jueves, 11 de febrero de 2016

Las Manos.


Un hombre se encontraba de pie en el andén de la estación del metro, esperando el tren.
Usualmente, escucharía música o leería algo para matar el tiempo. Pero ese día, por alguna razón, estaba observando las vías. 
En ese momento, se percató de algo entre las vías y la plataforma... Sí, no soñaba. Eran un par de manos que se aferraban a la plataforma del andén.
¿Era alguien que había caído a las vías y estaba luchando por escalar a la plataforma?
El guardia de seguridad de la estación que estaba cerca, parecía no tomarle importancia. Como si no lo viera. ¿Qué era? ¿Un fantasma?
Esa era la primera ocasión que el hombre veía algo fuera de este mundo. Pero aún así... se sentía más curioso que asustado.
Así que se movió al borde de la plataforma y se inclinó sobre las vías.
En ese momento, algo pasó.
Una persona lo sujetó por los hombros y lo jaló hacia atrás. Al siguiente instante, el tren entró a toda velocidad a la estación. 
Se salvó de ser decapitado por espacio de un segundo..Al mirar hacia atrás, encontró la expresión colérica del guardia de la estación, gritándole.

"¡¿QUIERES MORIR?!"

"No, no es eso. Ni siquiera escuché el ruido del tren..."

El guardia lo miró confundido y contestó:

"¿Cómo no lo oíste? ¡Hasta grité para que te quitaras de las vías!"

El hombre pensó podría ser posible que no escuchara el grito estando tan cerca. Al voltear hacia todos lados, vio que una chica de secundaria se le acercaba con una mirada desencajada. La chica habló, dudosa.

"Señor... ¿vio...? Esas... manos..."

"¡Sí! ¡Las vi! ¡Estaban en la orilla de la plataforma! ¿Verdad?"

"No, señor. Lo que vi fue... esas manos... estaban cubriéndole los oídos."

El Hombre Lobo, parte 4 - El Siglo del Hombre Lobo.

La imagen de la bestia por lo regular se une a la de Drácula, el monstruo de Frankenstein o la Momia como uno de los monstruos arquetípicos del género de horror. Pero si bien el licántropo existe desde épocas inmemoriales en el imaginario popular, fue hasta el siglo XIX que aparece como lo conocemos hoy.

Monstruos Victorianos.
Lon Chaney como el Hombre Lobo.
Hijo pródigo del horror gótico, el Hombre Lobo moderno aparece por primera vez en Hugues el Wer-Wolf, publicado en 1833; pero es hasta "Wagner el Wehr-Wolf" de 1847, que la maldición se trata de algo voluntario. En esta obra, un hombre hace un trato con el Diablo a cambio de salud y riquezas. La única condición es que asista a un médico inmoral durante 18 meses, matando personas.
Catherine Crowe es la primera mujer en escribir una historia de licántropos, en 1846 con "A Story of the Weir-Wolf", la cual a su vez inspira a Alejandro Dumas a escribir "The Wolf Leader" y a Erckmann-Chatrean con "Hugues-le-Loup".
Incluso se podría decir que el género del Hombre Lobo puede estar relacionado con "El Extraño Caso del Dr. Jekyll y Mr. Hyde", de Robert Louis Stevenson; debido a la dualidad entre hombre y bestia expresada en una drástica transformación. En contraposición al aspecto masculino del lobo, es Clemence Housman la que escribe "The Were-wolf" en 1896, la primer historia que presenta a una mujer lobo rapaz y seductora que se alimenta exclusivamente de hombres.
Drácula en la versión fílmica de 1991.
En 1897, Bram Stoker publica "Drácula" y una historia corta llamada "El huésped de Drácula", la cual retoma ciertos aspectos de la mitología del hombre lobo como un demonio de la noche. En "El huésped de Drácula", un grupo de jinetes ahuyenta a Drácula, que ha tomado la forma de un lobo gigantesco y que solo puede morir con una bala sagrada. El mismo conde Drácula explica que las leyendas de los Hombres Lobo se originaron del linaje de sangre de los Székely; y que entre sus múltiples poderes está la capacidad de transformarse en un lobo durante la noche.
En la literatura gótica se hace popular la idea de que el Hombre Lobo solo puede ser matado por armas y balas de plata, bajo la creencia de que a la Bestia de Gévaudan la mataron con una bala de ese metal. 

The Wolf Man.
Los monstruos clásicos de Universal en "Monster Squad".
En el siglo XX la literatura de Hombres Lobo se extendió gracias a escritores como Algernon Blackwood y el talento detrás de las revistas pulp y de horror americanas como Weird Tales o Tales from the Crypt, Pero es "The Werewolf of Paris", escrita en 1933 por Guy Endore, la que se considera el análogo de Drácula en la mitología del Hombre Lobo; y que fue adaptada al cine en 1961 como "The Curse of the Werewolf"
La aparición del cine trajo un nuevo género de películas, el horror, y el Hombre Lobo aparece en 1935 con "Werewolf of London", estableciendo la idea aceptada de que el licántropo tiende a matar a todos sus seres queridos. En 1941, Lon Chaney interpreta a Larry Talbot en "The Wolf Man", la cual elevó al Hombre Lobo a la misma posición que el Monstruo de Frankenstein y Drácula.
Benicio del Toro en el remake de "The Wolf Man".

"Incluso un hombre que es puro de corazón y dice sus plegarias al anochecer, puede convertirse en lobo cuando el acónito florece y la luna de otoño brilla."
-"The Wolf Man" (1941).
Lon Chaney se encasilló en el papel del Hombre Lobo y repitió el papel en varias secuelas para Estudios Universal, como "Frankenstein meets the Wolf Man", donde se dice que un licántropo puede revivir al ser expuesto a la luna llena; y en "House of Frankenstein" se usan por primera vez las balas de plata para matarlo. Otras secuelas posteriores incluyen "House of Dracula" y "Abbott and Costello meet Frankenstein".
El éxito de Estudios Universal lleva a que otras casas productoras como Columbia y Fox produzcan sus propios filmes del monstruo, como "The Undying Monster".

Los Nazis y el Werwolf.
Un Hombre Lobo en "Hellsing".
Durante la Segunda Guerra Mundial, los Nazis llevaron a cabo la "Operación Werwolf", la cual consistía en crear una fuerza de comandos élite que operarían tras las líneas enemigas para sabotearlas e impedir que continuaran aproximándose a Berlín.
El nombre se origina de la novela de Herman Löns, "Der Wehrwolf", publicada en 1910. En la historia, un soldado de nombre Harm Wulf organiza a sus vecinos y amigos en una milicia que se identifica a sí misma como Wehrwölfe. Löns sostiene que la palabra Werwolf se basa en el hecho de que los hombres de Wulf se comportan como bestias al matar a sus enemigos. 
En la novela "Wolf Hunter" de J.L. Bennet, el manga "Hellsing" y la serie de televisión "True Blood" hacen referencia a la operación y muestran a los comandos Nazi como Hombres Lobo reales.

El código de autoridad del cómic: Matando al Hombre Lobo.
Durante la década de 1950, los cómics de horror como "Tales from the Crypt" y "Vault of Horror" se hicieron populares entre niños y adultos por igual. En ellos se presentaban historias de horror bastante gráficas que incluían tanto crímenes comunes como fantasmas, zombies, vampiros y licántropos; entre otras cosas. 
En 1954, los editores de EC Comics se vieron detenidos por la publicación del libro de Fredric Wertham, "Seducción del Inocente"; la cual acabó provocando un pánico moral que llevó a la prohibición de las historietas al ser estas consideradas material nocivo para la juventud. La creación del Código de Autoridad del Cómic puso un gran número de restricciones en el material que se podía publicar, y en él se prohibía a toda clase de criaturas sobrenaturales, incluidos los licántropos. En marzo de 1955 se publicó el último número de Tales from the Crypt.
Con el tiempo algunas normativas se relajaron y editoriales como Marvel y DC pudieron volver a incluir monstruos. Personajes como Wolfsbane de los X-Men, Jack Russell el Hombre Lobo, Warren Griffith de los Howling Commandos y Bigby, del cómic Fables. Otra serie popular de Hombres Lobo es "Ferals", publicada por Avatar y creada por el mismo staff que produce el cómic transgresor "Crossed". Finalmente, Marvel Comics propuso la idea de un universo donde sus héroes se convierten en Hombres Lobo al final de la saga "Marvel Zombies vs. the Army of Darkness".

La resurrección de los 80 y el licántropo hoy.
Películas como la serie "The Howling", "An American werewolf in London", "Wolfen" y "Monster Squad" llevaron a una resurgencia en el género de horror con los Hombres Lobo como tema; la cual se extendió a la literatura y otros medios.
En 1991, "The Wild" muestra al licántropo como un medio por el cual la inteligencia humana puede combinarse con la naturaleza y el espíritu animal. Otras películas y series como "Ginger Snaps", "Van Helsing", "Bram Stoker's Dracula", "Underworld", "Dog Soldiers", "Twilight", "Skin Walkers", "Teen Wolf" y "Being Human" mantienen al Hombre Lobo vigente en la cultura popular. Con esta resurrección, es que al Hombre Lobo se le muestra no tanto como un villano o una criatura salvaje, si no como un ser casi heroico y noble. 
Katharine Isabelle como Ginger Fitzgerald en "Ginger Snaps".
Ejemplos de estas características incluyen a Remus Lupin en la serie de libros de Harry Potter, Randi Wallace en la serie "She-Wolf of London", los lobos Quilleute en "Twilight", Wulf en "Danny Phantom", Yugo en la serie de videojuegos "Bloody Roar" y Serafine en "An American Werewolf in London".
En el género de los juegos, la editorial White Wolf tiene "Werewolf: the Apocalypse", un juego de rol donde los Loup-Garou son la única línea de defensa contra una especie demoniaca conocida como The Wyrm. En la saga de juegos "World of Warcraft", se puede elegir jugar como un Worgen, una especie de lobo humanoide inspirado en la Inglaterra Victoriana. 

miércoles, 10 de febrero de 2016

El Hombre Lobo, parte 3 - La maldición del Hombre Lobo.

De manera general, se considera que la licantropía debe seguir ciertos lineamientos, y comparte rasgos tanto con embrujos como enfermedades (la pérdida de control, la transformación física impulsada por la luna llena), pero puede variar dependiendo de la región.
La transformación puede ser temporal o permanente, el híbrido puede variar entre un hombre velludo y salvaje, una atroz bestia bípeda o un lobo aparentemente común y corriente; y por lo regular se puede descubrir la identidad de un licántropo por su apariencia o heridas que haya sostenido durante una lucha o al ser atacado por cazadores.
En el folklore europeo, por lo regular se dice que un Hombre Lobo puede ser descubierto en forma humana por que posee cejas unidas y espesas, uñas largas y curvas, orejas que parecen apuntar hacia abajo y un andar ágil.
Otro método para la identificación de los licántropos es cortar un pedazo de piel al acusado bajo la excusa de que en lugar de haber carne al rojo vivo en la herida, se encontraría el pelo espeso de la bestia que yace oculta. En Rusia, se dice que un Hombre Lobo puede ser reconocido por pequeños pelos que crecen en su lengua.
En el caso de aquellas tradiciones donde el licántropo se convierte en un lobo de apariencia ordinaria, se les puede reconocer por el hecho de que no tiene cola, retiene sus ojos y voz humanos; y corre en tres patas, doblando una de sus patas traseras para simular la cola.
Se decía también que un Hombre Lobo en forma humana siempre aparecía débil, cansado y presa de una grave depresión. 

La maldición.
En la mitología y los cuentos medievales, existen múltiples formas de transformarse en un licántropo. El más simple era sencillamente quitarse toda la ropa y vestir un cinturón de piel de lobo en el cuerpo desnudo, mientras que el más conocido es ser contagiado por la mordida de estos seres. Otras formas más descabelladas incluyen frotarse el cuerpo con una salva mágica, beber agua de lluvia encharcada en la huella de un lobo o de ciertos estanques encantados, probar una cerveza preparada con una fórmula secreta, al escuchar un encantamiento, e inclusive dormir a la luz de la luna llena en una noche de verano, siempre y cuando fuera miércoles o viernes.
Otra forma más conocida es la de venderle el alma al Diablo con fines malévolos, usualmente con el fin de satisfacer un ansia de carne humana.

"Ciertos hechiceros, que untan sus cuerpos con un aceite que elaboran por conocimiento del demonio y visten un cinturón encantado, no solo toman la forma de lobos ante otros, si no la figura y naturaleza de la bestia siempre y cuando no remuevan el cinturón. Y se comportan como los propios lobos, preocupando y matando a seres humanos."
-Richard Vestegan, "Restitución de Inteligencia Decadente", 1628.

La maldición  también era considerada en ocasiones como castigo divino. Existen leyendas que van desde la de Lycaon (transformado por Zeus en lobo como castigo por matar a uno de sus hijos y ofrecerle los restos al padre del Olimpo como alimento) hasta algo tan sencillo como ser excomunicado por la iglesia Católica.
El poder de transformar a las personas en bestias también se considera propio de algunos santos. Santo Tomás de Aquino pronunciaba que los Ángeles, buenos o malos, tenían el poder de transmutar los cuerpos humanos; San Patricio transformó al rey galés Vereticus en un Lobo, Natalis de Ulster maldijo a una familia irlandesa a convertirse en lobos por siete años; y en Rusia el Demonio mismo convertía a los hombres en licántropos.
Arte conceptual de Magic: The Gathering.
En 1692, en Jürgensburg, un hombre llamado Thiess decretó que él y otros licántropos eran los Sabuesos de Dios, guerreros enviados al infierno para luchar con brujas y demonios; y que sus esfuerzos se aseguraban de que el Diablo y sus súbditos evitaran robar las cosechas de grano. Thiess decía que todos los Hombres Lobo de Rusia y Alemania también hacían lo mismo, e insistía que al morir, las almas de estos seres eran enviados al cielo como recompensa de su servicio.

Curas para la licantropía.
Grabado francés titulado "La muerte del Loup-Garou".
Existen formas de curar la maldición/enfermedad que ocasiona la licantropía.
Los griegos y romanos creían que la víctima debía ser sujeta a largos periodos de ejercicio intenso hasta cansarse, y que ello debía purgar el mal del cuerpo tras sudarlo. La práctica se basa en el hecho de que los Hombres Lobo terminaban débiles y cansados al terminar la transformación.
En Europa existían tres métodos para curar el mal: medicinalmente usando acónito, quirúrgicamente o mediante un exorcismo, pero la mayoría de estas curas y tratamientos resultaban letales para los pacientes. Por ejemplo, en la isla de Sicilia se manejaba que la licantropía podía ser curada a base de golpes en la frente y el cuero cabelludo con un cuchillo.
Diagraba de una planta de acónito, también conocida como "Matalobos" en inglés.
Otra cura popular en la isla era la de atravesar las manos del Hombre Lobo con clavos.
En Alemania, existía el ritual de repetir tres veces el nombre cristiano de la persona , mientas que en Dinamarca bastaba con reprender a la víctima para volverlo a la normalidad. Se decía también que la conversión al cristianismo funcionaba para remover la maldición, y en específico una devoción a San Huberto de Liejo funcionaba como protección contra la licantropía.

miércoles, 3 de febrero de 2016

El Hombre Lobo, parte 2 - La Edad Media y los juicios del Hombre Lobo.

Ilustración medieval del Hombre Lobo.
La creencia del Hombre Lobo aparece en la edad media de Europa cerca del siglo XI, con el poema de "Bizclavret", escrito por Marie de France. En esta obra, el noble Bizuneh se transforma en un lobo cada semana por razones que jamás son explicadas. 
Es en este tiempo que el término "werwolf" es registrado por Burchard von Worms, y vuelve a aparecer hasta el Bertold de Regensburg del siglo XIII; pero curiosamente, no como parte de la poesía o trabajos de ficción, si no registros históricos. 
Las tradiciones paganas de los pueblos germánicos se enlazan con la edad vikinga de Escandinavia, las cuales a su vez se extendieron a Rusia y crearon toda una nueva serie de mitos sobre Hombres Lobo. El príncipe Usiaslau de Polatsk, por ejemplo, se decía podía cambiar de forma y contaba con velocidad superhumana. El cuento de la campaña de Igor relata lo siguiente sobre Usiaslau:

"Vseslav el príncipe juzgaba a los hombres. Como príncipe, gobernaba ciudades; pero al anochecer acechaba en el disfraz del lobo. Desde Kiev, acechando, alcanzaba Tmutorokan antes del canto del gallo. El camino del Gran Sol, como lobo, merodeaba y atravesaba. Por él doblaban las campanas temprano en Santa Sophia, pero él las escuchaba en Kiev.

Esta clase de relatos da origen al folklore popular del Hombre Lobo en el folklore de la Europa moderna y se divide en dos grandes ramas. El Hombre Lobo alemán (encontrado en Francia, Alemania y el Báltico) se asocia con un pánico de caza de brujas que tuvo lugar en 1400, y el Hombre Lobo ruso o vlkodak (de Hungría, Rumania y los Balcanes), se asocia más con el concepto del No-Muerto o el Vampiro. 

Loup-Garou y Wolfssegen: Los juicios del Hombre Lobo.
Grabado medieval detallando el robo de un niño
a manos de un supuesto licántropo.
Ya sea por una histeria colectiva o algo mucho más siniestro, en la Francia del siglo XVI se disparó una serie de reportes sobre encuentros y ataques de licántropos a campesinos en aldeas de todo el país. En algunos de los casos, había evidencia clara de asesinatos y canibalismo, pero ninguna que conectara con lobos. En otros casos, como el de Gilles Garnier en 1573, había evidencia de ataques animales pero ninguna contra el supuesto Hombre Lobo acusado.
La figura del Loup-Garou con el tiempo dejó de ser vista como la de un hereje o brujo y se convirtió en una representación diabólica de un monstruoso lobo humanoide. Su contraparte femenina eran las lubins o lupins, que resultaban más dóciles.
En Bavaria se dio el "Wolfssegen", un amuleto o encantamiento para protegerse de los licántropos. Su contraparte era el Wolfbann, un hechizo que hacía susceptible a una persona a ataques de lobos.
Estos se extendieron hasta el siglo XVII, durante el periodo conocido como "La Mini Edad de Hielo", donde grandes grupos de lobos infestaron los Alpes bávaros; y no era raro encontrar a encantadores bajo el nombre de Wolfssegner.
Los Wolfssegners eran ancianos que se ganaban la vida vendiendo remedios, talismanes y encantamientos. En muchas ocasiones eran descubiertos como embaucadores o perseguidos como practicantes de magia negra por la iglesia católica. El más conocido Wolfssegner era Thomas Heiser, un anciano de 84 años que fue torturado hasta confesar como realizaba los encantamientos, los cuales había aprendido de un amigo cincuenta años antes.
Heiser se ganaba la vida en la ciudad de Innsbruck, donde presumía de tener el poder de llamar a los lobos y obligarlos a atacar ganado en específico, y el cual había ganado tras venderle su alma al diablo.

Europa vs. el Lobo.
Imagen de la supuesta Bestia de Gévaudan.
La licantropía era una acusación común en los juicios de brujas, y fue parte de juicios como el de las brujas de Valais, el de los licántropos devoradores de niños en Vaud y muchos otros. El momento álgido de la creencia en el Hombre Lobo llegó a comienzos del siglo XVII, con la publicación de varios tratados sobre como lidiar con ellos.
En 1603, Henry Boguet escribió un extenso trabajo sobre licantropía, al cual siguieron tratados escritos por cardenales, pastores y filósofos que explicaban que la licantropía era únicamente una ilusión. Para 1670, los Hombres Lobo desaparecen mayormente de la atención del público, siendo únicamente importante un caso en el cual una mujer y su hijo clamaban tener el poder de transformarse en lobos.
James I de Inglaterra descalificó al Hombre Lobo, considerándolo  "una superabundancia de melancolía natural". En Francia, Diderot escribe en su enciclopedia que los reportes sobre Hombres Lobo son "desórdenes del cerebro"; aunque en esa época se dan reportes de bestias sobrenaturales similares a lobos.
Seres como la misteriosa Bestia de Geváudan o los sanguinarios lobos de París, corrieron rampantes matando a hombres, mujeres y niños por decenas hasta que se les dio muerte. El único rincón donde aún se creía firmemente en el Hombre Lobo, era el Sacro Imperio Romano. Al menos nueve trabajos sobre Licántropos se publicaron en Alemania entre 1649 y 1679.

martes, 2 de febrero de 2016

El Hombre Lobo, parte 1 - Orígenes.

Licantropía.
Del griego lykos, "lobo", y anthropos, "hombre".
Para nadie es desconocida la imagen del Hombre Lobo, una persona bajo una extraña maldición que lo lleva a sufrir una transformación dolorosa durante las noches de luna llena. Al ver la luna, el cuerpo del afligido pasa por una metamorfosis dolorosa que lo torna en un híbrido perfecto de bestia y hombre, una criatura astuta, despiadada y con adicción al consumo de carne humana.
El Hombre Lobo es inmune a las armas convencionales, se regenera de la mayor parte del daño recibido y es suficientemente fuerte para destrozar a un hombre adulto con las manos. Su debilidad, sin embargo, es la plata. El solo roce de este metal con su piel basta para producirle graves quemaduras; de ahí que algo tan simple como una bala de plata baste para acabar con su vida.
Pero la historia del Hombre Lobo originalmente variaba de lo que conocemos hoy gracias a películas como The Howling, An American werewolf in London o Van Helsing. La licantropía como temor general de la humanidad tiene comienzo en la época antigua, y es una rica tradición que involucra no solo monstruos, si no hechiceros, feroces guerreros vikingos y ritos chamanísticos.

Berserkers, chamanes y príncipes: El origen del Hombre Lobo.
Representación artística de un Ulfhednar.
Resulta curioso (y hasta cierto punto perturbador) pensar en que todas las culturas del mundo tienen un análogo del licántropo entre los panteones de monstruos y espíritus de la noche. ¿Quizás una reflexión del miedo a perder el control o un recuerdo de esa época en que las bestias representaban un peligro para nuestros ancestros?
En el norte de Europa, las leyendas de hombres que cambian no solo a lobos, si no a osos y otros animales, se originan en el Ulfhednar; un guerrero similar al berserker que vestía pieles para canalizar el poder de un animal y transformarse en un luchador sanguinario.
Históricamente, la posesión de espíritus animales es mencionada en el Haraldskvaeoi y la saga Volsunga, consideradas precursoras de los mitos del Hombre Lobo. Incluso se decía que el rey Harald I de Noruega tenía entre sus trofeos de caza a un licántropo disecado.
La figura del Vilkacis, de Latvia, no es tanto en sí un licántropo como un lobo monstruoso que bajo ciertas condiciones podía ayudar a las personas en las noches.
Más al sur, encontramos que la historia del Hombre Lobo como tal aparece en Grecia, en el mito de Lycaon, el cual narra la historia de un príncipe que fue transformado en un lobo luego de comer carne humana;  y se dice que aquellos que presenciaban los sacrificios humanos en el monte del mismo nombre  podían sufrir ese mismo destino. 
Herodoto y Plinio hablan en sus trabajos sobre tribus como los Neuri, una población de Escitia con el poder de cambiar a lobos por unos días cada año, mientras que Virgilio describe procesos de transformación similares en sus relatos. Pero es Gaius Petronius quien escribe en el Satyricon, la primera historia donde la luna llena es el detonante para el cambio de un licántropo.
Grabado del mito de Lycaon según Ovidio.
En la tradición oral de Armenia, las mujeres pecadoras están condenadas a pasar siete años como un lobo como castigo. En esta variante, un espíritu se aparece frente a la susodicha y le presenta una piel de lobo, la cual debe vestir. Una vez que se ha colocado la prenda, la mujer cambia y se torna una bestia salvaje durante las noches; volviendo a la normalidad al amanecer.
Otras licántropas similares son las Lubins o Lupins, de Francia, que por lo regular son tímidas y dóciles en comparación a sus contrapartes masculinas.
En Turquía se ve a los licántropos en una luz diferente: Aquí, los Hombres Lobo son llamados "Kurtadam", y son el resultado de complejos ritos conducidos por chamanes de Asia Central; con el objetivo de convertirse en lobos humanoides considerados avatares de los ancestros de los turcos; por lo que se les respeta y ve como figuras de poder.

El Hombre Hiena: El terror de África.
En África, pese a que no existen especies más allá del pequeño lobo etíope, sí existe una figura similar. En este caso, un monstruo basado en la hiena, un animal largamente odiado y vilipendiado por sus características carroñeras.
En Chad podemos encontrar al "Bultunging" (que significa "me cambio a una hiena" en el idioma de los Bornu), y se tenía la creencia de que algunas aldeas estaban enteramente pobladas por estos seres.
Para la gente de Etiopía, el temor es hacia el Bouda, un Hombre Hiena conocido por profanar tumbas y robar cadáveres. La creencia en este ser se extiende a Sudán, Tanzania y Marruecos; en esta última los Bereberes y beduinos consideran al monstruo como algo similar al Hombre Lobo, una persona que se transforma al anochecer y regresa a su forma original al amanecer. 
Los cristianos en Etiopía creían que los judíos se transformaban en Bouda y desenterraban cadáveres en los cementerios cristianos para alimentarse.
En Sudán, el Hombre Hiena es un caníbal que gusta de perseguir y aterrorizar a los amantes que salen por la noche. Aquí se le representa como un poderoso hechicero reconocible en forma humana por su cuerpo peludo, ojos rojos y voz nasal.
La tribu Bambara en Mali se convierte en hienas mediante pantomimas y danzas con máscaras. En esta tradición se busca evocar los hábitos odiados de la hiena e incitar miedo en los participantes, de forma tal que eviten realizar estos actos despreciables y sean buenas personas.
Al-Doumairy en su tratado Hawayan Al-Koubra, describe a las hienas como vampiros que atacan a la gente por la noche para chuparles la sangre, y explica que los animales pueden hipnotizar a las personas con la mirada.
Un tratado médico persa de 1376 describe los pasos para curar a un "kaffar", asesinos mitad hombre-mitad hiena que tienden a matar niños.

Hombres Gato:
Otra variante es la de los hombres gato, y esta obedece sistemas de creencia similares a los del Hombre Lobo.
En África, estos seres se asocian a deidades y la realeza. Los Hombres Leopardo son hijos de deidades y hombres, y obtienen no solo la capacidad de convertirse en felinos, si no que sus formas humanas poseen los poderes asociados con el leopardo.
Los Hombres León son por lo regular espíritus de antiguos reyes o reinas reencarnados. Como dato curioso, los nativos involucrados con los Devorahombres de Tsavo creían que los leones eran en realidad reyes que intentaban impedir la construcción de los trenes en África para repelir a los invasores europeos.
Los Devora-hombres de Tsavo.
En Asia, los tigres son los que reemplazan al lobo. En la India son poderosos hechiceros que buscan amenazar al ganado y a los granjeros. En China, víctimas de una tradición hereditaria o por incurrir en la cólera de un fantasma.
De esta manera, los fantasmas de personas devoradas por tigres pasaban a ser espectros conocidos como "Chang", con el poder de convertir a otras personas en Hombres Tigre. 
En Indonesia y Malasia existe el "Harimau Jadian", el cual obtiene sus poderes por herencia, hechizos, fuerza de voluntad y embrujos. Solo son agresivos con los humanos cuando tienen hambre o deseos de venganza; pues prefieren usan sus poderes para proteger las plantaciones de los cerdos salvajes que merodean en los campos.
En Mesoamérica, el culto al jaguar derivó en varias tradiciones totémicas que involucraban Hombres Jaguar. Los chamanes y sacerdotes, así como los aztecas, solían usar la piel de estos animales para ganar el poder relacionado con ellos. Los Balams de Yucatán eran magos que se transformaban en la luna llena y protegían los campos de maíz. Una orden militar de la civilización azteca era la de los caballeros o guerreros jaguar, que usaban pieles o uniformes que imitaban a este animal.
Otra creencia similar es la del Nahual, un brujo maligno con el poder de convertirse en toda clase de animales como burros, caballos, toros, perros, gatos e inclusive jaguares. 
Guerrero jaguar azteca.

viernes, 29 de enero de 2016

Charles Starkweather - El asesino rebelde.

Charles Starkweather (Noviembre 24 de 1938 - Junio 25 de 1959)
Charles "Charlie" Raymond Starkweather es quizás no tan conocido o célebre como Charles Manson, Ed Gein o Jeffrey Dahmer a nivel mundial; pero ciertamente se ha labrado fama en la lista de asesinos seriales más famosos de los Estados Unidos.
Sus actos repercuten en la cultura popular. Películas como Natural Born Killers, The Frighteners y The Badlands hacen referencia o están inspiradas en él; escritores como Stephen King se han basado en Starkweather para crear a villanos en sus obras e incluso se le rinde homenaje en el videojuego Manhunt, donde el enemigo principal se le asemeja tanto en nombre como en apariencia. Curiosamente, la fama de Starkweather no se debe tanto al número de víctimas, si no el corto tiempo en que realizó los crímenes.

Orígenes.
Charles Starkweather nació en 1938 en Lincoln, Nebraska, como el tercero de siete hijos en el matrimonio de Guy y Helen Starkweather, una familia respetable en la localidad. Guy era un hombre tranquilo que trabajaba como carpintero, mientras que Helen se desempeñaba como mesera para llevar un dinero extra a la casa.
Starkweather nació con Genu varum, un leve defecto de nacimiento que deformó sus piernas un poco. Se le consideraba de lento aprendizaje y fue acusado de ser apático en todo, aunque en sus años de adolescente se descubrió que sufría de una miopía severa que afectó drásticamente su visión a lo largo del resto de su vida.
La única clase en que demostró ser sobresaliente fue en educación física, y fue en esta clase donde encontró una forma de expresar la ira que tenía contra todos aquellos que lo acosaban, y con el tiempo ganó una condición física respetable; la cual ocupó para agredir a todo aquél que le desagradabla.
Pronto pasó de ser considerado un joven bien portado a uno de los abusones más terribles de la escuela.

"Podía ser la persona más amable que te pudieras imaginar. Haría lo que fuera por tí si le agradabas. Era un cabrón muy divertido, también. Todo era como un gran chiste para él, pero tenía este otro lado. Podía ser malo como el Diablo. Cruel. Si veía a algún pobre tipo en la calle que era más grande que él, más atractivo o mejor vestido; intentaría poner al pobre bastardo por debajo de su nivel."
-Bob Von Busch, compañero de Starkweather en la preparatoria.

Tras ver la película Rebel Without a Cause, Starkweather desarrolló una fijación por James Dean, imitándolo en estilo de ropa y peinado. Encontró un parecido con la imagen rebelde de Dean,  creyendo que había encontrado a un espíritu guía, alguien tan perturbado como él a quien admirar.
Starkweather desarrolló un severo complejo de inferioridad, tornándose pesimista y carente de moral. Se convenció a sí mismo de que era incapaz de hacer algo bien, y que su propia falla inherente lo conduciría a vivir en la miseria.

Caril Ann Fugate.
En 1956, Starkweather conoció a una joven de trece años, Caril Ann Fugate. Para entonces, había abandonado la preparatoria durante el último año y consiguió empleo en una bodega de periódicos propiedad de Western Union; cerca de donde Caril estudiaba.
Solía visitarla todos los días cuando la chica salía de la escuela, y por ese motivo a Starkweather se le consideró un trabajador que dejaba mucho qué desear. En voz de su jefe directo: "A veces, debías decirle algo tres veces. De todos los empleados de la bodega, fue el más estúpido que alguna vez tuve."
Starkweather le enseñó a Fugate como conducir, y un día la chica chocó su Ford 1949 contra otro auto. El padre de Charles pagó los daños, pues era el dueño del auto; pero este incidente ocasionó un altercado entre el muchacho y su padre, el cual concluyó en la expulsión de Charles de casa de su familia.
Al poco tiempo de esto renunció al trabajo en la bodega y consiguió uno nuevo como recolector de basura. En este lapso de tiempo, comenzó a hacer progresos respecto a sus puntos de vista nihilistas, creyendo que su situación era el determinante final de como viviría el resto de su vida. Usó la ruta de basura para planear robos a bancos y finalmente concibió la filosofía que lo seguiría hasta la muerte: "La gente muerta está toda al mismo nivel".

El primer crimen.
El 30 de noviembre de 1957, Starkweather fue a una estación de servicio en Lincoln, donde intentó comprar un perrito de peluche para Fugate usando crédito. Robert Colvert, dependiente de la estación, se negó a aceptar crédito; lo que enfureció a Charles.
A las 3 de la mañana del primero de diciembre, regresó a la estación armado con una escopeta recortada. Inicialmente dejó el arma en el auto, entró a la estación y compró cigarrillos. Después de eso condujo por el camino, regresó y compró un paquete de goma de mascar para repetir el acto una vez más. En el último intento, se estacionó lejos de la estación, cubrió su rostro con una bandana y entró a la estación con una bolsa en la mano; robando cerca de cien dólares y secuestrando a Colvert.
Condujo hasta un área remota a las afueras de Lincoln y obligó al hombre a salir del auto.
En este lapso, Colvert luchó con Starkweather e intentó quitarle el arma, pero durante la lucha el arma se activó sola y le voló las rodillas al dependiente. Charles decidió matarlo entonces con un disparo a la cabeza.
Starkweather después confesaría que tras el asesinato, creía haber trascendido a un nuevo plano de existencia en el cual estaba por sobre de la ley. También confesó el robo a Fugate y le dijo que alguien más había matado a Colvert, pero la chica se rehusó a creer la historia.

1958: Los asesinatos.
El 21 de enero de 1958, Starkweather visitó a Fugate en su hogar. Al no encontrarla en casa, discutió con los padres de la joven, Velda y Marion Bartlett, quienes le dijeron que se alejara de su hija. Starkweather, furioso, le disparó a los Bartlett con su escopeta y procedió a estrangular y apuñalar a su hija de dos años, Betty Jean.
Luego de que Fugate llegó a casa, Charles le contó de lo que había hecho y fueron a esconder los cuerpos en varios lugares detrás de la casa. Permanecieron en el lugar por seis días, desviando la atención de los vecinos con una nota escrita por Fugate, la cual pegó a la puerta y decía: "Aléjense. Todos están enfermos con gripe - Velda Bartlett". Esto fue sospechoso para la abuela de Fugate, que contactó a la policía local, pero para cuando los uniformados llegaron el 27 de enero, Starkweather y su novia ya habían huido.
La pareja condujo hasta una granja en Bennet, Nebraska, propiedad de August Meyer; un anciano de setenta años amigo de los Starkweather, a quien Charles mató con un disparo a la cabeza. Escaparon de ahí y abandonaron su auto en un área lodosa. Al poco tiempo, Robert Jensen y Carol King, dos adolescentes locales, se detuvieron para darles un aventón.
Starkweather los obligó a ir a un refugio para tormentas donde él mató a Jensen y Fugate a King. Robaron el auto y escaparon de Bennet.
Sus siguientes víctimas fueron Clara Ward y Lillian Fencl, a quienes apuñalaron en casa del empresario C. Lauer. Al volver a casa, Lauer fue abatido a tiros por Starkweather, mientras que Fugate llenó el Packard 1956 del empresario con joyería robada; para posteriormente huir de Nebraska.
Para entonces, todas las agencias de policía en el condado Lancaster ya habían iniciado una cacería casa por casa con el fin de capturar a los asesinos. El gobernador de Nebraska contactó a la guardia nacional, y el jefe de policía en Lincoln condujo una búsqueda calle por calle de la ciudad. Se reportaron avistamientos esporádicos de la pareja, pero la policía de Lincoln fue incapaz de atraparlos.
Charles y Fugate debían abandonar el Packard para evitar llamar la atención y encontraron un Buick al lado de la autopista a las afueras de Douglas, donde dormía el vendedor viajero Merle Collison. Starkweather mató a Collison, pero no pudo conducir el Buick debido a que no era familiar con ese tipo de vehículos. Un conductor que pasaba por ahí se ofreció a ayudarles, a lo que Starkweather respondió amenazándolo con su rifle.
Fue entonces que el alguacil William Romer pasó por ahí y se detuvo. Fugate se le acercó y fingió ser la víctima, gritando y llorando que Starkweather acababa de matar a un hombre, y que quería matarla. Para entonces, Charles ya había subido de nuevo al Packard y conducía de vuelta a Douglas.
Romer ordenó un bloqueo del camino y arrancó tras él en persecución. El jefe de policía Robert Ainslie, que estaba de patrulla con el sheriff Earl Heflin del condado Converse, recibió la llamada de Romer.
El Packard pasó por delante de ellos de camino a Douglas, lo que desató una persecución a velocidades superiores a los cincuenta kilómetros. Al disparar, Heflin le abrió un agujero a la ventana trasera con su carabina, y Starkweather se detuvo abruptamente a mitad de la carretera.
Los oficiales se estacionaron cautelosamente detrás del Packard y esperaron a que Starkweather saliera. Le dijeron que se rindiera y subiera las manos, pero no lo hizo. Ainslie disparó a sus pies y le dijo que se echara al suelo, pero Charles se llevó las manos instintivamente a la bolsa; buscando un arma que guardaba ahí. Ainslie le disparó nuevamente y en esa ocasión sí se tiró al piso.

"Pensó que estaba desangrándose hasta morir. Por eso se detuvo. Ese es el tipo de bastardo cobarde que es."
-Sheriff Earl Heflin.

Juicio y ejecución.
Durante su declaración inicial, Starkweather dijo que Fugate era su rehén y no tenía nada que ver con los asesinatos, aunque fue cambiando la historia conforme la repetía; y finalmente justificó contra ella durante un juicio.
Fugate sin embargo, sostenía que él la mantuvo prisionera bajo amenaza de asesinar a su familia, que ella supuestamente ignoraba que ya habían fallecido. El juez Harry A. Spencer no creyó la historia de Fugate, pues la chica tuvo varias oportunidades para escapar. 
A Charles se le sentenció a muerte por el asesinato de Robert Jensen, y Fugate recibió una cadena perpetua el 21 de noviembre de 1958, aunque eventualmente se le liberó en 1976 tras una apelación posterior.
Starkweather fue ejecutado en la penitenciaría estatal de Nebraska, a las 12:01 del 25 de junio de 1959. Fugate fue liberada en 1976 tras servir 18 años de sentencia en el centro correccional de Nebraska para mujeres en la ciudad de York. Con el tiempo se estableció en Lansing, Michigan, se cambió el nombre y consiguió empleo en un hospital. Jamás se casó y se rehúsa a hablar de los crímenes. 
Charles Starkweather está enterrado en el cementerio Wyuka en Lincoln junto a cinco de sus víctimas: los Bartlett y la pareja Ward.

Johnny Johnson - El fantasma de la juguetería.

Johnny Johnson en el círculo rojo.
Juguetes que saltan solos de los anaqueles, pelotas que botan solas por los pasillos, libros infantiles que caen de revisteros, columpios de bebé que se mueven por sí solos, olores extraños, ruidos inexplicables, voces que llaman a los empleados por su nombre e incluso dedos espectrales que acarician el cabello de las mujeres que entran en la bodega... 
Esta es la historia de "Johnson" el fantasma de la tienda Toys R' Us de Sunnyvale, California.

La granja Murphy y Johnny Johnson.
Cien años antes de su inauguración, la propiedad en la que se construyó la tienda fue una granja propiedad de un hombre llamado Martin Murphy, y en la cual existía una plantación de trigo, ganado y un gran huerto de árboles frutales. 
A comienzos de 1880, Murphy contrató como empleado a un joven inmigrante escandinavo de nombre Johnny Johnson, que también estudiaba para ministro religioso. Johnson se enamoró de la hija mayor de Murphy, Elizabeth; pero resultó que la joven ya estaba comprometida y pronto partió a la costa este para casarse con un exitoso abogado.
Al poco tiempo, Johnson comenzó a sufrir de Encefalitis, una aguda inflamación del cerebro. Esta condición lo llevó a experimentar confusión, alucinaciones y problemas de memoria; ganándose el apodo de "Johnny el Loco". Johnson murió en el verano de 1884, en un accidente con un hacha mientras cortaba madera. Falló en su puntería y sin querer se cortó la pierna con el hacha, desangrándose hasta morir en el huerto.
Los Murphy siguieron viviendo en la tierra de Sunnyvale hasta mediados de los 1950. En 1961, la mansión Murphy ya era una ruina, y tuvo que ser demolida por representar un riesgo; mientras que la granja y huertos acabaron vendidos a una constructora encargada de un proyecto de renovación que consistía en la construcción de varios locales, entre ellos la tienda Toys R' Us.
Ilustración de la granja Murphy.
No transcurrió mucho tiempo luego de la inauguración en 1971 para que comenzaran los reportes de actividad paranormal.
Existían zonas frías en la tienda pese al calor de California, los empleados cerraban la tienda por la noche y al llegar al día siguiente hallaban juguetes regados por el piso o sacados de sus cajas; mientras que las mujeres que trabajaban ahí se negaban a ir solas al baño, pues decían que el fantasma abría las llaves del agua cuando se encontraban haciendo sus necesidades. Otros más hablaban de voces que los llamaban por el nombre, como eran tocados por una presencia invisible e incluso un inexplicable aroma a flores salvajes en una zona específica del local.

"Debía usar el baño.
Me encontraba en uno de los cubículos del baño cuando escuché que la puerta se abrió y alguien abrió la llave del agua. Miré bajo la portezuela y no encontré a nadie. El agua se cerró de golpe, la puerta se abrió y yo me negué a ir de nuevo a ese baño por el resto de las seis semanas que trabajé ahí."
Testimonio de una empleada.
El alto índice de reportes y renuncias por parte del personal obligó a los dueños a que contactaran a una médium de nombre Sylvia Brown para que investigara la tienda y condujera una sesión espiritista, con el fin de liberar al fantasma.
Acompañada por medios locales, trabajadores de la tienda y un fotógrafo profesional de nombre Bill Tidwell, Brown realizó una sesión en medio de un pasillo; y en ella descubrió que el fantasma se llamaba "John" y que permanecía en la tienda esperando a una tal Elizabeth. La médium también confirmó que John se encontraba de pie a lo lejos del grupo, observando la sesión con interés y que le dijo que "se fijara donde pisaba si no quería mojarse los pies", pues se encontraba en un sitio que antiguamente había sido el pozo de la granja Murphy.
Tidwell tomó varias fotografías con dos cámaras. Una captaba imágenes en infrarrojo, mientras que la otra era de alta velocidad; y las enfocaba a los sitios donde Brown explicaba que el fantasma se encontraba de pie.
Johnny Johnson en la fotografía de Tidwell.
Al revelarlas poco tiempo después, Tidwell se encontró con que en una de las fotografías en infrarrojo se podía ver a un misterioso hombre alto y delgado que no se hallaba entre los asistentes de la sesión. El espíritu aparece recargado en una pared inexistente, con las manos en los bolsillos y observándose los pies.

Hasta el día de hoy, los trabajadores y clientes en Toys R' Us insisten que hay algo en la tienda, si es Johnny o algo más, no habrá forma de saberse.