martes, 22 de septiembre de 2015

Travis el chimpancé.

Travis.
El 16 de febrero del 2009, la policía de North Stanford, en el estado de Connecticut; recibió una llamada de emergencia en la cual, para sorpresa del operador, una mujer gritaba frenéticamente sobre un chimpancé que había atacado a una mujer. Entre ellos, un grito que helaba la sangre: "¡Se la está comiendo!"
Al llegar, los oficiales y equipos de emergencia locales se encontraron con un chimpancé adulto de pie afuera de una casa. El animal se acercó a una patrulla e intentó entrar en ella, destrozando un cristal y forzando la puerta del copiloto hasta que pudo abrirla. Al verse amenazado, el oficial que aún se encontraba en el interior del vehículo le disparó varias veces al animal en el pecho.
Herido, el simio se retiró a la casa, donde cayó muerto junto a su jaula.
Al entrar a la vivienda, los paramédicos se toparon con una escena por demás dantesca. Una mujer, identificada como Charla Nash, amiga cercana de Sandra Herold (dueña del chimpancé) había sido severamente herida por el animal. Nash perdió las manos, la nariz, ojos, labios y gran parte del rostro; y fue víctima de daño cerebral tras haber sido golpeada por el animal.

El ataque.
De acuerdo a Sandra Herold, el chimpancé salió de la casa tras tomar las llaves del auto de los Herolds, y Nash decidió ir tras él para meterlo de nuevo. Sin embargo, Travis reaccionó violentamente al ver a la mujer que sostenía uno de sus juguetes favoritos.
Pese a que Nash era familiar con Travis, se cree que el chimpancé la desconoció porque la mujer había cambiado de peinado poco tiempo antes; y que quizás la súbita agresión se debió a que el chimpance había estado siendo medicado para tratar la enfermedad de Lyme.  Cuando comenzó a agredir a Nash, Herold intentó detenerlo con una pala y finalmente con un cuchillo, a lo que de acuerdo con ella, el animal se volteó y la observó con una expresión confundida.
Fue entonces que Herold llamó al 911
Se sabe que Travis podía abrir puertas usando llaves, vestirse a sí mismo, regar plantas, alimentar a los caballos de su dueña, comer en la mesa y beber vino con una copa. De acuerdo a Herold, Travis era tan aficionado al helado que se aprendió los horarios de los camiones que vendían el producto. Inclusive era capaz de conducir un vehículo.

Tras que el incidente en 2009 recibió atención internacional, una vecina de Herold dijo que en 1996 el chimpancé la había mordido e intentado jalarla a un vehículo cuando intentó saludarlo. Declaró haberse quejado con los Herolds y la policía, pero las autoridades de Stanford dijeron no haber recibido registros de tal denuncia.
En el año 2003, Travis escapó del auto de los Herolds y detuvo el tráfico en una intersección de la ciudad durante varias horas. El incidente tuvo comienzo cuando un peatón arrojó algo al auto, el cual entró por una ventana medio abierta y golpeó a Travis mientras el vehículo se detenía en un alto. Furioso, Travis desató su cinturón de seguridad, abrió la puerta y persiguió al culpable.
Al llegar la policía, intentaron atraer a Travis hacia el interior del auto sin éxito alguno. Eventualmente fue detenido y el incidente obligó al gobierno de Connecticut a aprobar una ley que prohibía la posesión de primates de más de 25 kilos como mascotas. Desde la muerte de Travis, nadie en Connecticut ha intentado aplicar a un permiso de posesión para un chimpancé.

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