martes, 31 de mayo de 2011

La Bestia de Gévaudan

"La Bestia de Gévaudan", grabado del siglo XVIII
Entre las múltiples historias de animales come-hombres que existen en el mundo, una de las más conocidas es la de la Bestia de Gévaudan, nombre otorgado a un animal con características caninas que aterrorizó la provincia de Gévaudan (actualmente el départment de Lózere) en Francia, entre los años de 1764 y 1767.
Tal vez uno de los come-hombres más prolíficos de todos los tiempos, tras los leones de Tsavo.
Si bien el nombre de la bestia hace referencia a un solo animal, cabe constatar que dos criaturas fueron asesinadas, ambas de características similares.
Las bestias en total tienen un estimado de 210 ataques que resultaron en 113 muertes y 49 heridos; y de las cuales, 98 víctimas fueron parcialmente devoradas. Los animales se describían como seres con colmillos enormes, colas inmensas, pelo rojizo y con un olor increíblemente desagradable; y las historias dicen que asesinaban a sus víctimas al arrancarles las gargantas con los dientes.
Cabe hacer notar que el esfuerzo para atraparlas fue enorme para su época, ya que se usó al ejército francés, civiles conscritos, nobles y un gran número de cazadores reales que peinaron el área de Gévaudan en busca de las bestias por años.
Curiosamente, si bien se les llama "lobos" a las bestias involucradas, es de hacer notar que las criaturas operaban en solitario, algo notable puesto que los lobos son seres que atacan en manada; y es por esto que la historia resulta de mucho interés para los criptozoólogos.
"La Mujer y la Bestia". Grabado del siglo XVIII.
El primer encuentro con la Bestia ocurrió el primero de junio de 1764, cuando una mujer de la localidad de Langogne estuvo a punto de ser atacada por un enorme animal de características lobunas que salió de entre los árboles, solo para que la bestia fuese ahuyentada por los toros que poseía la granja.
El 30 de Junio, la primera víctima de la criatura fue Jeanne Boulet, de 14 años; que fue asesinada cerca de la villa de Les Hubas, una comunidad rural cercana a Langogne. En este caso se hizo notar que la bestia prefería atacar a la gente por sobre los animales de granja, puesto que se hizo evidente que atacaba a las personas en lugar de al ganado cercano.
El 12 de enero de 1765, Jacques Portefaix y seis amigos, fueron atacados por la Bestia, aunque lograron ahuyentarla al permanecer en grupo. La pelea llamó la atención del Rey Luis XV, quien le otorgó 300 libras a Portefaix y a su grupo.
El rey tomó un particular interés en los ataques, y envió a sus cazadores de lobos profesionales, Jean Charles Marc Antoine Vaumesle d'Enneval y a su hijo, Jean-Francois, a asesinar al animal; junto con ocho sabuesos entrenados para luchar con lobos. La pareja pasó meses cazando lobos, creyéndolos responsables de los ataques de la bestia, más los ataques continuaron y en junio de ese mismo año fueron reemplazados por Francois Antoine, el arcabucero del rey y teniente de Cacería. Arrivó en Le Malzieu el 22 de junio.
"Antoine matando al Lobo de Chazes". Grabado del siglo XVIII.
El 21 de septiembre, Antoine mató a un enorme lobo gris de 80 centímetros de alto, 1.70 de largo y con un peso de 60 kilogramos. Al lobo se le llamó El Lobo de Chazes ("Le Loup de Chazes" en francés), por la cercana Abbaye des Chazes.
Se acordó que era un lobo de gran tamaño, lo que condujo a Antoine a declarar:
"Declaramos por el presente reporte firmado de nuestra mano, que nunca habíamos
visto un lobo de tan gran tamaño que se le comparara a este. Es por eso que estimamos
que esta podría ser la terrible bestia que ha causado tanto daño."
El animal fue identificado como el culpable por los sobrevivientes del ataque, que reconocieron las heridas en el cuerpo de la criatura como las que fueron inflingidas por ellos mismos al defenderse. El lobo fue disecado y enviado a Versalles, donde Antoine fue recibido como un héroe, y preimado con una larga suma de dinero así como títulos y demás premios.
"El Lobo de Chazes en la corte de Luis XV". Grabado del siglo XVIII.
El 2 de diciembre de 1765, otra bestia más apareció en la Besseyre Saint Mary, lastimando severamente a dos niños e iniciando otras docenas más de asesinatos.
Este animal fue asesinado por un cazador de la localidad de Sogne d'Auvers el 19 de junio de 1967. Algunos novelistas introdujeron la idea de que Chastel había matado al animal con una bala de plata bendita.
Al ser abierto para un análisis, se reveló que el estómago del animal contenía restos humanos.
La historia en torno al éxito de Chastel es controvertida, puesto que la leyenda original dice que mientras se encontraba en una cacería grupal, se sentó a leer la Biblia; y fue durante sus rezos que la criatura apareció y lo miró fijamente, dándole tiempo de terminar su rezo antes de disparar. Otros más creen que Chastel participaba con la bestia, y que tal vez él la entrenó.

La Bestia en la película "Brotherhood of the Wolf".
Existen multitud de explicaciones sobre la identidad del animal; algunos que van desde reportes de lobos meramente agresivos o rabiosos, hienas, grandes felinos e incluso algo tan descabellado como un hombre lobo o  un castigo divino.
La explicación más racional, descrita por Jay M. Smith en su libro "Monstruos del Gévaudan" sugiere que el elevado número de muertes fue en realidad el trabajo de una manada de lobos; animales que a diferencia de los grandes felinos o los osos, no dudan en atacar a humanos al considerarlos presa fácil.
En el libro Cacería de lobos en la Francia de Luis XV: La Bestia del Gévaudan, el autor R.H. Thompson explica que la identidad de la bestia puede ser fácilmente solucionada al examinar otros casos de grandes lobos atacando en áreas rurales.
Híbrido de Lobo y Perro.
Otra explicación posible es que, las bestias hayan sido algún tipo de perro doméstico como el Dogue de Bordeaux (un perro de gran tamaño y coloración rojiza), o algún híbrido de perro doméstico y lobo, justificando su enorme tamaño y coloración inusual.
El naturalista Michel Louis, investigador sobre el tema de la Bestia explicó para el programa de t.v. "Animal X" que Jean Chastel era dueño de un enorme mastín de color rojizo, que se cree puede haber estado relacionado con la bestia, tal vez porque el animal mismo fue entrenado para atacar y Chastel quiso aprovecharse de la situación, o que el perro pueda haberse hibridizado con alguno de los lobos que entonces habitaban por la campiña francesa.
El Dogue de Bordeaux
En la película, "Brotherhood of the Wolf", la criatura es "una extraña bestia" traída de África (un león, de acuerdo al director Christophe Gans) que ha sido torturada, entrenada para volverse agresiva y atacar humanos; vestida en armadura de metal con púas, y una máscara así como implantes de metal en la quijada para volverla aterradora y más formidable.
Esto no puede estar tan alejado de la realidad, puesto que Michel Louis explica en su libro "La Bestia de Gévaudan: La Inocencia de los Lobos", que la supuesta resistencia sobrenatural del monstruo a las balas puede haberse dado a que portaba una armadura improvisada hecha con la piel curtida de un jabalí, cosa que también explicaría el color de la bestia.
La Hiena Café.
Michel Louis también dice que las hienas no son culpables, pues la bestia poseía 42 dientes, mientras que estos animales solo tienen 34. En el documental del 2009, "El Verdadero Hombre Lobo", se maneja la teoría de que la Bestia puede haber sido una Hiena Café, una subespecie no tan grande como la Hiena Moteada o la Rayada, pero aún así comparable en tamaño a un lobo gris.
Cosa que no sería tan descabellada, puesto que se sabe que los nobles y ricos de aquél tiempo importaban animales de África y Asia para tenerlos en zoológicos privados (en Viena había 'rings' ilegales que enfrentaban a leones, hienas, osos y tigres contra perros).
Andrewsarchus Mongoliensis
La Bestia de Gévaudan a veces era descrita como un "lobo con cascos", característica que ha llevado a los criptozoólogos a creer que el animal podría haber sido un Mesoníquido, una variedad carnívora de artiodáctilos que apareció en el Paleoceno Inferior y desapareció en el Oligoceno. Si bien los Mesoníquidos eran animales con formas similares a lobos, osos y mustélidos; eran depredadores de gran tamaño con pezuñas en lugar de garras; y sus parientes vivos más cercanos son las ballenas, cerdos e hipopótamos.
Entre estos se encontraban animales como el Mesonyx (del tamaño de un perro) hasta el Andrewsarchus, un coloso de 3.4 metros de largo y una altura de 1.8 metros hasta los hombros.
Andrewsarchus en naranja. Comparado con otros grandes depredadores.
 El Andrewsarchus era un enorme animal, tan o más grande que un oso polar y con un peso estimado de una tonelada, llevándolo al límite del peso y tamaño para un mamífero carnívoro.
Los Mesoníquidos se extinguieron al ser desplazados por la familia carnívora (osos, felinos, cánidos, mustélidos, leones marinos) a finales del Eoceno, desapareciendo totalmente en a principios del Oligoceno.

Aunque, al igual que con muchos otros géneros de carnívoros prehistóricos, se maneja que puedan haber sobrevivido como especies menores hasta épocas históricas.

Robert Louis Stevenson describió el incidente en un libro de viajes, en que clama lo siguiente de una de las criaturas:
"Pues esta era la tierra de la siempre memorable Bestia, el Napoleón Bonaparte
de los lobos. ¡Qué carrera la suya! Vivió diez meses con libertad en Gévaudan y
Vivarais; comía mujeres y niños, y 'pastoras celebradas por su belleza'; persiguió
jinetes armados, aparecía a plena luz del sol, persiguiendo diligencias y jinetes, 
obligándolos a escapar ante su galope. Lo atacaron como a un ofensor político,
y diez mil francos se ofrecieron por su cabeza. Y aún así, cuando le dispararon
y enviaron a Versalles, ¡Contemplen! Un lobo común, y muy pequeño.

1 comentario:

  1. Este lo había leído antes... Pero si está más creíble que otros....
    >P

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