para revelar sus doce nombres y medio:
"Mi primer y más especial nombre es Gyllou. El segundo es Amorphous.
El tercero Abyzou. El cuarto Karkhous. El quinto Briane. El sexto Bardellous.
El séptimo Aigyptiane. El octavo Barma. El noveno Kharkhanistrea.
El décimo Akidia. El onceavo Myia. El doceavo Petomene."
En textos medievales, también se le conoce como Anabardalea, y aparece en un fragmento de poesía escrita por Safo.
Antaura.
Antaura es un demonio femenino que causa migrañas, y se le conoce gracias a una hoja metálica que data del siglo II; hallada en el puesto romano de Carnuntum, en Austria. Antaura significa "Viento Contrario", y se dice que proviene del mar. En esta inscripción, es confrontada por la deidad Artemisa.
Alabasandria.
Un muro del monasterio de San Apolo en Bawit, Egipto; muestra un demonio del parto llamada Alabasandria, siendo aplastada por los cascos de un caballo. La imagen central está rodeada por un centauro, un ojo malévolo, y la hija de la demonio: una figura reptiliana y alada identificada como Anabardalea.
Abyzou en la película del 2012, "The Possession".
Abyzou aparece también en amuletos de bronce hechos en Bizancio, con las manos atadas tras la espalda y de rodillas; siendo latigueada por una figura identificada como Arlaph o Afarof, quien es identificado como el Arcángel Rafael.
Estos amuletos servían para, de acuerdo a la tradición mágico-médica; llamar a la misma Abyzou y obligarla a dejar el cuerpo de alguien afligido por una enfermedad.
La inscripción de un amuleto reza "El Sello de Salomón está con el portador: Yo soy Noskam", y está escrita en el interior de la figura de un Ouroboros; una serpiente mordiéndose la cola para formar un círculo.
"Huye, huye, Abyzou; de Sissinios y Sisinnia, pues el feroz perro yace aquí"; reza una inscripción en un amuleto para proteger a mujeres embarazadas y niños de los poderes de Abyzou.
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