miércoles, 14 de octubre de 2015

Penanggalan.

De la infinidad de vampiros que pueblan el folklore del sureste de Asia, pocos son tan desconcertantes como el Penanggalan o "Hantu Penanggalan". Es similar al Manananggal de las Filipinas, y su nombre significa "remover" o "soltar".
Esta criatura aparece con muchos nombres entre los diversos grupos étnicos de Indonesia. Los balineses le llaman Leyak, los Dayak le dicen Kuyang, los Minangkabau le dicen Pelesit; en Tailandia se le conoce como Kasu o Phi-Kasu, y en Camboya es el Ap.

Descripción.
El Penanggalan es, para todos propósitos, una cabeza de mujer que vuela por los aires y es seguida por sus intestinos y entrañas, los cuales cuelgan tras ella como la cola de una cometa. Todos estos órganos tienen la extraña propiedad de brillar como luciérnagas cuando el Penanggalan se mueve entre la noche.
Se cree que es el resultado de magia negra, y por lo tanto no puede ser clasificado como un fantasma o un no-muerto; pues durante el día es una mujer común y corriente.
Este monstruo se crea cuando una mujer hace un pacto para ganar poderes sobrenaturales. Para cumplir ese pacto, debe evitar probar carne durante cuarenta días; de lo contrario se transformará en un vampiro demoníaco. 
Otra variación de la historia reza que el Penanggalan fue en alguna ocasión una sacerdotisa que tomó un baño ritual en una bañera llena de vinagre. Al meditar, un hombre entró sin advertencia y la asustó tanto que la mujer se sacudió con la fuerza suficiente para decapitarse a sí misma.
Furiosa por lo ocurrido, la cabeza salió volando tras el hombre; con las entrañas arrastrando tras de sí y chorreando veneno. Su cuerpo vacío fue dejado en la bañera, y se dice que por ello el Penanggalan deja un fuerte olor a vinagre por donde pasa; y que si bien vuelve a ser una mujer al amanecer, puede ser reconocida fácilmente por el aroma que desprende.
Finalmente, se cree que también es el alma de una mujer que murió al dar a luz.

Modo de ataque.
El Penanggalan usualmente ataca a mujeres embarazadas y niños pequeños. Siempre que una mujer va a dar a luz, aparece y se posa sobre el tejado de la casa donde está naciendo el niño. Al nacer el pequeño, lanza un grito similar al de la Banshee y entonces vuela al interior de la casa y usa su lengua para succionar la sangre de la madre.
Aquellos cuya sangre es chupada por el Penanggalan contraen una enfermedad que es siempre fatal, mientras que ser tocado por sus entrañas chorreantes produce dolorosas pústulas que solo pueden ser sanadas por un sacerdote o un médico brujo.
Aunque puede consumir carne y sangre de cualquier persona, el Penanggalan prefiere el líquido vital de los bebés y la placenta. Se dice que el este monstruo puede "escurrirse" entre las grietas de las paredes y las tablas del piso de una casa a la hora de buscar a sus víctimas. También pueden usar sus intestinos como tentáculos y látigos.

Protección contra el Penanggalan.
De acuerdo con la tradición de Malasia, la forma más popular de detener el ataque de un Penanggalan es el dejar las hojas espinosas de una planta llamada Mengkuang. Se dice que las espinas de esta planta pueden perforar y atravesar los órganos del monstruo a la hora de que este vuela por los aires.
También se puede dejar piñas en la casa, las cuales evitan que el Penanggalan entre por las paredes o el piso. Una vez atrapado, el monstruo es incapaz de volar y puede ser matado con machetes. Como precaución extra, se deben dejar tijeras o pinzas de acero bajo la almohada de una mujer embarazada, pues el Penanggalan les teme.
Para detectar a uno de estos seres, se debe prestar atención al comportamiento de mujeres sospechosas. Un Penanggalan en forma humana evitará el contacto visual a la hora de hablar con una persona, se lame los labios al escuchar mencionar a mujeres embarazadas o bebés; o sencillamente apestará a vinagre.
Al descubrirse donde vive, se debe esperar a que salga de su cuerpo por la noche y entrar a la casa; con el fin de rellenar el cuerpo vacío con fragmentos de vidrio que se introducen por la cavidad del cuello. Una vez que el vampiro regrese y se inserte en su cuerpo, el vidrio lo destrozará y lo matará. Otra forma de acabar con ellos es cremándolo o santificando el cuerpo, aunque también funciona el prevenir que pueda volver a casa al amanecer.

El Manananggal y el Penanggalan.
Si bien son parecidos y comparten rasgos similares, el Penanggalan difiere de su primo por el hecho de que a diferencia de este, todos los Penanggalan son femeninos. Otra diferencia es que el Penanggalan tiene un ritual específico para volver a su cuerpo, el cual consiste en sumergir sus órganos en vinagre y encogerlos para permitirles caber en el cuerpo hueco.
Tampoco tiene la lengua probóscide del Manananggal, pero a cambio de ello posee colmillos afilados en toda la boca.

lunes, 12 de octubre de 2015

La dama enlutada.

La siguiente historia tuvo lugar hace años en San Luis Potosí, durante una fría noche de noviembre. En ella, se relata el escalofriante encuentro de un taxista con una misteriosa pasajera que lo lleva a visitar varias iglesias de la localidad y que lo deja con una sorpresa poco menos que agradable...

"Era el mes de noviembre.
Abel, un taxista, se encontraba conduciendo su vehículo a las dos de la mañana luego de una jornada particularmente pesada. Su último cliente se bajó en las orillas de la ciudad, cerca de una iglesia conocida como el Templo del Señor del Saucito; que se se encuentra cerca de un panteón con el mismo nombre.
Cansado, Abel decidió conducir de vuelta a su hogar y terminar la jornada laboral; pero tuvo a mal encontrarse con una mujer vestida de negro que le hizo la parada. El taxista decidió llevarla, mitad preocupado por el bienestar de la dama a esas altas horas de la madugada, y mitad decidido a ganar unos centavos más.
Al abordar, la misteriosa mujer le pidió que la llevara a varios templos, a lo que Abel repuso que a esa hora no había ninguno abierto; pero la mujer fue insistente y le dijo que no buscaba entrar en ellos, si no rezar frente a las puertas. Resignado, el hombre la llevó a cada uno de sus destinos; y al acercarse a la séptima iglesia, la mujer con el rostro cubierto por un velo, le pidió que por favor la dejara donde había hecho la parada.
Para desconcierto de Abel, la dama le dijo que no contaba con dinero, pero explicó que su hermano pagaría todo al día siguiente si el taxista lo visitaba y le contaba lo ocurrido. Como prenda, le entregó una medalla con su nombre: "Socorro", así como una carta para su hermano.
Al taxista no le quedó otra más que aceptar y guardar ambos objetos en su pantalón. Se dirigió al lugar donde la mujer había subido a su vehículo, y al orillarse y detenerse para permitirle el descenso; se sorprendió de que no se escuchó el sonido de la puerta del taxi abriéndose y cerrando. Al mirar por el retrovisor, se encontró con que la dama misteriosa ya había desaparecido.
Escéptico, Abel pensó que estaba tan cansado (y enojado) que no escuchó cuando la mujer bajó del taxi, pero tampoco había rastro alguno de ella en las inmediaciones; y por más rápido que pudiera correr, no había forma de que desapareciera así como si nada durante la noche.
Abel volvió a casa, pero fue incapaz de dormir... en su mente solo se encontraba la imagen de la dama. Algo en ella le parecía muy misterioso, por lo que al día siguiente se dirigió a la dirección dada por la mujer.
El hombre, hermano de la susodicha en cuestión, era un licenciado de nombre Mario Palomares. Al hablar con él, Mario palideció y luego de pagarle, le dijo que se sentía obligado a decirle que Socorro había muerto dos meses atrás.
Cabe mencionar que Abel, aterrado, rechazó el pago y volvió a casa; atormentado por la idea hasta que unos meses después falleció por la impresión."

domingo, 11 de octubre de 2015

La bruja de Monterrey.

A las 3:15 de la mañana del viernes 16 de enero del 2004, el oficial de policía Leonardo Samaniego tuvo un encuentro con lo sobrenatural en el municipio de Guadalupe, parte de la zona metropolitana de Monterrey, México.
Samaniego se encontraba patrullando en la colonia Valles de la Silla cuando al girar en la calle Aldama, notó que algo grande y negro había caído de un árbol.El objeto no tocó el suelo, si no que levitó lentamente y giró hacia el vehículo conducido por el policía.
Éste lo iluminó con las luces altas y se dio cuenta de que era una especie de humanoide con grandes ojos negros, piel café y que vestía como una bruja estereotípica. La criatura se cubrió los ojos al ser deslumbrado, pero luego de eso se abalanzó sobre la patrulla y sacudió el vehículo con violencia. Samaniego luchaba por pedir ayuda a través del radio del vehículo, mientras aceleraba hacia atrás y veía con horror como la "bruja" intentaba destrozar el parabrisas para agarrarlo. Al no ver a donde conducía, Samaniego chocó el vehículo y perdió la consciencia por el impacto.

La ayuda llegó unos minutos después, encontrando inconsciente al oficial. Al brindarle auxilio y esperar a que recobrara la consciencia; los oficiales y paramédicos recién llegados solo podían escuchar con incredulidad el reporte de Samaniego.
Al ser entrevistado por las cámaras de una unidad televisiva que acompañaba a la policía, el aterrado oficial declaró lo siguiente:
“Era una mujer de ojos muy grandes sin pupilas, completamente negros y me veía amenazante. Sus manos o garras arañaban el parabrisas tratando de agarrarme. Vestía totalmente de negro y era como una capucha que traía en la cabeza y una capa con una bola detrás. Yo pedía refuerzos desesperado por radio mientras seguía en reversa tratando de huir de esta cosa pero ella seguía aferrada sobre el cofre de la patrulla y agarrando el parabrisas". 

Samaniego fue trasladado al Hospital Universitario, donde se le realizaron varios exámenes psicológicos y toxicológicos para establecer si su encuentro con la "bruja" se debía al consumo de sustancias tóxicas, alcohol o algún alucinógeno.
Pero todas estas resultaron negativas. La policía se encontraba desconcertada. ¿Qué había atacado a Samaniego, entonces? ¿Un ave de presa? ¿Algún maniático con disfraz? ¿Un fantasma?
La respuesta llegó en un video entregado a un canal local.
Un poblador de Monterrey presentó la evidencia, la grabación de un extraño humanoide sobrevolando los cerros cercanos a la ciudad. Y después de ello llegaron los reportes... un gran número de personas, entre ellos tres policías de Santa Catarina que dijeron haber visto a este ser desconocido desde hacia varios días.
De estos relatos, uno de los más espeluznantes fue el de Manuel Sifuentes, también policía, pero del municipio de Guadalupe. De acuerdo con el propio Sifuentes:
“Pues bueno, yo estaba saliendo de la base, era un 5 de enero, lo recuerdo bien porque era la víspera del cumpleaños de mi hija... De pronto vi que una persona volando en un palo como una escoba, así como las clásicas brujas, de pronto bajó bastante como si fuera sobre mí. Yo por instinto cerré mis ojos y sentí mucho frío, como si me hubiera metido en una nevera llena de hielo... no me agredió propiamente sino que sentí como si atravesara mi cuerpo, cuando abrí los ojos se estaba alejando, fue casi traumático”.

Hoy, más de diez años después de la primer aparición de la Bruja, hay infinidad de teorías sobre su identidad. No solo se habla de los usuales nahuales, brujas, fantasmas y demonios; si no también de alienígenas y seres sobrenaturales, e inclusive hay quienes notan que la descripción dada por Samaniego parece coincidir con el Mothman que aterrorizó a Point Pleasant en la década de 1960 y con el Monstruo de Flatwoods.

La bruja del cementerio.
Boceto basado en el encuentro de Garza.
Además de los encuentros de Samaniego y Sifuentes, también otro policía llamado Gerardo Garza Carvajal se topó con dos de estos seres en el Panteón de Santa Catalina. Según su descripción, primero encontró a una mujer vestida de negro, con plumas y zarpas negras; a la cual se le unió otra igual cuando Garza Carvajal intentó encerrarse en la caseta de vigilancia donde estaba esa noche.
Por la descripción, hay quien piensa que más que una bruja; podría tratarse de un animal desconocido, una especie de gigantesca lechuza o ave de presa.
La teoría del ave podría ganar credibilidad si se hace caso al reporte dado por Francisco Peña, trabajador de un rancho cercano al Panteón de Santa Catalina. De acuerdo con Peña, en las inmediaciones del cementerio se escucha a "guajolotes riéndose".

Los fantasmas de Gettysburg.

La batalla de Gettysburg.
Corría el verano de 1864 cuando la guerra civil americana rugía a su máximo y la victoria se encontraba en el horizonte para la Confederación, en especial tras una racha de victorias en el este. Robert E. Lee, confiado luego de ganar las batallas de Fredericksburg y Chancellorsville; le pidió al presidente Davis que retomaran el esfuerzo de invadir el norte.
Al hacer esto, llevarían la lucha lejos de la capital en Richmond y permitiría que los soldados confederados reabastecieran sus líneas de provisiones. Así pues, Lee comenzó a avanzar hacia el norte el 3 de junio, marchando por el valle de Shenandoah en dirección al norte de Virginia; pero el norte ya presentía que ocurriría algo con las fuerzas confederadas, y comenzó a movilizar a sus tropas hacia el sur.
El 30 de junio, las fuerzas rivales se encontraron en Gettysburg, un pequeño pueblo de Pennsylvania con poco menos de 2500 habitantes en ese entonces. La lucha se extendió por tres días, no solo por las colinas y bosques de las afueras; si no en las mismas calles de Gettysburg. Al final de esas 72 horas, la batalla de Gettysburg finalizó, y el tercer día pasó a la historia como el más sangriento de la guerra civil; pues casi una tercera parte de los hombres involucrados fallecieron durante la lucha.
El 4 de julio, Robert E. Lee se vio obligado a capitular. Su invasión del norte había fracasado: se encontraba lejos de las líneas de provisiones y además de ya no tener municiones, la Confederación no podía reunir los números suficientes para reemplazar las casi 28,000 bajas de la batalla. Esa tarde, Lee comenzó su retirada de Virginia, pero la reconstrucción de Gettysburg estaba lejos de terminar.

Las calles estaban cubiertas de cadáveres que ya comenzaban a apestar bajo el sol del verano en Pennsylvania. Los pobladores se quedaron con la extenuante labor de atender a los heridos, por lo que casas, negocios e iglesias se transformaron en hospitales de campo.
Un oficial del ejército federal describió la escena de la siguiente manera: "Cadáveres, hinchados al doble de su tamaño. Más bien, estallados. Cadáveres humanos recargados contra una reja, con los brazos extendidos al cielo y con horribles rostros de miradas fijas..."
Por todas las dantescas escenas transcurridas ese día, no debería ser extraño pensar que los espíritus de aquellos miles de muertos permanecen hasta el día de hoy en los edificios, campos de batalla y bosques de Gettysburg.

El perfume.
La calle principal de Gettysburg en 1863.
El primer reporte de fantasmas es aquél producido por un "olor fantasmal", el cual es particularmente fuerte en las calles principales de la ciudad. La historia dice que a las mujeres de la ciudad solo se les permitía caminar por las calles luego de las batallas si usaban un trapo de cocina impregnado de perfume, esto con el fin de no oler la peste producida por los cadáveres y la sangre.
En ciertos lugares todavía pueden percibirse estos aromas a canela, vainilla y flores durante altas horas de la noche.

Los fantasmas de la Universidad Gettysburg.
La universidad Gettysburg.
Durante la batalla de Gettysburg, la universidad local fue uno de los principales sitios de lucha en la ciudad. En aquel entonces, solo consistía de tres edificios de ladrillo que fueron convertidos en un refugio y hospital de campo para los heridos.
La sala Pennsylvania, un gran edificio que sirvió como dormitorio para estudiantes durante Gettysburg, fue capturado por los confederados para ser usado como cuartel por Robert E. Lee. Se dice que en sus salas y pasillos se pueden ver soldados dando rondas durante la noche.
Hay reportes de gente de sombras, gritos y lamentos; pero la historia más conocida fue aquella recopilada por el escritor Mark Nesbitt. En ella, dos administrativos del colegio se encontraban trabajando una noche en el cuarto piso del edificio, y a la hora de irse decidieron tomar el elevador para llegar a la planta baja.
Siu embargo, en lugar de llevarlos a su destino elegido; el elevador pasó de largo y llegó al sótano. Al abrirse las puertas, los hombres se quedaron helados: en lugar de una bodega, se encontraron con una sala de operaciones tal y como debía haber sido en 1863. Hombres heridos yacían sobre planchas y mesas, mientras que doctores y enfermeras manchados de sangre caminaban apresuradamente entre ellos.
Aterrorizados, intentaron presionar el botón del elevador para escapar de ahí. Justo antes de que las puertas se cerraran, una enfermera fantasmal los miró con expresión de súplica. 

Los espectros del campo de batalla.
Soldados muertos en el tercer día de la batalla.
Quizás el aspecto más famoso, y la fuente de todas las historias e incidentes sobrenaturales de Gettysburg es aquel asociado con el campo de batalla. A lo largo del campo hay un gran número de residencias que hoy pertenecen al Servicio Nacional de Parques de Estados Unidos y que están embrujadas; ya que la mayoría fueron convertidas en hospitales durante la lucha.
El primer lugar que debe mencionarse es una pequeña casa llamada la "Casa de George Werket"; donde se habla de una puerta en el segundo piso que jamás se puede cerrar. También se habla de alguien o algo que camina de lado a lado en el ático, como si una persona estuviese preocupada o nerviosa por algo.

La "Casa Hummelbaugh" está embrujada por el brigadier confederado William Barksdale, cuyos escalofriantes gritos aún pueden escucharse durante la noche. Antes de morir, fue visto tendido frente a la casa, don de un muchacho le daba agua con una cuchara. Barksdale supuestamente sigue gritando por las noches, pidiendo agua a un muchacho que hace muchos años pasó a mejor vida.
De Barskdale se dice también que cuando su esposa viajó a Gettysburg para recuperar los restos de su esposo y llevarlos a ser enterrados en Mississippi, iba acompañada por el perro de cacería favorita del viejo soldado. Cuando el animal estuvo frente a la tumba de su amo, se tiró al piso y comenzó a aullar durante toda la noche. 
Al día siguiente, pese a todos los intentos de la señora Barksdale de retirar al animal de la tumba, éste se rehusó y continuó en el lugar aún cuando los restos del soldado ya habían sido extraídos para ser enviados a Mississippi. Para quienes vivían cerca del cementerio, el perro se transformó en una imagen cotidiana durante los días siguientes; y muchos intentaron ofrecerle alimentos y agua sin éxito alguno. Al poco tiempo, el animal murió de sed y fue encontrado tendido sobre el sitio donde su amo fue enterrado por primera vez.
Con el tiempo, comenzó a circular la historia de que el perro fantasma aún aparecía en la granja Hummelbaugh, y que cada 2 de julio se puede escuchar un desgarrador aullido durante la noche, como si el perro fiel a Barksdale esperase todavía después de la muerte.

La "Granja Rose" es otro sitio que luego de la guerra fue convertido en un cementerio. Cientos de soldados de ambos bandos fueron enterrados cerca de la propiedad, aunque fueron exhumados durante noviembre de 1863 para ser enterrados en Arlington. De acuerdo con el autor Mark Nesbitt, una de los habitantes de la granja se volvió loca durante el proceso de exhumación luego de ver sangre escurriendo de las paredes de la casa.
En la década de 1930, los Cuerpos de Conservación Civil encontraron el diario de un trabajador de la granja Rose. El hombre volvía a su centro de trabajo unas semanas después de la batalla. Anochecía y dijo haber visto una extraña figura brillante cerca de las tumbas de los soldados caídos.

En adición a estas residencias, hay cientos de apariciones diversas en el campo de batalla: soldados fantasmas marchando en formación, jinetes que cabalgan por las noches y el ruido de la lucha en sitios como el prado donde tuvo lugar la carga de Pickett, las colinas de Little Round Top, Peach Orchard, Wheatfield y en especial el Cubil del Diablo.

El misterio del Cubil del Diablo.
El cubil del diablo.
El Cubil del Diablo es una formación rocosa donde tuvo lugar una terrible batalla durante el segundo día de la lucha en Gettysburg. Pero su reputación como un lugar extraño y sobrenatural tiene su origen muchos años atrás.
La zona fue un sitio de caza para los nativos americanos por siglos, y en ella se libró una guerra conocida como "la batalla de los Cuervos", donde muchos hombres perecieron. En 1880, el escritor Emmanuel Bushman realizó un reportaje donde hablaba de los sucesos paranormales y terroríficos que ocurrían en ella. Habló de que los primeros pobladores veían fantasmas indios, escuchaban el sonido de tambores por la noche e inclusive llegaron a ver bizarras ceremonias indias teniendo lugar entre las rocas.
Bushman escribió sobre que podría haber existido una tribu que habitó el sitio del Cubil del Diablo, y que creía que las rocas podrían haber sido alguna vez parte de una pirámide colosal la cual fue destruida por una fuerza irresistible. 
El nombre del lugar sigue siendo un misterio, aunque muchos creen que se debe a que la cueva siempre ha estado infestada por serpientes, y que el "Diablo" al que hace referencia el nombre no era más que una serpiente gigantesca que tardó muchos años en ser capturada.
Durante la guerra, el lugar se convirtió en una carnicería. Los cuerpos de los soldados confederados y de la Unión que quedaron ahí tirados durante la captura de ese sitio estratégico, tapizaban las rocas y los huecos entre estas; lo que llevó a que el sitio fuese renombrado como "el matadero".
Los confederados lograron capturar el cubil del Diablo, pero muchos de ellos se arrepintieron durante esa noche, pues al ordenárseles montar guardia; se encontraron con que el sitio era macabro y perturbador, como si algo además de los cuerpos de sus enemigos y compañeros, estuviese rondando por ahí.
Nadie sabe cuantos días los cuerpos del Cubil permanecieron sin enterrar, aunque se especula que algunos solo pudieron ser recuperados luego de semanas, y unos cuantos más simplemente fueron arrojados a las profundas grietas entre las rocas.
Tras la batalla de Gettysburg, no pasó demasiado tiempo antes de que las apariciones fantasmales comenzaran. La leyenda local narra que pocos meses después del final de la guerra civil, dos cazadores se perdieron en los bosques cerca del risco. Llevaban un rato dando vueltas en círculos cuando pudieron divisar la figura de un hombre de pie sobre las rocas; el cual les hizo señas con las manos para informarles a donde debían ir y después desapareció.

A comienzos de 1970, una mujer fue a la oficina del Servicio Nacional de Parques para pedir información sobre los supuestos fantasmas del campo de batalla. Los guardias del campo se apresuraron a preguntarle que porqué tanta insistencia, a lo que la mujer les contó que esa mañana había salido al prado para fotografiar los alrededores y que detuvo su auto cerca del Cubil. Mientras tomaba fotografías, tuvo la sensación extraña de que alguien estaba de pie a su lado.
Al voltear, se encontró con un hombre que describió como "un hippie", con largo cabello sucio, ropas rotas, un sombrero de paja y que no usaba zapatos. El hombre la miró y le dijo: "Lo que buscas está por ahí", y señaló hacia el Cubil. La mujer se dio la vuelta para ver de qué hablaba el vagabundo, y al voltear para preguntarle a qué se refería; el hombre ya había desaparecido.
Un mes más tarde, el mismo guardia forestal que escuchó el relato, fue visitado por otro fotógrafo que vino y le preguntó sobre fantasmas. De nuevo la historia del "hippie", lo que llevó al guardia a preguntarse quién sería ese fantasma.
Al investigar, se encontró con registros de un grupo de soldados que coincidía con la descripción dada por los fotógrafos. Durante la guerra, muchos soldados confederados en el Cubil eran soldados de Texas; que al vivir en la frontera más alejada de la civilización en ese entonces, no recibían tantas provisiones como los soldados de sitios cercanos, y por ello los "Wild Boys" se veían como vagabundos en el campo de batalla.
El fantasma ha sido visto varias veces desde entonces, y muchas personas que lo confunden con un actor en una representación de la guerra civil; se han tomado fotografías con él. Todos aquellos que lo han fotografiado llegan a casa y se encuentran con que al revelar el rollo, el hombre jamás aparece en las imágenes.
También se habla de jinetes que aparecen saltando entre las rocas, el crujir de las armas de fuego, gritos inexplicables, cánticos de guerra indios y docenas de fotografías con evidencia de actividad sobrenatural.

martes, 6 de octubre de 2015

La leyenda de la novia fantasma.

En el año 2005, Tim Burton estrenó la película conocida como The Corpse Bride ("El Cadáver de la Novia" en Latinoamérica), la cual se basaba en una leyenda rusa de los años 1800s. 
La leyenda de la Novia Fantasma comenzó como una historia de horror durante el siglo XIX en Rusia, cuando el Antisemitismo corría rampante y las jóvenes judías eran usualmente atacadas y asesinadas de camino a sus bodas para prevenir que tuvieran hijos.
Debido a la tradición judía de enterrar a una persona con la ropa que usaba al morir, indudablemente varias de estas chicas fueron enterradas usando sus vestidos de novias manchados de sangre.

"Hace muchos años existía un joven que vivía en una aldea en Rusia. Se iba a casar, así que un amigo y él se prepararon para viajar a la aldea donde vivía su futura novia; a dos días de distancia de su hogar.
La primera noche, decidieron acampar cerca de un río. El futuro novio encontró una ramita que sobresalía del suelo, y que parecía un dedo huesudo y largo. Bromeó con su amigo sobre el extraño dedo que salía de la tierra, y entre juegos y risas tomó el anillo de compromiso que guardaba en su bolsillo y lo puso en la ramita.
Luego hizo una danza judía de matrimonio a su alrededor, dando tres vueltas alrededor de la ramita, recitando sus votos del matrimonio mientras bailaba y el amigo reía. Pero los juegos terminaron abruptamente, cuando la tierra se cimbró y comenzó a temblar bajo sus pies.
En donde se había encontrado la ramita, ahora había un agujero. Y de él salía un cadáver putrefacto. Un muerto viviente  que apenas era un esqueleto del cual colgaban retazos de piel y que vestía con los restos de un viejo vestido de novia. Gusanos y arañas colgaban del velo y el cabello enmarañado en su cráneo.
Los hombres se quedaron paralizados por el miedo.

"Ah." Dijo la novia fantasma con voz espectral. "Hiciste la danza del matrimonio, dijiste tus votos y pusiste el anillo en mi dedo... ahora somos marido y mujer. Y demando mis derechos como tu esposa."

Aterrados por las palabras de la novia fantasma, los jóvenes corrieron hacia la aldea donde la novia del muchacho ya los esperaba para la ceremonia. Corrieron directamente hacia el rabino que oficiaría la ceremonia.

"¡Rabino!" Dijo el joven casi sin aliento. "Tengo una pregunta muy importante. Si por casualidad caminara por el bosque y me encontrara una raíz que pareciera un dedo saliendo de la tierra, y le pusiera una sortija de matrimonio y realizara la danza y los votos... ¿sería una boda real?"

Confundido, el rabino preguntó. "¿Conoces de una situación así?"

"Oh, no. No. Por supuesto que no. Es una pregunta hipotética."

Acariciando su larga barba en señal de meditación, el rabino dijo: "Déjame pensar".

Pero entonces, la puerta de la sinagoga se abrió de golpe por una ráfaga de viento helado y la novia fantasma entró al lugar.

"¡Clamo a este hombre como mi esposo! Pues él ha puesto esta sortija en mi dedo y pronunciado los solemnes votos del matrimonio." Bramó, agitando su dedo huesudo en dirección al supuesto novio.

"Este es un asunto muy serio. Debo consultarlo con otros rabinos." Dijo el rabino.

Pronto, todos los rabinos de las aldeas cercanas se reunieron en el templo. Conferenciaron, hablaron y tardaron mientras los jóvenes esperaban su decisión. Afuera, la novia fantasma esperaba, golpeando el piso con un pie esquelético y susurrando una y otra vez: "Quiero celebrar mi noche de bodas. Con mi esposo."

Estas palabras hicieron que cada vello en el cuerpo del joven se erizara, pese a que no hacía frío esa noche. Mientras los rabinos dialogaban sobre tan delicado asunto, la novia humana del muchacho llegó y demandó saber de qué se trataba todo ese escándalo. Cuando el prometido le explicó, la chica comenzó a llorar.

"¡Oh, mi vida está arruinada! ¡Todas mis esperanzas y sueños están destrozados! ¡Nunca me casaré ni tendré familia!"

Entonces los rabinos salieron y uno de ellos preguntó: "¿De verdad pusiste un anillo en el dedo, bailaste y diste los sagrados votos como se debe?"

Los amigos aterrados asintieron al unísono, y los rabinos volvieron hacia el interior de la sinagoga para hablar de nuevo. La novia viva lloraba amargamente, mientras que la novia fantasma ahora se vanagloriaba y alardeaba de su tan esperada noche de bodas.
Después de un corto tiempo, los rabinos salieron marchando solemnemente, se sentaron en círculo y anunciaron:

"Puesto que pusiste la sortija en el dedo de la novia fantasma, bailaste tres veces alrededor de ella y recitaste los votos del matrimonio... hemos determinado que esta es una boda adecuada. Pero también hemos decidido que los muertos no tienen jurisdicción sobre los vivos."

Hubo murmullos y suspiros por todos lados, en especial de la joven novia que respiró aliviada.
La novia fantasma, sin embargo, soltó un gemido desgarrador hacia los cielos.

"¡Ahí va mi última esperanza de una vida! ¡Nunca cumpliré mis sueños! ¡He perdido todo para siempre!" Entonces colapsó en el piso en una imagen patética. Nada más que un montón de viejos huesos envueltos en un vestido roto. Ahí, en el piso. Sin vida.

Sobrecogida con compasión hacia la novia fantasma, la joven novia se arrodilló y reunió el montón de huesos; envolviéndolos en la seda desgarrada y abrazándolos mientras cantaba en voz baja como si estuviese arrullando a un bebé.

"No te preocupes. Yo viviré esos sueños por tí. Viviré esas esperanzas por tí. Tendré esos hijos que tanto querías. Tendré suficientes hijos para las dos, y entonces podrás descansar sabiendo que nuestros hijos y los hijos de nuestros hijos serán cuidados y no te olvidarán."

Amorosamente, cerró los párpados de la novia fantasma y aún cargándola, marchó hacia el río; donde cavó una tumba para los huesos. Luego susurró.

"Descansa en paz. Viviré esos sueños por tí. No te preocupes. No te olvidaremos."

La novia fantasma sonrió llena de felicidad y en paz, como si supiera que podría vivir a través de esta joven mujer. Y la novia la cubrió, envolviéndola en el vestido y enterrándola; para finalmente colocar flores sobre la tierra fresca de la tumba.
Entonces, la novia volvió con su prometido y tuvieron una ceremonia solemne. Vivieron felices por muchos años, y todos sus descendientes supieron la historia de la novia fantasma para que ésta no fuera olvidada, ni tampoco la sabiduría y la compasión que le enseñó a la pareja."

El monstruo del lago Iliamna.

En las aguas del lago Iliamna en Alaska, existe un críptido misterioso cuya leyenda ha perdurado hasta estos días. El monstruo, apodado "Illie", ha sido visto durante décadas y se le atribuyen varias muertes y accidentes misteriosos.
Ha llamado la atención no solo de curiosos y los medios, si no de pescadores profesionales y figuras de la televisión como Jeremy Wade, quien intentó pescar a Illie durante un episodio de su programa "Monstruos de Río". Se dice que mide más de diez metros y tiene fuerza suficiente como para volcar botes y volcarlos; y aunque no hay evidencia física concluyente sobre su existencia, los reportes siguen apilándose hasta la actualidad.

El lago Iliamna.

Locación del lago Iliamna en Alaska.
El lago Iliamna se localiza al suroeste de Alaska, tiene una superficie de 2.622 kilómetros cuadrados y es el lago más grande del estado; así como uno de los más grandes de Estados Unidos. Tiene cerca de 300 metros de profundidad y se localiza a 15 metros sobre el nivel del mar.
Debido a su locación en las tierras salvajes de Alaska, la forma más fácil de llegar a él es por medio de aviones que acuatizan en la superficie durante el verano, fecha en la cual también se puede acceder mediante un viaje en bote a lo largo del río Kyichak.
Hay pocas personas que habitan la región, aunque se sabe que ha sido habitada durante siglos por cazadores, colonos, comerciantes rusos de pieles e inclusive la gente nativa de la tribu Dena'ma.

Los Tlingit y Gonakadet, la Orca Lobo.
Una escultura del Gonakadet.
Los primeros reportes de que algo habita el lago vienen de la tribu Tlingit, quienes narraban historias del "Gonakadet" o "Wasgo"; un gran animal marino con cabeza de lobo y el cuerpo de una orca. Se le consideraba un "dios de los peces" y aparece en imágenes grabadas a lo largo de las costas de Alaska y la Columbia Británica.
Los Aleut, otra tribu esquimal, contaba con leyendas de los "Jig-ik-nak", peces monstruosos que viajaban por las aguas en grupo y atacaban canoas para matar a los guerreros de las tribus. Estas bestias eran temidas y los Aleut se negaban a cazarlas por respeto. Estas leyendas se propagaron a los colonos europeos, que se preguntaban qué rayos eran esas criaturas tan odiadas por los valerosos Aleuts.

Los primeros avistamientos.
Conforme la civilización alcanzó las frías tierras de Alaska y los vuelos llegaron a las aguas del lago Iliamna, muchos pilotos y curiosos atraídos por las leyendas comenzaron a ver grandes peces grises que nadaban cerca de la superficie y se sumergían una vez que las aeronaves se acercaban lo suficiente.
En 1979, el diario Anchorage Daily News ofreció cien mil dólares a quien pudiera probar la existencia de Illie. Hasta el día de hoy, sigue sin cobrarse la recompensa.
Sin embargo, el encuentro más extraño (y cercano) a la bestia fue el que le ocurrió a Chuck Crapuchettes, un misionario que encontró a Illie en dos ocasiones. De acuerdo al religioso, uno de sus amigos intentó pescar al pez usando un cable de acero, ganchos para pescar marlins y tiburones, y carnada consistente de trozos de caribú; los cuales ató al tren de aterrizaje de su hidroplano.
No tenía mucho de que el hombre estaba sentado en la cabina y flotando sobre las aguas, cuando la aeronave se sacudió y algo comenzó a remolcarlo. El hombre cayó del vehículo y nadó frenéticamente hacia la orilla, viendo con terror como algo desconocido jalaba su avión a lo largo del lago.
Cuando por fin se pudo recuperar el hidroplano, Crapuchettes y sus amigos se encontraron con que los cables habían sido arrancados limpiamente.

La identidad de Illie.
Un esturión blanco.
Se cree que Illie podría estar relacionado al Ogopogo del lago Okanagan al sur, en la Columbia Británica; aunque otros descartan dicha teoría al mencionar que el Ogopogo es más bien una serpiente marina que un gran pez.
El biólogo Jeremy Wade sugiere que Illie podría no ser más que un esturión blanco, el cual es nativo de las aguas de Alaska. Esta teoría es apoyada por la Comisión de Pesca de los Estados del Pacífico; quienes explican que además de ser nativo de Alaska, el esturión blanco es el pez más grande de agua dulce en América del Norte, puede llegar a pesar más de una tonelada, medir más de seis metros de largo y vivir cerca de un siglo.
La teoría del esturión como identidad de Illie puede sustentarse en sus hábitos como un pez de agua profunda, aunque pierde cierta validez al saberse que en el lago Iliamna no hay evidencia alguna de una población de esturiones blancos.

lunes, 5 de octubre de 2015

Oolonga Daglalla - El perro grande.

Mucho menos conocido que la Bestia de Bray Road o el Hombre-Perro de Michigan pero igual de perturbador, la leyenda del Oolonga Daglalla o "Long Dog" ("Perro Largo") sigue resonando fuertemente en los bosques, pantanos y praderas del estado de Tennessee.
La historia se origina en 1847 en la ciudad de Knoxville, gracias a un periódico local que escribió sobre el descubrimiento de un cuerpo destrozado, el cual fue hallado cerca de un pantano local. Algo muy grande y peligroso había masticado y desgarrado el cuerpo hasta dejarlo irreconocible. 
Se sugirió a un oso, un puma e inclusive perros salvajes... pero entre los más viejos de la zona surgió un nombre para identificar al culpable: Long Dog.

El encuentro de Piney Flats.
La historia permaneció en el olvido por casi cuarenta años, hasta que en el área de Piney Flats se descubrió una escena similar a la ocurrida en Knoxville décadas atrás. Los cuerpos de un hombre y una mujer fueron hallados en un camino cercano a uno de los pantanos de Piney Flats.
Las víctimas mostraban rasgos de haber sido atacados por perros salvajes, mordidos y desgarrados con zarpas afiladas que inclusive habían dejado marcas en el hueso. Si bien las teorías se centraron en la obra de un psicópata sanguinario y posteriormente en una jauría de perros.
Se convocó a varios cazadores, a quienes se les pagó por cada perro que mataran. Pero de nuevo, el nombre de Long Dog volvió a surgir entre aquellos que recordaban lo ocurrido en Knoxville. 

Oolonga-Daglalla:
Entre los Cherokee de la localidad se hablaba de un mítico espíritu o demonio llamado Oolonga-Daglalla. El nombre se traduce como "espectro de dientes afilados", y se creía que se trataba de un monstruoso canino de las praderas y pantanos que rugía por la noche y odiaba a los humanos.
Oolonga-Daglalla era una fuerza salvaje y malévola, vengativa y depredadora que acechaba y asesina a todo hombre y mujer lo suficientemente desafortunado para cruzar su camino. Según la mitología, el monstruo no era más que un espíritu de la venganza, una encarnación física de la naturaleza y los animales asesinados por los hombres.
El nombre fue modificado por los colonos europeos, y pasó a ser "Long Dog", en especial luego de que fuese visto por jinetes, tramperos y cazadores al poco tiempo de la ocupación de la zona.
Se le describe como la bestia más rápida de la tierra, un cazador frenético que siempre lograba matar a su objetivo. El animal elegía a una persona, y no importaba lo que ésta intentara hacer, lo rápido que se moviera o los métodos que usara para ocultarse... el Long Dog siempre lograba su cometido.
El animal saltaba sobre su presa y las torturaba, cortándolas poco a poco con sus zarpas y lamiendo la sangre que brotaba de estas.
Podía fingir una falta de interés en la presa y permitir que esta escapara... solo para volver a perseguirla y capturarla como juego. Una vez que se hartaba, Long Dog mataba con una mordida en el cuello.
A diferencia de las bestias de la tierra, el Long Dog mataba por el placer de la caza y el derramamiento de sangre. Los Cherokee le temían y evitaban ir al bosque, colocando símbolos sagrados para delimitar un perímetro y mantenerlo alejado de sus comunidades. Cualquiera que sobreviviera al ataque, era expulsado de la tribu para evitar que el Long Dog atacara la aldea; entonces la víctima debía sobrevivir en el bosque por siete días.
Una vez que ese periodo de tiempo pasaba, la persona podía volver sabiendo que el espíritu no volvería a perseguirlos jamás.

La bestia: 
El Oolonga Daglalla
El Long Dog supuestamente mide 1.80 de largo, similar a un gran felino. Es un cuadrúpedo musculoso y ágil, con patas largas, cabeza pequeña y orejas puntiagudas. La boca del Long Dog está repleta de grandes colmillos, y físicamente mezclaba los peores rasgos de un glotón, una pantera y un lobo.
Sus ojos arden con un fulgor ambarino en la oscuridad, como dos carbones. Su aliento huele a azufre y a su paso deja manchas de sangre por todos lados. Tiene el poder de devorar el espíritu y escupir el cuerpo físico hecho pedazos. Se dice que (de manera similar al zombie), las víctimas del Long Dog se levantaban como abominaciones muertas en vida.
La víctima se transformaba en un zombie sanguinario e incontrolable, que atacaba todo a su paso. Los Cherokee llamaban a esto "la esclavitud de la rabia", y se creía que la víctima perdía su humanidad hasta pasar a ser una criatura babeante, cuadrúpeda e incapaz de pensar.

El túnel Sensabaugh: La morada de Long Dog.
El túnel Sensabaugh.
En medio de Tennesee existe un túnel llamado Sensabaugh, por su proximidad al poblado del mismo nombre. Existe la creencia popular de que el túnel está embrujado, se le relaciona con un portal al infierno y más importante aún; con la leyenda de Long Dog.
Su construcción en 1920 estuvo llena de varios desastres irregulares. Los empleados, la mayoría de ellos inmigrantes chinos y europeos; eran tratados en condiciones inhumanas y prácticamente de esclavitud, sufriendo accidentes que eran ignorados por los capataces y la compañía encargada de construir el túnel.
De estos accidentes, por lo menos uno se relaciona con Long Dog. La leyenda cuenta que durante la construcción, los obreros reportaban no solo el sonido de un animal acechando en el bosque, gruñendo y aullando por las noches; si no también un inusual e inexplicable olor a azufre en el aire.
Una vez que la leyenda de Long Dog se diseminó entre los empleados, éstos se negaron a salir del campamento, mientras que otros sencillamente renunciaban. Unos más descartaron la historia como un mito de los nativos, pero aún así... siempre se mantenía una fogata encendida.
Cuando ya el túnel fue acabado y gran parte de los obreros dejó la zona, ocurrió algo imprevisto y que heló la sangre de los trabajadores que se quedaron a finalizar algunos detalles menores. Una mañana, el capataz encargado se encontró con que los obreros que pasaron la noche en el campamento habían sido desmembrados por un animal salvaje.
Asustado, el capataz volvió a la ciudad e informó a sus jefes de lo ocurrido. El Sr. Sensabaugh, escéptico, decidió adjudicarle la masacre a una manada de perros salvajes y ordenó que los cuerpos fueran enterrados en una parte profunda del túnel, la cual a su vez fue sellada con concreto.
Se dice que las víctimas de Long Dog despertaron como zombies al poco tiempo, y que hasta la fecha merodean por las inmediaciones del túnel tras haber escapado de su prisión de concreto. La leyenda urbana dice que estos zombies son los culpables de los extraños acontecimientos del túnel, y que por las noches se puede escucharlos en medio del bosque, gruñendo y gimiendo como animales salvajes.