El fantasma de la playa Killala, en el territorio australiano de Nueva Gales del Sur; es el nombre dado a una aparición que fue reportada por primera vez en navidad del año 2003, cerca de un parque de trailers a unos cuantos metros de la playa en sí. Contrario a lo que puede indicar el nombre, la playa Killala es un extenso sitio de camping que ha crecido con los años hasta incluir tiendas, billares, restaurantes y clubes nocturnos.
Durante el periodo vacacional de navidad en el 2003, la familia de una mujer identificada únicamente como "London"; decidió alquilar una de las 20 villas de lujo en las inmediaciones de la playa. La villa ofrecía una vista del océano, así como una plantación ornamental de pinos; y también presentaba la posibilidad de ver canguros salvajes, pues estos curiosos animales a veces solían rondar el campamento en busca de comida.
Las vacaciones para London transcurrieron de forma normal hasta la tercera noche, cuando decidió salir a tender su ropa húmeda en el porche de la villa. Eran cerca de las diez de la noche, y ella era la única integrante de su familia que permanecía despierta. Mientras tendía la ropa, London escuchó el sonido de algo caminando en el pasto seco. Pensando que se trataba de un canguro, London se giró sobre de sí en dirección a la plantación de pinos; pero lo que encontró distaba mucho de un animal.
Flotando de pie entre los pinos, se encontraba una mujer traslúcida y que brillaba con una especie de halo plateado; tanto que iluminaba los árboles a su alrededor. La mujer, cuya ropa parecía ondear en el viento y que de acuerdo a London era bastante hermosa, la observó en silencio y se esfumó al cabo de unos segundos.
A la mañana siguiente, London caminó hacia los árboles y encontró que en la corteza del árbol más cercano a la mujer de la noche anterior; se había quemado una letra "L", la cual a su vez había sido tachada. Esa noche, la joven aguardó en espera de que el fantasma volviera aparecer; pero esto jamás ocurrió.
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