Para el lector asiduo a este blog, no es desconocido que el imaginario colectivo japonés cuenta con una infinidad de espíritus y monstruos que superan con creces a sus contrapartes occidentales. De los espíritus que vagan por las calles, como la Teke-Teke y la Kuchisake-Onna; hasta los demonios como Gashadokuro y Bake Kujira; pocos son tan perturbadores como los Jinmenken, de quienes hablaremos a continuación.
El Jinmenken, que se puede traducir a grosso modo como "Perro con rostro humano"; es un espíritu o yokai descrito como un perro de tamaño medio, con pelaje sucio o manchado y que a la distancia puede ser confundido por un perro callejero ordinario; más sin embargo, al acercarse; el espectador notará con horror que la bestia tiene un rostro humano.
El rostro humano del Jinmenken aparece triste e introspectivo, mientras que su cola va entre las patas en un gesto canino de cobardía y sumisión; y al verse confrontado por un humano, le pedirá que por favor lo deje solo y siga su camino; aunque en otras ocasiones, puede sostener conversaciones simples.
Los avistamientos de Jinmenken continúan hasta este día; donde los testigos mencionan encontrarse con perros que aparentan ser normales a la distancia, pero una vez que se hallan cerca; resulta que tienen una lastimera expresión humana. Otros casos involucran a conductores que dicen haber sido perseguidos por Jinmenken que corren a gran velocidad junto a los autos; gritando y aullando.
En 1980, uno de estos seres fue visto a menudo comiendo de la basura en los callejones del distrito de Shibuya, en Tokio; y otros relatos de encuentros con estos seres tienen lugar en la parte trasera de restaurantes, calles poco transitadas e incluso en estacionamientos de edificios de departamentos.
Dependiendo de quien cuente el relato, el Jinmenken puede ser el espíritu de la víctima de un accidente de tránsito o un demonio poseyendo a un canino. Algunos más descabellados indican que son el resultado de experimentos biológicos conducidos en secreto por laboratorios; o que son el equivalente del Chupacabras en Japón.
Un relato en particular narra el encuentro de un zoólogo de visita en Japón que dijo haber visto a un animal inexplicable dentro de la colección de un espectáculo de fenómenos:
"...En la esquina de la exhibición vi una figura jorobada que en principio aparentaba ser el típico Shiba Inu; pero con un olor horrible. Entonces la cosa me miró de manera triste y me di cuenta de que era claramente el rostro de un humano; pero con la expresión sin alma y vacía de un animal. De inmediato pensé que tal aberración no era más que una ingeniosa muestra de la mano de obra de un prodigioso taxidermista.
Si esto era una especie de macabra taxidermia de un ser vivo, había sido elaborada sin indicaciones visibles de ello. No poseía costuras ni conexiones artificiales entre el rostro humano y el perro. Me sentí compelido a alejarme de tal abominación, y su expresión me atormentó por un largo tiempo luego de abandonar el lugar."
Se maneja también que al ver a un Jinmenken, una persona se siente presa de un miedo sobrenatural; posiblemente una característica hipnótica de estos seres que obliga al espectador a huir de su presencia.
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