En diciembre del año 2002, los hermanos únicamente conocidos como Thomas y Aaron, de 13 y 10 años respectivamente; dormían en su habitación, en la ciudad inglesa de Liverpool.
Thomas dormía en la parte superior de la litera, mientras que Aaron dormía debajo. A eso de las tres de la mañana, ambos despertaron por el sonido inconfundible de una risa. Thomas describiría la risa como un 'eco'.
Al abrir los ojos, ambos vieron algo que los marcaría de por vida: Ahí, de pie en la esquina más cercana a la puerta del dormitorio estaba un payaso. La figura, transparente y vestida con un traje abombado, un sombrero cónico y una gorguera con olanes; era indudablemente un payaso, o más bien el fantasma de un payaso.
Cual Tim Curry en la película 'It', el payaso espectral parecía estarse partiendo de la risa; apuntando a los niños con un dedo mientras se sujetaba el vientre con la otra mano. Su rostro era siniestro, no solo por el maquillaje, si no por una larga nariz puntiaguda y retorcida de color rojo, y un par de ojos huecos como los de un esqueleto. Alrededor del espíritu había un halo de un tenue color verde.
Aterrorizados, los chicos se percataron de que en la habitación olía a algo. Era un olor dulce y enfermizo.
Thomas gritó para llamar a sus padres, pero nadie parecía escucharlos. Al darse cuenta de esto, el payaso se rió aún más fuerte y les hizo señas de que se acercaran. En ese momento, ambos muchachos decidieron salir huyendo. Se arriesgaron al pasar junto al payaso, y al hacerlo, este estalló en gritos y carcajadas más sonoras.
Al llegar con sus padres y decirles lo que pasaba, estos fueron a la habitación pero no encontraron algo más que un olor dulzón, el mismo que los chicos decían haber olido anteriormente. Fue tanto el shock que los niños se negaron a dormir en su habitación por varias semanas.
La historia concluyó hasta fines de enero, cuando Adam, un primo de cuatro años de edad; se quedó a dormir en la casa. Naturalmente no se le mencionó nada del payaso.
Una mañana, Adam le mencionó a la madre de Thomas y Aaron que había estado hablando con un 'hombre gracioso' llamado Zozzaby. Adam, que era fanático del dibujo, incluso realizó un boceto con crayolas del hombre; el cual apareció en la misma habitación de los niños. El misterio se profundizó, pues al indagar con los dueños anteriores de la casa, uno de ellos le relató a la mujer una historia ocurrida en 1950.
En ella, un par de hermanos estaban durmiendo en el mismo cuarto cuando despertaron por el sonido de una carcajada hueca; encontrándose con que en la habitación había un payaso grotesco junto a la puerta, el cual les impedía salir corriendo de ahí.
Al indagar más, la mujer descubrió que en esa misma casa a comienzos del siglo XX había vivido un actor circense de nombre Freddy Zozzaby. El nombre, Zozzaby, era un derivado de la palabra checa 'zozabe', la cual significaba 'gran nariz'.
¿Y cuál era el rasgo distintivo de Zozzaby?
Una gran nariz de plástico.
Finalmente, una de las personas que vieron al payaso en 1950 encontró el significado del aroma al cabo de varios años. Al morir su padre, fue a visitar al embalsamador que se encargaría de preparar el cuerpo y ponerlo en un féretro abierto.
Y el olor era exactamente el que recordaba del encuentro con Zozzaby.
Fluido para embalsamar.
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