viernes, 19 de junio de 2020

Dinosaurios en el oeste.

Una parte fundamental de la criptozoología es el estudio sobre la existencia de especies que de acuerdo con la ciencia, deberían estar extintas desde hace millones de años. Así es que durante décadas, criptozoólogos de todo el mundo han investigado reportes de encuentros con animales como el tilacino, el perezoso gigante, el tigre dientes de sable o el mamut lanudo; siempre amparados en el redescubrimiento de organismos Lázaro, por ejemplo el celacanto, la tuatara o algunas especies de tiburones de agua profunda. 

De forma más sorprendente todavía, algunos investigadores sugieren que evidencia arqueológica de diversas culturas, tanto representaciones como figuras mitológicas, podrían implicar la existencia de dinosaurios; y no aves, si no grandes saurios que por alguna razón han permanecido sin cambios desde el cretácico superior, pese a la falta de evidencia paleontológica sobre su existencia arriba de los límites de la frontera K-T en el registro geológico.
Nombres que incluyen al Mokele-Mbembe, el monstruo de Loch Ness, el Kasai Rex y el Ropen son adjudicados a oscuros bosques tropicales en África, montañas inhóspitas en Papua Nueva Guinea o profundos cuerpos lacustres. Pero como ya se ha hablado anteriormente en esta página, existen casos de dinosaurios vistos en lugares inusuales, sitios que uno daría por explorados en su totalidad debido al amplio desarrollo urbano. 
Esta es la historia de los dinosaurios del medio oeste americano.

Los Dinosaurios del Río. 
Eel estado de Colorado son populares las historias de los 'dinosaurios de río' o 'mini T-Rexes'; animales con la apariencia de terópodos del tamaño de un jaguar, de piernas largas y brazos cortos que evocan la apariencia de monstruos antiguos como el Tyrannosaurus Rex o el Tarbosaurus.
Su sobrenombre más popular, dinosaurios de río, proviene de que casi todos los avistamientos han tenido lugar en las inmediaciones del río Colorado y otros cuerpos de agua; y han sido fotografiados en diversas ocasiones, aunque siempre bajo condiciones que impiden una imagen clara como ocurre siempre con avistamientos criptozoológicos. 
Una anécdota presentada por la North American Bio Fortean Review habla de un hombre que montaba cuatrimotos con un amigo en la costa del río Colorado cuando encontraron a una criatura inusual en su camino; y la describe con el aspecto de un reptil bípedo de metro y medio de largo, de color verdoso con granjas negras en la espalda y coloración naranja en el vientre. El animal caminaba en sus dos patas traseras, a la vez que las delanteras eran mucho más cortas y presentaban tres dedos terminados en garras curvas. 
El hombre logró tomarle unas cuantas fotografías que fueron enviadas al cirptozoólogo Chad Arment; pero cabe aclarar que son de muy baja calidad y podrían ser falsificadas con un dinosaurio de juguete. 
Chad Arment también ha mostrado una fotografía en la que aparece un hombre sin identificar, el cual sostiene un rifle en una mano y una especie de dinosaurio similar al Compsognathus en la otra. No se sabe mucho de la fotografía, más allá de que fue 'tomada en algún lugar de Colorado'; pues Arment no ha logrado ubicar a la persona que la envió originalmente.
En el año 2001, otra persona le contó a a un criptozoólogo sobre su encuentro con algo que a primera vista pensó podía ser un ciervo, pero que al emerger de la espesura de un pastizal se reveló como una especie de cruza entre un cocodrilo y una grulla; de un metro de alto, con un cuello largo y delicado, y una larga cola que representaba la mitad de su longitud. 
La testigo señala que el 'dinosaurio' corría graciosamente en dos patas de manera similar a la de un correcaminos. 

El depredador misterioso.
Durante la década de 1930, existió la leyenda de que en Pagosa Springs en Colorado se vio a un grupo de dinosaurios pequeños, los cuales iban acompañados de uno mucho mayor y que tras ser abatido a tiros por un granjero local; fue medido con más de dos metros de longitud y al que se le adjudicaron una serie de ataques contra ovejas en meses anteriores. 
El ser fera de color gris, con una cabeza como la de las serpientes, una larga cola como la de los varanos, poderosas patas traseras y patas similares a las de los pollos. 
De acuerdo con habitantes de la localidad, el animal fue puesto en hielo y enviado al museo de Denver, más no existen registros oficiales de la institución de haber recibido tal muestra. 
En la revista Rocky Mountain Empire de 1982 se detalla otros encuentros con estos dinosaurios; los cuales eran vistos corriendo a través de autopistas rurales e incluso en algunas cavernas de la localidad.

El Raptor de Mesa Verde.
En abril de 1996, una habitante de la comunidad de Mesa Verde en California, clamó haber visto a un gran lagarto de metro y medio de largo por uno de alto; parado sobre sus patas traseras y corriendo a gran velocidad a través de su jardín, en dirección a un estanque. La mujer no sabía de qué se trataba, e incluso luego de ver un libro sobre los reptiles que habitaban el área no pudo identificar al animal. 

Y así como estos, hay decenas si no es que cientos de relatos más, cada uno con sus variaciones únicas. Georgia tiene por ejemplo una historia previamente relatada en este blog, sobre el encuentro de un joven y su abuelo con un grupo de 'raptores' similares a los de las películas de Jurassic Park. En Oklahoma se habla de más raptores que merodean las planicies en busca de ganado y ciervos; a su vez que en Texas se habla de una especie denominada como el 'Boomer' o Tronador de la Montaña. 
Según la leyenda, los tronadores miden hasta dos metros de alto, asemejan al Tyrannosaurus Rex más que a un dromaeosaurio, y emiten poderosos rugidos que han sido descritos como el sonido de truenos a la distancia. Como un dato interesante, existe un reporte de 1970 en el cual un automóvil fue perseguido por uno de estos seres. 

A diferencia de Pie Grande, el Mothman o los gatos anómalos; la presencia de los dinosaurios de río, raptores y mini T-Rexes parece concentrarse en una sola franja de tierra; nunca yendo a los estados norteños, bosques o regiones costeras y hacen pensar que efectivamente podría seguir existiendo una población de terópodos que cazan en las planicies y se mantienen cerca de cuerpos de agua. 
Las explicaciones al respecto van desde mascotas como varanos o caimanes que han sido liberados o escapado de sus dueños hasta inusuales correcaminos de gran tamaño, avestruces y emús de alguna granja cercana. Pero coincidentemente, estos seres son descritos como animales escamosos o con plumaje irregular y primitivo.
Otra posibilidad es la de una especie desconocida de lagarto, pues es sabido que algunos reptiles pueden correr a dos patas por distancias cortas.

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