sábado, 1 de febrero de 2014

El Charro Negro.

Si uno viaja por los caminos rurales de México durante las noches más oscuras, es posible toparse con una de las apariciones más temidas del folklore nacional: el Charro Negro.
El jinete, vestido como un charro con traje de color negro y montado sobre un caballo del mismo color, tiende a aparecer de la nada y acercarse a las personas que recorren los caminos entre los pequeños pueblos de la provincia mexicana. De acuerdo a la leyenda más popular; el charro aparece súbitamente y comienza a platicar con el viajero, siempre portándose amable. Sin embargo, al pasar por una iglesia o lugar sagrado, el charro se despedirá amablemente y se irá cabalgando por otro camino. En algún punto del camino, el charro invitará a la persona a subir a su caballo, y de aceptar; el animal empezará a correr y desaparecerá llevándose consigo a su víctima. De lo contrario, el charro seguirá cabalgando.
En caso de encontrarse a una mujer, el charro intentará seducirla con elocuencia, y tratará de invitarla reiteradamente a montar el caballo para así llevársela. En caso de que no lo logre, el charro se despedirá con un cabalgar lento en cuanto se acerque el amanecer.

¿Fantasma o demonio?

En otra variación de la historia, el charro negro es en realidad una figura demoniaca; un charro de ojos rojos con el rostro oculto por su sombrero; montado en un caballo azabache con ojos como carbón al rojo vivo y que emana vapor por la boca al respirar. 
Aparece en lugares remotos de Tlaxcala, Veracruz, Puebla e Hidalgo; a las afueras del área metropolitana de la ciudad de México e inclusive en el interior de esta, en el barrio de Coyoacán. El charro aparece al anochecer en calles y veredas solitarias, siempre en busca de un peatón a quien ofrecerle monedas de oro, las cuales saca de una bolsa pequeña que lleva siempre a la cintura. Pero claro, como siempre debe esperarse de una entidad demoniaca, el oro siempre es a cambio de un gran precio.
Algunos mencionan que el diablo se cobra con el alma de aquél que toma la bolsa, otros que al tomarla, la persona en cuestión se convierte en otro charro negro que vagará por la eternidad hasta que algún otro incauto caiga en la misma oferta.
El charro negro se ha visto también en construcciones de caminos, en el famoso Callejón del Aguacate en la ciudad de México, en carreteras y puentes; y forma parte del imaginario mexicano de la misma forma que otros espectros como la Llorona, la Mano Peluda o los Nahuales.



Tras su fantasmagórica aparición, con sus larguísimas uñas agarra una bolsa que cuelga del caballo y la ofrece a los aterrados hombres sin mediar palabra, abierta para mostrar su interior lleno de dinero y monedas de oro, y les hace señas para que alguno la tome... Y también dicen que hasta ahora nadie ha querido recibir aquella bolsa de riquezas por temor a una jugarreta del demonio... Nadie le oyó llegar ...nadie le oye marcharse, aunque todos le hayan visto desaparecer al galope sin que los cascos de su zaíno alazán tocaran el suelo... - See more at: http://almadefrontera.blogspot.mx/2012/10/el-charro-negro.html#sthash.v1mDaL74.dpuf

El Asesino del hacha de Nueva Orleans

En mayo de 1918, la ciudad de Nueva Orléans y las comunidades a su alrededor fueron sede de un asesinato que daría inicio a una racha de crímenes cometidos por un asesino que hasta la fecha, es considerado por muchos como una entidad supernatural venida del infierno.
Joseph Maggio y su esposa Catherine, fueron las primeras víctimas del asesino del hacha. La noche del 22 de mayo de 1918, la pareja dormía en su hogar localizado en la esquina de las calles Upperline y Magnolia, donde tenían un bar y una tienda de abarrotes.
La pareja fue asesinada de forma por demás sádica: sus gargantas fueron cortadas con una navaja y sus cráneos golpeados por un hacha; mientras que la policía solo encontró las ropas sangrientas y sucias del asesino.
El cuchillo de afeitar usado por el asesino para cortar las gargantas, fue hallado días después en una propiedad vecina. Andrew Maggio, hermano de Joseph; reportó haber escuchado "gruñidos extraños" en la casa unos momentos antes de descubrir los cadáveres.
En el lapso entre 1918 y 1919, hubo doce víctimas contando a los Maggio; todos ellos asesinados con un hacha, que por lo regular pertenecía a las propias víctimas. El modus operandi del asesino consistía en entrar por la puerta trasera, ejecutar ataques contra uno o más residentes del hogar usando un hacha o una cuchilla afilada, y el hallazgo de ropas ensangrentadas usadas por el asesino.

La mayor parte de sus víctimas eran de ascendencia italoamericana, lo que llevó a la policía a creer que los homicidios eran crímenes de odio, mientras que investigadores de todo el país formularon teorías que iban desde crímenes pasionales hasta que habían sido ejecutados por alguien sádico que buscaba víctimas femeninas. Los criminólogos Collin y Damon Wilson manejaron la hipótesis de que el asesino atacaba a los hombres solo cuando representaban cierto obstáculo contra sus objetivos femeninos.
Otra teoría menos probable era que el asesino asesinaba a sus víctimas para promover el jazz, ya que en una famosa carta dedicada a la gente de Nueva Orléans dijo que perdonaría las vidas de aquellos que tocaran jazz en sus casas.
El asesino del hacha jamás fue capturado, y su ola de crímenes se detuvo misteriosamente. Nunca se supo su identidad y la identidad del criminal permanece desconocida hasta este día, aunque se han manejado varias teorías sobre quien pudo haber sido.
El 13 de marzo de 1919, una carta supuestamente hecha por el asesino, fue publicada en los diarios de la ciudad diciendo que mataría cada quince minutos a partir de la media noche del 19 de marzo; pero que perdonaría a todas las personas que se encontraran en un lugar donde se escuchara tocar a una banda de jazz. Esa noche, todos los salones de baile de Nueva Orléans se llenaron al tope y cientos de músicos de jazz tocaron en fiestas privadas en toda la ciudad. No hubo asesinatos esa noche.

La carta del asesino:
Infierno, Marzo 13, 1919.
Estimado Mortal:
Nunca me han atrapado y nunca lo harán. Nunca me han visto, pues soy invisible; tanto como el éter que rodea tu tierra. No soy un humano, soy un espíritu y un demonio del infierno más caliente. Soy lo que ustedes, Orleanenses y su estúpida policía llaman el Asesino del hacha.
Cuando sienta que es adecuado, vendré y reclamaré otras víctimas. Y solo yo sé quienes serán. No dejaré pista alguna además de mi hacha ensangrentada, manchada con la sangre y cerebros de quienes haya yo mandado al infierno para hacerme compañía.
 Si deseas, puedes decirle a la policía que sea cautelosa de no molestame. Por supuesto, soy un espíritu razonable. Y no me ofendo por el hecho de que hayan elaborado investigaciones en el pasado. De hecho, han sido tan increíblemente estúpidos que no solo me entretienen a mí; si no a su Satánica Majestad, Francis Josef, etc. Pero díganles que tengan cuidado.
 No los dejen descubrir qué soy, porque sería mejor que no hubiesen nacido si es que llegan a incurrir en la furia del Asesino del hacha. No creo que haya necesidad de soltar tal advertencia, pues estoy seguro que la policía siempre me va a evitar, como han hecho en el pasado. Son sabios y saben como mantenerse alejados de cualquier posible daño.
 Indudablemente, ustedes Orleanenses, creen que soy el asesino más horrible de todos; lo que de hecho soy, pero podría ser mucho peor si así lo deseara. Si lo deseara, podría visitarlos a todos y cada uno de ustedes cada noche. A voluntad, podría matar a miles de sus mejores ciudadanos; pues tengo una relación cercana con el Ángel de la Muerte.
Ahora, para ser exacto, a las 12:15 (tiempo de la tierra) de la noche del próximo Martes, voy a pasar de nuevo por Nueva Orléans. En mi infinita piedad, les haré una proposición. Y aquí está: soy fanático de la música jazz, y juro por todos los demonios de las regiones inferiores que cada persona será perdonada, siempre y cuando en sus hogares toque una bandda de jazz en dicho momento. Si todos tienen una banda de jazz tocando, bueno, digamos que será lo mejor para ustedes.
Algo es seguro, y eso es que aquellos de ustedes que no toquen jazz en la noche del Martes, sin duda recibirán un golpe de mi hacha.
Bueno, tengo frío y ansío el calor de mi nativo Tártaro; por lo que es tiempo de que deje su hogar terrenal y cese mis acciones. Esperando que publiquen esto, y que todo les salga bien; soy, he sido y seré el peor espíritu que jamás ha existido tanto en la realidad como el reino de la ficción.
-El Asesino del hacha.

Gashadokuro - El Gigante Esquelético




Versión animada de un Gashadokuro.

En la mitología japonesa, el Gashadokuro (o Gasha-dokuro) es un espectro de proporciones titánicas que se manifesta como un gigantesco esqueleto que ronda por el campo durante las noches más oscuras. El Gashadokuro hace castañear sus dientes y huesos, produciendo un sonido de "gachi gachi" (de donde proviene su nombre, que en español se traduce aproximadamente como "esqueleto castañeante"). El Gashadokuro se acerca silenciosamente a sus víctimas y las atrapa, aplastándolas con sus enormes manos o decapitándolas de un mordisco.
Se cree que el Gashadokuro se forma a partir de los cadáveres de soldados y víctimas de la hambruna que mueren sin recibir los ritos funerarios apropiados. Incapaces de trascender al siguiente plano de existencia, renacen como fantasmas hambrientos que merodean eternamente en busca de alimento.
Al morir con cólera y dolor en sus corazones, estos sentimientos se fermentan hasta volverse un rencor hacia los vivos; y es ese rencor que ocasiona que los huesos de cientas de víctimas se combinen hasta formar el gigantesco monstruo conocido como el Gashadokuro; el cual es demasiado grande y poderoso para ser derrotado.
El Gashadokuro existe hasta que su cuerpo desaparece, pero dado que en la actualidad es poco común que las personas mueran por inanición o en un combate; estas abominaciones son muy raras.

Draugr

Representación moderna de un Draugr.
Una de las variaciones más aterradoras del zombie, el mito del Draugr (también conocido como Draugur, Dreygur o Draugen o Aptrganga) aparece en la mitología del norte de Europa; donde se manifesta como el cadáver reanimado de un guerrero vikingo que usualmente protege los tesoros con los que se le enterró.
Los Draugar (plural) tienen una fuerza sobrehumana, pueden incrementar su tamaño a voluntad y van acompañados del inconfundible olor de la putrefacción. Un Draugr puede tener o no consciencia de quién es, y existe ya sea para proteger su tesoro, ocasionar el caos o atormentar a aquellos que lo dañaron en vida.
Thorolf, un Draugr famoso; es decrito como "incorrupto, con un aspecto feo... hinchado hasta tener el tamaño de un buey", con un cuerpo increíblemente pesado y con las habilidades de reformarse a partir de una nube de humo y el poder "nadar" a través de roca sólida, una habilidad que usa para salir de su tumba.
En el folklore, los Draugar matan a sus víctimas de maneras diversas: desde aplastarlos con su gran peso, devorar su carne, crecer para poder devorarlos enteros, obligándolos a volverse locos e incluso el beber su sangre.
La presencia de un Draugr puede volver loco a un animal; e incluso algunos más poderosos son capaces de hacer que las aves de un área cercana a su tumba mueran instantáneamente, y enloquecer a las personas.
Tienden a atacar a los animales y a los pastores.
También se cree que los Draugar poseen habilidades mágicas conocidas como "trollskap", que incluyen el cambio de forma, manipulación del clima y el poder ver el futuro. Se cree que un Draugr puede transformarse en una foca, un gigantesco toro sin piel, un caballo gris sin orejas y cola; o un gato que se trepa al pecho de las personas que duermen, y se vuelve más y más pesado; hasta que la víctima se sofoca.
El Draugr Thrain podía transformarse en un animal similar a un gato en la saga de Hromundar.
Los Draugar también pueden entrar a los sueños de los vivos, de lanzar maldiciones, ocasionar enfermedades y crear oscuridad durante el día. Si bien un Draugr prefiere operar durante la noche, no es afectado por los rayos del sol como un vampiro; y su presencia se hace anunciar gracias a una poderosa luz que sale de un túmulo en el cual yace un vikingo muerto.
Los Draugar son inmunes a ser heridos con armas, y solo un héroe con la fuerza y valor suficientes puede hacerle frente a tan formidable enemigo. El hierro puede herirlos, pero no lo suficiente para matarlos; y el método más efectivo para matarlos es cortar la cabeza de un Draugr, quemar el cadáver y arrojar las cenizas al mar; todo esto para hacerle saber al Draugr que está muerto.
Los Draugar pueden ser de un color azul pálido, azul oscuro o de un color verdoso.
Harald Jakkalson, un draugr del cómic "Thor: Vikingos" de Marvel Comics.
Creación de un Draugr.
Para saber si un cadáver se transformará en un Draugr, se debe cerciorar que el cadáver esté en una posición horizontal. Si se encuentra de pie o sentado, esta es una indicación que se levantará como un Draugr. También, una persona particularmente cruel, codiciosa y malvada se transformará en un Draugr. 
A diferencia de los fantasmas de la tradición occidental, el Draugr permanece en tierra con la finalidad de proteger su oro y ocasionar el mayor caos posible; pero también (al igual que un zombie), una persona puede transformarse en uno de estos seres si es mordido por uno.
En la saga de Grettir el Fuerte, el personaje Glámr se transforma en un Draugr luego de luchar con uno; y en la saga de Eyrybiggia; un pastor es asesinado por un Draugr, volviendo a la noche siguiente como uno.
Para evitar la transformación en un Draugr, se deben colocar unas tijeras abiertas sobre el pecho de un recién fallecido, y se deben colocar ramas y paja entre sus ropas. Los dedos pulgares del pie deben atarse con agujas insertadas a través de la planta del pie, para impedir que el Draugr camine.
También se dice que el ataúd debe ser cargado y bajado en tres diferentes direcciones mientras se le retira de casa para confundir el sentido de orientación del Draugr.
Aunque el método más efectivo era el de "la puerta del cadáver"; en el cual se debía conducir al cadáver con los pies al frente, para que no pudiera ver por donde iba. En la saga de Eyrbyggia, los Draugar en el hogar de Kiartan fueron conducidos por la "puerta del juicio", donde pasaban y eran juzgados, para luego ser forzados a salir del hogar por medio de este método. El hogar era entonces purificado para evitar que volvieran.
Un Vargul del videojuego "World of Warcraft", basado en los Draugar.
En historias más recientes, el Draugr supuestamente es el espíritu de un marinero ahogado en el océano. En Escandinavia, se dice que la criatura posee una forma humana, con excepción de una cabeza compuesta enteramente por algas. En otras historias, se le describe como un pescador sin cabeza que navega en un barco partido a la mitad.
Estos mitos son comunes en Noruega, donde inclusive la municipalidad de Bo tiene el bote partido de un Draugar en su escudo de armas.
Otra leyenda de Tronderlag habla sobre como un cadáver que yacía en una playa se volvió objeto de conflicto entre los dos tipos existentes de Draugar. Otra fuente similar habla del Gleip, que se sujeta de los marineros que vagan por las costas y los hace caer a las aguas gélidas.
Una variedad de Draugr en el videojuego "The Elder Scrolls V: Skyrim",
Los Draugar, al igual que otros elementos de la mitología nórdica como Thor, Loki o el Nidhoggr; aparecen en la cultura popular de maneras diversas, casi siempre como figuras antagónicas con habilidades que van desde las usuales de los zombies al estilo de George A. Romero, hasta criaturas mágicas e indestructibles.
En el cine, la película "Draugar" narra la historia de un futuro apocalíptico en que la humanidad está en guerra con las criaturas. La película de zombies "Dead Snow", trata de soldados del Tercer Reich reanimados para proteger su oro.
En la saga del Señor de los Anillos, los Tumularios son espectros basados en los Draugr; ya que permanecen cerca de tesoros enterrados.
Los nazis reanimados de "Dead Snow".
Los Draugar aparecen como enemigos en The Elder Scrolls V: Skyrim, Lollipop Chainsaw, The Secret World, The Witcher 2 y World of Warcraft; siendo en este último donde aparecen en múltiples formas que van desde gigantescos vikingos vampíricos llamados Vrykul, los Kvaldir, una raza de gigantes acuáticos cubiertos de algas; los Vargul, versiones putrefactas de los Vrykul; y las Val'kyr, entidades espectrales que asemejan a las valquirias.

martes, 28 de enero de 2014

El Toyol.

Un Toyol en la película "Alamak, Toyol!"
En el sureste asiático, existe una creencia en los poderes del Toyol, un espíritu del folklore que esusado para obtener diversos favores a cambio de sangre humana.
Se le conoce también como Kwee Kia, o Koman-tong (para un Toyol masculino) y Koman-lay (para uno femenino). En las Filipinas se cree en un espíritu infantil llamado el "nyanak", mientras que en Camboya se les conoce como "Cohen Kroh". En Corea del Sur existen también como los "Do Yeol".
El Toyol es un espíritu invocado por un duikun (un tipo de chamán indonesio) o un pawang (médico brujo malayo) a partir de un feto muerto, mediante magia negra. Esta criatura puede ser invocada para trabajar con un humano bajo sus propios términos.
Hay tres formas de obtener un Toyol: comprárselo a un hechicero de magia negra, usar técnicas especiales de embalsamamiento con un feto abortado, o invocar al espíritu.
Debe tomarse en cuenta que el Toyol es esencialmente un niño, y debe tratársele como a uno vivo. Se le deben hacer las siguientes ofrendas con el fin de desarrollar un lazo afectivo con él: servirle un vaso de leche cada mañana, regalarle juguetes, ropa, dulces y panecillos; rezarle usando una vela negra e incienso;  finalmente el dueño debe dejar caer gotas de su propia sangre en el figurín del Toyol.
Un Toyol.
 El dueño puede usar al Toyol para robar cosas y ocasionar el caos. De acuerdo a una superstición bien conocida, si el dinero o la joyería de alguien comienza a desaparecer misteriosamente; un Toyol fue responsable de ello,  la única forma de ahuyentarlo es poner agujas bajo el dinero, pues los Toyols le tienen miedo a las agujas.
Según la mitología de la isla de Java, la criatura es mantenida por un practicante de magia negra, en especial un tipo conocido como "pesugihan tuyul", la cual es una rama de la brujería enfocada en enriquecer de manera instantánea a una persona; siempre y cuando el dueño ejecute rituales y ofrendas necesarias para mantener feliz al Toyol. Según este mismo mito, el Toyol (o tuyul) debe ser alimentado con el pecho de una mujer; solo que el Toyol extrae sangre en lugar de leche materna.
En algunas aldeas, se sabe que los Toyols pueden ser usados para sabotaje y crímenes menores; pero con rituales específicos, el espíritu puede incrementar su poder e inclusive gana la habilidad de cometer asesinatos. Si una persona se vuelve rica inexplicablemente, se sospecha que mantiene un Toyol escondido en un tarro o urna, las cuales son guardadas en un lugar oscuro hasta que sea necesitado.
No se sabe qué ocurre para terminar un contrato con un Toyol, aunque se cree que la urna conteniendo la figura debe ser enterrada en un cementerio para hacer descansar al espíritu. Otro método posible es arrojarlos al mar, o de lo contrario; un Toyol puede ser pasado de generación en generación, lo que sugiere que una vez que se obtiene uno; todos los descendientes del dueño estarán condenados a hacerse cargo del espíritu.
También puede ser exorcizado por el dueño o un "bomoh" (un chamán), y ya al no tener un amo; el Toyol puede vagar libremente por la selva o visitar casas como un observador incapaz de interactuar con los residentes. Según una tradición oral, un Toyol confesó una vez que le gusta mirar las vidas de las personas sin molestar, aunque también le gusta jugar con juguetes encontrados en algunas casas.
Así pues, el Toyol sin amo es una criatura es inofensivo; pero al igual que un arma, puede volverse peligroso si una persona sin escrúpulos lo consigue dominar.
El Toyol es capaz de robar joyería y dinero aún si están ocultos, pues es capaz de ver a través de barreras y muros usando sus gigantescos ojos rojos para encontrar cualquier posible objeto de valor. Luego de robar, los únicos rastros de su presencia son huellas de pies y manos pequeños encontradas en la escena del crimen si es que había polvo o el Toyol estaba sucio.
También se maneja que una vez que una pareja va a casarse, si uno de los familiares cuenta con un Toyol; la criatura visitará a los recién casados durante la noche de bodas, y que succionará sangre del pie de la novia hasta que ésta despierte. Esto incrementa los poderes del Toyol, pues luego de chupar el pie de la novia, el espíritu se hará más rápido y fuerte.

Las debilidades del Toyol se encuentran primariamente en su poca inteligencia. Pueden ser engañados fácilmente con canicas, frijoles, arena y dientes de ajo colgando de una puerta o puestas en alguna parte de la casa. El Toyol comenzará a jugar con estos objetos hasta que olvide qué hacía en casa de la víctima. Otro método es poner el dinero bajo espejos, ya que los Toyols temen a su reflejo.
eir reflection.

El Koman-tong y la Koman-lay.
En Tailandia, los Koman-tong masculinos y las Koman-lay femeninas, también conocidos como "Niños Dorados"; son usados para protección, pues se supone pueden susurrar al oído sobre peligros inminentes. Los Koman-tong son espíritus de niños muertos que los monjes adoptan para darles un cuerpo de "reemplazo", el cual es usualmente una figurita hecha de corteza de árbol, coral o huesos de bebé. Entonces se les pone en un contenedor y se les baña en perfume o sangre de pollo.
Los Kuman-tong más poderosos son hechos por hechiceros que viven en las montañas mediante un ritual que involucra un cuerpo de reemplazo siendo bañado en el aceite de un cadáver. Este ingrediente es crucial para darle más poderes al Toyol. Este aceite se obtiene cortando la barbilla de un cadáver y cocinándola en una olla hasta que la carne y la grasa se vuelvan un aceite espeso.
 
Kwee Kia.
 En China, el Kwee Kia es un muñeco hecho a partir de un feto abortado. Un médium toma estos pequeños cadáveres y les corta la cabeza. Una vez que las cabezas han sido recolectadas, son secadsa y cocinadas para obtener aceite de cadáver, mientras los huesos de sus cuerpos son tallados para convertirse en cuerpos de reemplazo. Se dice que deben ser ordenados especialmente antes de poder obtener uno.
Si el feto tiene cinco meses, se debe hacer el cuerpo de reemplazo a partir de sus propios huesos; y en dicho caso se vuelven más poderosos. Los Kwee Kia de las montañas son supuestamente más la variedad más poderosa existente.
 
Las reglas del Toyol.
1. El Toyol protegerá a su dueño, hablará con él y hará cosas por él. Algunos Toyol pueden ser asignados a buscar espíritus vagabundos de niños para que puedan convertirse en Toyol.
2. No les gusta ser abandonados, y matarán si se les provoca. Pueden matar cortando la garganta con sus afiladas garras o estrujando el corazón de una persona.
3. Pueden pasar a través de muros e incluso cuerpos humanos para ver dentro de ellos. Algunos médiums los usan para diagnosticar enfermedades.
4. Pueden tomar posesión del cuerpo de su dueño si están hambrientos durante la noche. Debido a que prefieren la carne cruda, el dueño a veces comerá carne cruda a mitad de la noche, sin siquiera enterarse. El comer carne cruda hace al Toyol mucho más poderoso.
5. Son extremadamente celosos, en especial cuando saben que un bebé viene en camino.
6. Sus poderes aumentan cada año.
7. El dueño debe darle de comer sangre el 14 de cada mes, y son muy melindrosos respecto a sus patrones de alimentación. No tocarán algo como una toalla sanitaria, pues les disgusta.
8. Son usados por sus dueños para obtener información.
9. Pueden darle a sus dueños información sobre una mesa de apuestas, pero esto es demasiado difícil ya que los casinos usualmente tienen sus propios Toyols cuidando el lugar. El casino también emplea a maestros espirituales para bendecir el lugar y que los Toyols ajenos no puedan acceder al interior. El dueño tiene más suerte si juega con sus amigos o en un lugar sin protección.
10. Los Toyols también son usados por quienes dicen la fortuna, ya que por lo regular son enviados hacia casa de un cliente para obtener información específica que le permita al dueño saber ciertos datos específicos.
11. Incluso pueden ayudar a su dueño a seducir mujeres.
12. Pueden tornarse en contra de su dueño; en especial si viene un bebé en camino. Se volverán celosos, harán que el dueño tenga mala suerte y pierda objetos.
13. Al obtener un Toyol de un maestro espiritual, él debe enseñar todas las formas de controlarlo. Enseñará cantos para darle instrucciones al Toyol como por ejemplo, cuando comer, buscar información necesaria para el dueño o hacer cosas en específico. También hay un canto que le indica al Toyol  que será golpeado o encerrado si no obedece.
14. Si no se le cuida, a veces creará problemas para el dueño; así que debe ser llevado al maestro espiritual para que el Toyol pueda quejarse con su creador sobre las actitudes de su dueño.
15. Para deshacerse de un Toyol, se debe llevarlo de vuelta a su creador. Pero las complicaciones pueden surgir si el maestro muere. Entonces debe buscarse al discípulo de éste para arreglar el problema. Si no hay discípulo disponible, entonces habrá mayores complicaciones y debe llamarse a otros maestros espirituales o exorcistas para convencer al Toyol de irse.
16. Lo que el Toyol desea más que nada, es reencarnar o renacer. Pero algunos no eligen ese camino porque al reencarnar pueden no renacer como humanos. Por lo que son y lo que han hecho, son juzgados por los dioses y deben pasar por ciclos de cientos de años (renaciendo como animales) antes de poder volver a renacer como humanos. Por eso prefieren seguir siendo Toyols. Un dueño puede elegir que su Toyol ocupe el cuerpo de un hijo antes de nacer.
17. En caso de que su botella o urna se rompa, el Toyol será más poderoso ya que está libre y no hay nada que lo contenga. El dueño puede ser castigado por romper la botella, y debe conseguir una botella nueva y rellenarla con aceite de cadáver.
18. Al igual que un niño, para que el Toyol pueda conseguir algo; deben dársele instrucciones específicas. Por ejemplo, para que pueda obtener una cantidad específica de dinero; se le deben enseñar primero las denominaciones del dinero, decirle que será recompensado por cada denominación distinta (por ejemplo, 10 dólares a cambio de un dulce, 50 a cambio de más dulces); o mostrarle como se ve un billete de cierta cantidad y decirle cual será la recompensa si es que trae un billete idéntico.
 19. No pueden hacer predicciones para números de cuatro cifras o más, pero hay raros casos en los que un Toyol poderoso puede pedirle los números a un fantasma.
20. Entiende varios lenguajes.
21. Le gusta ser tratado como un bebé. Disfruta ser abrazado y que le canten canciones de cuna. A veces bajo la cama de un dueño, habrá juguetes, canicas, carritos y chupones. También le gusta que le den dulces y juguetes. Algunos incluso pueden usar un triciclo. También se supone que les gusta jugar con agua.
22. Para saber si la casa tiene un Toyol, puedes acomodar varios carritos en una línea. Con el tiempo verás que se han movido de lugar.
23. Durante la hora de la comida, el Toyol y su dueño deben comer juntos. Se le debe dar un plato de la misma comida que el dueño. Y si el dueño olvida hacer esto, a la mañana siguiente encontrará moretones en su cuerpo como advertencia. Si la circunstancia no les permite comer juntos, entonces el Toyol debe comer primero que el dueño. La comida que se le ha ofrecido a un Toyol, supuestamente se pudre más rápido.
24. No se puede abandonar a un Toyol en un país extranjero. Se supone que pueden adherirse al equipaje y volver de regreso a casa por sí solos.
25. El Toyol se alimenta de la sangre de su dueño, y eventualmente establece un enlace con él; por lo que al pasar el tiempo, el lazo es tan poderoso que no hay necesidad de palabras habladas, y los dos se pueden comunicar mediante "el corazón". Llega incluso al grado en que puede leer el pensamiento de su dueño y en algunas ocasiones pueden saber que el dueño inclusive quiere abandonarlos. Por esto, se comunican con su dueño mediante sus sueños.
26. El Toyol se quejará con su dueño si no se le trata bien. Debe querérsele como a un hijo. Muchos dueños de Toyols no saben que tienen una responsabilidad con ellos, y solo se preocupan de los beneficios que traen. No son mascotas que pueden ser abandonadas.
27. Los malayos pasan el Toyol a sus hijos porque saben que el espíritu lo ha ayudado y quieren que haga por sus hijos lo mismo que hizo por ellos.
28. Inicialmente, no se sabe que el Toyol está en una casa; pero al pasar el tiempo, se puede percibir perfectamente por donde anda y qué está haciendo.
29. Hay Toyols femeninos, pero los masculinos son más comunes porque las niñas Toyol son más peligrosas y difíciles de controlar. El lazo con sus dueños es más fuerte y más cercano, y por ello son más posesivas y celosas. También tienden a ser demasiado tercas, y si quieren algo en específico; no negocían por ello. Prefieren muñecas en lugar de carritos, y no harán todas las cosas que un niño Toyol haría. Son más hogareñas y no harán cosas como robar, pero defienden el hogar y atacan a los ladrones. Debido a su "falta de efectividad" y problemas de control, las Toyols femeninas no son comunes.
30. Los Toyols deben ser vestidos. Los dueños deben comprarle ropa para bebés y ponerla en un gabinete para que puedan usarla.
31. Si el Toyol sabe que el dueño planea destruirlo, se asegurará de que el dueño muera también.

Teke Teke

Teke... teke... teke... teke...
La leyenda de Teke Teke es, junto a la Kuchisake-Onna (de quien ya se habló anteriormente); quizás una de las más aterradoras de Japón, y uno de los motivos por los cuales las personas evitan las estaciones de tren con pocos usuarios durante la noche.
Se rumora que la Teke Teke es el nombre dado al fantasma de una colegiala japonesa que merodea las estaciones de trenes en el país oriental. En vida, la joven fue muy asustadiza, y sus conocidos eran fanáticos de hacerle bromas.
Un día, mientras esperaba el tren que la llevaría de vuelta a casa luego de la escuela, una de sus amigas le puso una cicada (un insecto ruidoso y de gran tamaño que aparece durante los veranos en Japón) en el hombro. Tristemente, esta broma resultó fatal; pues la chica se aterró tanto por el insecto, que cayó de la plataforma y fue arrollada por un shinkansen (el tren más veloz de Japón), y su cuerpo fue partido justo por la cintura.
Un tiempo después, comenzaron a aparecer reportes de usuarios del tren que durante las noches veían a la distancia a una figura arrastrándose entre las sombras, o solo un sonido que se escuchaba como un "teke teke" o "bata bata", ya que se supone es el ruido que hace al arrastrarse por el suelo.
La leyenda más conocida de la Teke Teke es la siguiente:

Un niño caminaba de regreso a casa durante la noche. Al cruzar las vías del tren, vio a lo lejos a una jovencita muy hermosa que asomaba por un balcón; recargada en sus codos. Ambos intercambiaron miradas y se sonrieron el uno al otro por un segundo.
"¿Donde están mis piernas?" preguntó ella.
El niño no entendió y le respondió "No sé".
Entonces la chica saltó del balcón y reveló que la mitad inferior de su cuerpo era inexistente. Aterrado por la deformidad de la chica, el niño intentó correr; solo para ser partido a la mitad por la Teke Teke, que se abalanzó sobre él con la velocidad de un tren.

Reiko Kashima.
Otra variación de la historia trata sobre otra chica, Reiko Kashima (Kashima Reiko, según la tradición de nombres japoneses), que murió al ser arrollada y perdió sus piernas. Kashima Reiko parece ser la abreviación de Kamen Shinin Ma (Máscara, persona muerta demoniaca). Kashima acecha los cubícolos de los baños y le preguntará a un ocupante donde están sus piernas. Al responder inorrectamente, Reiko arrancará las piernas del individuo, y para salvarse; se debe decirle que sus piernas están en el andén de la estación Meishin, y responder "Kashima Reiko" si pregunta quién dijo eso.

Se dice que el solo leer o narrar la historia de la Teke Teke, ocasiona que el espíritu se manifieste la próxima vez que el lector o narrador se acerque a las vías de un trén.






Cabeza de vaca.

Una de las leyendas urbanas más crípticas en Japón es la de "Cabeza de Vaca" (gozu, en el japonés original); una historia que según el imaginario popular, es tan espeluznante que el solo hecho de contarla puede desencadenar eventos sobrenaturales.
La leyenda de Cabeza de Vaca data del siglo XVII, con rumores que dicen que el solo escucharla narración de dicha historia ocasionó que los habitantes de una aldea se vieran presas de un terror tan grande que tuvieron escalofríos por días, antes de morir finalmente del susto.
El gobierno local habría considerado a la historia demasiado peligrosa, y las copias existentes en papel fueron quemadas para evitar repeticiones del incidente original. Las pocas copias que pudieron salvarse, fueron cortadas en pedazos y distribuidas a lo largo del país; y hasta hoy se cree que las versiones que se cuentan son solo fragmentos del original.
Un rumor reciente narra la historia de un maestro de escuela que, inexplicablemente, logró conseguir uno de los fragmentos de "Cabeza de Vaca". Según el rumor, el maestro llevaba a sus estudiantes a un viaje escolar, y era fanático de entretenerlos en el trayecto con historias de fantasmas. Los estudiantes, que casi siempre se volvían incontrolables en los viajes; desarrollaron la tendencia de calmarse al escuchar los terroríficos relatos del docente, como una fasinación bizarra y mórbida por dichos relatos.
En uno de esos viajes, el maestro les dijo que les contaría el legendario cuento prohibido conocido como "Cabeza de Vaca", pero antes de que pudiese siquiera terminar la primer oración de la historia, los chicos coenzaron a sentir pánico. "¡Deténgase!", gritaron. "¡No nos la cuente!"
Un niño se tornó pálido y cubrió sus oídos, mientras que los otros comenzaron a gritar. Pero el profesor jamás se detuvo.
Se dice que sus ojos se volvieron blancos y que procedió a terminar la narración como si estuviese poseído por una fuerza sobrenatural. Luego de una hora, el hombre recobró el sentido y se dio cuenta de que el autobús había caído a una zanja. Todos los estudiantes se habían desmayado y tenían espuma en la boca, mientras que el conductor yacía sobre el volante, sudando y temblando.
No se sabe qué ocurrió después, pero el profesor jamás volvió a narrar la historia de "Cabeza de Vaca".