jueves, 9 de agosto de 2018

La Novia Demoniaca.

De todas las criaturas y espíritus en la mitología irlandesa, pocos son tan temidos como la Novia Demoniaca del condado Monaghan; un mito que lleva más de dos siglos aterrorizando el cementerio Errigal-Truagh en Monaghan, y que ha sido inmortalizado en la balada de 'Sir Turlough', escrita por William Carleton.
El espíritu es infame entre los pobladores de Monaghan, al grado de que muchos evitan llevar entierros en el cementerio del condadio por temor a encontrarla. Pues de acuerdo con la leyenda, este espíritu se manifiesta cada que hay un funeral; esperando oculta entre las tumbas a que la ceremonia termine.
Una vez que esto pasa, se enfoca en alguna persona que haya permanecido sola o haya quedado atrás de la concurrencia. Toma una predilección especial por los hombres jóvenes, a quienes se les aparece con la forma de una mujer muy hermosa cuya apariencia tiende a ser lo que el hombre en cuestión considera una 'mujer perfecta'.
La Novia Demonio entonces procede a enamorarlo, al grado de hacer que la víctima le prometa que volverán a verse en exactamente un mes en el mismo lugar, o sea, el cementerio. Se dice que a manera de sello para la promesa, el espíritu besa al hombre; desapareciendo y dejándolo muy confundido al respecto de lo ocurrido.
Quienes saben de la leyenda, pronto salen del trance producido por la mujer fantasma, y caen en pánico al darse cuenta de que acaban de sellar su destino al pactar con ella. Se dice que conforme pasan los días, la fatalidad de esta idea lleva a la víctima a perder la cordura paulatinamente, al grado de que exactamente pierde la vida o se suicida al cabo de un mes.

Pero los funerales no son el único sitio donde esta arpía infernal se aparece.
Pues la leyenda reza que este ser también tiende a aparecer durante una ceremonia nupcial, siempre como una mujer de belleza y porte espectacular que nadie conoce, pero llama la atención de todos los presentes. En algún momento de la fiesta, la mujer elige a un hombre soltero y baila con él toda la noche; al grado de que el hombre se vuelve histérico y no puede dejar de hacerlo. Sus víctimas siempre son halladas al día siguiente, muertas y con evidencia de que literalmente bailaron hasta morir.