lunes, 19 de octubre de 2015

Las ánimas del castillo Leap.

Acceso al Castillo Leap.
En el condado irlandés de Offaly, cerca a la ciudad de Birr; se encuentra un paso estratégico que atraviesa el rango montañoso de Slieve Bloom y permite el paso a la provincia de Munster. Desde épocas inmemoriales, ha sido un sitio disputado constantemente, siendo controlado en los 1200s por el clan O'Carroll y en el siglo XV pasó a ser propiedad del clan O'Bannon, quien construyó una fortaleza para proteger el sitio a finales del siglo.
El nombre del castillo es "Lein Ui Bhanain", que se traduce como "Salto de los O'Bannons". El clan O'Carroll, que recuperó la posesión del castillo en los 1600s, era una familia de pendencieros que solían realizar banquetes para sus enemigos bajo la promesa de una reconciliación; para luego masacrarlos sanguinariamente o envenenarlos mientras comían.
En la actualidad, a la fortaleza se le conoce como el castillo Leap, y puede ser visitado libremente desde la autopista R421, a unas millas al norte de la aldea de Roscrea. Por su rica historia de asesinatos, caos y traición; no es de extrañarse que el castillo sea considerado el sitio más embrujado del mundo. En sus corredores, torres y salas hay muchos espectros; entre los cuales se encuentran una vengativa mujer vestida de rojo, esqueletos vivientes, monjes espectrales, poltergeists, niños fantasma y una aterradora criatura conocida como "El Elemental".

La Capilla Sangrienta.
El primer espíritu del que hablaremos en esta ocasión es aquel del sacerdote de la Capilla Sangrienta. En 1532, el jefe del clan, Mulrooney O'Carroll; murió sin dejar un sucesor designado. Sus hijos lucharon entre sí por el honor, lo que llevó al asesinato de uno de ellos; un sacerdote.
En un día fatídico, se encontraba dando misa en la planta alta de la torre cuando su hermano, conocido como Teige O'Carroll "El Tuerto"; entró corriendo y lo apuñaló en el pecho. Mortalmente, herido, el sacerdote colapsó sin vida sobre el altar. Desde entonces, el sitio ha sido conocido como "La Capilla Sangrienta".
Los visitantes al castillo dicen haber visto al sacerdote en un pequeño túnel a la izquierda de donde estuvo el altar en alguna ocasión; y en el área pueden escucharse ruidos extraños y sonidos.

Emily y Charlotte.
Dos de los espíritus más activos (de acuerdo con el dueño de la propiedad, el músico Sean Ryan) de la propiedad, son dos niñas llamadas Charlotte y Emily. Se cree que vivieron en el castillo en los 1600s, y que sus muertes fueron igual de trágicas.
Las circunstancias exactas del fallecimiento de Charlotte son inciertas, pero se especula que puede haber contraído una enfermedad fatal. Emily, por otro lado, cayó desde el muro sureste de la torre. Aparecen por las noches, soltando gritos que hielan la sangre; y en ocasiones son acompañadas por otra mujer fantasma a la que se le conoce como "La Gobernadora", y que ha sido vista cocinando en una olla en el primer piso.

La Dama de Rojo.
Subiendo la intensidad de las apariciones, es hora de hablar de la Dama de Rojo que aparece en la galería principal del castillo. La leyenda reza que fue asesinada al ser empujada de un balcón que da hacia la galería, cayendo varios metros y rompiéndose el cuello. Se manifiesta como un espectro esquelético que empuña una daga y avanza flotando ominosamente por la galería.

El Oubliette.
El Oubliette.
En 1922, durante la guerra civil irlandesa, gran parte del castillo fue quemado por el IRA. Durante la limpieza posterior y remodelación, se encontró un área conocida como el "Oubliette". La palabra, de origen francés, significa "olvidar".
El Oubliette se encuentra al fondo de un foso, en el cual hay una gran púa de metal que apunta hacia arriba. Aquellos desafortunados que fueron ejecutados por los sanguinarios clanes del castillo, caían en la pila hasta morir desangrados luego de varias horas. Se dice que para sacar todos los cuerpos del Oubliette, se necesitaron tres camiones.

El Elemental.
Reconstrucción del "Elemental".
Pero de todos los espíritus que pueblan este lugar, quizás el más horrible de todos es aquél al que se le conoce como "El Elemental". Es una entidad misteriosa que ha sido avistada por decenas de personas a lo largo de muchos años.
Se dice que el castillo siempre estuvo habitado por un espíritu peligroso, que posiblemente fue invocado por los druidas que habitaban el paso de las montañas siglos antes de la construcción del castillo, con el fin de proteger su sitio sagrado. Otra teoría apunta a que fue puesto ahí por una fuerza invasora que buscaba destruir el castillo desde adentro, y se menciona que el culpable fue el conde de Kildare; un conocido practicante de magia negra que intentó capturar Leap en varias ocasiones.
Las leyendas locales dicen que el Elemental es el espíritu corrupto de un ancestro del clan O'Carroll; el cual falleció en el castillo luego de una larga agonía por la lepra; lo que le da esas características de descomposición facial y la peste que rodea al espíritu.
Pero la historia más aceptada es la de Mildred Darby.
Mildred era esposa de un propietario del castillo a comienzos del siglo XX que tenía un gran interés en lo oculto y la magia negra. Se cree que una combinación de sus sesiones espiritistas y el descubrimiento del Oubliette fue la culpable de que el espectro del Elemental apareciera, porque poco después de la limpieza fue que Mildred tuvo un encuentro terrorífico con este ser.
No se sabe qué pueda ser, pero sí se tiene una idea de que solo se manifiesta cuando la gente lo provoca. Mildred Darby y varios aventureros y amantes de lo sobrenatural han sido no solo testigos de su aparición; si no que han recibido ataques del Elemental.

El relato de Mildred Darby:
"Dos manos me tomaron de los hombros. Giré abruptamente y vi, tan nítido como una persona real, a una 'Cosa' gris a unos cuantos pies de mí. Tenía los brazos alzados, como si quisiera maldecirme. Y no podría usar palabras para describir qué terrible era esta Cosa, su incongruencia física era enorme. Tenía la figura de un hombre pequeño, con dos grandes agujeros negros en lugar de ojos y rasgos como los de un muerto... Y toda esta cosa estaba sucia y cubierta de pelo similar al algodón. ¡Pero Oh, siniestro, repulsivo y demoniaco! Mis amigos que son diestros en lo oculto dicen que es lo que se conoce como un 'Elemental'.
La cosa era del tamaño de una oveja, delgada, demacrada y oscura. Su rostro era inhumano, lleno de vileza y grandes fosos negros en lugar de ojos; con labios abiertos y babosos, y saliva escurriéndole por la quijada. No tenía nariz, solo cavidades cavernosas en medio de ese rostro uniformemente gris. Sus manos terminaban en zarpas y lo rodeaba una peste que ofendía la nariz. El olor de la muerte, llenándome de náusea.
Me di cuenta de que el cuerpo de la criatura era vaporoso, indefinido y semitransparente. Podía ver el marco de la galería y la pared a través de él."

domingo, 18 de octubre de 2015

Slag - El demonio del Horno Sloss.

Uno de los túneles del horno Sloss.
El Horno Sloss es una planta industrial ubicada en la ciudad de Birmingham, Alabama; y en sus casi 90 años de operación, su producción de acero aportó la mayoría del metal usado para la construcción de los rascacielos neoyorquinos. En la actualidad, se encuentra clausurada y es considerada un patrimonio histórico.
Durante su periodo activo, de 1880 a 1872, El Horno Sloss fue sede de cientos de accidentes industriales con un alto índice de mortandad. La mayoría de los reportes son vagos y no se pueden verificar al cien por ciento, pero sí hay una lista de trabajadores que perdieron la vida en el interior del complejo industrial. 
En el libro "Sloss Furnaces and the Rise of Birmingham District" de W. David Lewis, se narran decenas de estos, entre los que se incluyen:
-Un trabajador que fue prensado por una rueda mecánica al engancharse la manga de su camisa con esta.
-Un hombre que resbaló de un andamio y cayó a un contenedor de acero fundido, siendo desintegrado en segundos.
-Varios trabajadores que cayeron de las pasarelas superiores y se estrellaron en el piso.
-Víctimas achicharradas por ráfagas de vapor súper caliente.
-Dos hombres que limpiaban las paredes de un horno y que perdieron la consciencia al inhalar vapor tóxico; cayendo al metal fundido del fondo.
-Una explosión en 1888 que quemó los ojos de seis hombres.
-El colapso de un andamio que lisió a dos y mató a otros seis.

Dada la historia trágica de la fábrica, no es de sorprenderse que tenga una reputación de estar embrujada. Entre los reportes se habla no solo de apariciones espectrales, si no silbatos que soplan por sí solos, pisadas misteriosas, golpes, gritos, sombras, orbes y nieblas entre los hornos. 
En el año 2003, un trabajador del sitio histórico fue enviado al hospital tras incendiarse espontáneamente y sufrir fuertes quemaduras. La víctima fue interrogada y dijo que comenzó a quemarse tras encontrarse cara a cara con una misteriosa figura en las sombras.
De estos espíritus, quizás el más aterrador es el de James Robert Wormwood, también conocido como "Slag"; un cruel capataz que hasta el día de hoy continúa rondando el sitio de su muerte.

Slag.
"Slag" era el capataz encargado del turno de la noche. Durante el verano cálido de Alabama, las temperaturas de la fundición alcanzaban más de 50 grados centígrados, por lo que la falta de sueño, el calor y la poca visibilidad producida por el vapor y el humo convertían el horno durante las noches en un infierno en la tierra donde solo los más desesperados se aventuraban a laborar.
Wormwood, un tirano enfocado en quedar bien con sus jefes; obligaba a sus empleados a acelerar la producción sin importar lo que les ocurriese. Durante su cargo, 47 hombres perdieron su vida (diez veces más que en cualquier periodo en la historia del Horno); y cientos más fueron mutilados e incapacitados por accidentes y una explosión en 1888..
Para Slag no había vacaciones o días feriados. Para él solo existía el Horno Sloss.
Pero naturalmente, todo debe llegar a un final. Y el de Slag llegó en octubre de 1906, cuando cayó al horno más grande (conocido como "La Gran Alice") y fue desintegrado en un segundo. Oficialmente fue  un accidente, pero hay quien menciona que los trabajadores de la fundición finalmente se habían cansado de él...
De todos modos, ni siquiera la muerte pareció detener al capataz. Desde su muerte, muchos empleados de la fábrica dijeron haber sido "empujados" por manos invisibles y haber escuchado a un hombre invisible gritando "¡Vuelvan al trabajo!".
La historia más aterradora relacionada con Slag tuvo lugar en 1971, justo la noche anterior a que Sloss cerrara sus puertas para siempre. Esa noche, el vigilante Samuel Blumenthal estaba dándole un último vistazo a la fábrica cuando se encontró cara a cara con lo que describió como un demonio que intentó hacerlo caer de las escaleras.
Blumenthal, que fue hallado al día siguiente cubierto con graves quemaduras, dijo que el demonio lo atacó a puñetazos por espacio de unos segundos; para después desaparecer en el aire. Esa noche, Blumenthal falleció en el hospital por lo terrible de sus heridas.

miércoles, 14 de octubre de 2015

Mythos de Cthulhu no.9 - Hastur

"Me encontré rodeado por nombres y términos que había escuchado anteriormente en las más horribles de las conexiones... Yuggoth... el Gran Cthulhu... Tsathoggua... Yog-Sothoth... R'lyeh... Nyarlathotep... Azathoth... Hastur... Yian... Leng... el lago de Hali... Bethmoora... el Signo Amarillo... L'mur-Kathulos... Bran y el Magnum Innominandum...
Y me sentí movido a través de innombrables eones y dimensiones inconcebibles a los mundos de una entidad antigua y exterior la cual el autor del Necronomicon solo había adivinado de forma vaga... Hay todo un culto de hombres malvados (Un hombre de vuestra erudición mística sabrá a qué me refiero cuando los enlace con Hastur y el Signo Amarillo) devotos al propósito de rastrear y herir a otros en nombre de los monstruosos poderes de otras dimensiones..."
-H.P. Lovecraft, "El Susurrador en la Oscuridad".

También conocido como el Innombrable, Aquél que No Debe Ser Nombrado, Assatur, Xastur, Haaztre o Kaiwan; es quizás uno de los enigmas más grandes de los Mythos de Cthulhu. Su origen tuvo lugar no en la mitología de Lovecraft, si no en el relato "Haita el Pastor", escrito por Ambrose Bierce cuando H.P. Lovecraft solo tenía tres años de edad.
Originalmente descrito como una deidad benévola de los pastores, con el tiempo fue alterado por diversos autores hasta que llegó a manos de Lovecraft; quien convirtió al otrora dios benigno en una monstruosidad ignota e inclusive más perversa que el mismo Nyarlathotep o Cthulhu. August Derleth, parte del círculo de escritores que trabajaron en los Mythos de Cthulhu; escribió que Hastur era parte de la progenie de Yog-Sothoth y medio hermano del Gran Cthulhu.

El Rey Amarillo.
"La ambición de César y Napoleón palidece ante lo que no puede descansar hasta que se ha apoderado de las mentes de los hombres y controlado incluso los pensamientos que aún no han nacido... Es el Rey al que los emperadores sirven."
-Robert W. Chambers, "El Rey Amarillo".
Robert W. Chambers usó a Hastur desde 1895, en la serie de historias conocidas como "El Rey Amarillo", donde a la deidad se le menciona como un ser potencialmente sobrenatural en "El Signo Amarillo".
Aquí también se menciona a la ciudad de Carcosa, el lago Hali, y las estrellas de Aldebarán y las Hiades con relación a Hastur. Lovecraft leyó el libro de Chambers en 1927 y quedó tan admirado que añadió los elementos de éste a sus propias creaciones. 
Chambers presenta a Hastur como una entidad poderosa, insidiosa y con un deseo de dominación; al grado que busca lograr sus objetivos sembrando ese mismo deseo en las mentes de reyes, emperadores y conquistadores. El Rey Amarillo, avatar de Hastur, mora en la oscuridad de la ciudad de Carcosa; a orillas del Lago Hali en las Hiades. Sus descripciones parecen implicar que este lugar se encuentra en otra dimensión:
"A lo largo de la costa rompen las olas. Los soles gemelos se hunden bajo el lago. Las sombras crecen.
En Carcosa extraña es la noche en donde nacen las estrellas negras, y las extrañas lunas surcan los cielos. Pero más extraña es la Perdida Carcosa.
Canciones que las Híades entonarán. Donde ondean los harapos del Rey. El sonido debe permanecer sin escuchar en la Sombría Carcosa. Canción de mi alma, mi voz está muerta. Permanece sin ser pronunciada, que las lágrimas sin derramar se marchiten y mueran en la Perdida Carcosa.
-La Canción de Cassilda, en la segunda escena del primer acto del "Rey Amarillo".

El Rey Amarillo es un ser harapiento, vinculado a la misma Carcosa y con una motivación imposible de entender para las mentes humanas. No se sabe qué lo motiva, qué busca o cual es su deseo... pero aparece en la Tierra de vez en cuando. Puede despertar y reanimar a los muertos, poseer a los hombres y reclamar a aquellos que hacen tratos con él.
Se dice que el solo leer la obra del "Rey Amarillo" expone al lector a la influencia de este ser que si bien no aparece en las historias, está siempre presente con el Signo Amarillo.

Lovecraft, al igual que Chambers y Bierce; dotó a Hastur de una naturaleza ambigua y mística, pero le añadió la fatalidad y horror cósmico inherente del setting de los Mythos de Cthulhu. En "Horror Sobrenatural de la Literatura", Lovecraft escribe lo siguiente sobre el Signo Amarillo:
"...Tras tropezarme estúpidamente con el infernal y prohibido libro de horrores, los dos aprenden que entre otras cosas que ningún mortal sano debería saber; este talismán no es otro más que el Signo Amarillo, pasado de mano en mano por el culto maldito de Hastur desde la primigenia Carcosa..."

Así, Lovecraft se dedicó a convertir a Hastur en parte del panteón de los Primigenios y los Dioses Exteriores; trabajo que fue expandido por August Derleth, quien convirtió a Hastur en el engendro de Yog-Sothoth, Hermano de Cthulhu y posiblemente el Magnum Innominandum.
En los Mythos, Hastur cuenta con varios avatares:
El Devorador del Más Allá: Una monstruosidad negra y marchita, con tentáculos llenos de púas afiladas que pueden perforar cráneos y extraer el cerebro de sus víctimas.
El Rey Amarillo.
El Morador de las Profundidades.
Engendro de Azathoth.
Pareja de Shub-Niggurath y padre de Nug y Yeb.
Príncipe de los Primigenios.
El Sacerdote que no debe ser Mencionado.

Penanggalan.

De la infinidad de vampiros que pueblan el folklore del sureste de Asia, pocos son tan desconcertantes como el Penanggalan o "Hantu Penanggalan". Es similar al Manananggal de las Filipinas, y su nombre significa "remover" o "soltar".
Esta criatura aparece con muchos nombres entre los diversos grupos étnicos de Indonesia. Los balineses le llaman Leyak, los Dayak le dicen Kuyang, los Minangkabau le dicen Pelesit; en Tailandia se le conoce como Kasu o Phi-Kasu, y en Camboya es el Ap.

Descripción.
El Penanggalan es, para todos propósitos, una cabeza de mujer que vuela por los aires y es seguida por sus intestinos y entrañas, los cuales cuelgan tras ella como la cola de una cometa. Todos estos órganos tienen la extraña propiedad de brillar como luciérnagas cuando el Penanggalan se mueve entre la noche.
Se cree que es el resultado de magia negra, y por lo tanto no puede ser clasificado como un fantasma o un no-muerto; pues durante el día es una mujer común y corriente.
Este monstruo se crea cuando una mujer hace un pacto para ganar poderes sobrenaturales. Para cumplir ese pacto, debe evitar probar carne durante cuarenta días; de lo contrario se transformará en un vampiro demoníaco. 
Otra variación de la historia reza que el Penanggalan fue en alguna ocasión una sacerdotisa que tomó un baño ritual en una bañera llena de vinagre. Al meditar, un hombre entró sin advertencia y la asustó tanto que la mujer se sacudió con la fuerza suficiente para decapitarse a sí misma.
Furiosa por lo ocurrido, la cabeza salió volando tras el hombre; con las entrañas arrastrando tras de sí y chorreando veneno. Su cuerpo vacío fue dejado en la bañera, y se dice que por ello el Penanggalan deja un fuerte olor a vinagre por donde pasa; y que si bien vuelve a ser una mujer al amanecer, puede ser reconocida fácilmente por el aroma que desprende.
Finalmente, se cree que también es el alma de una mujer que murió al dar a luz.

Modo de ataque.
El Penanggalan usualmente ataca a mujeres embarazadas y niños pequeños. Siempre que una mujer va a dar a luz, aparece y se posa sobre el tejado de la casa donde está naciendo el niño. Al nacer el pequeño, lanza un grito similar al de la Banshee y entonces vuela al interior de la casa y usa su lengua para succionar la sangre de la madre.
Aquellos cuya sangre es chupada por el Penanggalan contraen una enfermedad que es siempre fatal, mientras que ser tocado por sus entrañas chorreantes produce dolorosas pústulas que solo pueden ser sanadas por un sacerdote o un médico brujo.
Aunque puede consumir carne y sangre de cualquier persona, el Penanggalan prefiere el líquido vital de los bebés y la placenta. Se dice que el este monstruo puede "escurrirse" entre las grietas de las paredes y las tablas del piso de una casa a la hora de buscar a sus víctimas. También pueden usar sus intestinos como tentáculos y látigos.

Protección contra el Penanggalan.
De acuerdo con la tradición de Malasia, la forma más popular de detener el ataque de un Penanggalan es el dejar las hojas espinosas de una planta llamada Mengkuang. Se dice que las espinas de esta planta pueden perforar y atravesar los órganos del monstruo a la hora de que este vuela por los aires.
También se puede dejar piñas en la casa, las cuales evitan que el Penanggalan entre por las paredes o el piso. Una vez atrapado, el monstruo es incapaz de volar y puede ser matado con machetes. Como precaución extra, se deben dejar tijeras o pinzas de acero bajo la almohada de una mujer embarazada, pues el Penanggalan les teme.
Para detectar a uno de estos seres, se debe prestar atención al comportamiento de mujeres sospechosas. Un Penanggalan en forma humana evitará el contacto visual a la hora de hablar con una persona, se lame los labios al escuchar mencionar a mujeres embarazadas o bebés; o sencillamente apestará a vinagre.
Al descubrirse donde vive, se debe esperar a que salga de su cuerpo por la noche y entrar a la casa; con el fin de rellenar el cuerpo vacío con fragmentos de vidrio que se introducen por la cavidad del cuello. Una vez que el vampiro regrese y se inserte en su cuerpo, el vidrio lo destrozará y lo matará. Otra forma de acabar con ellos es cremándolo o santificando el cuerpo, aunque también funciona el prevenir que pueda volver a casa al amanecer.

El Manananggal y el Penanggalan.
Si bien son parecidos y comparten rasgos similares, el Penanggalan difiere de su primo por el hecho de que a diferencia de este, todos los Penanggalan son femeninos. Otra diferencia es que el Penanggalan tiene un ritual específico para volver a su cuerpo, el cual consiste en sumergir sus órganos en vinagre y encogerlos para permitirles caber en el cuerpo hueco.
Tampoco tiene la lengua probóscide del Manananggal, pero a cambio de ello posee colmillos afilados en toda la boca.

lunes, 12 de octubre de 2015

La dama enlutada.

La siguiente historia tuvo lugar hace años en San Luis Potosí, durante una fría noche de noviembre. En ella, se relata el escalofriante encuentro de un taxista con una misteriosa pasajera que lo lleva a visitar varias iglesias de la localidad y que lo deja con una sorpresa poco menos que agradable...

"Era el mes de noviembre.
Abel, un taxista, se encontraba conduciendo su vehículo a las dos de la mañana luego de una jornada particularmente pesada. Su último cliente se bajó en las orillas de la ciudad, cerca de una iglesia conocida como el Templo del Señor del Saucito; que se se encuentra cerca de un panteón con el mismo nombre.
Cansado, Abel decidió conducir de vuelta a su hogar y terminar la jornada laboral; pero tuvo a mal encontrarse con una mujer vestida de negro que le hizo la parada. El taxista decidió llevarla, mitad preocupado por el bienestar de la dama a esas altas horas de la madugada, y mitad decidido a ganar unos centavos más.
Al abordar, la misteriosa mujer le pidió que la llevara a varios templos, a lo que Abel repuso que a esa hora no había ninguno abierto; pero la mujer fue insistente y le dijo que no buscaba entrar en ellos, si no rezar frente a las puertas. Resignado, el hombre la llevó a cada uno de sus destinos; y al acercarse a la séptima iglesia, la mujer con el rostro cubierto por un velo, le pidió que por favor la dejara donde había hecho la parada.
Para desconcierto de Abel, la dama le dijo que no contaba con dinero, pero explicó que su hermano pagaría todo al día siguiente si el taxista lo visitaba y le contaba lo ocurrido. Como prenda, le entregó una medalla con su nombre: "Socorro", así como una carta para su hermano.
Al taxista no le quedó otra más que aceptar y guardar ambos objetos en su pantalón. Se dirigió al lugar donde la mujer había subido a su vehículo, y al orillarse y detenerse para permitirle el descenso; se sorprendió de que no se escuchó el sonido de la puerta del taxi abriéndose y cerrando. Al mirar por el retrovisor, se encontró con que la dama misteriosa ya había desaparecido.
Escéptico, Abel pensó que estaba tan cansado (y enojado) que no escuchó cuando la mujer bajó del taxi, pero tampoco había rastro alguno de ella en las inmediaciones; y por más rápido que pudiera correr, no había forma de que desapareciera así como si nada durante la noche.
Abel volvió a casa, pero fue incapaz de dormir... en su mente solo se encontraba la imagen de la dama. Algo en ella le parecía muy misterioso, por lo que al día siguiente se dirigió a la dirección dada por la mujer.
El hombre, hermano de la susodicha en cuestión, era un licenciado de nombre Mario Palomares. Al hablar con él, Mario palideció y luego de pagarle, le dijo que se sentía obligado a decirle que Socorro había muerto dos meses atrás.
Cabe mencionar que Abel, aterrado, rechazó el pago y volvió a casa; atormentado por la idea hasta que unos meses después falleció por la impresión."

domingo, 11 de octubre de 2015

La bruja de Monterrey.

A las 3:15 de la mañana del viernes 16 de enero del 2004, el oficial de policía Leonardo Samaniego tuvo un encuentro con lo sobrenatural en el municipio de Guadalupe, parte de la zona metropolitana de Monterrey, México.
Samaniego se encontraba patrullando en la colonia Valles de la Silla cuando al girar en la calle Aldama, notó que algo grande y negro había caído de un árbol.El objeto no tocó el suelo, si no que levitó lentamente y giró hacia el vehículo conducido por el policía.
Éste lo iluminó con las luces altas y se dio cuenta de que era una especie de humanoide con grandes ojos negros, piel café y que vestía como una bruja estereotípica. La criatura se cubrió los ojos al ser deslumbrado, pero luego de eso se abalanzó sobre la patrulla y sacudió el vehículo con violencia. Samaniego luchaba por pedir ayuda a través del radio del vehículo, mientras aceleraba hacia atrás y veía con horror como la "bruja" intentaba destrozar el parabrisas para agarrarlo. Al no ver a donde conducía, Samaniego chocó el vehículo y perdió la consciencia por el impacto.

La ayuda llegó unos minutos después, encontrando inconsciente al oficial. Al brindarle auxilio y esperar a que recobrara la consciencia; los oficiales y paramédicos recién llegados solo podían escuchar con incredulidad el reporte de Samaniego.
Al ser entrevistado por las cámaras de una unidad televisiva que acompañaba a la policía, el aterrado oficial declaró lo siguiente:
“Era una mujer de ojos muy grandes sin pupilas, completamente negros y me veía amenazante. Sus manos o garras arañaban el parabrisas tratando de agarrarme. Vestía totalmente de negro y era como una capucha que traía en la cabeza y una capa con una bola detrás. Yo pedía refuerzos desesperado por radio mientras seguía en reversa tratando de huir de esta cosa pero ella seguía aferrada sobre el cofre de la patrulla y agarrando el parabrisas". 

Samaniego fue trasladado al Hospital Universitario, donde se le realizaron varios exámenes psicológicos y toxicológicos para establecer si su encuentro con la "bruja" se debía al consumo de sustancias tóxicas, alcohol o algún alucinógeno.
Pero todas estas resultaron negativas. La policía se encontraba desconcertada. ¿Qué había atacado a Samaniego, entonces? ¿Un ave de presa? ¿Algún maniático con disfraz? ¿Un fantasma?
La respuesta llegó en un video entregado a un canal local.
Un poblador de Monterrey presentó la evidencia, la grabación de un extraño humanoide sobrevolando los cerros cercanos a la ciudad. Y después de ello llegaron los reportes... un gran número de personas, entre ellos tres policías de Santa Catarina que dijeron haber visto a este ser desconocido desde hacia varios días.
De estos relatos, uno de los más espeluznantes fue el de Manuel Sifuentes, también policía, pero del municipio de Guadalupe. De acuerdo con el propio Sifuentes:
“Pues bueno, yo estaba saliendo de la base, era un 5 de enero, lo recuerdo bien porque era la víspera del cumpleaños de mi hija... De pronto vi que una persona volando en un palo como una escoba, así como las clásicas brujas, de pronto bajó bastante como si fuera sobre mí. Yo por instinto cerré mis ojos y sentí mucho frío, como si me hubiera metido en una nevera llena de hielo... no me agredió propiamente sino que sentí como si atravesara mi cuerpo, cuando abrí los ojos se estaba alejando, fue casi traumático”.

Hoy, más de diez años después de la primer aparición de la Bruja, hay infinidad de teorías sobre su identidad. No solo se habla de los usuales nahuales, brujas, fantasmas y demonios; si no también de alienígenas y seres sobrenaturales, e inclusive hay quienes notan que la descripción dada por Samaniego parece coincidir con el Mothman que aterrorizó a Point Pleasant en la década de 1960 y con el Monstruo de Flatwoods.

La bruja del cementerio.
Boceto basado en el encuentro de Garza.
Además de los encuentros de Samaniego y Sifuentes, también otro policía llamado Gerardo Garza Carvajal se topó con dos de estos seres en el Panteón de Santa Catalina. Según su descripción, primero encontró a una mujer vestida de negro, con plumas y zarpas negras; a la cual se le unió otra igual cuando Garza Carvajal intentó encerrarse en la caseta de vigilancia donde estaba esa noche.
Por la descripción, hay quien piensa que más que una bruja; podría tratarse de un animal desconocido, una especie de gigantesca lechuza o ave de presa.
La teoría del ave podría ganar credibilidad si se hace caso al reporte dado por Francisco Peña, trabajador de un rancho cercano al Panteón de Santa Catalina. De acuerdo con Peña, en las inmediaciones del cementerio se escucha a "guajolotes riéndose".

Los fantasmas de Gettysburg.

La batalla de Gettysburg.
Corría el verano de 1864 cuando la guerra civil americana rugía a su máximo y la victoria se encontraba en el horizonte para la Confederación, en especial tras una racha de victorias en el este. Robert E. Lee, confiado luego de ganar las batallas de Fredericksburg y Chancellorsville; le pidió al presidente Davis que retomaran el esfuerzo de invadir el norte.
Al hacer esto, llevarían la lucha lejos de la capital en Richmond y permitiría que los soldados confederados reabastecieran sus líneas de provisiones. Así pues, Lee comenzó a avanzar hacia el norte el 3 de junio, marchando por el valle de Shenandoah en dirección al norte de Virginia; pero el norte ya presentía que ocurriría algo con las fuerzas confederadas, y comenzó a movilizar a sus tropas hacia el sur.
El 30 de junio, las fuerzas rivales se encontraron en Gettysburg, un pequeño pueblo de Pennsylvania con poco menos de 2500 habitantes en ese entonces. La lucha se extendió por tres días, no solo por las colinas y bosques de las afueras; si no en las mismas calles de Gettysburg. Al final de esas 72 horas, la batalla de Gettysburg finalizó, y el tercer día pasó a la historia como el más sangriento de la guerra civil; pues casi una tercera parte de los hombres involucrados fallecieron durante la lucha.
El 4 de julio, Robert E. Lee se vio obligado a capitular. Su invasión del norte había fracasado: se encontraba lejos de las líneas de provisiones y además de ya no tener municiones, la Confederación no podía reunir los números suficientes para reemplazar las casi 28,000 bajas de la batalla. Esa tarde, Lee comenzó su retirada de Virginia, pero la reconstrucción de Gettysburg estaba lejos de terminar.

Las calles estaban cubiertas de cadáveres que ya comenzaban a apestar bajo el sol del verano en Pennsylvania. Los pobladores se quedaron con la extenuante labor de atender a los heridos, por lo que casas, negocios e iglesias se transformaron en hospitales de campo.
Un oficial del ejército federal describió la escena de la siguiente manera: "Cadáveres, hinchados al doble de su tamaño. Más bien, estallados. Cadáveres humanos recargados contra una reja, con los brazos extendidos al cielo y con horribles rostros de miradas fijas..."
Por todas las dantescas escenas transcurridas ese día, no debería ser extraño pensar que los espíritus de aquellos miles de muertos permanecen hasta el día de hoy en los edificios, campos de batalla y bosques de Gettysburg.

El perfume.
La calle principal de Gettysburg en 1863.
El primer reporte de fantasmas es aquél producido por un "olor fantasmal", el cual es particularmente fuerte en las calles principales de la ciudad. La historia dice que a las mujeres de la ciudad solo se les permitía caminar por las calles luego de las batallas si usaban un trapo de cocina impregnado de perfume, esto con el fin de no oler la peste producida por los cadáveres y la sangre.
En ciertos lugares todavía pueden percibirse estos aromas a canela, vainilla y flores durante altas horas de la noche.

Los fantasmas de la Universidad Gettysburg.
La universidad Gettysburg.
Durante la batalla de Gettysburg, la universidad local fue uno de los principales sitios de lucha en la ciudad. En aquel entonces, solo consistía de tres edificios de ladrillo que fueron convertidos en un refugio y hospital de campo para los heridos.
La sala Pennsylvania, un gran edificio que sirvió como dormitorio para estudiantes durante Gettysburg, fue capturado por los confederados para ser usado como cuartel por Robert E. Lee. Se dice que en sus salas y pasillos se pueden ver soldados dando rondas durante la noche.
Hay reportes de gente de sombras, gritos y lamentos; pero la historia más conocida fue aquella recopilada por el escritor Mark Nesbitt. En ella, dos administrativos del colegio se encontraban trabajando una noche en el cuarto piso del edificio, y a la hora de irse decidieron tomar el elevador para llegar a la planta baja.
Siu embargo, en lugar de llevarlos a su destino elegido; el elevador pasó de largo y llegó al sótano. Al abrirse las puertas, los hombres se quedaron helados: en lugar de una bodega, se encontraron con una sala de operaciones tal y como debía haber sido en 1863. Hombres heridos yacían sobre planchas y mesas, mientras que doctores y enfermeras manchados de sangre caminaban apresuradamente entre ellos.
Aterrorizados, intentaron presionar el botón del elevador para escapar de ahí. Justo antes de que las puertas se cerraran, una enfermera fantasmal los miró con expresión de súplica. 

Los espectros del campo de batalla.
Soldados muertos en el tercer día de la batalla.
Quizás el aspecto más famoso, y la fuente de todas las historias e incidentes sobrenaturales de Gettysburg es aquel asociado con el campo de batalla. A lo largo del campo hay un gran número de residencias que hoy pertenecen al Servicio Nacional de Parques de Estados Unidos y que están embrujadas; ya que la mayoría fueron convertidas en hospitales durante la lucha.
El primer lugar que debe mencionarse es una pequeña casa llamada la "Casa de George Werket"; donde se habla de una puerta en el segundo piso que jamás se puede cerrar. También se habla de alguien o algo que camina de lado a lado en el ático, como si una persona estuviese preocupada o nerviosa por algo.

La "Casa Hummelbaugh" está embrujada por el brigadier confederado William Barksdale, cuyos escalofriantes gritos aún pueden escucharse durante la noche. Antes de morir, fue visto tendido frente a la casa, don de un muchacho le daba agua con una cuchara. Barksdale supuestamente sigue gritando por las noches, pidiendo agua a un muchacho que hace muchos años pasó a mejor vida.
De Barskdale se dice también que cuando su esposa viajó a Gettysburg para recuperar los restos de su esposo y llevarlos a ser enterrados en Mississippi, iba acompañada por el perro de cacería favorita del viejo soldado. Cuando el animal estuvo frente a la tumba de su amo, se tiró al piso y comenzó a aullar durante toda la noche. 
Al día siguiente, pese a todos los intentos de la señora Barksdale de retirar al animal de la tumba, éste se rehusó y continuó en el lugar aún cuando los restos del soldado ya habían sido extraídos para ser enviados a Mississippi. Para quienes vivían cerca del cementerio, el perro se transformó en una imagen cotidiana durante los días siguientes; y muchos intentaron ofrecerle alimentos y agua sin éxito alguno. Al poco tiempo, el animal murió de sed y fue encontrado tendido sobre el sitio donde su amo fue enterrado por primera vez.
Con el tiempo, comenzó a circular la historia de que el perro fantasma aún aparecía en la granja Hummelbaugh, y que cada 2 de julio se puede escuchar un desgarrador aullido durante la noche, como si el perro fiel a Barksdale esperase todavía después de la muerte.

La "Granja Rose" es otro sitio que luego de la guerra fue convertido en un cementerio. Cientos de soldados de ambos bandos fueron enterrados cerca de la propiedad, aunque fueron exhumados durante noviembre de 1863 para ser enterrados en Arlington. De acuerdo con el autor Mark Nesbitt, una de los habitantes de la granja se volvió loca durante el proceso de exhumación luego de ver sangre escurriendo de las paredes de la casa.
En la década de 1930, los Cuerpos de Conservación Civil encontraron el diario de un trabajador de la granja Rose. El hombre volvía a su centro de trabajo unas semanas después de la batalla. Anochecía y dijo haber visto una extraña figura brillante cerca de las tumbas de los soldados caídos.

En adición a estas residencias, hay cientos de apariciones diversas en el campo de batalla: soldados fantasmas marchando en formación, jinetes que cabalgan por las noches y el ruido de la lucha en sitios como el prado donde tuvo lugar la carga de Pickett, las colinas de Little Round Top, Peach Orchard, Wheatfield y en especial el Cubil del Diablo.

El misterio del Cubil del Diablo.
El cubil del diablo.
El Cubil del Diablo es una formación rocosa donde tuvo lugar una terrible batalla durante el segundo día de la lucha en Gettysburg. Pero su reputación como un lugar extraño y sobrenatural tiene su origen muchos años atrás.
La zona fue un sitio de caza para los nativos americanos por siglos, y en ella se libró una guerra conocida como "la batalla de los Cuervos", donde muchos hombres perecieron. En 1880, el escritor Emmanuel Bushman realizó un reportaje donde hablaba de los sucesos paranormales y terroríficos que ocurrían en ella. Habló de que los primeros pobladores veían fantasmas indios, escuchaban el sonido de tambores por la noche e inclusive llegaron a ver bizarras ceremonias indias teniendo lugar entre las rocas.
Bushman escribió sobre que podría haber existido una tribu que habitó el sitio del Cubil del Diablo, y que creía que las rocas podrían haber sido alguna vez parte de una pirámide colosal la cual fue destruida por una fuerza irresistible. 
El nombre del lugar sigue siendo un misterio, aunque muchos creen que se debe a que la cueva siempre ha estado infestada por serpientes, y que el "Diablo" al que hace referencia el nombre no era más que una serpiente gigantesca que tardó muchos años en ser capturada.
Durante la guerra, el lugar se convirtió en una carnicería. Los cuerpos de los soldados confederados y de la Unión que quedaron ahí tirados durante la captura de ese sitio estratégico, tapizaban las rocas y los huecos entre estas; lo que llevó a que el sitio fuese renombrado como "el matadero".
Los confederados lograron capturar el cubil del Diablo, pero muchos de ellos se arrepintieron durante esa noche, pues al ordenárseles montar guardia; se encontraron con que el sitio era macabro y perturbador, como si algo además de los cuerpos de sus enemigos y compañeros, estuviese rondando por ahí.
Nadie sabe cuantos días los cuerpos del Cubil permanecieron sin enterrar, aunque se especula que algunos solo pudieron ser recuperados luego de semanas, y unos cuantos más simplemente fueron arrojados a las profundas grietas entre las rocas.
Tras la batalla de Gettysburg, no pasó demasiado tiempo antes de que las apariciones fantasmales comenzaran. La leyenda local narra que pocos meses después del final de la guerra civil, dos cazadores se perdieron en los bosques cerca del risco. Llevaban un rato dando vueltas en círculos cuando pudieron divisar la figura de un hombre de pie sobre las rocas; el cual les hizo señas con las manos para informarles a donde debían ir y después desapareció.

A comienzos de 1970, una mujer fue a la oficina del Servicio Nacional de Parques para pedir información sobre los supuestos fantasmas del campo de batalla. Los guardias del campo se apresuraron a preguntarle que porqué tanta insistencia, a lo que la mujer les contó que esa mañana había salido al prado para fotografiar los alrededores y que detuvo su auto cerca del Cubil. Mientras tomaba fotografías, tuvo la sensación extraña de que alguien estaba de pie a su lado.
Al voltear, se encontró con un hombre que describió como "un hippie", con largo cabello sucio, ropas rotas, un sombrero de paja y que no usaba zapatos. El hombre la miró y le dijo: "Lo que buscas está por ahí", y señaló hacia el Cubil. La mujer se dio la vuelta para ver de qué hablaba el vagabundo, y al voltear para preguntarle a qué se refería; el hombre ya había desaparecido.
Un mes más tarde, el mismo guardia forestal que escuchó el relato, fue visitado por otro fotógrafo que vino y le preguntó sobre fantasmas. De nuevo la historia del "hippie", lo que llevó al guardia a preguntarse quién sería ese fantasma.
Al investigar, se encontró con registros de un grupo de soldados que coincidía con la descripción dada por los fotógrafos. Durante la guerra, muchos soldados confederados en el Cubil eran soldados de Texas; que al vivir en la frontera más alejada de la civilización en ese entonces, no recibían tantas provisiones como los soldados de sitios cercanos, y por ello los "Wild Boys" se veían como vagabundos en el campo de batalla.
El fantasma ha sido visto varias veces desde entonces, y muchas personas que lo confunden con un actor en una representación de la guerra civil; se han tomado fotografías con él. Todos aquellos que lo han fotografiado llegan a casa y se encuentran con que al revelar el rollo, el hombre jamás aparece en las imágenes.
También se habla de jinetes que aparecen saltando entre las rocas, el crujir de las armas de fuego, gritos inexplicables, cánticos de guerra indios y docenas de fotografías con evidencia de actividad sobrenatural.