Durante la Segunda Guerra Mundial, Japón fue uno de los países involucrados y el principal combatiente en el teatro del Pacífico. Tras el bombardeo sorpresa a Pearl Harbor y sus campañas de incursión en China, su territorio se extendió desde la península de Corea hasta Malasia, Las Filipinas e inclusive el norte de Australia.
Mucho se ha hablado de que durante su tiempo ocupando Asia, los japoneses incurrieron en las peores atrocidades; actos violentos y degenerados que rivalizan y en muchos casos superan el holocausto y los gulags en Alemania y Rusia.
Sitios como el Escuadrón 731, eventos como la violación de Nanking y la ocupación de las Filipinas; o genocidios étnicos en China y Corea han llevado a los japoneses a poseer una terrible fama entre los habitantes del Sureste Asiático, China y las dos Coreas. Por ello es que se cuenta una gran cantidad de relatos de horror que involucran las atrocidades de los japoneses,
Se cuentan infinidad de relatos de horror relacionados a aparecidos, entes y demonios que rondan antiguos cuarteles japoneses; fenómenos a tal magnitud que inclusive el ejército estadounidense que ocupa Okinawa ha confirmado que ocurren y no tiene explicación al respecto.
Atsugi.
Entrada a la base naval de Atsugi.
La Instalación Aeronaval de Atsugi se localiza entre las ciudades de Yamato y Ayase, en la prefectura de Kanagawa. Es la base aeronaval más grande de la marina estadounidense en el Océano Pacífico y es hogar del portaaviones USS Ronald Reagan.
También es conocida por haber sido la base donde en 1957 se encontraba asignado Lee Harvey Oswald, el asesino de John F. Kennedy. Las leyendas de fantasmas en torno a ella incluyen el espectro de un joven marine que murió en un accidente de auto en la década de 1960, y que es visto usualmente rondando por los complejos habitacionales de la base.
En el extremo opuesto de la base se encuentra un hangar que en la Segunda Guerra Mundial fue ocupado por pilotos Kamikaze del ejército imperial. Cuando Japón se rindió ante los aliados, un gran número de estos pilotos prefirieron suicidarse antes que vivir en la desgracia de haber perdido la guerra. Hasta el día de hoy, los soldados y pilotos que ocupan el hangar escuchan puertas pesadas cerrándose por sí solas y ojos rojos que se manifiestan en habitaciones a oscuras y observan al personal de guardia durante la noche.
Sagami.
El Almacén Sagami, también en la prefectura de Kanagawa, se encuentra embrujado por el espíritu de un suicida. Hace años, un marine que montaba guardia en el hospital de campo de la base se alcoholizó y cortó sus muñecas usando los fragmentos de un espejo roto. Desde entonces, soldados estadounidenses que ocupan la misma habitación dicen ver un rostro espectral en el espejo del cuarto, y más de uno ha reportado sentirse aterrado al ver un par de brillantes ojos furiosos en el espejo.
Campo Hansen.
Acceso al Campo Hansen.
Campo Hansen es otra base en Okinawa, infame entre los soldados debido al fantasma de la puerta 3. Durante los fines de semana, no es raro que los soldados de guardia durante la noche reporten ver a un soldado acercándose a ellos; vestido con un uniforme sangriento que data de la Segunda Guerra Mundial. El hombre siempre lleva un cigarro en su mano y pregunta si se lo pueden encender. Los soldados que le han ofrecido un encendedor dicen que el espíritu se desvanece una vez que le encienden el cigarro.
Inicialmente, las autoridades de la base descartaron los relatos como rumores sin sentido y continuaron enviando soldados a dar rondines en esa puerta. Para sorpresa de las autoridades, los encuentros con este soldado espectral continuaron y llegaron al grado de verse forzados a clausurar ese acceso a la base.
Yokosuka.
Hogar de un espectro anterior a la segunda guerra mundial, se dice que en un túnel que atraviesa la colina principal de la base naval Yokosuka se aparece el espíritu de un samurái que monta guardia durante las noches.
La leyenda reza que el samurái se encontraba en camino a vengar la muerte de su amo cuando fue emboscado por ninjas en ese túnel y asesinado sin piedad. Como fue incapaz de cumplir su venganza, el viejo guerrero permanece en el área donde perdió la vida y ha sido culpable de que decenas de motoristas hayan perdido el control de sus vehículos en la boca del túnel, muchas veces con resultados fatales.
Kadena.
El edificio 2283 en Kadena, Okinawa.
La base aérea de Kadena fue sede del edificio 2283, notorio entre personal japonés y estadounidense por ser la edificación más embrujada en todas las propiedades del ejército americano. Es tal su reputación que el edificio no fue ocupado por años pese a estar completamente amueblado, y actualmente ha sido demolido.
En la década de 1970, un oficial de la fuerza aérea que se hospedaba en él mató a toda su familia y después se disparó. La siguiente familia que ocupó la casa dijeron experimentar una paranoia constante y una sensación de intranquilidad, al menos hasta que el padre perdió la cordura y apuñaló a todos.
Desde entonces, las autoridades de Kadena optaron por utilizarlo como bodega, aunque los vecinos y el personal que montaba guardia durante las noches reportaron fenómenos paranormales entre los que iba el escuchar el llanto de niños pequeños, risas y en una ocasión incluso el de una mujer lavándose el cabello en el baño del edificio.
En este caso, un oficial le preguntó a la mujer que porqué estaba ahí, a lo que ella le respondió "no quiero esperar a que manden a alguien a arreglar la ducha, ¿de acuerdo?". Creyendo que se trataba de una vecina desesperada, el oficial de guardia llamó al personal de mantenimiento de la base y regresó al baño para decirle que ya irían a arreglar su ducha. Para su terror, la mujer ya había desaparecido y la única evidencia de su presencia era el grifo del baño abierto.
Otros fenómenos relacionados incluyen el inexplicable sonido de un teléfono pese a que no hay una línea funcional dentro de la casa, las llaves de la regadera abriéndose solas, movimientos como si hubiese alguien asomándose por las cortinas e incluso un 'samurai' que monta a caballo en las inmediaciones de la propiedad.
Incluso años después, cuando se optó por demolerlo, las autoridades de Kadena se vieron plagadas por quejas de los albañiles contratados; ya que estos decían experimentar dolores de cabeza constantes, alucinaciones y un gran número de accidentes inexplicables. Al lado del edificio 2238 existía una guardería para los hijos del personal de la base, y los maestros se quejaban de que los pequeños bajo su cuidado arrojaban juguetes a través de la reja porque 'los niños del otro lado' se los pedían.
Okinawa.
Cerca de Kadena existe una cueva donde supuestamente aparecen espíritus de enfermeras, ya que se dice que cuando las tropas estadounidenses tomaron los campos aéreos de Okinawa, las enfermeras japonesas en la base prefirieron suicidarse en lugar de ser capturadas; pues la propaganda japonesa decía que los invasores cometían atrocidades con las mujeres que atrapaban.
Punto Maeda es una base más en Okinawa donde existe la leyenda de que si uno se encuentra a un anciano caminando cerca de la costa, lo que se debe hacer es retirarse de la base y volver a casa; pues el rumor es que cada que alguien ve al anciano, siempre aparece un cuerpo en la playa a los pocos días.
Maeda es también reconocido por ser un lugar popular entre los suicidas, que se arrojan de los riscos al pie de la playa y al parecer están condenados a repetir sus muertes; su historia por haber funcionado como hospital durante la guerra y los reportes de buzos que dicen encontrar fantasmas debajo del agua.
Campo Zama.
La capilla de la base militar de Campo Zama es hogar de presencias sobrenaturales, puertas que se abren y cierran solas y la voz de un soldado japonés que gusta de gritar órdenes por los altavoces de la base durante las madrugadas. En una historia particularmente aterradora, una soldado encargada del turno de vigilancia durante la noche, empezó a escuchar una voz en japonés proveniente de las bocinas de su computador; mismo que se encontraba apagado.
Iwo Jima.
Se dice que durante ejercicios militares en Iwo Jima, es común ver los fantasmas de soldados del ejército imperial japonés. En una ocasión, un batallón del cuerpo de marines estadounidenses se encontraba realizando juegos de guerra cuando dos soldados que montaban guardia dijeron haber escuchado a 'alguien' siguiendo a su patrulla en los caminos cercanos a la base principal. Regresaron un par de minutos después, visiblemente aterrados. Su oficial al mando les preguntó qué había ocurrido, a lo que los dos respondieron con la historia de que habían vuelto por el camino y se encontraron a un pelotón japonés de la segunda guerra mundial emergiendo de entre la línea de árboles.
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