viernes, 26 de agosto de 2011

Ben - Parte 2


Continuamos con la segunda parte del creepypasta de Ben, el cartucho embrujado de Majora's Mask.
Majora's Mask
"Para un cartucho con tan mala pinta, estaba impresionado de lo fluido que funcionaba. Literalmente parecía una copia legal del mismo salvo por algunos problemillas aquí y allá (como algunas texturas donde no deberían estar, algunos flash aleatorios en intervalos cortos, no estaba nada mal).

Aun así, la única cosa que era un poco enervante era que algunas veces los NPC me llamaban "Link", y otras veces me llamaban "BEN". Supuse que era un bug -Un fallo de programación derivado de que nuestra partidas se hubiesen mezclado, o algo así. Estuvo molestándome un buen rato hasta que, cuando me pase el Templo de WoodFall fui a las partidas salvadas y borre el archivo "BEN" (Intentaba preservar este archivo por respeto al dueño original del juego. No es que necesitara dos partidas), esperando que esto resolviera el problema. Lo hizo, y no lo hizo, ahora los NPC no me llamaban nada, donde debía estar mi nombre había un espacio en blanco (el archivo seguía llamándose "Link" aun así). Frustrado, y con deberes por hacer, deje el juego por un día.


Volví a jugar al juego la pasada noche, consiguiendo las Gafas de la verdad y completando el Templo de la Cabeza de Nieve. En ese momento algunos de vosotros, jugadores mas hardcore de La mascara de Majora, conoceréis el glitch de "El cuarto día" -Para aquellos que no pueden Googlear, hay que esperar a que el reloj este cerca de llegar a 00:00:00 en el día final y hablar con el astrónomo para mirar el telescopio. Si lo hacías en el momento correcto, la cuenta atrás desaparecería y podrías contar con otro día para terminar aquello que estuvieras haciendo. Decidido a hacer este glitch para terminar el Templo de la cabeza de Hielo, parece que me salio bien en el primer intento pues el cronometro de arriba desapareció.


Sin embargo, cuando pulse B para dejar el telescopio, en vez de recibir las gracias del astrónomo me encontré en la zona donde debía luchar contra el Jefe Majora al final del juego, en la arena, mirando fijamente al niño Calavera que flotaba en el aire. No había ningún sonido, solamente el flotando en el aire por encima de mi, y la música de fondo normal de la zona (seguía siendo inquietante). Inmediatamente mis manos empezaron a sudar, definitivamente esto no era normal, El chico calavera NUNCA aparece ahí. Intente recorrer la zona, y no importaba a donde fuera, el chico seguía moviendo su cabeza, mirándome fijamente, sin decir nada. Nada pasaba, y estuve así como unos sesenta segundos. Pensé que el juego estaba estropeado o algo así, pero empezaba a dudarlo.


Estaba apunto de tocar el botón de reset cuando un texto apareció en mi pantalla "No estas seguro de por que, pero aparentemente tienes una reserva...". Instantáneamente reconocí ese texto, aparece cuando consigues la llave de la habitación, por parte de Anju en la posada Stock Pot, pero, ¿Por que había aparecido aquí? Descarte pensar que era casi como si el juego intentara comunicarse conmigo. Empecé a recorrer la habitación de nuevo, comprobando que durante algunos momentos el juego tenia alguna especie de momento en el que me daba la opción de interactuar con alguien, entonces me di cuenta de lo entupido que parecía, pensar que alguien reprogramaría un juego así era absurdo. Seguro de mi mismo, quince segundos después otro mensaje apareció en la pantalla, y era como el anterior, una frase ya existente "¿Ir a la guarida del jefe del templo? Si/No". Pause por un momento, pensando que debería elegir y como reaccionaria el juego, cuando me di cuenta de que no podía seleccionar no.

Entonces respire fuerte y presione "Si", y la pantalla se volvió blanca, con las letras "El amanecer de un nuevo día" y el subtexto "|||||||" en el. A donde fui transportado me lleno del mas intenso terror, casi paralizante, que nunca haya experimentado.

La única manera de la que puedo describir como me sentía en ese momento era tener un sentimiento deprimente a una escala muy profunda. Nunca he sido un chico deprimido, pero lo que sentí era algo que ni siquiera sabia que existía. Era como si una presencia retorcida y poderosa estuviera encima de mí.


Aparecí en una extraña versión Crepuscular de la ciudad Reloj. Camine hacia fuera (como normalmente harías cuando empiezas en el día 1) y me di cuenta de que todos los habitantes habían desaparecido. Normalmente, incluso con el glitch del "Cuarto Día", sigues viendo a los guardias y el perro que corre fuera de la torre. Esta vez, todos habían desaparecido. Habían sido reemplazados por un sentimiento de que algo estaba fuera de lugar allí, en el mismo lugar que yo, y me vigilaba. Tenía cuatro corazones y el arco del Héroe, pero en este punto ya no me importaba mi avatar. De alguna manera, sentía que yo mismo estaba en peligro. Puede que lo mas chirriante fuera la música -Era la canción de curación, retocada del mismo juego, pero tocada al revés. La música no paraba de hacerse más fuerte, haciéndote esperar que algo apareciera de repente delante tuya, pero no pasaba nada, y el bucle constante empezó a hacer mella en mi estado mental.


En todas partes, oía de manera tenue la risa del vendedor de mascaras en el fondo, lo suficientemente débiles para que no estuviera seguro de si estaba oyendo cosas pero suficientemente alto para que mi determinación me obligara a buscarlo. Busque por las cuatro zonas de la torre del reloj, y no encontré nada... ni a nadie. Algunas texturas se habían perdido, la torre oeste del Reloj me hacia caminar en el aire, toda la zona parecía... rota. Sin esperanza de poder ser salvada. Cuando la canción de curación se repitió la que debió ser su 50a vez, aun me recuerdo permaneciendo en mitad de la torre Sur del reloj, dándome cuenta de que nunca me había sentido tan solo en un videojuego."

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