martes, 6 de octubre de 2015

La leyenda de la novia fantasma.

En el año 2005, Tim Burton estrenó la película conocida como The Corpse Bride ("El Cadáver de la Novia" en Latinoamérica), la cual se basaba en una leyenda rusa de los años 1800s. 
La leyenda de la Novia Fantasma comenzó como una historia de horror durante el siglo XIX en Rusia, cuando el Antisemitismo corría rampante y las jóvenes judías eran usualmente atacadas y asesinadas de camino a sus bodas para prevenir que tuvieran hijos.
Debido a la tradición judía de enterrar a una persona con la ropa que usaba al morir, indudablemente varias de estas chicas fueron enterradas usando sus vestidos de novias manchados de sangre.

"Hace muchos años existía un joven que vivía en una aldea en Rusia. Se iba a casar, así que un amigo y él se prepararon para viajar a la aldea donde vivía su futura novia; a dos días de distancia de su hogar.
La primera noche, decidieron acampar cerca de un río. El futuro novio encontró una ramita que sobresalía del suelo, y que parecía un dedo huesudo y largo. Bromeó con su amigo sobre el extraño dedo que salía de la tierra, y entre juegos y risas tomó el anillo de compromiso que guardaba en su bolsillo y lo puso en la ramita.
Luego hizo una danza judía de matrimonio a su alrededor, dando tres vueltas alrededor de la ramita, recitando sus votos del matrimonio mientras bailaba y el amigo reía. Pero los juegos terminaron abruptamente, cuando la tierra se cimbró y comenzó a temblar bajo sus pies.
En donde se había encontrado la ramita, ahora había un agujero. Y de él salía un cadáver putrefacto. Un muerto viviente  que apenas era un esqueleto del cual colgaban retazos de piel y que vestía con los restos de un viejo vestido de novia. Gusanos y arañas colgaban del velo y el cabello enmarañado en su cráneo.
Los hombres se quedaron paralizados por el miedo.

"Ah." Dijo la novia fantasma con voz espectral. "Hiciste la danza del matrimonio, dijiste tus votos y pusiste el anillo en mi dedo... ahora somos marido y mujer. Y demando mis derechos como tu esposa."

Aterrados por las palabras de la novia fantasma, los jóvenes corrieron hacia la aldea donde la novia del muchacho ya los esperaba para la ceremonia. Corrieron directamente hacia el rabino que oficiaría la ceremonia.

"¡Rabino!" Dijo el joven casi sin aliento. "Tengo una pregunta muy importante. Si por casualidad caminara por el bosque y me encontrara una raíz que pareciera un dedo saliendo de la tierra, y le pusiera una sortija de matrimonio y realizara la danza y los votos... ¿sería una boda real?"

Confundido, el rabino preguntó. "¿Conoces de una situación así?"

"Oh, no. No. Por supuesto que no. Es una pregunta hipotética."

Acariciando su larga barba en señal de meditación, el rabino dijo: "Déjame pensar".

Pero entonces, la puerta de la sinagoga se abrió de golpe por una ráfaga de viento helado y la novia fantasma entró al lugar.

"¡Clamo a este hombre como mi esposo! Pues él ha puesto esta sortija en mi dedo y pronunciado los solemnes votos del matrimonio." Bramó, agitando su dedo huesudo en dirección al supuesto novio.

"Este es un asunto muy serio. Debo consultarlo con otros rabinos." Dijo el rabino.

Pronto, todos los rabinos de las aldeas cercanas se reunieron en el templo. Conferenciaron, hablaron y tardaron mientras los jóvenes esperaban su decisión. Afuera, la novia fantasma esperaba, golpeando el piso con un pie esquelético y susurrando una y otra vez: "Quiero celebrar mi noche de bodas. Con mi esposo."

Estas palabras hicieron que cada vello en el cuerpo del joven se erizara, pese a que no hacía frío esa noche. Mientras los rabinos dialogaban sobre tan delicado asunto, la novia humana del muchacho llegó y demandó saber de qué se trataba todo ese escándalo. Cuando el prometido le explicó, la chica comenzó a llorar.

"¡Oh, mi vida está arruinada! ¡Todas mis esperanzas y sueños están destrozados! ¡Nunca me casaré ni tendré familia!"

Entonces los rabinos salieron y uno de ellos preguntó: "¿De verdad pusiste un anillo en el dedo, bailaste y diste los sagrados votos como se debe?"

Los amigos aterrados asintieron al unísono, y los rabinos volvieron hacia el interior de la sinagoga para hablar de nuevo. La novia viva lloraba amargamente, mientras que la novia fantasma ahora se vanagloriaba y alardeaba de su tan esperada noche de bodas.
Después de un corto tiempo, los rabinos salieron marchando solemnemente, se sentaron en círculo y anunciaron:

"Puesto que pusiste la sortija en el dedo de la novia fantasma, bailaste tres veces alrededor de ella y recitaste los votos del matrimonio... hemos determinado que esta es una boda adecuada. Pero también hemos decidido que los muertos no tienen jurisdicción sobre los vivos."

Hubo murmullos y suspiros por todos lados, en especial de la joven novia que respiró aliviada.
La novia fantasma, sin embargo, soltó un gemido desgarrador hacia los cielos.

"¡Ahí va mi última esperanza de una vida! ¡Nunca cumpliré mis sueños! ¡He perdido todo para siempre!" Entonces colapsó en el piso en una imagen patética. Nada más que un montón de viejos huesos envueltos en un vestido roto. Ahí, en el piso. Sin vida.

Sobrecogida con compasión hacia la novia fantasma, la joven novia se arrodilló y reunió el montón de huesos; envolviéndolos en la seda desgarrada y abrazándolos mientras cantaba en voz baja como si estuviese arrullando a un bebé.

"No te preocupes. Yo viviré esos sueños por tí. Viviré esas esperanzas por tí. Tendré esos hijos que tanto querías. Tendré suficientes hijos para las dos, y entonces podrás descansar sabiendo que nuestros hijos y los hijos de nuestros hijos serán cuidados y no te olvidarán."

Amorosamente, cerró los párpados de la novia fantasma y aún cargándola, marchó hacia el río; donde cavó una tumba para los huesos. Luego susurró.

"Descansa en paz. Viviré esos sueños por tí. No te preocupes. No te olvidaremos."

La novia fantasma sonrió llena de felicidad y en paz, como si supiera que podría vivir a través de esta joven mujer. Y la novia la cubrió, envolviéndola en el vestido y enterrándola; para finalmente colocar flores sobre la tierra fresca de la tumba.
Entonces, la novia volvió con su prometido y tuvieron una ceremonia solemne. Vivieron felices por muchos años, y todos sus descendientes supieron la historia de la novia fantasma para que ésta no fuera olvidada, ni tampoco la sabiduría y la compasión que le enseñó a la pareja."

El monstruo del lago Iliamna.

En las aguas del lago Iliamna en Alaska, existe un críptido misterioso cuya leyenda ha perdurado hasta estos días. El monstruo, apodado "Illie", ha sido visto durante décadas y se le atribuyen varias muertes y accidentes misteriosos.
Ha llamado la atención no solo de curiosos y los medios, si no de pescadores profesionales y figuras de la televisión como Jeremy Wade, quien intentó pescar a Illie durante un episodio de su programa "Monstruos de Río". Se dice que mide más de diez metros y tiene fuerza suficiente como para volcar botes y volcarlos; y aunque no hay evidencia física concluyente sobre su existencia, los reportes siguen apilándose hasta la actualidad.

El lago Iliamna.

Locación del lago Iliamna en Alaska.
El lago Iliamna se localiza al suroeste de Alaska, tiene una superficie de 2.622 kilómetros cuadrados y es el lago más grande del estado; así como uno de los más grandes de Estados Unidos. Tiene cerca de 300 metros de profundidad y se localiza a 15 metros sobre el nivel del mar.
Debido a su locación en las tierras salvajes de Alaska, la forma más fácil de llegar a él es por medio de aviones que acuatizan en la superficie durante el verano, fecha en la cual también se puede acceder mediante un viaje en bote a lo largo del río Kyichak.
Hay pocas personas que habitan la región, aunque se sabe que ha sido habitada durante siglos por cazadores, colonos, comerciantes rusos de pieles e inclusive la gente nativa de la tribu Dena'ma.

Los Tlingit y Gonakadet, la Orca Lobo.
Una escultura del Gonakadet.
Los primeros reportes de que algo habita el lago vienen de la tribu Tlingit, quienes narraban historias del "Gonakadet" o "Wasgo"; un gran animal marino con cabeza de lobo y el cuerpo de una orca. Se le consideraba un "dios de los peces" y aparece en imágenes grabadas a lo largo de las costas de Alaska y la Columbia Británica.
Los Aleut, otra tribu esquimal, contaba con leyendas de los "Jig-ik-nak", peces monstruosos que viajaban por las aguas en grupo y atacaban canoas para matar a los guerreros de las tribus. Estas bestias eran temidas y los Aleut se negaban a cazarlas por respeto. Estas leyendas se propagaron a los colonos europeos, que se preguntaban qué rayos eran esas criaturas tan odiadas por los valerosos Aleuts.

Los primeros avistamientos.
Conforme la civilización alcanzó las frías tierras de Alaska y los vuelos llegaron a las aguas del lago Iliamna, muchos pilotos y curiosos atraídos por las leyendas comenzaron a ver grandes peces grises que nadaban cerca de la superficie y se sumergían una vez que las aeronaves se acercaban lo suficiente.
En 1979, el diario Anchorage Daily News ofreció cien mil dólares a quien pudiera probar la existencia de Illie. Hasta el día de hoy, sigue sin cobrarse la recompensa.
Sin embargo, el encuentro más extraño (y cercano) a la bestia fue el que le ocurrió a Chuck Crapuchettes, un misionario que encontró a Illie en dos ocasiones. De acuerdo al religioso, uno de sus amigos intentó pescar al pez usando un cable de acero, ganchos para pescar marlins y tiburones, y carnada consistente de trozos de caribú; los cuales ató al tren de aterrizaje de su hidroplano.
No tenía mucho de que el hombre estaba sentado en la cabina y flotando sobre las aguas, cuando la aeronave se sacudió y algo comenzó a remolcarlo. El hombre cayó del vehículo y nadó frenéticamente hacia la orilla, viendo con terror como algo desconocido jalaba su avión a lo largo del lago.
Cuando por fin se pudo recuperar el hidroplano, Crapuchettes y sus amigos se encontraron con que los cables habían sido arrancados limpiamente.

La identidad de Illie.
Un esturión blanco.
Se cree que Illie podría estar relacionado al Ogopogo del lago Okanagan al sur, en la Columbia Británica; aunque otros descartan dicha teoría al mencionar que el Ogopogo es más bien una serpiente marina que un gran pez.
El biólogo Jeremy Wade sugiere que Illie podría no ser más que un esturión blanco, el cual es nativo de las aguas de Alaska. Esta teoría es apoyada por la Comisión de Pesca de los Estados del Pacífico; quienes explican que además de ser nativo de Alaska, el esturión blanco es el pez más grande de agua dulce en América del Norte, puede llegar a pesar más de una tonelada, medir más de seis metros de largo y vivir cerca de un siglo.
La teoría del esturión como identidad de Illie puede sustentarse en sus hábitos como un pez de agua profunda, aunque pierde cierta validez al saberse que en el lago Iliamna no hay evidencia alguna de una población de esturiones blancos.

lunes, 5 de octubre de 2015

Oolonga Daglalla - El perro grande.

Mucho menos conocido que la Bestia de Bray Road o el Hombre-Perro de Michigan pero igual de perturbador, la leyenda del Oolonga Daglalla o "Long Dog" ("Perro Largo") sigue resonando fuertemente en los bosques, pantanos y praderas del estado de Tennessee.
La historia se origina en 1847 en la ciudad de Knoxville, gracias a un periódico local que escribió sobre el descubrimiento de un cuerpo destrozado, el cual fue hallado cerca de un pantano local. Algo muy grande y peligroso había masticado y desgarrado el cuerpo hasta dejarlo irreconocible. 
Se sugirió a un oso, un puma e inclusive perros salvajes... pero entre los más viejos de la zona surgió un nombre para identificar al culpable: Long Dog.

El encuentro de Piney Flats.
La historia permaneció en el olvido por casi cuarenta años, hasta que en el área de Piney Flats se descubrió una escena similar a la ocurrida en Knoxville décadas atrás. Los cuerpos de un hombre y una mujer fueron hallados en un camino cercano a uno de los pantanos de Piney Flats.
Las víctimas mostraban rasgos de haber sido atacados por perros salvajes, mordidos y desgarrados con zarpas afiladas que inclusive habían dejado marcas en el hueso. Si bien las teorías se centraron en la obra de un psicópata sanguinario y posteriormente en una jauría de perros.
Se convocó a varios cazadores, a quienes se les pagó por cada perro que mataran. Pero de nuevo, el nombre de Long Dog volvió a surgir entre aquellos que recordaban lo ocurrido en Knoxville. 

Oolonga-Daglalla:
Entre los Cherokee de la localidad se hablaba de un mítico espíritu o demonio llamado Oolonga-Daglalla. El nombre se traduce como "espectro de dientes afilados", y se creía que se trataba de un monstruoso canino de las praderas y pantanos que rugía por la noche y odiaba a los humanos.
Oolonga-Daglalla era una fuerza salvaje y malévola, vengativa y depredadora que acechaba y asesina a todo hombre y mujer lo suficientemente desafortunado para cruzar su camino. Según la mitología, el monstruo no era más que un espíritu de la venganza, una encarnación física de la naturaleza y los animales asesinados por los hombres.
El nombre fue modificado por los colonos europeos, y pasó a ser "Long Dog", en especial luego de que fuese visto por jinetes, tramperos y cazadores al poco tiempo de la ocupación de la zona.
Se le describe como la bestia más rápida de la tierra, un cazador frenético que siempre lograba matar a su objetivo. El animal elegía a una persona, y no importaba lo que ésta intentara hacer, lo rápido que se moviera o los métodos que usara para ocultarse... el Long Dog siempre lograba su cometido.
El animal saltaba sobre su presa y las torturaba, cortándolas poco a poco con sus zarpas y lamiendo la sangre que brotaba de estas.
Podía fingir una falta de interés en la presa y permitir que esta escapara... solo para volver a perseguirla y capturarla como juego. Una vez que se hartaba, Long Dog mataba con una mordida en el cuello.
A diferencia de las bestias de la tierra, el Long Dog mataba por el placer de la caza y el derramamiento de sangre. Los Cherokee le temían y evitaban ir al bosque, colocando símbolos sagrados para delimitar un perímetro y mantenerlo alejado de sus comunidades. Cualquiera que sobreviviera al ataque, era expulsado de la tribu para evitar que el Long Dog atacara la aldea; entonces la víctima debía sobrevivir en el bosque por siete días.
Una vez que ese periodo de tiempo pasaba, la persona podía volver sabiendo que el espíritu no volvería a perseguirlos jamás.

La bestia: 
El Oolonga Daglalla
El Long Dog supuestamente mide 1.80 de largo, similar a un gran felino. Es un cuadrúpedo musculoso y ágil, con patas largas, cabeza pequeña y orejas puntiagudas. La boca del Long Dog está repleta de grandes colmillos, y físicamente mezclaba los peores rasgos de un glotón, una pantera y un lobo.
Sus ojos arden con un fulgor ambarino en la oscuridad, como dos carbones. Su aliento huele a azufre y a su paso deja manchas de sangre por todos lados. Tiene el poder de devorar el espíritu y escupir el cuerpo físico hecho pedazos. Se dice que (de manera similar al zombie), las víctimas del Long Dog se levantaban como abominaciones muertas en vida.
La víctima se transformaba en un zombie sanguinario e incontrolable, que atacaba todo a su paso. Los Cherokee llamaban a esto "la esclavitud de la rabia", y se creía que la víctima perdía su humanidad hasta pasar a ser una criatura babeante, cuadrúpeda e incapaz de pensar.

El túnel Sensabaugh: La morada de Long Dog.
El túnel Sensabaugh.
En medio de Tennesee existe un túnel llamado Sensabaugh, por su proximidad al poblado del mismo nombre. Existe la creencia popular de que el túnel está embrujado, se le relaciona con un portal al infierno y más importante aún; con la leyenda de Long Dog.
Su construcción en 1920 estuvo llena de varios desastres irregulares. Los empleados, la mayoría de ellos inmigrantes chinos y europeos; eran tratados en condiciones inhumanas y prácticamente de esclavitud, sufriendo accidentes que eran ignorados por los capataces y la compañía encargada de construir el túnel.
De estos accidentes, por lo menos uno se relaciona con Long Dog. La leyenda cuenta que durante la construcción, los obreros reportaban no solo el sonido de un animal acechando en el bosque, gruñendo y aullando por las noches; si no también un inusual e inexplicable olor a azufre en el aire.
Una vez que la leyenda de Long Dog se diseminó entre los empleados, éstos se negaron a salir del campamento, mientras que otros sencillamente renunciaban. Unos más descartaron la historia como un mito de los nativos, pero aún así... siempre se mantenía una fogata encendida.
Cuando ya el túnel fue acabado y gran parte de los obreros dejó la zona, ocurrió algo imprevisto y que heló la sangre de los trabajadores que se quedaron a finalizar algunos detalles menores. Una mañana, el capataz encargado se encontró con que los obreros que pasaron la noche en el campamento habían sido desmembrados por un animal salvaje.
Asustado, el capataz volvió a la ciudad e informó a sus jefes de lo ocurrido. El Sr. Sensabaugh, escéptico, decidió adjudicarle la masacre a una manada de perros salvajes y ordenó que los cuerpos fueran enterrados en una parte profunda del túnel, la cual a su vez fue sellada con concreto.
Se dice que las víctimas de Long Dog despertaron como zombies al poco tiempo, y que hasta la fecha merodean por las inmediaciones del túnel tras haber escapado de su prisión de concreto. La leyenda urbana dice que estos zombies son los culpables de los extraños acontecimientos del túnel, y que por las noches se puede escucharlos en medio del bosque, gruñendo y gimiendo como animales salvajes.

La tumba de Molly Crenshaw.

Cerca de la ciudad de St. Louis Missouri, en el condado St. Charles; existe una tumba en medio del bosque que nadie se atreve a perturbar, pues las consecuencias podrían resultar fatales.
Por décadas, los estudiantes de la preparatoria Francis Howell han narrado la historia de Molly Crenshaw; una mujer que fue linchada y quemada durante mediados de los 1800s tras ser encontrada culpable por un muy mal año en las cosechas del pueblo. Dependiendo de la versión de la historia, Molly puede ser una mujer de descendencia haitiana o jamaiquina, una esclava liberada o practicante del vudú que era fanática de lanzar maldiciones a sus vecinos por cualquier tontería.
El final de la odiada mujer llegó durante un terrible invierno, cuando los pobladores decidieron culparla tras que las cosechas fallaran por el intenso frío. Crenshaw fue sacada de su casa, golpeada y linchada por una turba iracunda. La mujer, airada y a punto de morir por el daño infligido, lanzó una advertencia.
Cualquiera que tocara su tumba moriría.
Ignorándola, los campesinos se dispusieron a cortarla en pedazos; los cuales fueron enterrados a lo largo del campo para evitar que la bruja pudiese alzarse de entre los muertos para vengarse de la gente del pueblo.
Pero la magia de Molly siguió activa luego de la muerte de esta, pues la leyenda cuenta que por obra de una venganza extraterrenal; las piezas de la bruja se mueven año con año, acercándose poco a poco bajo la tierra como si fuesen gusanos putrefactos. ¿Y la maldición de la tumba?
Bueno, cabe mencionar que hay registros de dos jugadores de fútbol americano que intentaron robar la lápida durante la década de 1950. Ambos fueron hallados al día siguiente por el alguacil del pueblo... sus cuerpos destrozados habían sido empalados en la reja del cementerio donde Molly descansa hasta este día.

La verdadera Molly Crenshaw.
La "tumba" de Molly Crenshaw.
Aunque la historia de Molly Crenshaw tiene todo el atractivo de una producción de horror hecha en Hollywood, los historiadores locales están de acuerdo en algo: la mujer, al menos como reza la leyenda; jamás existió.
Sí hubo una Molly Crenshaw, pero no era jamaiquina o haitiana; y murió en 1913, no tras ser asesinada por una turba, si no por ingerir ácido carbólico. De acuerdo a los obituarios de St. Charles, Crenshaw era una maestra de escuela que se suicidó luego de que perdió el oído y llegó a mediana edad.

domingo, 4 de octubre de 2015

La bestia vampiro de Bladenboro.

Reconstrucción popular de la Bestia.
Durante el invierno entre 1953 y 1954, la localidad de Bladenboro, Carolina del Norte; fue sede de una extraña serie de muertes de animales cometidos por un depredador desconocido que pronto ganó fama por su brutal modus operandi: la decapitación y aplastamiento de sus víctimas, todas ellas animales domésticos.

El inicio.
La noche del 29 de diciembre de 1954, el jefe de policía de la ciudad de Clarkton (a cuatro kilómetros de Bladenboro) recibió una serie de llamadas en las cuales varios testigos de la zona narraban haber visto un depredador desconocido durante la noche, una bestia "delgada, negra y de metro y medio de largo" a la que se le achaca la muerte de un perro.
Este pequeño prólogo antecedió al 31 de Diciembre, cuando Johnny Vause; un poblador de Bladenboro, encontró muertos a sus dos perros durante la noche. Los dos animales habían sido destrozados y aplastados, y yacían en charcos de sangre, como el mismo Vause explicó al dar el reporte a la policía:
"Mis perros pelearon como los grandes. Había grandes charcos de sangre en el porche. Y un
charco de saliva en la entrada de la casa. Mató a un perro a las 10:30 y lo dejó ahí tirado. Mi
padre envolvió al perro en una manta, pero esa cosa volvió por el cadáver y se fue con él.
A la 1:30 de la mañana, regresó y mató al otro perro antes de huir. Encontramos el cuerpo tres
días más tarde, entre las ramas de un seto. La cabeza de uno de los perros había sido arrancada
y su cuerpo aplastado, como si algo lo hubiese masticado. Al otro perro le habían arrancado 
la quijada."
-Johnny Vause.
Los ataques solo comenzaban.
La noche del primero de enero de 1954, dos perros más fueron hallados en la granja de Woodie Storm; y de acuerdo a un testigo, uno de ellos parecía haber sido masticado y vomitado por algo enorme.
La noche siguiente, un granjero llamado Gary Callahan reportó que su perro fue asesinado durante la tarde de ese día. Dos perros más fueron hallados muertos el 3 de enero, y durante la autopsia, el jefe de policía Roy Fores se encontró con que el animal no tenía nada de sangre en el cuerpo. Fores también añadió que los perros mostraban rastros de haber sido "masticados" y escupidos.
Los diarios locales publicaron artículos el 6 de enero, explicando que la noche del 5, un conejo había sido decapitado limpiamente en el patio de una casa. El 7 de enero, se le sumó un perro más hallado cerca del pantano de Bladenboro.
El dueño de una gasolinera local, Julian Shaw; halló una cabra que de acuerdo a él, había sido "aplastada como si le hubiesen dado con una pala" y que estaba seguro que lo que fuese que mató a la cabra, también había estado matando vacas y cerdos salvajes desde hacia tiempo. 

El encuentro con el monstruo.
La primer descripción de la bestia llegó el cuatro de enero, cuando un residente de nombre Malcolm Frank dijo haber visto un extraño animal cruzando la calle frente a su casa. Lo describió como "de metro y veinte de largo, peludo y con rasgos de oso y pantera". 
El hijo de un hombre de Bladenboro llamado Carl Pate, declaró al poco tiempo que la noche del 3 de enero se encontró con algo "pequeño y que iba junto a una de sus crías". Un tercer avistamiento se dio esa misma noche por James Pittman; que a las once de la noche escuchó un ruido similar al llanto de un bebé fuera de su ventana. Al asomarse, vio que los arbustos al lado de su casa se movían.
Sin embargo, la descripción más clara viene de un hombre llamado Lloyd Clemmons, que fue publicado por el Wilmington Morning Star y reza de la siguiente forma:

"Tengo dos perros. Niggy, uno negro y pequeño, y Peewee; uno café y poco más grande. Mi esposa
y yo nos encontrábamos en la sala. Escuchábamos que los perros estaban intranquilos, la luz de mi
patio delantero estaba encendida y Larry Moore tenía su luz trasera iluminando el otro lado del
patio... Me asomé y vi esta cosa. Me dejó perturbado.
Era como de sesenta centímetros de alto, con una cola de treinta. Era negro y con el rostro de un
gato. Solo que jamás he visto un gato tan grande. Se movía en silencio, sigiloso, como si intentase
atrapar a Niggy y Peewee. Salté con mi escopeta y le disparé, pero solo logré que se escabullera
entre la oscuridad de la noche. Jamás lo vi de nuevo."

Un gupo de cazadores de Wilmington pasaron esa noche rastreando al animal en los pantanos cercanos al pueblo. De acuerdo con lo que encontraron, debía tener zarpas de al menos tres centímetros de largo y un peso de 45 kg. 
El movimiento circular del animal sugería que debía tener crías (lo que coincide con el relato de uno de los testigos) o una pareja cerca. 
La mañana del cinco de enero, el jefe Fores encontró al animal atacando a un perro a lo lejos; pero el canino pudo escapar a su perseguidor. Fores también dijo haber encontrado huellas cerca de la orilla de una cañada próxima a donde el animal atacó días antes. 
La señora C.E. Kinlaw encontró esa noche a un animal que parecía un puma gigantesco, atacando a un perro a tres casas de distancia de la suya. El animal corrió hacia ella al verla, pero dio media vuelta y escapó al escucharla gritar. 
Un niño llamado Dalton Norton reportó haber visto un "gran gato" la noche del 6 de enero. Según él, escuchó un ruido en el porche, como el de un bebé llorando. Entonces la cosa saltó del tejado del porche y salió corriendo hacia otra casa. 
El 11 de enero, dos automóviles se detuvieron en la carretera al encontrar a un depredador de casi metro y medio de largo. Uno de los conductores declaró que el animal tenía orejas cortas, era pardo y que había algo en él que resultaba muy perturbador.

La caza.
Fusell y Woodrow posando con el lince muerto.
Temiendo que la bestia pudiese atacar a los habitantes de Bladenboro, el jefe Roy Fores organizó una compleja cacería usando perros de ataque y a doce cazadores experimentados del pueblo. Para el día siguiente, el 5 de enero, más de quinientas personas rastrearon los bosques y pantanos usando sabuesos.
El 6, el número se incrementó a 800 personas que salieron hacia el pantano. Fores intentó usar perros para hacer salir al animal, pero el plan fue cancelado por oficiales de la ciudad debido al riesgo que suponía no solo para los canes; si no para los curiosos que buscaban encontrar al misterioso depredador.
Sin embargo, fue hasta el 13 de enero que hubo resultado alguno. Luther Davis, un granjero local; mató a un gran lince en su propiedad cerca de las 8:30 de la mañana. Woodrow Fusell, alcalde de Bladenboro; dio una conferencia en la cual explicaba que la bestia había sido asesinada por fin. Pero la población, y en especial los cazadores, se encontraban escépticos de que un gato pequeño fuese capaz de matar perros, cabras y vacas.
Ese mismo día, Bruce Soles, que viajaba de Bladenboro a la comunidad de Tabor City; arrolló a un animal desconocido con su auto. De acuerdo con Soles, el animal tenía los colores de un leopardo, medía sesenta centímetros de alto y pesaba cincuenta kilos. 

La identidad del monstruo.
Un Puma, animal que se cree era la bestia de Bladenboro.
De acuerdo a los reportes de encuentros con la bestia, el animal era definitivamente un gran felino; pero las descripciones varían desde un lince de gran tamaño hasta pumas, leones y leopardos. El cazador S.W. Garrett llegó a la conclusión de que el grito de "bebé" de la bestia era similar a los chillidos producidos por el puma, el gato doméstico y en algunas ocasiones el zorro o el coyote.
El jefe Fores y algunos cazadores de Bladenboro tenían la sospecha de que el animal era un lobo, pues los pobladores más viejos de la zona decían que usualmente se encontraban manadas de estos animales en las zonas que rodeaban el pantano.
C.E. Kinlaw dijo que el animal era un "puma gigantesco", mientras que el Bladen Journal escribió un reportaje en el cual se postulaba al glotón como el culpable más posible; mientras que en otros diarios se sostenía la creencia de que se trataba de un perro que escapó de su dueño y acabó volviéndose salvaje.
Un glotón, también llamado wolverine, carcajou o gulón.
Finalmente, el editor de la gaceta científica del Robesonian dijo que el culpable era definitivamente un gato, y que a juzgar por sus gruñidos y chillidos; era un puma famélico.
La teoría del puma fue confirmada por el programa MonsterQuest, que tras varios análisis llegó a la conclusión de que el atacante era uno de estos felinos.

¿Realidad o fraude?
Un mod del videojuego Zoo Tycoon 2, donde el animal aparece como "Vampire Beast".
Un año después, el alcalde Fussell viajó a Charlotte para conseguir copias del filme "The Big Cat" para su exhibición en Bladenboro al día siguiente. Se imprimieron folletos para el teatro que rezaban "¡Ahora pueden ver al Gato! ¡Lo tenemos en nuestra pantalla!".
Fussell mismo creía que el monstruo era un fraude, aunque fue él mismo quien llamó a los diarios para notificar los perros muertos. Encontró las muertes como algo extraño y dijo que "un poco de publicidad nunca hacía daño":
"Debíamos hacer algo. La ciudad tenía armas hasta los dientes. Incluso los niños llevaban pistolas. El jefe Fores y yo sabíamos que a alguien le iban a disparar. El animal era 90 por ciento falso y 10 por ciento verdad. Los periódicos lo llamaron 'Bestia de Bladenboro' y dijeron que era un vampiro".
-Woodrow Fussell, 1954.
El impacto de la bestia continúa hasta hoy.pues en Bladenboro se sigue realizando un festival anual llamado "El Festival de la Bestia" en el cual, la bestia de Bladenboro (también llamada cariñosamente "Bob") aparece como mascota.
En el género de los videojuegos, se puede encontrar una verstión de la bestia en el juego Zoo Tycoon 2 como parte de la expansión hecha por fans llamada "Paranoia".

lunes, 28 de septiembre de 2015

Relatos de la ruta 491.

Extraído de 4chan.
"Crecí en las comunidades de Gallup y Shiprock, Nuevo México; y he atravesado la autopista 491 en muchas ocasiones. También soy Navajo, pero no de la clase tradicional. Comenzaré diciendo que sí, la autopista 491 en las reservaciones Navajo es extremadamente aterradora durante la noche.
Hasta hace una década, la mayoría de ella era una autopista de dos carriles por la cual transitaban autos suficientes como para pasar por cuatro. Esto, obviamente condujo a una infinidad de accidentes. De hecho si conduces por la autopista durante el día, verás un gran número de cruces y monumentos.

Debo decirles que si alguna vez la transitan... NO se atrevan a recoger autoestopistas, en especial luego de oscurecer. La teoría de los Skinwalkers todavía tiene mucho poder en nuestra reserva; y puedo decirles que si alguna vez encuentran algo raro en su auto al pasar por ahí, deben tener a la mano tabaco o cenizas.
Incluso encender un cigarrillo puede ayudar. Y pase lo que pase, no deben dejar que esa cosa en su auto los toque o les arranque un solo cabello. Oh, ¿y la razón por la cual mencioné lo de los accidentes?
La ruta 491 tiene muchas historias de autoestopistas fantasma, y el tramo entre los condados de San Juan y McKinley tienen la cifra más alta de muertes por accidentes de tráfico en Nuevo México. 
Mi propia madre tuvo un encuentro con lo paranormal en ese pedazo de camino hace varios años.
Mamá trabajaba como oficial de policía a finales de los setenta, y ella y su compañero se encontraban patrullando la entonces autopista 666 (como se le conocía a la 491 entonces) a altas horas de la noche cuando se encontraron a una anciana vestida con la ropa de los Navajo, que caminaba a un lado de la autopista muy despacio. Se orillaron para ver si se encontraba bien y si necesitaba un aventón a casa. Mamá le preguntó en Navajo que si se encontraba bien... y aquí viene lo feo.
La anciana volteó y se acercó al frente del vehículo. Ahí a la luz de los faros, mi madre y su compañero se horrorizaron al darse cuenta de que bajo la pañoleta que cubría su cabeza no había más que un vacío oscuro. No tenía rostro.
Procedieron a salir disparados de ahí a más de cincuenta kilómetros por hora, sin voltear atrás o detenerse hasta que llegaron a una comisaría.

Para finalizar la historia, también puedo decirles que la autopista puede ser fantástica para conducir a la luz de la luna, y hay formaciones de roca que se ven fantásticas y le dan una vibra extraterrestre. Pero eso sí, asegúrense de llevar con ustedes un paquete de cigarrillos.
Solo por si acaso."

viernes, 25 de septiembre de 2015

La leyenda de Black Vaughan.

Kingston es una ciudad ubicada en la región de Herefordshire, en la frontera entre Inglaterra y Gales. En ella, se localiza la iglesia de St. Mary; donde en una tumba de mármol descansan los restos de Ellen y Thomas Vaughan.
Thomas fue un terrateniente del siglo XV que peleó en el lado de los York durante la Guerra de las Rosas. Fue asesinado en la batalla de Banbury en 1469, y su cuerpo decapitado devuelto a Kingston para ser enterrado. Pero la muerte no otorgó el descanso a Thomas, pues de acuerdo con la población de Kingston, Thomas Vaughan regresó de la muerte como una entidad llamada Black Vaughan; que rápidamente se hizo de una reputación negativa y llena de terror.

Black Vaughan atormentaba a los viajeros y a sus animales, aparecía en los caminos para asustar a los caballos, ocasionaba que el ganado fuera en estampida hacia el río, agriaba la leche de las vacas y en general intentaba reducir Kingston a una ruina.
La gente, asustada por Black Vaughan, comenzó a dejar de visitar Kingston y la economía del pueblo rápidamente cayó en picada; al grado de que muchos pobladores tuvieron que vender sus casas y migrar a otros sitios. El acto final, y que convenció al pueblo de que debían ponerle un alto a Black Vaughan; fue cuando el espíritu adoptó la forma de un gran toro Hereford y atacó la iglesia de St. Mary.
Un grupo de granjeros se armó de valor y peregrinó a Gales con el fin de buscar a un sabio que vivía en las montañas. Luego de escuchar sus súplicas y enterarse de lo que ocurría, el anciano exclamó: "Ah, este es un espíritu malvado y no obtendrán la paz hasta que lo pongan a descansar".
El sabio explicó qué debían hacer para que Black Vaughan descansara finalmente:
"No será fácil. Primero deberán reunir a doce personas de buen corazón y gran fuerza, y deberán llevar con ellos a una mujer y a un bebé inocente. Y deberán leerle a Black Vaughan, porque es un gran espíritu y crecerá más; pero si le leen la Biblia y rezan contra él, entonces lo dañarán. No deben dejar caer el libro, pase lo que pase. Deben pararse frente al fantasma y leer, leer, leer hasta que se encoja. Solo entonces podrán capturarlo y enterrarlo como a una rata."

Los hombres volvieron a Kingston, y durante una noche de otoño se reunieron las doce personas frente a la iglesia. Cada uno llevaba una vela y vestía un manto blanco. Se colocaron en un amplio círculo en el centro de la iglesia, donde se colocó una pequeña caja de plata en el medio. Afuera del círculo, una mujer sostenía a un niño que había nacido el día anterior. Muchos curiosos se acercaron, intentando ver qué ocurriría.
Entonces comenzaron a leer.
Se entonaron salmos, y el más viejo del grupo habló con voz poderosa: "¿Estás ahí Black Vaughan?". No hubo respuesta, pero la tensión se incrementó entre los pobladores mientras el viento fuera de la iglesia se tornó en una tempestad. Los elegidos siguieron rezando, hasta que se escuchó un ruido súbito sobre el círculo, algo que se movía en el aire y apagó una vela. Aterrorizado, el portador de ésta la dejó caer al piso, cayendo de rodillas y tirando su biblia al piso.
La muchedumbre ahogó un grito, y el bebé comenzó a llorar. De la oscuridad sobre la iglesia se escuchó una risa triunfal de ultratumba. Una a una se apagaron las velas, mientras las personas del público entraron en pánico y oración. El mal estaba en la iglesia, riéndose de ellos y jugando con su terror.
Cuando la gente intentó llegar a las puertas, el más anciano de los elegidos gritó: "¡No! ¡No se rindan! ¡No le teman! ¡Escúchenlo! Lo hemos hecho venir con nosotros... y se hace más y más pequeño. Tengan valor, amigos. Solo así lo venceremos."
Con estas palabras, los pobladores volvieron con vergüenza de que hubiesen temido que Black Vaughan fuese más poderoso que Dios en su propia casa. Black Vaughan se enfureció y se abalanzó sobre el grupo, apagando una quinta, sexta y séptima vela. Conforme la iglesia se oscureció más, la gente cayó en un silencio ominoso.
El anciano estaba correcto. La risa de Black Vaughan ya parecía más la de un niño que la de un hombre; y ese fue el detonante para que la población ganara valor. Ocho y nueve velas ya estaban apagadas. El ritual funcionaba.
La gente vitoreó al anciano, mientras éste leía como Jesús ahuyentó a los demonios de un demente. Se escuchó el ruido de algo que chocaba contra las ventanas y el techo, como si un ave estuviese atrapada dentro del templo y luchara por salir. Black Vaughan, debilitado, buscaba escapar. El anciano no se detuvo, incluso mientras se apagaban las décima y onceava velas. Tomó su vela con la mano derecha y oró porque el espíritu fuese conquistado.
La llama creció más y más brillante, hasta que iluminó tanto como las doce velas y entonces se oyó que algo pequeño caía al piso en el centro del círculo. El anciano gritó: "¡En el nombre del padre, el hijo y el espíritu santo... te ordeno, Black Vaughan, que entres a la caja que yace aquí en el piso!"

Y no hubo más que silencio.
El anciano preguntó: "¿Black Vaughan, Black Vaughan... en donde descansarás?". Se detuvo y la congregación escuchó desconcertada mientras una pequeña voz espectral dijo: "En donde sea, en donde sea... pero no en el Mar Rojo."
"Está en la caja". Anunció el anciano. La iglesia se llenó de gritos emocionadas mientras la caja fue sellada con hilo y colocada en el interior de un cofre de hierro. A la luz de una antorcha, el anciano condujo a sus compañeros y pobladores a un estanque pequeño; donde arrojaron a Black Vaughan.
Hasta este día, Black Vaughan yace en el fondo del estanque. Más enojado que nunca, siempre buscando como huir. Si se encuentra un cofre en un estanque de Kingston, se le deja solo... pues aún existe el temor de liberar a Black Vaughan.