domingo, 28 de agosto de 2011

El misterio de los Drosoulites

El Castillo de Frangokastello, Grecia.
En 1828, a la mitad de la guerra de Independencia contra los turcos, las tropas de Hatzimihalis Dalianis se refugiaron en el castillo mostrado arriba, iniciando así la batalla de Frangokastello. El líder de los turcos, Mustafabey, sitió el castillo por siete días; y durante el ataque, Dalianis mismo y 350 de sus tropas fallecieron. Pero los habitantes de la localidad atacaron a Mustafabey y a sus hombres desde la retaguardia, obligándolo a retirarse y permitirle a las tropas sobrevivientes salir del castillo.
La batalla acabó con grandes pérdidas para Mustafabey, y la demolición de gran parte del castillo... aunque, en la actualidad, cada 17 de mayo al amanecer, cualquier visitante en el castillo puede ver una procesión espectral de múltiples espectros: soldados a pie y jinetes, marchando desde la iglesia abandonada de Agios Charalambos en dirección al fuerte.
De acuerdo a los testigos, el fenómeno puede durar cerca de diez minutos; y quienes lo han visto, describen a un grupo de sombras humanoides, vestidas de negro y avanzando hasta desaparecer en Frangokastello. Las tropas se dice, están comandadas por Hatzimichalis Dalianis, comandante de los griegos en la batalla de 1828.
El fenómeno de los Drosoulites (traducción del griego que significa "sombras del rocío") se da al alba, en momentos en que el sol se encuentra aún apareciendo por el oriente y el mediterráneo está en calma, por lo que muchos sostienen que la explicación se debe a espejismos causados por las sombras producidas por la costa del norte de África, debido a que se les puede ver desde 1000 metros a la distancia.
Aunque esto no explica los sonidos de la caballería, las armas y las armaduras de los hombres al moverse; situación que a lo largo de estos doscientos años ha ocasionado multitud de incidentes, entre ellos el de una patrulla del ejército turco en 1890, que confundió a las figuras con rebeldes, y debieron huir al imaginarse superados en número.
Curiosamente, la imagen resulta tan real que en la segunda guerra mundial, una patrulla alemana los confundió con una fuerza defensiva griega y abrió fuego contra ellos.

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