miércoles, 23 de agosto de 2017

Dudleytown - La aldea de los malditos.

La entrada a Dudleytown.
En el estado norteamericano de Connecticut, cerca de la localidad de Cornwall y a la sombra de una cadena montañosa, existen los restos de una población de nombre Dudleytown; la cual cuenta no solo con historias de fantasmas, demonios, eventos paranormales y una maldición que se extiende a más de 400 años de antigüedad y está enlazada a figuras históricas importantes como el Rey Enrique VIII y George Washington.
Dudleytown, si así se le puede llamar todavía, no es más que una zona de caminos lóbregos de terracería, cimientos derruidos y huecos que alguna vez fueron sótanos. Se dice que este sitio está tan embrujado, que incluso los pájaros, insectos y otros animales del bosque evitan acercarse a las ruinas; prefiriendo dar vuelta al llegar al camino que conduce al lugar.

La Maldición: Inglaterra y Enrique VIII.
La historia de Dudleytown inicia en Inglaterra, a principios del siglo XVI cuando un noble de nombre Edmund Dudley fue decapitado por conspiración y un intento fallido de derrocar al rey Enrique VIII. Se dice que en castigo, Enrique VIII ordenó a los magos de la corte que lanzaran una maldición a Dudley; y de ahí se dice que todos los descendientes del linaje de Edmund Dudley quedaron condenados a vivir por siempre, atormentados por horrores indescriptibles. Años más tarde, el propio hijo de Edmund, John el Duque de Northumberland; intentó también derrocar a la corona al casar a su hijo Guilford con la tristemente célebre Lady Jane Grey.
No mucho tiempo después, Robert, el tercer hijo de Dudley y conde de Leicester; abandonó las islas británicas en busca de oportunidades en las colonias del nuevo mundo.

Los Dudleys por los que Dudleytown recibe su nombre, tuvieron su origen con un tal William Dudley, nacido en Surrey el 11 de septiembre de 1608. Su hijo, también William, de hecho nació en una nave a mitad del trayecto rumbo a América el 8 de junio de 1639. El hijo de William II, Joseph, nació en Saybrook, Connecticut el 14 de septiembre de 1674. Y a su vez, este Joseph tuvo doce hijos de los cuales tres se asentaron en el lugar que más tarde sería Dudleytown: Gideon, Abiel y Barzillai.

En octubre de 1737, la Asamblea General de Connecticut ordenó la construcción de cincuenta aldeas en los extremos occidentales del territorio, en aquél entonces todavía tierra de nativos americanos. En febrero de 1745, el comerciante Thomas Griffis obtuvo los derechos  a una extensión de tierra en la comunidad de Cornwall. El lugar, un bosque oscuro y salvaje al pie de una cadena montañosa; llegó a ser conocido como 'el Bosque de la Entrada Oscura'. En 1748, y con la aldea comenzando a formarse, Gideon Dudley se mudó de Saybrook tras comprar el terreno para iniciar una granja. En 1753, sus hermanos Barzillai y Abiel, se sumaron a la población y todavía fueron seguidos por otro hombre de nombre Martin Dudley, procedente de Massachusetts.

¿Coincidencias o maldiciones?
Periódico de mediados del siglo pasado hablando de la maldición.
Ya sea por coincidencia o efectivamente porque el linaje de los Dudleys estaba maldito, al poco tiempo de fundarse el pueblo comenzaron a ocurrir sucesos inexplicables: Herramientas que desaparecían de cobertijos cerrados, cultivos que se marchitaban de un día para otro, casos de demencia entre los pobladores, accidentes fatales e incluso ataques y escaramuzas con tropas indígenas.
En agosto de 1774, una epidemia misteriosa acabó con la familia de Adoniram Carter. Y el hermano de este, Nathaniel, se mudó a Binghamton, Nueva York para huir de la extraña enfermedad. Solo que, al poco tiempo de hacerlo, su esposa e hijo recién nacidos fueran asesinados con tomahawks por indios mientras él se encontraba fuera. Los otros tres hijos de Nathaniel fueron secuestrados y enviados a Canadá, donde las dos hijas fueron rescatadas a cambio de oro y el tercero, David Carter, se casó con una mujer indígena y terminó volviendo a la civilización para recibir educación y convertirse en Juez de la Suprema Corte.

Aunado a la racha de tragedias y la tormentosa vida de la familia Carter, uno de los fenómenos más terribles e inexplicables fue el que le ocurrió al general Herman Swift; famoso héroe del ejército revolucionario al mando de George Washington. En abril de 1804, la esposa de Herman, Sarah Faye; fue alcanzada por un relámpago mientras estaba afuera de su casa y murió carbonizada de manera instantánea. Al cabo de su muerte, el general Swift terminó perdiendo la cordura.
Años más tarde, Horace Greeley, editor y fundador del periódico del New York Tribune; se casó con una Marey Cheney, oriunda de Dudleytown. Su matrimonio terminó trágicamente en 1872, cuando Mary se suicidó una semana antes de que Horace viera fallar su intento de nominarse a la presidencia de los Estados Unidos.
Otro accidente en particular terrible fue el de John Patrick Brophy, uno de los últimos pobladores de Dudleytown. Brophy sufrió la pérdida de su esposa por una enfermedad inexplicable a finales del siglo XIX, seguida por la desaparición de todos sus hijos en el bosque a los pocos días. Y, como si de una cruel broma se tratar, la casa Brophy se incendió de manera misteriosa y ardió hasta los cimientos. Entendiendo que el pueblo estaba maldito, Brophy decidió que era suficiente y se alejó del pueblo para no volver a ser visto.

En 1920, el doctor William Clark, especialista de la ciudad de Nueva York; arribó a Cornwall en busca de calma en un espacio apartado de la civilización. Cuatro años más tarde, Clark creó la Asociación del Bosque Dark Entry; dedicada a proteger el área y convertirla en una reserva natural. Lo que parecía una vida sin problemas, concluyó en 1925, cuando Clark tuvo que viajar a Nueva York para atender una emergencia médica. Al regresar un par de días después, encontró a su esposa encerrada en casa y reducida a una ruina enloquecida y babeante que no podía repetir otra cosa más que 'algo' en el bosque la había atacado.
La mujer fue enviada a un hospital psiquiátrico, donde se suicidó al cabo de unos meses.

Las almas de Dudleytown.
Como es de esperarse, las historias de fantasmas en torno a la maldición de Dudleytown no se hicieron esperar; siendo la mayoría de ellas iniciadas en 194. Más o menos en esa época, los visitantes a las ruinas hablaban de ver sombras, "nubes" de humo en el bosque, voces incorpóreas que susurraban entre los árboles, incidentes sin explicación y ataques de fuerzas invisibles.
Todavía hasta el día de hoy, quienes han visitado la aldea cuentan experiencias de ser perseguidos por presencias invisibles, orbes de luz que rondan entre los árboles y olores y ruidos inexplicables; así como el ser agredidos por 'algo'. Hay infinidad de fotografías tomadas en Dudleytown donde pueden apreciarse manifestaciones como niebla, orbes, sombras y errores en la imagen. Algunos investigadores se refieren a Dudleytown como un vórtice de energía negativa por el cual las entidades del bajo astral pueden acceder libremente a este mundo.
La fama de la maldición inclusive captó la atención del connotado demonólogo Ed Warren, famoso por su participación en las investigaciones de sucesos paranormales como el Poltergeist de Enfield, la casa de Amityville o la muñeca Annabelle. Warren estaba firmemente convencido de que Dudleytown era un sitio maldito, y que no era coincidencia que la gente se volviera loca y viera monstruos y espíritus en los bosques. Al visitarla, Ed y su esposa Lorraine insistían en que las ruinas de la aldea emitían un aura maligna.

jueves, 17 de agosto de 2017

La dama del mediodía.

La dama del medio día o Poludnitsa, es un espíritu o demonio en la mitología eslava de Europa Oriental, y aparece en tradiciones orales de lugares como Polonia, Serbia, Bulgaria, Rusia, la República Checa, Eslovaquia, Alemania y Rumania. Se le considera un demonio del verano, la cual merodea los campos de siembra y es temida por su poder para matar de calor a las personas o producirles terribles enfermedades.

La Poludnitsa, que solo es vista durante el mediodía en los veranos calurosos, aparece precedida por remolinos de polvo y aire caliente; y toma la forma de una mujer aparentemente corriente que es muy fácil de identificar por el largo vestido blanco que lleva y las tijeras para podar que carga, las cuales siempre son de un modelo antiguo.
Extremadamente bella, llama la atención de los campesinos y jornaleros al acercárseles y entablar una conversación aparentemente inocua, o les hace alguna pregunta sin sentido. Si el jornalero en cuestión responde correctamente, la chica les desea un buen día y desaparece por donde vino. En caso contrario, o si evitan hablar con ella, la Poludnitsa cambia de forma a una bruja anciana y decrépita; y entonces usa las tijeras para decapitar a su víctima, o puede producirle una enfermedad que va desde un dolor muscular y de huesos hasta una muerte por golpe de calor repentino
En ciertas versiones de la historia, las Poludnitsas son los espíritus de mujeres jóvenes que murieron de manera violenta antes de casarse. Y enloquecidas por el dolor y la furia, merodean por los campos en busca de personas a quién matar. 

En Alemania, existe la Roggernmuhme o "dama del centeno", la cual hace desaparecer a los niños que vagan por los campos recolectando flores durante el verano. En Altmark, es la Regenmohme, "Con su calor"; la cual secuestra a los niños mal portados, mientras que en Sajonia y Lunenburg es un espectro denominado Kornwief, o "dama del maíz".
En Sajonia, existe un mito popular respecto al espíritu:

"En algún lugar de Sajonia, una abuela se sienta en una silla mecedora mientras habla con su nieta, una niña pequeña que mira con atención a la amada ancianita. La viejecilla le cuenta a la niña una historia de su juventud, sobre esa vez que conoció a una extraña mujer. La abuela, entonces una adolescente que trabajaba en las granjas de su familia, estaba segando un campo a solas durante el mediodía cuando sintió un golpe de viento a su espalda; un remolino de polvo. Al voltear, descubrió a una hermosa mujer de cabello rubio como la paja y piel bronceada, la cual llevaba un precioso vestido blanco que ondeaba al viento. La mujer misteriosa habló con la joven, preguntándole cosas sobre su trabajo y su familia. Al cabo de unos momentos, la mujer comenzó a bombardearla con acertijos cada vez más difíciles. La campesina ya no pudo responder, y se desmayó al sentirse sofocada por el calor del mediodía. Cuando despertó horas después, estaba en su cama siendo atendida por su madre. Al hablar con la madre, la joven le contó sobre la mujer misteriosa y lo que había pasado. Al escuchar esto, la madre se puso pálida y le dijo que había conocido a la Dama del Mediodía."

Leshy - El que vive en el bosque.

El Leshy (que en ruso se traduce como "Él del bosque") es una deidad forestal de la mitología eslava, posiblemente otro nombre para la deidad del bosque Boruta o Borewit; a su vez derivada de la palabra rusa 'bor', que designa a un bosque de pinos. 
De acuerdo con el mito, el Leshy es un espíritu protector del bosque que habita en los pinos, es físicamente una figura colosal con cuernos y siempre se encuentra rodeado de animales como osos, cuervos, lobos y gatos monteses. Por lo regular son masculinos y con el poder de cambiar de forma, aunque existen versiones femeninas llamadas Leshachikhas, Leszachkas o Lesovikhas; mientras que los 'hijos' del Leshy son llamados Leshonski. De cuaqluier manera, estos espíritus salvajes son propensos a guiar a los viajeros a su perdición y robar a los niños; similar Chort, el "Negro" del panteón eslavo.

Hay quienes consideran al Leshy como un ser malvado enfurecido por la manera en que el hombre trata a los bosques; mientras que otros más lo ven como un ser temperamental similar al concepto de las hadas en la mitología de las islas británicas.
El Leshy cuenta con varios nombres honoríficos, entre los que se encuentran:
OH: "Él", que también es usado para referirse al diablo.
OH Cam: "Cómo Él."
Les Chestnoi: "El Honorable del Bosque."
Lesnoi Desushka o Dedushka-lesovoi: "Abuelo del Bosque."
Lesnoi Duk: "Espíritu del Bosque."
Lesnoi Dyadya: "Tío del Bosque."
Lesnoi Khozyain: "Amo del Bosque."
Lesnoi Zhitel: "El que vive en el Bosque."
Lesny Muzhik: "Hombre del Bosque."

De acuerdo con los mitos eslavos, cada bosque contaba con su propio guardián o Leshy, el cual habitaba las zonas más profundas y escabrosas de la forest; castigando a cualquier hombre que matara a un animal sin su permiso. Se decía que reinaba sobre las bestias, que todas las plantas, frutas y animales del bosque le pertenecían; y que su dominio sobre el éxito en la caza, la felicidad, las mascotas y los desposeídos era absoluto. Incluso, su poder dependía del tamaño y lo difícil del acceso a un bosque. Mientras más viejo y remoto, más poderoso era el Leshy que vivía en él.
Muchos cuentos hacen mención a viajeros que se pierden en el bosque y encuentran al Leshy, que dependiendo de las acciones y la consciencia del hombre en cuestión, lidiaba con ellos de manera acorde. Se le mostraba como un hombre de gran tamaño, cubierto de pieles de animales y se le representaba con el lobo y el ciervo. Quienes creían en él, sostenían que el Leshy era posiblemente una representación del dios Veles, una deidad antigua con forma de serpiente y enemiga mortal del dios eslavo del trueno, Perun; mientras que otros consideraban al Leshy como un sirviente del propio Veles.

El Leshy podía cambiar de forma a voluntad, por lo que rara vez era visto y los únicos indicativos de que se encontraba cerca era el sonido de una atronadora risa, silbido o canto en el bosque. Cuando se le veía, aparecía como un hombre alto con un rostro sobrenaturalmente pálido, con cabello que parecía hecho de agujas de pino y una piel con textura como de corteza de árbol. Los rasgos más representativos, sin embargo, eran la falta de oído, ceja y pestañas en el lado derecho de su rostro; y una cabeza puntiaguda.
En ciertas variantes del mito, aparecía con una barba hecha de pasto y hiedra, y también contaba con una cola y las pezuñas y cuernos de un ciervo macho. Por lo regular iba acompañado de un lobo o un oso, y recorría la tierra cargando un fuerte mazo hecho de roble para expresar que era el amo y señor del bosque. Una manera fácil de reconocerlo cuando usaba sus disfraces, era la falta de sombra.

Los poderes del señor del bosque.
Al ser un dios del bosque, el Leshy contaba con una amplia gama de poderes y habilidades sobrenaturales. Por ejemplo, protegía a los animales y aves del bosque, los cuales migraban cuando el Leshy así se los pedía. Podía cambiar de formas, y como un humano era fácil descubrirlo porque no producía sombra, sus ojos brillaban con un fulgor verde y sus zapatos siempre iban al revés.
Se decía que quienes entablaban amistad con un Leshy podían descubrir los secretos de la magia, y por ello los pastores y granjeros hacían pactos con él para proteger sus cultivos y rebaños. El Leshy podía hacer que alguien se perdiera en el bosque, causar enfermedades y matar de risa a una persona. También eran asiduos a ocultar las hachas de leñadores y las armas de los cazadores. Cuando alguien se perdía en el bosque, era porque un Leshy se le había cruzado en el camino; y la única forma de salir sano y salvo era cambiarse las ropas al revés y ponerse los zapatos en el pie opuesto.
Los Leshiye eran maliciosos, como las hadas. Sus gritos volvían locos a aquellos que los oían, y también contaban con el poder de imitar las voces de los seres queridos de un hombre perdido para atraerlo a su cueva; donde el Leshy podría matarlo. Otros rasgos eran que disfrutaban el quitar los letreros de los caminos, torturar a los hombres y secuestrar a las mujeres jóvenes; aunque de igual manera podían evitar que el ganado se acercara al bosque para evitar que se perdiera. 
Se decía que para hacer un pacto con un Leshy, un granjero o pastor debía entregarle una cruz y compartir la comunión con él luego de una misa cristiana. Estos pactos supuestamente le daban a una persona poderes sobrenaturales sobre el bosque y las bestias que vivían en él.

El Leshy en el Diccionario Infernal.
El Leshy aparece como un demonio en el Diccionario Infernal, donde se le describe como una criatura similar a los spriggans o las ninfas. Protege a los árboles, las aves y las bestias; y se manifiesta como un hombre de piel azul, con las astas de un ciervo, cabello verde y una barba hecha de musgo. 

El Leshy en la cultura popular.
El Leshy, Leszy o Leshen aparece en una infinidad de medios. Por ejepmlo, en el poema "Ruslan y Lyudmila" de Alexander Pushkin, aparece una referencia a los milagros donde habita el Leshy. El escritor Anton Chekov escribió una comedia de cuatro actos que hablaba del Leshy, y que se titulaba como "El Demonio del Bosque". 
En el cómic Hellboy: Darkness Calls, el Leshy aparece como un espíritu parecido a un oso, el cual le permite a Hellboy el pasar la noche en el bosque para evitar a la bruja Baba Yaga. En la música, aparece en canciones homónimas del grupo de trance Parus o en las composiciones de la banda de metal rusa, Arkona. También se le muestra en la serie Supernatural, en la quinta temporada; donde actúa como un dios pagano con la forma de cambiar de forma.

El Leshy aparece en los libros del escritor Andrzej Sapkowski, los cuales inspiraron posteriormente la creación de la saga de videojuegos de "The Witcher":
En The Witcher 3, los Leshy o Leshens, aparecen como antiguos y poderosos espíritus del bosque con una apariencia vagamente humanoide, brazos como ramas de árboles y el cráneo de un ciervo en lugar de una cabeza. En las mecánicas del juego, el Leshy puede invocar cuervos o una manada de lobos, y la única forma de destruirlo es si se mata a su familiar o se destruyen sus tótems para limpiar a un bosque de su presencia.

"Los humanos siempre se han sentido fascinados por los bosques salvajes... al vivir en sus cercanías, han aparecido cuentos sobre criaturas feroces y benignas, amigables y hostiles. Al adentrarse en el bosque, el respeto por lo desconocido comenzó a disminuir. Los árboles fueron hechos leña, se construyeron caseríos de roca. Y conforme la pestilencia del hombre crecía más y más, también lo hacía la cólera del bosque y sus habitantes.

En el corazón del bosque yace un secreto. En un lugar nacido de la oscuridad y la naturaleza primitiva, reside un poderoso y aterrador guardián. Inumne al acero del hombre, se cree que el leshen es la forma en que la naturaleza protege al bosque y a los animales que viven en él de la amenaza que suponen los hombres al adentrarse en las tierras salvajes.

Junto con los animales que comanda, el Leshen es una fuerza digna de ser tomada en consideración. A veces venerado, este ser puede sanar a las bestias e invocar nekkers o cuervos para proteger el bosque. Sus ataques son lentos, pero mortales... cuida no terminar enredado por sus raíces subterráneas."
-Texto del sitio web de The Witcher 3.