En la mitología Xhosa de Sudáfrica, la Inkanyamba es un ser gigantesco descrito como una gran serpiente con cabeza parecida a la del caballo y que vive en las cataratas Howick, así como otros cuerpos de agua en la región. Es tan antiguo que aparece en pinturas rupestres de yacimientos arqueológicos a lo largo de la región Kwazulu, donde de acuerdo con antropólogos e historiadores, es visto como una encarnación de la lluvia y la tormenta, debido a su asociación con las feroces tormentas veraniegas que azotan el sur de África pues es en esa época cuando es visto más comúnmente.
Los Xhosa creen que el Inkanyamba vuela por los cielos una vez cada año, tomando la forma de un gran tornado mientras busca a una hembra de su especie.
Aún en la actualidad, los pobladores descendientes de las tribus Xhosas de Sudáfrica reverencian y temen el poder de la Inkanyamba, y las supersticiones en torno a esta se hacen presentes en cada temporada de lluvias.
Por ejemplo, se cree que las ráfagas de viento en una tormenta son producidas por una Inkanyamba macho, volando frenética con la intención de aparearse. Otros sostienen que las casas con tejados reflejantes de zinc o de color azul pueden llamar a la serpiente, porque puede considerar el reflejo como si de la superficie del agua se tratase, y por ello intentará zambullirse en ella. Ejemplo de esto fue la destrucción de una escuela y un campamento en la localidad de Hogsback por un tornado anómalo en el año de 1998.
En la mitología Xhosa, las colas de los tornados son
atribuidas a la presencia de la Inkanyamba.
En Hogsback y otras comunidades Xhosa, los habitantes venden figurines con forma de tornado y de serpiente, estos últimos basados más en dragones y dinosaurios; pues se cree que ningún ser humano ha visto claramente a la Inkanyamba, ya que es invisible.
Estas figuras implican un alto grado de respeto hacia la criatura, ya que los ancianos de las comunidades continúan narrando la leyenda y haciendo hincapié en la naturaleza destructiva y letal de la gran serpiente, a la que debe tratarse con respeto. Los niños son enseñados a no pronunciar su nombre en voz alta, pues esto podría invocarla y desatar su ira. Incluso, los vendedores de figurines se refieren a sus piezas como 'tornados', y evitan usar el nombre de la serpiente por temor.
E incluso en años recientes, los habitantes de las regiones de Ingwavuma y Pongola han culpado a la Inkanyamba por un misterioso y devastador fenómeno atmosférico en 1998, en el cual miles de personas resultaron damnificadas y hubo decenas de muertos.
¿Qué es el Inkanyamba?
Pitón de roca africana (Python sebae).
En esa región de África habitan dos grandes especies de anguila de agua dulce, la Anguilla Mossambica y la Anguilla Marmorata; las cuales pueden crecer hasta casi dos metros de largo y podrían ser una explicación para la identidad de la Inkanyamba.
Los nativos Zulu y Xhosa niegan que esto sea así, pues la gran serpiente es mucho mayor a las anguilas y tiene poderes sobrenaturales. Otras explicaciones dadas son la de una especie de serpiente acuática constrictora desconocida, parecida a la pitón de roca africana o un saurio sin extremidades como las Amphisbaenas. Expertos en criptozoología sugieren que de ser real, la Inkanyamba sería un reptil enorme que habita las inmediaciones del río Mkomazi, las cataratas Howick, la presa Midmar y algunas presas en las tierras centrales de Sudáfrica y Zimbabwe. Puede ser territorial, debido a historias en las cuales se ha visto a dos Inkanyambas luchando entre sí de manera parecida a la de los cocodrilos.
La fotografía.
Una de las fotografías publicadas en 1996.
La Inkanyamba se volvió famosa a nivel mundial en 1996 cuando un periódico sudafricano ofreció una recompensa a cualquiera que pudiera presentar evidencia fotográfica de la criatura; y dos imágenes fueron publicadas al poco tiempo de ello, aunque no se daba una indicación clara de la apariencia del animal y con el pasar de los años se consideró que ambas eran falsas.
En esa época se dijo también que los pobladores del río Mzintlava eran atacados constantemente por otro saurio carnívoro con una probóscis, llamado Mamlambo o 'Devorador de Cerebros'.
Esto llevó a la creación de un rumor en el cual el gobierno sudafricano supuestamente planeaba en capturar al animal que vivía bajo las cataratas Howick y así moverlo a un área protegida para salvaguardarlo de la extinción. Los Zulus se opusieron tajantemente, no por motivos culturales o de preservación ecológica; más bien porque temían que el gobierno no pudiese lidiar con la ira de la Inkanyamba y el hacerla enfurecer solo resultaría en la masacre de cientas de personas en las aldeas cercanas.
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