Hay un cierto camino cerca de los Everglades en Florida, en el cual; si manejas solo durante la lluvia, ya sea de día o de noche; repentinamente te sentirás completamente perdido. Tu radio se llenará de estática, tus CDs comenzarán a trabarse, y tus cassettes sonarán más lento de lo normal.
Si llevabas un mapa en tu auto, súbitamente habrá desaparecido cuando intentes buscarlo. Si continúas por el camino por más de un minuto, de pronto te darás cuenta de que no puedes retroceder, y que todo tras de tu auto se ha vuelto más oscuro que la noche. No hay más caminos o autos. De continuar en el camino, llegarás a una intersección sin letreros ni nada.
En medio, encontrarás a un hombre cubierto de pies a cabeza con diversos tipos de ropa. La única piel visible está alrededor de sus ojos, los cuales son de un verde brillante. Deberás salir de tu auto, pero no apagarlo o cerrar la puerta tras de tí. Debes acercarte a él, pero siempre permaneciendo al menos a tres pies de él. Debes esperar en silencio, a que él hable primero. Si hablas primero, aparecerás de vuelta en el camino principal; pero morirás en 24 horas.
De esperar a que él hable primero, entonces te preguntará qué necesitas. Ahí debes decirle que necesitas saber qué camino te llevará a tu destino; pero entonces responderá que necesitas ofrecerle algo por sus servicios.
De ofrecer llevarlo en tu auto, él y el vehículo desaparecerán, y tú te transformarás en el nuevo guardián del cruce. Si le ofreces una sombrilla, la tomará y te apuñalará el pecho con ella. Si le ofreces amor, tomará te arrancará el corazón y lo devorará; condenándote a recorrer la tierra sin corazón, completamente loco por la pérdida y el dolor. Debes ofrecerle tu lealtad y arrodillarte frente a él. Si lo haces, cerrará sus ojos y hará una reverencia, extendiendo una mano hacia el camino que te conducirá de vuelta al mundo real. Si intentas escapar de él, estarás muerto antes de llegar a tu auto y tu cuerpo será hallado dentro del auto en algún lugar al azar.
Buena historia
ResponderEliminarjoder, haber si le llevo unas zorritas pa que deje de ser amargado.
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