El monstruo de la isla Canvey

Representación artística del monstruo

En noviembre de 1953, el cadáver putrefacto de una criatura llegó a las costas de la isla de Canvey Island, Inglaterra; dejando sorprendidos a los pobladores.
El ser fue descrito como un animal de 76 centímetros de largo, con gruesa piel de un color café rojizo, ojos saltones y agallas. Se decía que también poseía patas traseras en forma de herradora, con cinco pequeños deditos, que lo convertían en un ser bípedo; más no poseía patas delanteras.
Los restos de la bestia fueron cremados tras ser inspeccionados por zoólogos que determinaron que el ser no significaba riesgo para el público.
Posteriormente, en 1954 se descubrió un espécimen nuevo; esta vez de 120 centímetros y con un peso de 11.3 kilogramos, lo suficientemente fresco como para que sus ojos, nariz y boca pudiesen ser estudiadas a detalle; más no se dio una explicación respecto a qué era o qué había causado su muerte.

La única foto conocida del monstruo

La explicación más conocida (y realista) es que los espécimenes pertenezcan a una especie de pez pediculado, cuyas aletas se hayan podrido como para parecer patas, mientras que otros explican que es un pejesapo, una especie de peces que de hecho tienen aletas similares a patas, ojos saltones y tienen una gran variedad de colores entre los que se incluye el café rojizo del monstruo.

En 1999, el periodista forteano Nicholas Warren investigó los avistamientos de 1953 y 1954, y fue incapaz de encontrar algún tipo de registros en el laboratorio de la Asociación de Biología Marina de Plymouth o de la Autoridad Nacional de Ríos, que identificaran a la criatura como una especie conocida o desconocida.
Posteriormente, el ser fue identificado como un pediculado cuyas pronunciadas aletas hayan sido descritas como patas traseras.

El Pediculado o "Anglerfish", variedad conocida como 'Pescador Ballena Negra'.

Pejesapo, variedad del Atlántico Norte.