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lunes, 1 de octubre de 2012

Papa Doc y el Misterio de los Zombies

Representación de un Zombie Vudú
En el año de 1937, al investigar sobre el folklore de los habitantes de la isla de Haití; Zora Neale Hurston encontró un caso impactante: una mujer que caminaba sin rumbo por una villa fue identificada como Felicia Felix-Mentor, una persona que había muerto en 1907 a la edad de 29 años; y Hurston se topó ahí con la creencia de que un cuerpo muerto podía ser levantado de la tumba y convertido en un zombie (del africano "Zombi", uno de los nombres para el dios serpiente del Vudú Iwa Damballah Wedo) para servir a un bokor (o brujo vudú), sin embargo fue incapaz de encontrar individuos que quisieran contarle de los procesos y técnicas usados para crear un zombie; aunque Hurston obtuvo múltiples historias sobre rumores de que dicho ser podía ser creado al suministrar a un cuerpo con una potente droga psicoactiva.
En sus crónicas, Hurston narra lo siguiente sobre el zombie:

"...Lo que es más, si la ciencia logra llegar al fondo del vudú en África y Haití, hallará importantes secretos médicos que, todavía desconocidos para la ciencia médica, son la fuente de su poder; y no las ceremonias."

Décadas más tarde, un etnobotánico de la universidad de Harvard, Wade Davis; publicó dos libros detallando el caso farmacológico del origen de los zombies: La Serpiente y el Arcoiris (en 1985) y Pasaje de Oscuridad: La Etnobiología del Zombie Haitiano (1988). Davis mismo viajó a Haití en 1982 y como resultado de sus investigaciones, desarrolló la teoría de que una persona viva puede ser transformada en un zombie mediante un compuesto químico en polvo introducido al torrente sanguíneo; mezcla de coup de poudre (Francés para "golpe de polvo), y que incluye Tetrodotoxina, una poderosa neurotoxina hallada en la garne del Pez Glboo; y una serie de drogas conocidas como datura. Juntos, estos polvos inducen un estado en el que la víctima se cree muerta y es sometida enteramente a la voluntad del Bokor.
Representación del ritual de levantamiento de un Zombie
Si bien el zombie en la cultura occidental es sinónimo de un muerto viviente que es reanimado por diversos motivos y vaga por la tierra en busca de carne y sangre human; en Haití es una realidad que si bien no es tan grotesca o exagerada como para el resto del mundo occidental, si resulta de temerse. De hecho, hay toda una infinidad de casos en los cuales, los Bokor han ejercido su poder o servido a los gobernantes para cundir el pánico en la población civil, controlarla o mantenerla atemorizada de forma tal que permanezca fiel al gobierno.
Francois "Papa Doc" Duvalier
El caso más famoso es el del dictador Francois Duvalier, "Papa Doc"; quien tomó control de Haití el 22 de Octubre de 1957 y estableció un gobierno en el  cual las prácticas de terror y crueldad eran cosa de todos los días. Duvalier tenía odio hacia los extranjeros, al grado en que prohibió las actividades comerciales a estadounidenses, franceses e ingleses; y prohibió también las actividades políticas a sus compatriotas. Duvalier era negro, y se transformó en un azote para miles de comerciantes haitianos de sangre mixta.
Papa Doc siempre se presentaba como un poderoso Bokor, y una de sus políticas consistió en la resurrección de las tradiciones del vudú. Duvalier, para mostrarse mucho más intimidante, adoptó una forma de vestir e imagen relacionada con el Barón Samedi (el loa de los muertos en la tradición del vudú); usando regularmente gafas oscuras para ocultar sus ojos y hablando con un tono reminiscente de aquél que se asociaba con el loa. La propaganda de su régimen incluso decía "Papa Doc: Era uno con los loas, Jesucristo y Dios mismo", y de hecho había una imagen en la cual aparecía Jesucristo poniéndole una mano en el hombro a Papa Doc con el texto "Lo he elegido".
También, Duvalier tenía en un armario la cabeza de su antiguo opositor Blucher Philogenes, quien intentó derrocarlo en 1963,
Entre la población campesina e iletrada de Haití, Duvalier era prácticamente un Dios; y su poder era reforzado por la fuerza paramilitar creada por él en 1959: Los Tontons Macoutes, nombrados así en honor a una criatura mitológica del folklore haitiano que secuestraban y castigaban a los niños desobedientes, metiéndolos en sacos llamados "macoutes" para consumirlos durante el desayuno.
Un altar al Barón Samedi
Tras un fallido golpe de estado, Duvalier disolvió al ejército y a todas las agencias de la ley en la nación, ejecutando también a todos los generales de alto rango. Los Tontons Macoutes eran extremadamente fieles a él; y su uniforme consistía de gorros de paja, camisas de mezclilla azules y gafas oscuras; mientras que iban armados con machetes y armas de diversos calibres.
El Tonton Macoute fue una de las fuerzas más peligrosas en el régimen de terror de Duvalier, usados para deshacerse de todos los oponentes, en especial aquellos que buscaban la instauración de sistemas sociales progresivos. Aquellos que hablaban contra Duvalier desaparecían por la noche, aunque a veces los Tontons atacaban durante el día, quemando y apedreando personas en público; y la mayoría de las veces los cadáveres de sus víctimas eran colgados de los árboles para que todo mundo los viera y supieran lo que les esperaba en caso de hablar contra Duvalier; e incluso se mencionaba que los familiares que intentaban retirar los cadáveres para darles entierro eran secuestrados también.
Los Tontons Macoutes
El más famoso fue Luckner Cambronne, un comandante del grupo durante los años sesenta y principios de la década de 1970; quien fue tan cruel que obtuvo el apodo de "Vampiro del Caribe" y se especializaba en vender cadáveres y sangre de las víctimas a las universidades y hospitales de los Estados Unidos. Fue condenado al exilio tras la muerte de Duvalier y murió en Miami a los 77 años, en el 2006. Entre otros miembros de la organización se encontraban importantes líderes vudú y esto le otorgaba a los Tontons Macoutes una atmósfera de poder casi sobrenatural para cimentar su poder; e incluso se manejaba que gran parte de los miembros de la organización eran de hecho zombies levantados de la tumba, lo cual justificaría su férrea obediencia y sumisión a las órdenes de Papa Doc, sin importar lo crueles o inhumanas que fuesen.

Papa Doc también decía ser inmortal y que reinaría Haití eternamente, prometiendo volver de su tumba. Luego de morir de un ataque cardiaco, no regresó; aunque en su tumba siempre hay guardias armados en caso de que intentase escapar o que algún bokor intentase robar el cuerpo y reanimarlo para sus propios fines.
La tumba de Papa Doc en la actualidad, 
en el cementerio de Port-Au-Prince.

martes, 27 de marzo de 2012

Tsutomu Miyazaki - El Otaku Asesino

Tsutomu Miyazaki
Tsutomu Miyazaki (1962-2008) fue uno de los asesinos seriales más infames en la historia de Japón; donde se le conoce también como el Otaku Asesino, el Asesino de niñitas y Drácula.
Sus crímenes, cometidos entre 1988 y 1989 consistieron en la mutilación y asesinato de cuatro niñas de entre cuatro y siete años; así como actos de necrofilia y canibalismo en los cadáveres. Los crímenes fueron nombrados como "Los Secuestros y Asesinatos Seriales de niñas pequeñas en Tokio/Saitama", donde sacudieron a la prefectura de Saitama, la cual poseía un historial casi inexistente de crímenes cometidos contra pequeños.
Lo que hace impresionante a este asesino no es que fue uno de los primeros asesinos seriales en Saitama, si no la crueldad y depravación con la que ejecutó sus crímenes; así como actos que incluían necrofilia con los pequeños cuerpos y el consumo de la sangre de una de sus víctimas.
Durante el día, Miyazaki era un empleado común y corriente; mientras que en su tiempo libre seleccionaba niñas al azar para asesinarlas y enviaba cartas a las familias de las víctimas; relatando de forma gráfica lo que le hacía a sus víctimas. Por ejemplo; la familia de Erika Nanba recibió una tarjeta que decía lo siguiente:
"Erika. Frío. Toser. Garganta. Descanso. Muerte."
Uno de los actos más perturbadores involucra a su primer víctima, una pequeña llamada Mari Konno; cuyo cadáver fue dejado en una colina para descomponerse, y tras considerar que estaba lo suficiente putrefacto; le cortó las manos y pies, los cuales guardó en un armario; donde fueron descubiertos tras su arresto.
Posteriormente quemó los huesos restantes en un horno, los molió hasta hacerlos polvo y los envió a la familia de la niña junto con varios de sus dientes, fotos de su ropa y una tarjeta que decía:
"Mari. Cremada. Huesos. Investigar. Prueba."
Sus víctimas fueron, en el siguiente orden: Mari Konno (4 años), Masami Yoshizawa (7 años), Erika Nanba (4 años) y Ayako Nomoto (5 años); y el único patrón entre las víctimas fue que sus familias eran molestadas por llamadas telefónicas, las cuales consistían en un silencio total. Incluso, se sabe que si el teléfono no era contestado, podía seguir sonando por 20 minutos.


La racha de asesinatos de Miyazaki culminó el 23 de julio de 1989, cuando Miyazaki intentó meter el lente de una cámara en la vagina de una niña, en un parque cercano a su casa; donde fue sorprendido por el padre de la niña. Miyazaki corrió desnudo para escapar, y eventualmente decidió regresar al parque para recoger su automóvil; solo para ser arrestado por la policía gracias a una llamada de denuncia ejecutada por el abuelo de la niña.
Una búsqueda del departamento de dos habitaciones de Miyazaki reveló una colección de 5673 videocasettes que contenían entre otras cosas, anime y películas slasher (que se usaron posteriormente para encontrar un motivo para la locura del hombre). Entre otras cosas, se hallaron videos y ropa de sus víctimas; y Miyazaki mismo se declaró un fanático de las películas de horrors; incluyendo el cuarto film de la serie Guinea Pig (La Sirena de la Cloaca).
Cuirosamente, Miyazaki permaneció calmado y totalmente desinteresado respecto a su captura.
Los medios pronto le llamaron "El Otaku Asesino"; y sus asesinatos incitaron a un pánico moral contra los otaku, acusando al anime y las películas de horror por convertirlo en un psicópata.
El juicio contra Miyazaki comenzó el 30 de marzo de 1990; y Miyazaki echó la culpa de sus atrocidades a "Rat Man", un alterego que supuestamente lo incitaba a matar; e inclusive pasó gran parte del juicio dibujando a "Rat Man" como una carictura. Se le creyó loco, y si bien permaneció encarcelado durante la década de los noventa, la prefectura de Saitama lo sometió a una serie de evaluaciones psiquiátricas; donde se describió como un personaje con un desorden de identidad desasociada (personalidades múltiples). Aún así, el juez lo declaró consciente de la gravedad y la consecuencia de sus crímenes y por ende, culpable. Se le sentenció a muerte el 14 de abril de 1997; mientras que la sentencia fue retrasada por la Alta Corte de Tokio hasta junio 28 del 2001 y por la suprema corte de justicia el 17 de enero de 2006.
Curiosamente, Miyazaki se consideraba una persona buena y describió sus crímenes como "actos benevolentes", jamás pidiendo perdón por ellos. Otro asesino posterior, Kaoru Kobayashi; se describió a sí mismo como el "próximo Tsutomu Miyazaki o Mamoru Takuma", pero Miyazaki clamó que "no le permitiría llamarse a sí mismo el segundo Tsutomu Miyazaki hasta que no pasara por una evaluación psiquiátrica".
A Miyazaki se le ejecutó por la horca el 17 de junio de 2008.