Un simio Bili mirando una trailcam.
En las profundas selvas y bosques de la República Democrática del Congo, los pobladores de la región cuentan leyendas sobre un extraño animal que caza leones, aúlla a la luz de la luna y es inmune a dardos venenosos y a las armas del hombre.
Quizás la última parte es descabellada y parte de una paranoia en general, pero lo cierto es que sí, existe un misterioso depredador en las selvas del Congo al que ni los leones, hipopótamos, leopardos o elefantes se atreven a molestar. Hablamos del Simio Bili.
¿Qué son los Simios Bili?
Tabla comparativa del tamaño de los grandes simios.
El Simio Bili entre el gorila y el orangután.
En 1996, el fotógrafo y activista por los derechos de los animales, Karl Ammann, visitó la región en busca de gorilas durante 1996; descubrió sin querer un cráneo enorme con rasgos que asemejaban los de un chimpancé pero con la solidez y la cresta prominente de un gorila. Ammann también compró una fotografía a unos cazadores, la cual mostraba lo que parecía ser una familia de chimpancés de gran tamaño.
Cuatro años más tarde, Ammann regresó acompañado por varios investigadores con la idea de encontrar a este enigmático simio, pero no encontró evidencia alguna más que varios nidos construidos por ramas a las orillas de un pantano. Los pobladores de la región le explicaron de la existencia de grandes simios mezcla de chimpancé y gorila, que no temen a los cazadores y que incluso pueden devorar al león.
Pero no fue hasta que terminó la guerra civil del Congo en 2003 que los científicos pudieron explorar a sus anchas. Y fue Shelly Williams, una primatóloga, la que encontró por primera vez a un Simio Bili.
Un Bili en la naturaleza.
"Podíamos escucharlos desde los árboles, a diez metros de distancia. y cuatro de ellos de pronto vinieron corriendo hacia mí. Si se tratara de un falso ataque, habrían intentado intimidarme gritando y mostrando los dientes. Pero estos chicos estaban callados, y eran enormes. Parecían venir con la intención de matar, pero se detuvieron y desaparecieron luego de ver mi rostro."
De acuerdo a Williams, las características mostradas por los Bili no coincide con las de otros grupos de simios. Y por ello sostiene que bien podrían ser una nueva especie desconocida, una subespecie de
Existe incluso una comunidad de Bili que se acerca a los humanos (de manera interesante), mostrando particular interés en investigadores y zoólogos que acuden a la zona. Los simios, al verse frente a los humanos, rápidamente los rodean sin mostrar agresividad o intentando atacarlos. No hay una evidencia que sugiera que son más agresivos que otros chimpancés, pero aún así por el tamaño y su fuerza potencial; debe siempre tomarse a consideración.
Diferencias del Simio Bili.
En cierta forma, los Bili se comportan más como gorilas que como chimpancés. Tienen la costumbre de construir nidos al nivel del piso como los gorilas, usando ramas y vegetación. A veces pueden anidar en los árboles también.
Su dieta es similar a la de los chimpancés, consistiendo primariamente de frutas y carne. Se sabe que usan herramientas para pescar, extraer termitas o construir sus nidos; y tienen la extraña costumbre de aúllar a la luz de la luna.
Su comportamiento asombra a científicos, pues no muestran agresión alguna. Por ejemplo, un gorila macho siempre intenta atacar de frente al encontrar a un humano, pero los Bili no hacen esto. En lugar de ello, aparecen frente a frente y miran a los hombres con curiosidad; para después desaparecer rápidamente entre los árboles. Lo más sorprendente aún, es que los machos de edad avanzada parecen tenerle miedo a los humanos.
Cazadores de leones.
Uno de los descubrimientos más interesantes relacionados con los Bili, tuvo lugar durante el 2003, cuando un grupo de investigadores que se encontraba rastreando a los simios se encontró con un enorme chimpancé devorando los restos de un leopardo.
De acuerdo con un primatólogo, era claro que el chimpancé había matado al felino, lo que de inmediato corroboró las leyendas de los pobladores sobre que los Bili duermen en el suelo porque no temen al leopardo, al león, al búfalo o al elefante; pues pueden cazarlos y devorarlos.
El hábitat del Simio Bili.
Cazadores posando junto a un Bili muerto.
El bosque Bili yace al norte del Congo, a 200 kilómetros del río Ébola donde hay amplios espacios de sabana entre los bosques tropicales. Debido a las condiciones geográficas y las guerras civiles en la zona, la región se mantiene casi libre de intervención humana. Más allá de eso, el único riesgo constante para los simios Bili es el de los cazadores de carne ilegal.
El Bili es uno de los blancos principales junto al leopardo, el okapi y al elefante; los cuales son explotados en el mercado de carne ilegal.
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