domingo, 12 de noviembre de 2017

La historia de Kana.

El terremoto y tsunami posterior del 11 de marzo del año 2011 en Japón, fue la pérdida de vidas humanas más grande en aquél país desde el bombardeo de Hiroshima y Nagasaki al final de la Segunda Guerra Mundial; casi setenta años atrás.
En el año 2014, un periodista británico se dio a la labor de entrevistar a un reverendo japonés tras la racha de reportes de encuentros y sucesos paranormales a raíz del fenómeno del 2011. El monje, identificado únicamente como Kaneda, procedió a contar su historia; de como había sobrevivido al terremoto en el templo y el momento terrible en que un ejército de personas acudió a su templo zen con la intención de enterrar a sus difuntos.
Cerca de veinte mil personas en la comunidad de Kurihara fallecieron durante el siniestro, y durante el mes siguiente Kaneda realizó más de doscientos servicios funerales. De acuerdo a Kaneda, la gente no lloraba ni se lamentaba de lo ocurrido, era como si una sombra de indiferencia hubiese caído sobre el pueblo. El reverendo no pudo hacer más que encogerse de hombros y realizar las ceremonias obligatorias.
Fue esto lo que motivó a Kaneda a realizar un evento que bautizó como 'el café del monje', en el cual él y un grupo de monjes viajaron por las montañas y las aldeas costeras para hablar con las personas y hacerlas sentir mejor. Muchos de los que acudieron a los cafés del monje eran refugiados que ocupaban las frías cabañas preconstruidas de metal que el gobierno japonés les había asignado a raíz de perder sus hogares; y en medio de las conversaciones y consejos de los monjes para que la gente superara su dolor, comenzaron a escuchar toda clase de historias sobre sucesos extraños y encuentros con las víctimas en casas, oficinas de trabajo, escuelas, playas y ruinas. Y experiencias que iban desde pesadillas y sensaciones desagradables hasta posesiones de espíritus:
Un hombre quejándose de algo que caminaba sobre su pecho en las noches. Una adolescente que veía a un niño agazapado en los rincones de su casa. Un hombre que veía los rostros de los muertos en los charcos cada que llovía. Un ingeniero civil que encontró al espíritu de una mujer vestida de rojo en una playa abandonada. Bomberos que acudían a llamadas en domicilios que habían quedado reducidos a escombros. Un taxista que llevó a un espíritu a su hogar. Una anciana que aparecía en los hogares temporales de los refugiados para beber té, y desaparecía dejando un asiento o un colchón empapado con agua de mar.

Kaneda, al igual que muchos sacerdotes de varias religiones, se vio obligado a acudir a llamadas para tranquilizar a los espíritus. Un monje budista inclusive escribió un artículo en el diario de la Universidad de Tohoku cuando el problema de los fantasmas se salió de control; al grado de que el gobierno de las prefecturas declaró que Japón experimentaba una crisis sobrenatural, pese a lo risible y fantástico de la idea.
Y es que en Japón se dice que quienes mueren de forma violenta o antes de tiempo, corren el riesgo de convertirse en Gaki, un tipo de fantasmas chocarreros que viajan entre mundos propagando maldiciones y atormentando a los vivos. Estos seres deben ser aplacados con rituales familiares, pero en muchos casos, líneas enteras de familias se vieron aniquiladas por la ola y estos espíritus terminaron abandonados.
Kaneda procedió a contarle al periodista un caso en particular, el de una joven a quien llamó 'Kana'; y el cual es posiblemente uno de los casos más extremos de posesión en la historia de la parapsicología.

Una mañana de junio, Kaneda recibió la llamada de una joven de nombre Kana, la cual sonaba bastante perturbada. Kana hablaba de suicidarse, porque había cosas dentro de ella. Esa noche, Kana llegó al templo acompañada de su madre, hermana y su prometido; y fue el prometido quien puso al tanto a Kaneda.
Kana trabajaba como enfermera en Sendai, era una joven común y corriente, y cuya familia no había sido afectada en lo mínimo por el tsunami. Pero durante las semanas posteriores al evento, comenzó a quejarse de que 'algo' estaba metiéndose en ella; de que había presencias invisibles en torno a ella. Mientras hablaban, Kana perdió la consciencia por espacio de unos segundos.
Al despertar, ya no era ella.

"¿Quién eres, qué quieres?" Le preguntó Kaneda. Y lo que respondió, no sonaba como Kana.

El espíritu en cuestión era una joven cuya madre se había divorciado y vuelto a casar. La joven terminó sintiéndose despreciada por su nueva familia, por lo que decidió huir y terminó trabajando en el mundo del Mizu Shobai; los círculos nocturnos de bares, clubs y prostitución de Japón. Ahí, terminó deprimida y cayendo bajo el control de un hombre morboso y manipulador. Sintiéndose sola, la joven se suicidó y su espíritu acabó como un Gaki al ser olvidada por sus familiares.
Kaneda le preguntó al espíritu si quería ir con él, si quería ir a la luz. Condujo a Kana al interior del templo, recitó un sutra y le roció agua bendita. Cuando terminó sus rezos a eso de la una y media de la mañana, Kana había vuelto a la normalidad y su familia pudo volver a casa.

Tres días después, Kana volvió al templo quejándose de un grave dolor en su pierna izquierda y la sensación de ser acechada por algo invisible. Kaneda le pidió que dejara que el ser hablara, y de inmediato la postura y la voz de Kana cambiaron a las de un hombre. El monje entabló conversación con el espíritu, el cual se reveló como un marino de la Flota Imperial que falleció durante la segunda guerra mundial luego de que su pierna fuese herida seriamente por un disparo de artillería americana.
Kaneda habló con el fantasma, calmándolo y entonando los cánticos para exorcizarlo. Reconfortó a Kana luego de eso, pero Kaneda sabía que esto apenas estaba comenzando y que algo en el agua estaba incomodando a los espíritus.

Durante el verano, Kaneda exorcizó a más de veinticinco espíritus del cuerpo de Kana; y con excepción de los primeros dos, todos víctimas del tsunami. Recordó el caso de un hombre de mediana edad que buscaba a su hija, la cual había estado en la escuela cuando se emitió la alerta de tsunami. El hombre intentó conducir a lo largo del camino costero para recogerla, pero fue a mitad del trayecto que la ola golpeó la costa y acabó matándolo. 
"¿Estoy vivo o no?", preguntó el fantasma.
Kaneda le respondió que no, y le informó que habían muerto más de veinte mil personas. Después le preguntó donde estaba, y si había algo qué hacer por él. 
"Estoy en el fondo del mar. Y no puedo subir. La luz es pequeña, hay muchos cuerpos aquí." 
Kaneda conversó con el espíritu por dos horas, invitándolo a considerar el hecho de que ya había fallecido y que debía hacerse a la idea de que el cuerpo que ocupaba era el de una chica cuyos padres estaban preocupados. 

Día tras día, los espíritus ocuparon el cuerpo de Kana una y otra vez. Historias, nombres, direcciones y relatos coincidían con las víctimas en las listas de desaparecidos y defunciones. Un espíritu era el de alguien que había sobrevivido el tsunami pero se suicidó luego de saber que sus dos hijas habían muerto. Otro quería ir al lado de sus ancestros, pero no podía encontrar el camino de vuelta al altar familiar porque su hogar había sido arrasado hasta los cimientos por las olas. Otro hablaba en un dialecto de la prefectura de Tohoku, y estaba muy preocupado por su esposa, la cual vivía en un campamento de refugiados y al parecer coqueteaba con la idea de suicidarse.
En una ocasión, Kana fue poseída por el espíritu de un perro: el cual era la mascota de una pareja que vivía cerca de la planta nuclear de Fukushima. Sus dueños huyeron despavoridos, pero en la prisa por hacerlo olvidaron desatar al perro y este murió lentamente de hambre y sed. 
Lo más difícil, recordaba Kaneda, fue cuando aparecían espíritus de niños. En este caso, la esposa de Kaneda tomaba la mano de Kana y los reconfortaba; diciéndoles que mamá estaba con ellos y todo estaría bien. El primero en aparecer fue un niño muy pequeño, que no entendía lo que se le decía y se limitaba a llamar a su mamá. Otra fuer una niña de siete años, la cual había estado escapando del tsunami junto a su hermano menor pero terminó soltando su mano antes de ahogarse; y temía que su madre se enojara por soltar a su hermano.
"Viene una ola negra. Mami, mami, tengo miedo. Mami, lo siento." Repetía Kana con la voz de la niña.

Para finales de agosto, Kana pareció desarrollar una habilidad para evitar que los espíritus ocuparan su cuerpo, y las visitas al templo se hicieron más escasas. En septiembre, Kana y su prometido se casaron y se mudaron a otro lado. Kaneda jamás volvió a saber de ella.

Los tigres de Fanling.

El tigre del sur de China. 
Anteriormente, ya hemos hablado del fenómeno de los Alien Big Cats o Gatos Fantasma, casos donde se reportan encuentros con tigres, leones, panteras u otros grandes felinos en sitios de donde no son nativos, como Inglaterra o Estados Unidos.
En algunas ocasiones, fenómenos como el Puma de Surrey han sido explicados al aparecer los cadáveres de los animales en cuestión; mismos que han sido trazados hasta ejemplares escapados de granjas y zoológicos, o mascotas de gente adinerada que son liberadas una vez que crecen o se vuelven una carga para sus dueños. Pero, en otras ocasiones, estos enigmáticos carnívoros simplemente desaparecen sin dejar rastro.

En marzo de 1915, Fanling, un suburbio de la antigua Hong Kong británica; se llenó de rumores sobre la existencia de un gran animal carnívoro que rondaba las plantaciones de arroz y los pastizales de la entonces comunidad rural.
Los primeros ataques a vacas y ponies no tardaron en llegar, y si bien se les achacó en un inicio a perros salvajes; fue hasta que el primer humano fue herido que se descubrió la identidad del animal. Una mañana del mes de abril, los granjeros y ganaderos de Fanling despertaron con los gritos de auxilio de un hombre, acompañados de los rugidos de una fiera. 
Algunos cuantos valientes, armados con hoces y machetes, emergieron de sus casas y se encontraron con el terrible espectáculo que tenía lugar en la calle: Un granjero de nombre Sheung Shui, estaba tendido en el piso y sobre él se encontraba un tigre adulto; el cual ya le había arrancado varios trozos de carne.
Después de matar a Sheung Shui y verse enfrentado por humanos, el tigre soltó un rugido y se abalanzó sobre la muchedumbre; matando a varios con sus zarpas e hiriendo a un puñado más de forma tal que casi todos fallecieron al cabo de unos días.  El destacamento local de la administración ingles de Hong Kong, envió a un detective de nombre Ernest Goucher junto a dos oficiales, Singh y Holland. 

Singh y Holland contaban con una gran experiencia al rastrear y eliminar tigres y leopardos en las comunidades rurales de la India, así que se creyó que la solución del caso llegaría pronto. Pero, no solo la cacería se extendió por varios días, sino que los mismos Singh y Goucher fueron asesinados por el tigre durante una noche. Holland se salvó gracias a que descargó su pistola hasta vaciar el cargador, haciendo escapar a la bestia por un matorral espeso.
Tras la desastrosa intervención policial, los ataques continuaron por un mes, hasta que Donald Burlingham; superintendente de Hong Kong, rastreó al tigre por sí mismo y lo liquidó con varios disparos de un potente rifle de cacería. 
La autopsia posterior reveló no solo que el animal sobrepasaba las dimensiones de un tigre de Bengala adulto, sino que además su estómago contenía restos humanos a medio digerir. Luego de ello, se dio por concluido el caso, y la cabeza disecada del tigre de Fanling terminó exhibida hasta el día de hoy sobre la entrada de la estación central de policía en Fanling. 


Con los años, los avistamientos del tigre cesaron hasta 1940, cuando estos animales parecieron regresar en masa y suscitaron toda clase de rumores. Desde que el ejército Imperial del Japón había liberado tigres en la región para hacer huir a los habitantes y así ganar control de Fanling con facilidad, hasta que los animales habían escapado de un circo o eran demonios del inframundo. 
Los zoólogos de la época, sin embargo, coincidieron en que si bien los tigres en Hong Kong resultaban imposibles debido a la gran concentración poblacional de la región y la falta de presas suficientes para mantener a un grupo de estos animales; la región de Fanling entraba dentro del antiguo rango habitacional del tigre del Sur de China, por lo que los misteriosos gatos podían ser los últimos ejemplares de la especie en Hong Kong.
En 1942, un segundo tigre fue asesinado en la aldea Stanley tras atacar la comisaría de policía local. Más adelante, en 1965, un grupo de colegialas se encontraban de picnic en las colinas de Tai Mo Shan cuando vieron a un tigre rondando entre los árboles cercanos a los linderos del parque. La policía, pensando en la posibilidad de futuros ataques a jóvenes y ciclistas que acudían al parque; lanzaron una serie de investigaciones junto a cazadores locales, pero jamás hubo evidencia concluyente sobre la presencia de tigres en la zona.

Para finalizar, existe un reporte más de un felino anómalo en 1976, cuando surgió el rumor en Kowloon sobre una pantera gris, la cual rondaba las calles por las noches y que había sido la causante de que la población de gatos y perros callejeros disminuyera en los meses anteriores. Este animal, cuya descripción no coincide con las del tigre o el leopardo, jamás fue capturado y desapareció sin dejar rastro.
Como dato curioso, en la racha de avistamientos de 1965, un granjero de nombre Chan Pui dijo haber capturado al animal, que en realidad era un perro cruza de pastor alemán y chow; y que había crecido hasta alcanzar un tamaño comparable al de un leopardo macho.

martes, 24 de octubre de 2017

El duende.

Relato enviado por correo, por una fuente que desea permanecer anónima.

Esta historia comenzó cuando tenía cuatro años, en el año de 1998.
Entonces era hijo único y vivía con mis padres en un barrio bastante precario de Chalco, en el Estado de México. Para que se imaginen mi casa, podría describirles una vivienda de tres habitaciones, hecha de ladrillo y con techo de lámina; y que en aquél tiempo colindaba a la izquierda con un gran terreno baldío que casi todos los días la hacía de campo de fútbol para los niños de la colonia.
Todo comenzó más o menos a finales de octubre, y fue porque una noche desperté con ganas de ir al baño. Nuestro baño era pequeño y situado de forma tal que daba a una habitación vacía, donde solo había una cama que a veces usaban las visitas. La cama era de esas tipo hospital, con tambor de latón y lo suficientemente elevada del suelo como para poder ver perfectamente lo que había debajo de ella.
Esa vez, calculo yo que podrían ser entre dos o tres de la mañana; pues ya no se escuchaba ruido en las casas vecinas y mi papá, que despertaba a las cuatro para ir a trabajar, seguía roncando en su habitación. Mientras estaba en el baño, volteé hacia la habitación vacía y vi algo que en el momento no me dio miedo, quizás por ser todavía un niño inocente o porque probablemente creí que estaba soñando. 

En fin, en restrospectiva... debí haber gritado. 
Verán, debajo de la cama había una especie de duende que me miraba de vuelta. Estaba oscuro, pero como esa habitación no tenía cortinas y daba precisamente al terreno baldío; la luz que entraba por la ventana era lo suficiente para dejarme ver con claridad la cosa esa debajo de la cama. Si han visto la película de Gremlins, más o menos tendrían una idea de qué fue lo que vi.
Imaginen a un gremlin del tamaño de un niño de dos años, con ojos negros, una sonrisa llena de dientes chiquitos y afilados como agujas; y con manos terminadas en garras grandes y curvas como las de un oso. 
El gremlin y yo nos quedamos mirando fijamente por un minuto, y algo en mi mente infantil me empezó a decir que jugara con él. No sé exactamente qué fue, pero tuve la necesidad de acercarme; así que lo saludé con un movimiento de la mano y le sonreí. Algo en esa cosa me hacía pensar que era amigable, pese a que ahora lo recuerdo y me aterra siquiera imaginar qué habría pasado de haberlo hecho.
No sé si el gremlin fue el culpable de esa idea, o si se dio cuenta; porque de cualquier modo, empezó a mover su mano derecha y a hacerme señas de que me acercara. Entonces me di cuenta de una cosa, y empecé a sentir mucho miedo.
Esta cosa, lo que sea que fuese, no podía ser real. Y mucho menos debía estar en MI casa.
Grité y fui corriendo a la habitación de mis padres, diciéndoles que había un animal en la habitación vacía. Mi papá revisó y no encontró nada, y después me regañó diciéndome que no había nada ahí; que seguro estaba soñando despierto o había confundido las cosas que guardaban abajo de la cama con algo.
Da igual. Sé lo que vi.
La historia terminó olvidada. Al menos hasta hace un año. 
Para ese momento, mi casa ya era muy diferente y más grande. El terreno baldío de al lado fue usado para construir un fraccionamiento de esos que abundan tanto en el Estado de México. Era la época de navidad, y unos primos menores decidieron quedarse para jugar con mi hermano menor, que es más o menos de la misma edad. 

Yo me limitaba a pasar las vacaciones jugando videojuegos, viendo películas o perdiendo el tiempo en YouTube; todo para no tolerar a mis insoportables primos y a mi hermano, que tienen la maña de gritar todo el tiempo. 
Al tercer día de que llegaron, estaba en la sala jugando Pokémon en mi 3DS. Mi primo más pequeño, Mateo, que tenía siete años en ese momento, se me acercó y preguntó si me podía ver jugar. Le contesté que sí, siempre y cuando no hiciera mucho ruido. Total, llevaba un rato jugando y matando Pokémon salvajes para subir de nivel a mi Sableye cuando Mateo dijo algo que me heló la sangre.

"Ese se parece al señor chiquito de abajo de la cama."

Me sentí nervioso, y le pregunté a qué se refería. 
Mateo me explicó que le gustaba quedarse con nosotros no porque se llevara bien con mi hermano, si no porque siempre había un 'señor chiquito' abajo de la cama, y que siempre le hacía señas de que fuera con él. Y que se parecía mucho a mi Pokémon. 
No creo en duendes, aluxes o extraterrestres. Pero algo sí puedo decirles.
En esa casa hay algo que no puedo explicar. 
Y me asusta la idea de verlo de nuevo. 
#302 - Sableye, el Pokémon Oscuridad.
"El Pokémon Sableye, introducido en Pokémon Rubí y Zafiro, está basado en
los duendes o alienígenas descritos en el fenómeno ufológico conocido como
el encuentro Kelly-Hopkinsville; donde una docena de seres acosó a un par de 
familias durante toda una noche en 1955."

lunes, 23 de octubre de 2017

Los lobos vampiros de Irlanda.

La mañana del 8 de enero de 1874, las campiñas irlandesas comenzó una breve racha de asesinatos misteriosos que aterrorizó a los campesinos y aldeanos de las localidades más rurales y apartadas de la isla. 
Contrario a lo que podría pensarse, el objetivo no fueron mujeres o niños, si no el ganado. De acuerdo con un reportaje publicado en el diario Land and Water para la edición del 7 de marzo; un corresponsal recopiló varios reportes de primera mano, en los cuales se manejaba que este asesino misterioso era no solo silencioso, si no extremadamente mortal. En la localidad de Cavan, se dijo que el asesino había matado a treinta ovejas en una sola noche y huyó sin dejar rastro. Hubo cuarenta y dos casos diferentes en tres condados, todos ellos en las cuales las víctimas habían sido ovejas.
Lo perturbador de estas carnicerías fue que las ovejas habían sido asesinadas de una forma inusual: todas presentaban gargantas destrozadas y no contaban con una sola gota de sangre en el cuerpo, como si un vampiro o un cirujano muy diestro hubiese extraído todo el líquido vital de los cuerpos de los rumiantes. Peor aún, no había rasgos de depredación, ni siquiera de que algún animal carroñero comenzara a devorar el tejido blando como los ojos o la carne alrededor del hocico.
La primer evidencia de que se trataba de bestias salvajes y no de cultistas satánicos o psicópatas, fue el descubrimiento de una serie de huellas similares a las de un perro; pero alargadas y con fuertes garras. Esto llevó a una posibilidad mucho más alarmante para los ganaderos y campesinos irlandeses: Aún había lobos en la isla. 

Los lobos de Irlanda.
Tapiz medieval de Irlanda mostrando un lobo.
Los lobos formaron parte de la cultura y la mitología irlandesa hasta el año de 1786, cuando el último lobo salvaje fue asesinado, trescientos años más tarde que el último lobo de Inglaterra y un siglo tras la desapareición de la especie en Escocia.
En la mitología irlandesa, el mito del hombre lobo se origina de un cánido misterioso llamado Airitech, cuyas hijas fueron licántropas que a su vez cayeron víctima de Cas Corach. En otros mitos, se decía que Morrigan, la diosa de la muerte; tomaba la forma de una gran loba roja para pelear con Cu Chulainn; el héroe Mac Cécht mató a un lobo que devoraba los cadáveres de un campo de batalla; Cormac mac Airt fue criado por lobos y podía entender su lenguaje, al grado de que cuatro de estos carnívoros lo acompañaron fielmente en su rebelión contra Lugad mac Con. 
Un relato conocido como los Anales de los Cuatro Amos dice que en el año 690 después de cristo, hubo una lluvia de sangre en Leinster; y la maldición fue tan poderosa que incluso la mantequilla y la leche se convertían en sangre coagulada y los lobos podían hablar con la voz del hombre. 
En otro cuento, conocido como "El Sacerdote y los Hombres Lobo", un sacerdote que viajaba de Ulste a Meath se encontró con un lobo parlanchín; el cual se identificaba como un hobmre proveniente de Ossory, cuyos ancestros habían sido maldecidos para convertirse en licántropos cada siete años y después volver a su forma humana. El lobo le explicó al sacerdote que su esposa, la cual estaba maldita también, estaba muriendo y que por favor le diera la extrema unción. El sacerdote aceptó y en recompensa, el lobo agradecido le mostró un camino mucho más corto para llegar a Meath a través del bosque.

Pero por el riesgo que los lobos irlandeses presentaban a la industria ganadera local, así como los ocasionales brotes de rabia; fue en 1584 cuando John Perrot, un gobernante Irlandés que trabajaba directamente para la corona inglesa; ordenó la creación de una legislación con el fin de acabar con los animales. En 1614, se ofrecía la suma de tres monedas de oro por cada lobo muerto; y la población de los canes era tan grande que existía un grupo de cazadores formado por 128 hombres y 768 sabuesos recorriendo las campiñas durante las 24 horas del día.
La ley anti-lobos continuó aún tras el establecimiento del gobierno de Oliver Cromwell, quien incentivó la actividad y atrajo a un gran número de cazadores de lobos de toda Europa. Para 1652, el gobierno de Cromwell daba seis monedas de oro por una loba adulta, 5 por un macho, dos por un ejemplar juvenil y diez chelines por cada cachorro muerto. En ese año también se llevó a la exterminación de los lobos en la baronía de Castleknock, cerca de Dublin y se pagó un total de 243 monedas de oro en espacio de cuatro días a un grupo de En cazadores.
En 1690 se le dio muerte al último lobo de Ulster, y finalmente se avistó al último lobo irlandés cerca del monte Leinster en 1786, donde se le dio muerte. 

Charles Fort y el lobo vampiro.
Charles Fort (1874-1932)
El 11 de abril, Land and Water reportó que el asesino finalmente había sido asesinado. De acuerdo al reporte inicial, fue el diácono Magenniss de Lismoreville quien mató al asesino durante la noche; revelando que se trataba de un perro salvaje de gran tamaño.
Naturalmente, esto hizo saltar toda clase de interrogantes al respecto. Como cualquiera sabe, los perros no succionan la sangre, y tampoco dejan una presa intacta si es que tienen hambre. Existe la opción de que se tratara de un perro con rabia, pero eso tampoco ayuda a explicar la falta de líquido vital en el cádaver. 
Años después, el investigador Charles Fort (a quien debemos el término 'Forteana' para referirse a lo inexplicable), escribió un lbro donde analizaba a fondo la historia del diácono y el supuesto perro vampiro; desechándola como una pantalla de humo para tranquilizar a los campesinos que temían futuros ataques a su ganado.
Fort escribe lo siguiente al respecto:
"El anuncio en Land and Water acaba con el tema. Casi todo mundo, al menos en la época del pasado, previo a que la gente tuviera la costumbre de criticar las convenciones sociales como el día de hoy; leería estas notas y diría 'sí, por supuesto que era un perro'. Pero este tipo de historias siempre me mantienen entretenido. Porque en base a mi experiencia con los pseudo-finales de los misterios o la forma en que estos son censurados por iglesia y gobierno; siempre hay algo más misterioso al fondo. Pero el perro sacrificado por el diácono no murió en vano. Si la historia evitó un pánico en los lectores de Land and Water... entonces fue preferible a una histeria colectiva."

Pero, al investigar en libros y tratados sobre lo paranormal, Fort encontró un relato de un suceso muy parecido durante el año 1810. En mayo de ese año, algo desconocido atacó a las ovejas y cabras de Ennerdale, un pueblo en la frontera entre Irlanda y Escocia; limitándose a morderles la yugular y succionarles la sangre.
Fort descubrió que al igual que en el episodio de 1784, un gran perro negro fue asesinado más o menos en esos días; lo que culminó con el misterio y ofrecía una respuesta conveniente a los aldeanos. 
En un caso posterior, publicado por el Daily Mail de Londres el primero de noviembre de 1905 (coincidentemente, un día posterior a Halloween); el reporte de "el misterio de Badminton" describía un evento en el cual se encontraron cabras muertas en el vecindario de Badminton, entre las comunidades de Gloucester y Wiltshire. En palabras de un oficial de policía de la época: 
"He visto los dos cuerpos. Y puedo decir que esto no es el trabajo de un perro. Los perros no son vampiros, no chupan la sangre de los animales y definitivamente no dejan la carne intacta."

Hace unos años, varios asiduos a la criptozoología y los fenómenos forteanos descubrieron que existían grandes coincidencias entre estas bestias misteriosas y una mucho más famosa que provenía de América Central.
El modus operandi de un depredador nocturno que se alimentaba de ovejas y cabras... ¿acaso los asesinos misteriosos de Irlanda serían una especie de Chupacabras nativa de las islas británicas? ¿O tal vez otra cosa?
Porque, curiosamente, en la mitología de las islas británicas existe un tipo de hada que tiene más en común con la visión occidental de un vampiro que con las diminutas criaturas voladoras a las que nos tienen acostumbrados los cuentos de hadas y las películas de Disney: la terrible Baobhan Sith.

La Baoban Sith aparece en la mitología de Escocia, y es similar a la banshee o a otros espíritus nocturnos como la leanan sídhe. Se le conoce como "la Mujer Blanca de Escocia"; y se manifiesta como una mujer hermosa que se alimenta de los viajeros en la noche.
Estos espectros tienden a atraer a los hombres, invitándolos a bailar para así poder morderles el cuello y succionarle la sangre; aunque otras variantes indican que pueden inclusive extraer el alma y la potencia sexual de sus víctimas. Como ocurre con otros vampiros, la Baoban Sith es incapaz de sobrevivir en la luz del sol; y debe volver a su tumba antes del alba. En ciertas historias medievales, se cree que el espíritu tenía patas de carnero y evitaba a los caballos.

viernes, 20 de octubre de 2017

Amigos de la Fe.

La televisión a altas horas de la noche puede resultar, por así decirlo, desolada y sombría.
Seguro en más de una ocasión, te habrás encontrado con insomnio, a las cuatro de la mañana y con la mirada perdida en la pantalla para intentar conciliar el sueño. Habrás encontrado películas curiosas que nunca volverás a encontrar u otras que ya te sabes de memoria; comerciales de productos tan ilógicos que te preguntas si habrá alguien que en verdad los compre, o algún noticiario repitiendo las mismas malas nuevas del día anterior.
No importa. Pero por lo general, llega un momento en que te preguntas porqué demonios estás despierto a esa hora y viendo basura. 
Y es que la televisión moderna, con sus cientos de canales en sistemas de paga, se ha convertido en algo tan monótono que ya hay muy pocas cosas interesantes. Todo está a merced de los patrocinadores, que solo buscan colocar sus productos en comerciales, sin importar lo ridículos o innecesarios que puedan parecer. Con todo tan férreamente manipulado, ya no existe esa magia de la televisión nocturna de mediados de los novent.a
Ese misterio que concluía en películas de horror clásicas y que te quitan el sueño, otras más con contenidos subidos de tono y prohibidos para un chico, y en otras ocasiones; inclusive algo que puede rayar en lo sobrenatural.

Pero, ese no es el caso de esto.
Verás, si te tomas el tiempo necesario (y cuentas con suerte) para echar una mirada con detenimiento entre la mierda que pulula en los canales durante la madrugada, puede que encuentres algo de interés. Y eso me pasó a mí.
En mis experiencias durante años de insomnio clínico, he encontrado cosas digamos... interesantes, en canales de acceso público, de corte religioso e incluso señales extranjeras. De lo que les hablaré hoy, fue algo que llegó de un canal religioso.
A simple vista podía parecer inofensivo. Un programa infantil llamado 'Amigos de la Fe', el cual trataba de interacciones entre niños y títeres que contaban historias de la biblia y recitaban oraciones. No era malo, y de hecho lo puedo comparar con un Sesame Street al que le hubiesen colado lecciones cristianas. Si han visto cosas como Veggietales o David y Goliath; ya sabrán de qué iba la cosa.
Pero había algo más. Algo que de verdad te ponía incómodo.

Para empezar, era un show con muy poco presupuesto y manejado por un equipo creativo que dejaba mucho qué desear. En todo caso, lo que llamaba la atención eran los personajes y su manera... única, por así decirlo, de conducir.
Alguna vez oí que el mensaje puede ser más o menos importante por la manera en que se dice. Y 'Amigos de la Fe' se basa en esta filosofía, pues a diferencia de Veggietales o cualquier otra caricatura cristiana; definitivamente no se contenía para dar un mensaje. Las historias de la biblia eran contadas por medio de narraciones acompañadas de dibujos a lápiz con detalles gráficos muy fuertes. Por ejemplo, el asesinato de Abel, gente ahogándose para ilustrar el diluvio y el Arca de Noé, las plagas de Egipto, las pruebas de Job o incluso retratos de Satanás que parecían más adecuados para un disco de Heavy Metal o un oscuro manga japonés. 
Y luego estaban los personajes.

En especial, Pinky. Oh, Dios. Pinky...
Para describirles a Pinky, les diré que imaginen a la Rana Kermit; pero con una cabeza mucho más grande, de color rosa, con ojos enormes y pupilas demasiado pequeñas. Tal vez no suene raro en sí, pero todos los episodios terminaban con un acercamiento extremo y muy perturbador al rostro del títere.
Pinky era masculino, pero nunca pude descifrar si su actor de voz era hombre o mujer; porque su voz era extraña, casi andrógina y siempre se dirigía al público de manera condescendiente y de forma pasivo-agresiva. Pinky era la estrella, y todo parecía girar en torno a él. Cuando alguien tenía una duda, era él quien respondía con versos de la biblia; aunque en ciertas ocasiones se limitaba a responder de forma caprichosa y que rayaba en lo cruel.
Conforme avanzó la serie, las respuestas de Pinky se tornaron defensivas, como si el ser cuestionado le produjera una grave ofensa. Si un niño o un títere preguntaba algo de corte personal, Pinky le respondía diciendo cosas como "cuidado, no preguntes eso" o "no eres nadie para cuestionar a Dios". Y también solía repetir esa frase una y otra vez, a manera de silenciar a alguien.

Los otros dos títeres eran Berty y Gerta. Existían otros que aparecían de vez en cuando, pero estos dos eran los únicos aparte de Pinky que aparecían en todos los episodios. Berty era un hipopótamo azul y Gerta, un pájaro verde y esponjoso. Los dos actuaban como idiotas con el propósito de interactuar con Pinky, actuando de forma curiosa y equivocada para que los pequeños que salían en el show acudieran con dudas a Pinky y este los corrigiera con un sermón errático y extraño que pronto los hacía cambiar de opinión. 

'Amigos de la fe' se convirtió en un placer culpable para mí. Pese a lo mierda que era Pinky, no podía evitar sentirme entretenido por lo políticamente incorrecto de su personaje, y que parecía más bien algo digno de South Park que de un show cristiano para niños. Pinky simplemente decía las cosas tal y como eran, sin importarle si ofendía a alguien.
Esto me sorprendió en el capítulo dedicado a la Homosexualidad.
Sí, hubo un capítulo sobre los gays.
Y como ya lo imaginarán, trataron el tema con la misma sutileza de un martillo golpeando un cristal. Sodoma y Gomorra. Imágenes de hombres besándose. Levítico 20:13. Estadísticas sacadas del culo sobre el SIDA. Ya saben. Demonios, incluso Pinky comenzó de conspiranoico diciendo que las violaciones en las cárceles no eran más que un plan de Satán para convertir a los hombres en homosexuales.
Lo observé riéndome de manera morbosa, al menos hasta la recta final del programa. 
Una niñita le habló a Pinky sobre su hermano mayor, el cual recientemente había declarado su sexualidad al resto de su familia. Pinky estalló en carcajadas y empezó a gritarle a la niña, vociferando que su hermano era "un marica pecador que se iría al infierno"; lo que sin duda la hizo llorar y me hizo pensar en lo jodido de ello.
Esa mañana me fui a dormir preguntándome sobre el objetivo en sí del programa. Siempre fue raro, pero los últimos episodios se tornaron tan negros y maliciosos como si los hubiera escrito el tipo detrás de Family Guy. Ofensivos. La noche siguiente era el último episodio, el cual tenía el título de "Predestinación". 

Eso no estaba bien. 
Ya en otras ocasiones había visto programas de niños que hablaban de temas controversiales como la homosexualidad, el pecado y el crimen. Pero jamás del concepto de la predestinación. Debo admitir que, en retrospectiva, me encontraba curioso al respecto pero con una sensación incómoda en mis entrañas. Lo que fuese que viera esa noche, sin duda sería perturbador. 
El programa comenzó igual, hasta que Berty apareció en escena y habló con Gerta y los niños sobre algo que había escuchado por ahí. "Predestinación", decía acompañado de un número musical y sus estupideces usuales. Y como siempre, llegó el momento de hablar con Pinky.
Pinky, sorprendentemente, reaccionó a la pregunta con una actitud placentera y casi amable; diametralmente opuesta a lo que hacía por lo regular. Hasta que un niño le pidió que explicara qué significaba 'Predestinación'; a lo que la rana respondió lo siguiente:

"Algunas personas están destinadas al Cielo y otras al Infierno," y después comenzó con su discurso del poder de Dios. El chico, que se veía muy confundido y hasta atemorizado; le preguntó porqué decía eso si Jesús había muerto para salvar a todos.
Entonces Pinky dijo algo muy difícil de digerir: "Jesús murió para salvar a los elegidos."
Los otros niños, que comenzaron a entender de manera gradual la gravedad del mensaje, se veían asustados. El niño de la pregunta anterior observó a la cámara como si dijera "¿Tengo qué hacerlo?" por unos segundos, hasta que reunió el valor de hablar o alguien lo obligó, y le preguntó a Pinky como podía saber si iría al Cielo o no.
Y Pinky respondió.

"Nunca lo sabrás, no  hasta que mueras. Pero si miras al interior de tu corazón, tal vez encontrarás la respuesta."
Después se quedó mirando fijamente a la pantalla y hubo una transición a un fondo negro. Pensé que el programa se había acabado,  y estaba por cambiarle cuando vi aparecer un título nuevo.

NO HAY REDENCIÓN PARA LOS CONDENADOS.

Entonces, un desfile de ilustraciones bastante gráficas. Esta vez sin mensaje de la biblia o moraleja. Solo vistazos al destino de aquellos que no habían sido elegidos:
Un pareja abrazándose antes de ser achicharrados por un muro de fuego.
Gente con los pies encadenados al piso, siendo devorados por demonios.
Personas empaladas en grandes estacas, con demonios voladores rondando a su alrededor.
Un lago de fuego, lleno de hombres, mujeres y niños que se achicharraban lentamente.
Monstruos gigantescos y horribles luchando entre sí, sacándose los ojos.

La música de fondo iba acompañada de gritos y lamentos, con algunas frases de Pinky como "esta es la cólera del Señor" y "me hace feliz ver a los pecadores sufriendo." Esto continuó por unos minutos hasta que finalmente hubo un corte abrupto.
Esperé ver los créditos, pero en esta ocasión fue distinto. En lugar del texto ascendiente en fondo negro, apareció una toma del estudio, donde se podían ver incluso las cámaras, las luces del techo y los micrófonos; y sin rastro alguno de los niños o las marionetas. Un hombre con una capucha negra entró a la habitación y procedió a bañar todo con un bidón de gasolina, para después incendiarlo. El camarógrafo lo siguió a la salida del estudio, y la última escena mostraba al encapuchado y al camarógrafo riéndose como maniáticos mientras arrojaban a los títeres en un horno; con la toma final siendo un acercamiento a Pinky quemándose.

No ha pasado tanto tiempo desde que vi el último episodio, pero sigo sin encontrar respuestas sobre el show, porqué acabó así y más importante, ¿cuál era su intención?
Tengo algunas teorías, como que pudo tratarse de una parodia bastante buena como los Crank Yankers de MTV, o tal vez el show era la manera de vengarse de un creativo al que le habían cortado los fondos a media temporada. Tal vez solo estaban locos.
No lo sé.
Lo único que sé, es que hay una posibilidad de que, a esas horas de la madrugada en que no hay más que infomerciales y películas; te puedas encontrar con una repetición de 'Amigos de la Fe'. Oh, y créeme. Te vas a sorprender.

miércoles, 23 de agosto de 2017

Dudleytown - La aldea de los malditos.

La entrada a Dudleytown.
En el estado norteamericano de Connecticut, cerca de la localidad de Cornwall y a la sombra de una cadena montañosa, existen los restos de una población de nombre Dudleytown; la cual cuenta no solo con historias de fantasmas, demonios, eventos paranormales y una maldición que se extiende a más de 400 años de antigüedad y está enlazada a figuras históricas importantes como el Rey Enrique VIII y George Washington.
Dudleytown, si así se le puede llamar todavía, no es más que una zona de caminos lóbregos de terracería, cimientos derruidos y huecos que alguna vez fueron sótanos. Se dice que este sitio está tan embrujado, que incluso los pájaros, insectos y otros animales del bosque evitan acercarse a las ruinas; prefiriendo dar vuelta al llegar al camino que conduce al lugar.

La Maldición: Inglaterra y Enrique VIII.
La historia de Dudleytown inicia en Inglaterra, a principios del siglo XVI cuando un noble de nombre Edmund Dudley fue decapitado por conspiración y un intento fallido de derrocar al rey Enrique VIII. Se dice que en castigo, Enrique VIII ordenó a los magos de la corte que lanzaran una maldición a Dudley; y de ahí se dice que todos los descendientes del linaje de Edmund Dudley quedaron condenados a vivir por siempre, atormentados por horrores indescriptibles. Años más tarde, el propio hijo de Edmund, John el Duque de Northumberland; intentó también derrocar a la corona al casar a su hijo Guilford con la tristemente célebre Lady Jane Grey.
No mucho tiempo después, Robert, el tercer hijo de Dudley y conde de Leicester; abandonó las islas británicas en busca de oportunidades en las colonias del nuevo mundo.

Los Dudleys por los que Dudleytown recibe su nombre, tuvieron su origen con un tal William Dudley, nacido en Surrey el 11 de septiembre de 1608. Su hijo, también William, de hecho nació en una nave a mitad del trayecto rumbo a América el 8 de junio de 1639. El hijo de William II, Joseph, nació en Saybrook, Connecticut el 14 de septiembre de 1674. Y a su vez, este Joseph tuvo doce hijos de los cuales tres se asentaron en el lugar que más tarde sería Dudleytown: Gideon, Abiel y Barzillai.

En octubre de 1737, la Asamblea General de Connecticut ordenó la construcción de cincuenta aldeas en los extremos occidentales del territorio, en aquél entonces todavía tierra de nativos americanos. En febrero de 1745, el comerciante Thomas Griffis obtuvo los derechos  a una extensión de tierra en la comunidad de Cornwall. El lugar, un bosque oscuro y salvaje al pie de una cadena montañosa; llegó a ser conocido como 'el Bosque de la Entrada Oscura'. En 1748, y con la aldea comenzando a formarse, Gideon Dudley se mudó de Saybrook tras comprar el terreno para iniciar una granja. En 1753, sus hermanos Barzillai y Abiel, se sumaron a la población y todavía fueron seguidos por otro hombre de nombre Martin Dudley, procedente de Massachusetts.

¿Coincidencias o maldiciones?
Periódico de mediados del siglo pasado hablando de la maldición.
Ya sea por coincidencia o efectivamente porque el linaje de los Dudleys estaba maldito, al poco tiempo de fundarse el pueblo comenzaron a ocurrir sucesos inexplicables: Herramientas que desaparecían de cobertijos cerrados, cultivos que se marchitaban de un día para otro, casos de demencia entre los pobladores, accidentes fatales e incluso ataques y escaramuzas con tropas indígenas.
En agosto de 1774, una epidemia misteriosa acabó con la familia de Adoniram Carter. Y el hermano de este, Nathaniel, se mudó a Binghamton, Nueva York para huir de la extraña enfermedad. Solo que, al poco tiempo de hacerlo, su esposa e hijo recién nacidos fueran asesinados con tomahawks por indios mientras él se encontraba fuera. Los otros tres hijos de Nathaniel fueron secuestrados y enviados a Canadá, donde las dos hijas fueron rescatadas a cambio de oro y el tercero, David Carter, se casó con una mujer indígena y terminó volviendo a la civilización para recibir educación y convertirse en Juez de la Suprema Corte.

Aunado a la racha de tragedias y la tormentosa vida de la familia Carter, uno de los fenómenos más terribles e inexplicables fue el que le ocurrió al general Herman Swift; famoso héroe del ejército revolucionario al mando de George Washington. En abril de 1804, la esposa de Herman, Sarah Faye; fue alcanzada por un relámpago mientras estaba afuera de su casa y murió carbonizada de manera instantánea. Al cabo de su muerte, el general Swift terminó perdiendo la cordura.
Años más tarde, Horace Greeley, editor y fundador del periódico del New York Tribune; se casó con una Marey Cheney, oriunda de Dudleytown. Su matrimonio terminó trágicamente en 1872, cuando Mary se suicidó una semana antes de que Horace viera fallar su intento de nominarse a la presidencia de los Estados Unidos.
Otro accidente en particular terrible fue el de John Patrick Brophy, uno de los últimos pobladores de Dudleytown. Brophy sufrió la pérdida de su esposa por una enfermedad inexplicable a finales del siglo XIX, seguida por la desaparición de todos sus hijos en el bosque a los pocos días. Y, como si de una cruel broma se tratar, la casa Brophy se incendió de manera misteriosa y ardió hasta los cimientos. Entendiendo que el pueblo estaba maldito, Brophy decidió que era suficiente y se alejó del pueblo para no volver a ser visto.

En 1920, el doctor William Clark, especialista de la ciudad de Nueva York; arribó a Cornwall en busca de calma en un espacio apartado de la civilización. Cuatro años más tarde, Clark creó la Asociación del Bosque Dark Entry; dedicada a proteger el área y convertirla en una reserva natural. Lo que parecía una vida sin problemas, concluyó en 1925, cuando Clark tuvo que viajar a Nueva York para atender una emergencia médica. Al regresar un par de días después, encontró a su esposa encerrada en casa y reducida a una ruina enloquecida y babeante que no podía repetir otra cosa más que 'algo' en el bosque la había atacado.
La mujer fue enviada a un hospital psiquiátrico, donde se suicidó al cabo de unos meses.

Las almas de Dudleytown.
Como es de esperarse, las historias de fantasmas en torno a la maldición de Dudleytown no se hicieron esperar; siendo la mayoría de ellas iniciadas en 194. Más o menos en esa época, los visitantes a las ruinas hablaban de ver sombras, "nubes" de humo en el bosque, voces incorpóreas que susurraban entre los árboles, incidentes sin explicación y ataques de fuerzas invisibles.
Todavía hasta el día de hoy, quienes han visitado la aldea cuentan experiencias de ser perseguidos por presencias invisibles, orbes de luz que rondan entre los árboles y olores y ruidos inexplicables; así como el ser agredidos por 'algo'. Hay infinidad de fotografías tomadas en Dudleytown donde pueden apreciarse manifestaciones como niebla, orbes, sombras y errores en la imagen. Algunos investigadores se refieren a Dudleytown como un vórtice de energía negativa por el cual las entidades del bajo astral pueden acceder libremente a este mundo.
La fama de la maldición inclusive captó la atención del connotado demonólogo Ed Warren, famoso por su participación en las investigaciones de sucesos paranormales como el Poltergeist de Enfield, la casa de Amityville o la muñeca Annabelle. Warren estaba firmemente convencido de que Dudleytown era un sitio maldito, y que no era coincidencia que la gente se volviera loca y viera monstruos y espíritus en los bosques. Al visitarla, Ed y su esposa Lorraine insistían en que las ruinas de la aldea emitían un aura maligna.

jueves, 17 de agosto de 2017

La dama del mediodía.

La dama del medio día o Poludnitsa, es un espíritu o demonio en la mitología eslava de Europa Oriental, y aparece en tradiciones orales de lugares como Polonia, Serbia, Bulgaria, Rusia, la República Checa, Eslovaquia, Alemania y Rumania. Se le considera un demonio del verano, la cual merodea los campos de siembra y es temida por su poder para matar de calor a las personas o producirles terribles enfermedades.

La Poludnitsa, que solo es vista durante el mediodía en los veranos calurosos, aparece precedida por remolinos de polvo y aire caliente; y toma la forma de una mujer aparentemente corriente que es muy fácil de identificar por el largo vestido blanco que lleva y las tijeras para podar que carga, las cuales siempre son de un modelo antiguo.
Extremadamente bella, llama la atención de los campesinos y jornaleros al acercárseles y entablar una conversación aparentemente inocua, o les hace alguna pregunta sin sentido. Si el jornalero en cuestión responde correctamente, la chica les desea un buen día y desaparece por donde vino. En caso contrario, o si evitan hablar con ella, la Poludnitsa cambia de forma a una bruja anciana y decrépita; y entonces usa las tijeras para decapitar a su víctima, o puede producirle una enfermedad que va desde un dolor muscular y de huesos hasta una muerte por golpe de calor repentino
En ciertas versiones de la historia, las Poludnitsas son los espíritus de mujeres jóvenes que murieron de manera violenta antes de casarse. Y enloquecidas por el dolor y la furia, merodean por los campos en busca de personas a quién matar. 

En Alemania, existe la Roggernmuhme o "dama del centeno", la cual hace desaparecer a los niños que vagan por los campos recolectando flores durante el verano. En Altmark, es la Regenmohme, "Con su calor"; la cual secuestra a los niños mal portados, mientras que en Sajonia y Lunenburg es un espectro denominado Kornwief, o "dama del maíz".
En Sajonia, existe un mito popular respecto al espíritu:

"En algún lugar de Sajonia, una abuela se sienta en una silla mecedora mientras habla con su nieta, una niña pequeña que mira con atención a la amada ancianita. La viejecilla le cuenta a la niña una historia de su juventud, sobre esa vez que conoció a una extraña mujer. La abuela, entonces una adolescente que trabajaba en las granjas de su familia, estaba segando un campo a solas durante el mediodía cuando sintió un golpe de viento a su espalda; un remolino de polvo. Al voltear, descubrió a una hermosa mujer de cabello rubio como la paja y piel bronceada, la cual llevaba un precioso vestido blanco que ondeaba al viento. La mujer misteriosa habló con la joven, preguntándole cosas sobre su trabajo y su familia. Al cabo de unos momentos, la mujer comenzó a bombardearla con acertijos cada vez más difíciles. La campesina ya no pudo responder, y se desmayó al sentirse sofocada por el calor del mediodía. Cuando despertó horas después, estaba en su cama siendo atendida por su madre. Al hablar con la madre, la joven le contó sobre la mujer misteriosa y lo que había pasado. Al escuchar esto, la madre se puso pálida y le dijo que había conocido a la Dama del Mediodía."